La Viuda De Naín ¿Qué Hacer Con El Dolor? En este caso, una mujer viuda que ha perdido a su único hijo y llora a gritos su dolor.

Una situación que no está lejos de retratar la vida de muchos, creyente y no creyente, que sufren perdida, persecución, temor y todo tipo de angustia.

Ante lo cual, debemos saber que Cristo es Compasión, en Él se halla misericordia y poder para transformar vidas

Si usted desea conocer más sobre lidiar con el dolor puede visitar !No Llores¡ En Cristo Hay Remedio Para Ti.

Texto de referencia:

Lucas 7:11-13  Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.

Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda;

 y había con ella mucha gente de la ciudad.

Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

En estos tiempos bíblicos, los entierros no eran como hoy, no existían los ataúdes y tampoco se velaba a los muertos

Sino que, según la costumbre judía, los difuntos se llevaban a enterrar sobre unas parihuelas, que podemos imaginar, como una camilla de los socorristas,

Y el cuerpo iba envuelto en lienzo blanco, la cabeza en un sudario, o en ocasiones, la llevaban descubierta.

Así, el entierro se desarrollaba, generalmente, al atardecer del día del fallecimiento, y era acompañado por los parientes

Y por gran parte de las gentes del lugar, y muchas veces, el entierro era acompañado por un flautista

La viuda de Naín y el dolor humano

La experiencia de esta mujer viuda nos hace recordar el mundo de dolor y sufrimiento en el cual vivimos,

Un mundo en el que no faltan las malas noticias, las guerras, los problemas sociales, económicos, políticos

Y con gran frecuencia encontramos casos de corrupción, de odio, violencia a todos los niveles, los femenicidios y el abuso infantil,

Podemos decir, que vivimos en un mundo que sufre una fuerte crisis de valores, donde la honestidad y la integridad han desaparecido.

Y a esto agreguemos, las epidemias, las pandemias como el coronavirus, los desastres naturales y todo tipo de situaciones que conducen a la muerte física

Sin faltar, el dolor, el agobio de alma y la desesperanza, tal como lo podemos apreciar en el relato bíblico, de una viuda que entierra a su único hijo

Pero es allí donde vemos que el único que puede hacer la diferencia ante una realidad tan cruel, es el Señor,

Es Jesucristo el  Señor de la vida y de la muerte y tiene compasión, misericordia y poder para cambiar nuestras vidas.

  • La crisis humana:

La adversidad puede llegar a nuestros hogares de mil maneras distintas, y como el caso de la viuda de Naín, la impotencia toca nuestros corazones:

Nos sentimos impotentes ante la muerte y el ferviente deseo de volver a la vida a un hijo, o dar vida a un cuerpo enfermo de manera terminal

O la impotencia de volver a la vida un matrimonio que ha muerto, revivir una relación rota, o hacer un cambio significativo en nuestra vida,

La impotencia de cambiar rumbo de la vida, de alguno de nuestros hijos, de volver a ser aquello que una vez fuimos en nuestra familia,

Y peor aún, enfrentamos la impotencia de volver al primer amor en nuestra relación con Dios y con su obra

Todas estas situaciones, y muchas más, nos demuestran que el hombre en sí mismo, no tiene capacidad ni poder, para cambiar

Y que por ello, se hace necesaria, la intervención divina, que cambia no solo nuestra condición física, sino también, nuestra alma y da vida al espíritu.

  1. La viuda de Naín y la miseria humana:

Podemos preguntarnos ¿Cuál es la causa de tanta miseria humana? Y la respuesta certera la encontramos en la existencia misma del Pecado.

Romanos 5:12  Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,(A)

así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Romanos 5:21  para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia

para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.

El hombre eligió el pecado, desechando a Dios, su Palabra y la comunión con Él, prefiriendo obedecer voces extrañas y tomar el lugar de Dios

Y es así, como, por medio de Adán, el pecado entró al mundo, y alcanzo a toda la humanidad, trayendo no solo la muerte física, sino también la espiritual

La viuda de Naín y la miseria humana

Pero la gran maravillosa noticia, es que por medio de otro gran hombre, entro la vida al mundo, y este es nuestro Señor Jesucristo.

