Nuestra Debilidad En Medio De La Prueba nos permite contemplar el poder y la compasión de Cristo.

Y de manera especial, en esas pruebas repentinas de la vida, que nos permiten ver, cómo el Señor se manifiesta con su presencia y su Palabra trayendo paz a nuestra vida.

Es así como Jesús, en Marcos 4, les está enseñando a sus discípulos que las experiencias de la vida acontecen a los hombres con un propósito determinado.

Si usted desea profundizar un poco más sobre nuestra lucha con la incredulidad, por favor visite La Batalla Entre Fe E Incredulidad Demanda Valentía

Versículo referencia.

Marcos 4:35-37  Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.

Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.

Es necesario apreciar que es el mismo Señor quien está enviando a sus discípulos a vivir esa tempestad

Pues es Jesús quien les dice “pasemos al otro lado” y como Dios Omnisciente, Él sabe que acontecerá esa tempestad

Por tanto, la dificultad, la adversidad que viven los discípulos del Señor, jamás es accidental, sino intencional.

Nuestra debilidad en medio de la prueba.

Cada vez que los hijos de Dios salimos de una nueva tempestad, confirmamos que estamos en manos de un Dios soberano,

Y comprendemos que aún, en medio de los sufrimientos más grandes, los creyentes siempre perseveramos en fe,

Porque Dios, en su misericordia, ha garantizado ayudarnos en todas las dificultades hasta llevarnos a vida eterna.

Entonces, es preciso que los cristianos comprendamos algunas verdades de lo qué significa ser creyentes:

  1. Servir a Cristo no es garantía de que no habrán problemas.

En el texto bíblico de Marcos, es probable que los discípulos No contaran con encontrarse en una tribulación apremiante.

Tal vez, ellos habían pensado que servir a Cristo y obedecer sus mandatos los iba a proteger de las pruebas terrenales.

Pero si es eso lo que pensaban los discípulos, no hay duda que se equivocaban por mucho.

Porque el Señor Jesús les enseñó que alguien puede ser uno de sus siervos escogidos y amados,

¡Y no obstante, pasar por muchas ansiedades y soportar muchos dolores¡

De manera que si somos creyentes, tenemos que saber que mientras estemos en un cuerpo físico, corrompido por el pecado,

Siempre tendremos una porción de enfermedades y dolores, de sufrimientos y lágrimas, de pérdidas y cruces, de muertes y pesares,

De despedidas y separaciones, de disgustos y desencantos, y de toda una vida terrenal que cada día nos limita más

Porque Cristo nunca se comprometió con nosotros, ofreciéndonos llegar al cielo sin nada de esto.

Sino por el contrario, Cristo nos aseguro que en el mundo tendríamos aflicciones,

¡Pero que Su presencia estaría con nosotros para fortalecernos¡ y que su Palabra nos mantendría firmes en la esperanza.

  • Las tribulaciones son necesarias:

Hechos 14:22  confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles:

Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

Podemos encontrar a algunos creyentes que no les gusta tener a Cristo y la cruz de Cristo,

No quieren tener a Cristo y las tribulaciones, a Cristo y los conflictos, a Cristo y los vientos huracanados, a Cristo y las tempestades.

Porque están pensando que tener a Cristo es garantía de una vida terrenal placentera y con prosperidad material

Pero se nos olvida que Cristo no murió en una cruz, para garantizarnos una vida terrenal sin problemas,

Sino para resolver el problema más grande que todo hombre tiene: ser enemigo de Dios,

Por lo tanto, tribulación vive el hombre sin Dios y tribulación vivimos todos los que hemos creído,

Sin embargo, hay una enorme diferencia en la forma que el creyente vive la tribulación:

Para el hombre sin Dios, toda tribulación trae impotencia y desesperanza, de suerte tal, que le lleva a buscar salidas de autodestrucción,

Pero los creyentes, en medio de la dificultad somos fortalecidos en fe, nos mantenemos en la esperanza que es Cristo,

Y nos acercamos a la comunión con nuestro Señor para tener discernimiento y llegar al arrepentimiento,

Dando gracias a Dios por la adversidad porque allí conocemos el amor, la compasión y el poder de Dios en nuestra vida.

