Lluvias de Gracia, Llamados  Ser De Bendición no solo para aquellos que pertenecen a nuestra familia de sangre o espiritual, sino a todos los que podamos,                                

Porque es maravilloso saber que hemos sido bendecidos por Dios, que hemos recibido la lluvia de su gracia en la persona y obra de su Hijo Jesucristo,

Y reconocer que, no solamente nos ha hecho salvos, sino que también ahora gozamos de todas las bendiciones que provienen de la comunión con Dios,

Pero debemos saber que estamos llamados compartir lo que hemos recibido de Dios con las personas que lo necesitan.

Si desea escuchar esta enseñanza por favor visite https://youtu.be/oADH7k7OMk4

Y si desea profundizar más sobre las bendiciones de Dios, por favor visite Señor !Sé Tú Mi Ayudador¡

Versículo de referencia.

Ezequiel 34:26Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo;

lluvias de bendición serán.

Ezequiel dice “Y daré bendición” dejándonos ver la iniciativa de Dios, es Él quien decide dar la bendición,

Y ¿A quién bendecirá? ¡A su pueblo¡ Es Dios el que trae provecho a la vida de los suyos, nos da sus promesas, su luz y dirección,

De manera que es Dios, en su iniciativa, quien da y hace a favor a nuestro, Él de manera soberana decide bendecirnos.

Lluvias de gracia ¡Llamados a ser de bendición¡

Si Dios ha bendecido tanto nuestra vida, no podemos quedarnos con esa bendición, sino que necesitamos llevarla a otros

Porque la lluvia de gracia divina, cae sobre nosotros, todos los días de nuestra vida, en diferentes formas y proporciones,

¡!Y se hace necesario compartirla!! Sobre todo, con aquellos que aún no conocen al Señor.

  1. Hemos sido bendecidos con lluvias de gracia, que es en Cristojesús, para ser de bendición a los demás.

Es la gracia divina la que permite que todo el pueblo santo, como un solo rebaño, se acerque al Dios todopoderoso, y sean bendecidos

Pero esta bendición divina tiene dos hermosas características: es oportuna y es abundante, razón por la cual debe ser compartida.

Veamos algunos textos bíblicos, que nos hablan de esta bendición de la gracia de Dios:

  • El testimonio de la gracia de Dios bendiciendo a Abraham.

Génesis 12:2Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré;y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Las expresiones “haré de ti” “te bendeciré”, “te engrandeceré”, todas y cada una de ellas, hablan de una acción voluntaria de un Dios todopoderoso y eterno

Y un Dios que escoge a Abraham, no simplemente para que fuese “amigo de Dios” y “el padre dela fe” y que se beneficiará de esa relación de pacto con Dios,

Sino para que él fuera de bendición, y que en su simiente fuesen benditas todas las naciones de la tierra.

  • El testimonio de la gracia de Dios bendiciendo al pueblo de Israel.

Deuteronomio 7:6-8  Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,(C)

más que todos los pueblos que están sobre la tierra.

No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido,

pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;

sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres,

os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

Fue la gracia de Dios la que eligió al pueblo de Israel, para hacer una nación santa para Él, y la escogió no porque fuera el mejor pueblo, sino simplemente, porque un Dios soberano, determinó amarles y guardar el pacto con Israel,

Pero el propósito de Dios al escogerlos, era santo, hacer de Israel una nación santa, diferente a todos los pueblos de la tierra, que diera testimonio de su Nombre

Y por medio de ellos, alcanzar a todo un pueblo gentil, a los que no somos parte del pueblo de Israel, ni por sangre ni por linaje,

Es así, como Dios bendice una nación “insignificante” para que sea instrumento de bendición para todas las naciones de la tierra.

  • El testimonio de la gracia divina para todas las naciones.

Isaías 49:6 dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel;

también te di por luz de las naciones,(A) para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

El profeta Isaías deja bien claro, cuál fue el propósito de Dios al escoger al pueblo de Israel: ser luz para las naciones y llevar la salvación del Señor a los confines de la tierra.

Por tanto, el propósito de Dios no solo es elegir a un pueblo entre muchos en el mundo para salvarles, sino para usarles y por medio de ellos ser de bendición para el mundo.

  • El testimonio de gracia en Cristo:

Cristo nos afirma en el sermón del Monte lo que Él ha hecho de nosotros y para qué  lo ha hecho:

Mateo 5:13-16 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?