Y es por medio de la gracia divina que nos limpia de toda culpa y condena, que ahora tenemos oportunidad de vida y vida eterna,

Es en Cristo que encontramos el camino para pasar de muerte a vida, del pecado a la santidad, de la destrucción a la restauración.

  1. La viuda de Naín y la esperanza humana

Cuando Cristo llega a nuestra vida, lo hace, no porque nosotros lo busquemos, sino porque Él, en su infinita misericordia,  nos mira y se acerca a nosotros

Y cuando Cristo se nos acerca, también viene con Él la providencia de Dios, de manera que ¡No hay casualidades en Cristo¡

Lucas 7:11-12  Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.

 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda;

y había con ella mucha gente de la ciudad.

La Escritura dice, que el Señor se dirigió a un pueblo llamado Naín, pero esta dirección no fue tomada por casualidad, sino porque allí había una viuda,

Era en esa ciudad donde había un hijo muerto y mucha gente a la cual el Señor  iba a manifestar su compasión, misericordia y poder

Pero ¿Qué significa esto? Significa que todos los hechos que se van aconteciendo en la medida que el Señor se acerca a nosotros, no son casualidades

Sino que son las oportunidades que Dios crea para mostrar su compasión por la condición de miseria y muerte que vive el hombre sin su Creador

  • La compasión de Cristo

El Señor se conmueve a compasión y se duele al ver la situación de miseria humana fruto del pecado,

Primero, ve a la viuda, ve su dolor, su llanto, su desesperanza, y se mueve a compasión, acercándose a esta mujer

Esto nos habla de un Cristo compasivo, y nos demuestra que Él vino a este mundo a salvar a los pecadores,

A manifestar su misericordia, por medio de la cual No nos da lo que merecemos, castigo y sufrimiento eterno por nuestra desobediencia,

Sino, que por el contrario, su mano de poder es extendida hacia nosotros para sacarnos del lodo cenagoso y de la desesperanza

Y manifestar el poder divino, ya que Cristo es omnipotente al igual que su Palabra, y puede dar vida, a lo que ya está muerto

Si Cristo no fuera omnipotente no podría hacer efectiva su compasión y su misericordia hacia la criatura humana.

Y es en ese poder, que el Señor se acerca a esta viuda, para decirle “no llores. Una expresión que ninguno de nosotros podría pronunciar en un momento de mucho dolor.

  • ¿Cómo se vive la desesperanza?

La desesperanza humana llega en ese momento que experimentamos la impotencia total, cuando ya no hay nada que hacer,

Cuando nos damos cuenta que no importa el poder humano con el contemos, nuestra riqueza, condición social o nuestra astucia,

¡Nada de lo que el hombre posea en sus manos lo puede librar de la muerte¡ y esta impotencia conduce a la desesperanza.

  • ¿Cómo se vive la esperanza?

Pero donde está Cristo siempre hay esperanza, y es entonces que, ante la impotencia de la muerte, Cristo es el único que puede hacer la diferencia

Así lo dicen las Escrituras:

Juan 14:6  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Esta es una esperanza gloriosa, porque no solo nos da vida nueva en este mundo de dolor y sufrimiento,

Sino también, nos garantiza vida eterna, una vida de plenitud en la presencia de Dios, lejos de todo tormento

  1. La viuda de Naín y la compasión de Cristo.

Lucas 7:13  Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

Jesucristo no siente lástima por la viuda, sino, compasión. El Señor sintió un profundo dolor que lo movió a ver y acercarse a esta mujer.

Y con eso, el Señor nos enseña que el primer paso para poder demostrar la compasión, es detenerse para “ver”,

Es decir, no pasar de lejos, no ser indiferentes ni ligeros al momento de ver la condición de vida de otros

Porque cuando vemos detenidamente, entonces podemos movernos a compasión, igual que Jesús, que ““sintió dolor por ella en su grave situación”

Y es así, que le dice a la viuda “no llores” Una expresión que nos pudiera parecer demasiado dura, en una situación como la que vivía esta mujer

Porque al igual que ella, nosotros podríamos preguntarnos ¿Y porque le dice que no llore si he perdido a mi hijo”? ¿Cómo puede decirle eso?