  • Nuestra debilidad en medio de la prueba confirma que somos hijos de Dios.

¿Cómo podríamos saber quiénes son verdaderos cristianos, si seguir a Cristo significara no tener ningún problema?

¿O de qué manera podríamos discernir entre el trigo y la cizaña, si no fuera por el discernimiento que dan las pruebas?

¿Y cómo sabríamos si los hombres sirven a Cristo por su bondad o por motivos egoístas, si servirle diera automáticamente salud y riquezas?

¿De qué otra manera podríamos avanzar hacia la gran obra de santificación, si el hombre no tuviera pruebas?

La respuesta a cada una de estas preguntas es ¡Las pruebas son necesarias en la vida de los creyentes¡

Porque gracias a esas pruebas, el carácter del cristiano va siendo perfeccionado a imagen de Cristo,

Y la adversidad nos permite conocer y descansar en el Dios Omnipotente, lleno de gracia y misericordia, que nos sostiene y ayuda siempre.

  1. Nuestra debilidad en medio de la prueba nos permite confirmar que Cristo es tanto Hombre como Dios.

Marcos 4:38  Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal;…

Debemos encontrar gran consuelo al pensar que Jesús es perfectamente humano tal como es perfectamente Dios.

Porque vemos al Dios Omnipotente, Creador de todo cuanto existe, humillándose a sí mismo, haciéndose hombre, pero sin pecado,

Que siendo rico se hizo pobre, que dejó su trono de gloria para vivir entre nosotros,

Y en su humanidad, el Señor tuvo hambre, sed, cansancio, vivió vituperio, pasó agonía, fue abandonado por sus discípulos,

Pero lo más triste, es que el Señor fue abandonado temporalmente por el Padre, en la cruz, cuando se hizo pecado por amor a nosotros.

¡Es así como Cristo se compadece de nosotros¡ Jesús fue pobre, incomprendido, tentado y abandonado.

  • Nuestra debilidad en medio de la prueba nos recuerda que Cristo es nuestro sumo sacerdote:

Hebreos 4:15  Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,

Sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Al haberse encarnado, Cristo experimento todo lo humano, y así, Él se compadece de nuestras debilidades,

Es decir, el Señor sufre con nosotros, se ve afectado por lo que vivimos y se mueve a compasión para ayudarnos.

Y no existe experiencia más gratificante para todo ser humano, y de manera especial, para los creyentes,

Que encontrar una persona que se identifica con nuestros problemas y nos acompaña en nuestras ansiedades,

Tener a alguien que puede llorar cuando lloramos y regocijarse cuando nos regocijamos,

Y no solo eso, sino que también tiene el poder de sostenernos en medio de todas nuestras dificultades.

Somos aceptos en el Nombre de Cristo

Esa hermosa comprensión de la humanidad y divinidad de Cristo, debe tener el gran poder de atraernos y abrir nuestros corazones.

  1. Nuestra debilidad en medio de la prueba nos hace creyentes auténticos.

Marcos 4:38  Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron:

Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?

Aquí se empieza a vivir una ¡Gran tribulación¡ la barca esta por hundirse y los discípulos entran en pánico, temor y ansiedad

A punto tal que despiertan al Señor y le dicen “¿no te importa que nos ahoguemos?

Y esta reacción de los discípulos, es una experiencia que manifiestan hasta los creyentes más maduros,

De manera que se nos hace manifiesta la lucha entre fe e incredulidad, una lucha que se expresa en impaciencia y ansiedad,

Una impaciencia que no nos permite esperar el tiempo oportuno del Señor, y una ansiedad que nos hace dudar del cuidado personal del Señor

¡Pero esta reacción humana no quiere decir que no seamos creyentes genuinos¡

Recordemos, que en esta barca se encontraba Pedro, Juan y Jacob, los discípulos más cercanos al Señor,

Y la respuesta de ellos no es nada diferente a la que cualquiera de nosotros hubiera tenido en situaciones parecidas.