No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(H)

Vosotros sois la luz del mundo;(I) una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

…Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Dios nos ha hecho sal para que podamos preservar y dar sabor, esto significa que no nos hace falta gran cosa si queremos impactar el mundo que nos rodea,

Solo necesitamos ser como un poco de sal, un rayo de luz, en medio de un mundo en destrucción y sin esperanza

Lluvias de gracia, llamados a ser de bendición

Nuevamente vemos, que Dios no ha dado la salvación no para que la disfrutemos egoístamente y nos la guardemos para nosotros,

Sino que hemos sido apartados para Él, con el propósito que podamos compartir esa maravillosa gracia que hemos recibido y ser de bendición para muchos otros.

  1. Lluvias de gracia ¡Llamados a ser administradores de la gracia divina¡

Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados,

y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

Esa gracia no es nuestra, sino que nosotros solo somos mayordomos de la gracia divina, y lo que hemos recibido por gracia, de esa misma manera debemos compartirla: por gracia.

  • Testimonio de Lord Shaftesbury:

El 22 de abril este fiel cristiano escribió en su diario: “…deseo ser útil a mí generación”.

Y el 17 de diciembre oraba: “…si alguna vez llegará a poseer riquezas, no deje de tener al mismo tiempo un corazón que anhele la felicidad del hombre y la gloria de Dios”.

Esta es una hermosa reflexión que nos invita a pensar sobre todos los favores divinos que hemos recibido, tanto los eternos como los temporales,

De manera que no olvidemos que Cristo no entregó su vida en una cruz para realizar en nosotros un propósito egoísta,

Si no, para que seamos proclamadores de las buenas nuevas de salvación, para que llevemos esperanza a un mundo que vive en oscuridad.

  1. Lluvias de gracia para la iglesia de Jesucristo:

Dios se ha comprometido en bendecir a su iglesia, y nos deja ver, que Él nunca crea cosas inútiles, no trabaja sin un propósito

Ezequiel 34:26 Y daré bendición a ellas

Dios está hablando a su rebaño, y de manera específica, habla a cada una de sus ovejas, y promete bendecirlas

Pero en esa bendición, cada miembro del cuerpo de Cristo debe ser útil, y es una utilidad que se manifiesta trabajando en la obra del Señor

  • “Haré a cada miembro de la iglesia una bendición”

La iglesia es bendecida cuando cada miembro del cuerpo de Cristo desempeña su función en la obra de Dios,

Sabiendo que la obra del Señor es una tarea extensa y ardua, que demanda el compromiso voluntario y gozoso de todos nosotros.

Dios desea que seamos bendecidos y participemos en la edificación de su iglesia, y trabajemos por nosotros, por nuestras familias, nuestra iglesia y nuestro prójimo.

  • Todos somos útiles en la obra:

Consideremos el ejemplo de Nehemías, quien repartió todo el trabajo de reedificación de los muros de la ciudad de Jerusalén:

Nehemías 3:1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas.

Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

Los primeros en levantarse para poner manos a la obra, son los sacerdotes, que en nuestros días los encontramos representados en los pastores,

Y sabemos, que el pastor es el primero, es el responsable de toda la obra del Señor, es a él quien Dios ha puesto al frente, pero no es el único llamado

Nehemías 3:2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, ….

Encontramos que todos los hombres del pueblo de Dios, son útiles y necesarios para la realización de la obra,

Nehemías 3:3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; …

También están nuestros hijos, que encontrarán un lugar para servir dentro de la obra.

Nehemías 3:5  E inmediato a ellos restauraron los tecoítas;pero sus grandes no se prestaron para ayudar a la obra de su Señor.

Aunque sabemos, que no faltarán aquellos que se oponen al servicio, que se niegan a tan maravilloso privilegio, siendo inútiles para la obra

  • Para todos hay lugar en la obra del Señor:

Nehemías 3:8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero

Vemos que todos tienen lugar en la edificación de la obra del Señor, aquí está el platero y el perfumero

Nehemías 3:12  Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas.

Y los gobernantes, hombres de posición, y de manera muy grata, también ¡sus hijas¡ lo que nos demuestra que nadie queda excluido de la obra.