  • La Palabra de consuelo del Señor

Cuando el Señor Jesús dice “No llores” es una Palabra de consuelo que se fundamenta en el hecho de que  Cristo puede quitar la causa del dolor de la viuda,

En el hecho, que la Palabra del Señor tiene poder para “llamar las cosas que no son, como si fuesen”

La compasión de Cristo

¿Quién puede quitar la muerte? ¿Quién puede devolver la vida? ¡Nadie¡ ni los científicos más avanzados de nuestros días,

Solo en Cristo se encuentra el poder, solo en Él hay esperanza, porque Cristo es Señor de la vida y de la muerte.

Lucas 7:15  Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.

Ese es el poder de la Palabra pronunciada por Dios, capaz de transformar la desesperanza de la aflicción y la pérdida

En una esperanza viva y verdadera. Recordemos lo que Jesús le dijo a Marta y María cuando Lázaro había muerto

Juan 11:25  Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

  1. La viuda de Naín y la presencia de Cristo

No podemos olvidar que Jesús es “Dios con nosotros”, trascendente pero inmanente, en los cielos pero también conmigo en todo lugar y situación.

Lucas 7:14  Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.

Vemos y experimentamos al Dios Todopoderoso, acercarse a nosotros. Nos busca y nos encuentra. Nos ve y se compadece.

  • Se Acercó:

Cuando el Señor Jesús se acerca, nos recuerda que nos visitó, que dejó su trono de gloria y vino a caminar con nosotros.

Preguntémonos entonces, ¿A quiénes se acercó? ¡A todos los que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados¡

Y cuando un sacerdote o un levita hubieran pasado lejos, Cristo como buen samaritano, nos toco con su gracia para darnos vida.

De manera que aquel cadáver helado, con órganos ya en descomposición y un cerebro con muchas horas de muerto ¡ahora tenía vida¡

Ese cuerpo había resucitado con solo oír la Palabra pronunciada ¡la muerte obedecía a la Palabra del Todopoderoso¡

Y así descubrimos que es por medio de la Palabra Omnipotente del Dios Eterno, que todo recobra vida.

  • Pronunció su Palabra Omnipotente

Y con toda autoridad el Señor dice “joven a ti te digo, levántate” una autoridad divina, que no puede ejercer hombre alguno

Demostrando que en Cristo se encuentra la Victoria sobre la muerte y que para Él, nada es imposible.

Romanos 4:17  (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes(G)) delante de Dios, a quien creyó,

el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.

Encontramos a un Abraham que creyó a Dios contra toda esperanza, y aún, cuando el ojo humano mira lo imposible,

Es entonces, que a Palabra Todopoderosa de Dios, nos permite ver lo imposible, hecho realidad, y aquello que era imposible que tuviera vida, empieza a florecer.

Todo es cuestión de fe, de esperar en la Voluntad perfecta y soberana de Dios, que hará que todas las cosas acontezcan, en el tiempo oportuno del Altísimo

Dios obrará en nuestra vida, por su infinita gracia y misericordia, dándonos vida física, pero de manera especial, dando vida a nuestra alma muerta.

  1. La viuda de Naín y el gran milagro

Luego que Cristo nos ve y muestra su compasión ante nuestra miseria humana, podemos contemplar el gran milagro de su presencia con nosotros,

Y el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar, a dar testimonio de una obra sobre humana..

Lucas 7:15  Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.

Ese es el gran milagro que obra Cristo en nuestra vida ¡Nos devuelve de la muerte¡ y una vez nos da vida, es nuestra misión, dar testimonio de Él

Porque antes no éramos  pueblo de Dios, ¡Ahora lo somos¡ antes éramos enemigos de Dios, ¡Ahora somos sus hijos¡

La viuda de Naín y el milagro de la vida

Y antes estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, estábamos destituidos de la gloria de Dios, estábamos condenados,

Pero ahora, tenemos vida nueva, abundante, transformada, y vida eterna.

  • Nuestra compasión:

Ante tanta maravilla que podemos experimentar todos aquellos que hemos sido bendecidos con la gloriosa compasión de Cristo

Vale preguntarnos ¿Estamos testificando de Cristo? ¿Nuestra boca se abre para hablar de sus maravillas? ¿Nuestro estilo de vida habla de una obra transformadora?

Si Cristo nos ha sacado de muerte a vida no es para que estemos callados, insensibles ante la necesidad de un mundo que vive en destrucción y muerte

Sino que, esta nueva vida de la que hoy gozamos debe manifestarse en una adoración constante por medio del  evangelismo y la edificación de otras vidas.

Debemos aprovechar cada oportunidad que se nos presente, para predicar la Palabra de Dios ¿estamos haciéndolo?

O es acaso que ya se hizo una rutina oír la Palabra de Dios y se nos olvida que estamos en   un mundo que va a un castigo eterno ¡Que va a condenación eterna¡

Debemos apropiarnos de ese glorioso Evangelio en nuestra vida y no darnos por vencidos,

No nos rindamos ante la enfermedad o los vicios, luchemos contra el pecado porque la victoria es nuestra.

  • Un encuentro con el mundo

El relato bíblico nos muestra cómo dos grupos se encuentran en el camino: uno gozoso que llevaba la vida, que contaba con la presencia de Cristo;

Y otro grupo que caminaba desesperanzado porque llevaba consigo la muerte de un hijo, el dolor de una madre, la impotencia humana ante lo irremediable

¿En qué grupo estamos nosotros? Si hemos confiado en Cristo ya tenemos vida y esperanza, pero sino, nos encontramos en el grupo de los muertos y bajo condenación.

Si pertenecemos al primer grupo, no podemos dejar de ver el dolor y la desesperanza de un mundo sin Dios,

De manera que debemos ver, para luego acercarnos en compasión a ellos, tal como nos lo modelo nuestro Señor.

No podemos dejar de ver al alcohólico, a los drogadictos, los que viven en inmoralidad, los que con sus propias manos destruyen por edificar.

Y verlos, para acercarnos a ellos en compasión, ayudarles y compartir la buenas nuevas de salvación,

Sin olvidar que un día nosotros estuvimos allí, justo como ellos, y Cristo tuvo misericordia de nosotros y nos rescato de una vana manera de vivir,

Que no importa los que nosotros, y ahora ellos, hayan hecho, porque todo es hecho nuevo, todo es limpiado con el maravilloso perdón de Cristo

Y entonces, nos convertimos en portavoces de Cristo, nos convertimos en instrumentos de Dios para llevar libertad a los cautivos.

  1. La viuda de Naín y el impacto del milagro

Vemos al Señor obrando en la vida de un viuda y su hijo, pero nos maravillamos, porque esa obra en una familia, tiene un impacto en la multitud

El poder manifestado de Cristo en la vida de un hombre, y el poder de de su Palabra, impacta la vida de todos aquellos que le rodean

Lucas 7:16  Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros;

y Dios ha visitado a su pueblo.

Ese maravilloso milagro que realizo el Señor en el hijo de la viuda, permite ver a todo un pueblo, cómo Dios se acordó de ellos,

Como Dios viene en ayuda de su pueblo, y como consecuencia “glorificaban a Dios” y recuerdan que Dios no es ajeno a nuestro sufrimiento

Lucas 4:18-19  El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos,

 Y vista a los ciegos;  A poner en libertad a los oprimidos;  A predicar el año agradable del Señor.

  • La viuda de Naín y el día postrero:

Y este hecho también nos recuerda que en el día postrero habrá una resurrección general, todos en un mismo día,

Pero unos resucitarán para vida eterna y otros para condenación eterna, los primeros glorificaran a Dios por la salvación,

Y los otros, aún con un temor aterrador, pero allí en el infierno, glorificaran a Dios porque confirmarán la justicia y la ira divina.

La viuda de Naín

Así que, encontremos en este relato de las Escrituras un mensaje de esperanza, de compasión y poder que es en Cristo

Y con eso, que nuestra fe se fortalezca y nos lleve a vencer a nuestro enemigo final: ¡la muerte¡

Conclusión:

La viuda de Naín nos recuerda cuán grande es la miseria humana y cuán impotentes somos ante esa realidad

Y nos permite ver el inmenso amor del Padre, que ha enviado a su Hijo, para que con su compasión, nos restaure dándonos vida nueva.

Pero que ese milagro de vida que obra el Señor, no sea para quedarnos quietos y gozosos de ser beneficiarios de la gracia divina

Sino que nos lleve a comprometernos con su precioso Evangelio, y lo prediquemos para que la libertad llegue a un mundo perdido y sin esperanza.