Nehemías 3:26  Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

Por supuesto, no pueden faltar los servidores del templo, diáconos y diaconisas, los comerciantes y aún, los que están lejos, pueden ser útiles a la obra

Nehemías 3:32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

Llamados a ser de bendición para otros

Por tanto, si de gracia recibimos, de gracia damos, tanto para el sostenimiento y propagación de la obra del Señor, como para destinar fuerzas y recursos a la proclamación del Evangelio

  • ¿Pero qué puedo hacer yo?

Quizás el Señor no nos haya llamado a ser un predicador, pastor o misionero, pero lo que sí debemos tener claro es que Dios desea usarnos,

¿Dónde? en nuestro trabajo, en nuestra familia inconversa, con los amigos en tu iglesia, en la comunidad y sus alrededores.

¿Es posible que el Dios que pensó en ti y en mí,desde antes de la fundación del mundo, No tenga un propósito contigo y para ti?

¡Jamás¡ porque Dios nunca crea cosas inútiles, él jamás trabaja sin un para qué, por tanto ¡¡Ruega a Dios para que te muestre como ser verdaderamente útil en su obra!!.

  1. Lluvias de gracia que nos llevan a vivir para Cristo

2 Corintios 5:15  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Es por Cristo que tenemos una nueva vida, y que nos podemos gozar en esa comunión con Dios,

De manera que la vida egoísta que antes teníamos, ya quedó atrás, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.

Y es allí donde la iglesia debe ser un oasis en medio del desierto espiritual, porque a nuestro alrededor hay muchos que viven necesidad

Y es triste pensar que no podemos hacer de nuestras iglesias un lugar de bendición para ellos.

¡No nos conformemos¡ ¡No seamos ajenos a la realidad de muerte que viven muchos¡ y aprendamos a ser de bendición para los demás.

  1. Disfrutemos y compartamos esas lluvias de gracia

Esa gracia divina, con la que hemos sido favorecidos, tiene varias características que vale la pena considerar:

  • La gracia divina es Soberana.

Ezequiel 34:26 Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.

Sabemos que tenemos un Dios soberano que hace como Él quiere y con quien Él quiere, y será siempre Él quien tome la iniciativa para bendecir a su pueblo.

De manera que nosotros podremos hacer muchas cosas por nuestra cuenta, pero si Dios no decide bendecirnos con su gracia, no podremos avanzar mucho,

1 Corintios 3:6 Yo planté,(C) Apolos regó;(D) pero el crecimiento lo ha dado Dios.

Esto significa que en vano trabajamos y nos esforzamos, si Dios no obra a nuestro favor ¡Necesitamos la lluvia de su bendición¡

  • La gracia divina es oportuna.

Ezequiel 34:26y haré descender la lluvia en su tiempo; …

No hay nada como la gracia en su tiempo oportuno, y la promesa de Dios es: “haré descender la lluvia a su tiempo”.

¿Cuál es tú tiempo ahora?, ¿Estás viviendo una estación seca?, ¿Hay sequía espiritual en tú vida?

Si es así, no hay duda que necesitas la lluvia, para que crezcas en la gracia como individuo, para que tu familia sea bendecida, para que tu iglesia se convierta en luz y sal de la tierra.

Necesitamos la bendición del cielo que fertilice y alimente nuestra tierra a fin de producir una buena cosecha.

  • La gracia divina es abundante:

Ezequiel 34:26lluvias de bendición serán.

El texto dice “…lluvias de bendición”, denota abundancia, no es una lluvia, sino muchas lluvias serán.

Lo que nos hace saber que, cuando Dios bendice a su pueblo, lo hace sin medida, Él es basto para dar y bendecir, más allá de lo que podemos imaginar.

Pero ¿Para qué necesitamos las lluvias de su gracia?

Necesitamos gracia abundante para mantenernos humildes. Acordémonos de la oración de Pablo sobre el aguijón en su carne donde Dios le dijo “bástate mi gracia”.

Lluvias de gracia divina Para qué?

Pero también necesitamos gracia para mantenernos en oración, y abundante gracia para santificarnos cada día, para que estemos lleno de celo de Dios.

Y abundante gracia para preservarnos a través de esta vida, y al final llevarnos a Su presencia.

Conclusión.

No podemos vivir sin las lluvias de gracia divina y tampoco podemos dejar de compartir la bendición recibida.

Este es la gran Verdad que debemos interiorizar para vivir con gratitud, y el gran reto que no debemos olvidar.

Fuente consultada:

Iglesia reformada, Manuel López Franco. Pastor en Almuñecar (Granada-España)