Sin embargo, es allí donde debemos tener quietud, paciencia, recordando que el que está a nuestro lado es el Dios Omnipotente,

Y que es Él quien nos tiene en esa prueba y que nada escapa de su control, de su propósito divino.

Entonces, ante nuestra debilidad humana, no nos descalifiquemos, sino por el contrario,

Pidamos al Señor fortaleza física y espiritual, para que su perfecta voluntad sea cumplida en nuestra vida.

  • Nuestra experiencia de debilidad en medio de la prueba:

No nos podemos extrañar que aparezcan pruebas inesperadas en nuestra vida. Por ejemplo, de manera repentina podemos perdemos nuestros bienes mas preciados.

O nos pueden diagnosticar una enfermedad terminal, o la muerte hace su entrada en el hogar.

También pueden surgir tribulaciones o persecuciones debido a la predicación valiente de la Palabra.

Y entonces nos preguntamos ¿dónde está nuestra fe? ¿Dónde está la confianza segura que creíamos tener?

¿Dónde está la paz, la esperanza y la convicción en la obra perfecta del Señor?

Ninguna tempestad, por amenazadora que parezca, esta fuera del propósito de Dios para nuestra vida,

Por tanto, que esa experiencia aterradora no nos haga retroceder en nuestra fe ni en la esperanza que es en Cristo Jesús.

  • Hasta los mejores creyentes luchan con pensamientos de duda.

2 Corintios 1:8  Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia;(B)

pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.

El mismo apóstol Pablo, indiscutible instrumento en manos de Dios, llego a dudar en el momento de la prueba,

Y pensó que perdería su vida, aún cuando estaba seguro que caminaba en el propósito santo de Dios,

2 Corintios 1:9-10  Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos,

sino en Dios que resucita a los muertos;

El cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte;

Pero en esos momentos de duda, es necesario hacer memoria de cómo Dios ha obrado en el pasado,

Recordar qué es lo que Dios ya hizo por nosotros en tempestades pasadas, y que también ahora, lo hará en el presente

Y reafirmamos nuestra esperanza en Cristo, comprendiendo que también nos librará de los peligros futuros.

De esa manera vamos llegando a un estado de quietud, de confianza en Dios, independientemente de la situación que vivamos

2 Corintios 1:11  cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración,

para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos.

Y recordando también que después del Señor, están con nosotros toda la congregación de los santos,

Que no cesan de orar para que el favor de Dios esté siempre con nosotros y seamos fortalecidos en la fe y en la esperanza.

  1. Nuestra debilidad en medio de la prueba demuestra que Cristo tiene todo poder.

Marcos 4:39  Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece.

 Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.

No podemos dejar de lado al Cristo Omnipotente, Aquel para el cual, todas las cosas le son posibles,

Porque es ese mismo Cristo el que toma autoridad sobre y demuestra que Él es Señor sobre la naturaleza,

De suerte tal, que ante Su Omnipotente Palabra, inmediatamente se forma gran bonanza.

Por tanto, no olvidemos que nuestro Señor, es lleno de gracia y misericordia para ayudarnos en cualquier adversidad que vivamos.

  • En manos del Dios Omnipotente:

Aquel que pudo levantar a los muertos con una Palabra de su boca puede también, con la misma facilidad levantar al hombre muerto en pecado.

Y  Aquel que pudo dar vista al ciego, abrir los oídos del sordo y darle voz al mudo, puede hacer que el pecador vea el reino de Dios,

Y oiga la Verdad gozosa del Evangelio proclamando alabanzas por el amor redentor.

De modo que Aquel Jesús que pudo sanar al leproso con un toque de su mano, puede también curar cualquier enfermedad del corazón.

Y El que puede echar fuera demonios puede ordenar a cada pecado arraigado en nuestro corazón, que ceda a la gracia renovadora.

Entonces, no olvidemos jamás que en Cristo No solo hay plenitud de misericordia, sino también, plenitud de poder para obrar

Y que por más sucios, malos y corruptos que nos sintamos, animémonos sabiendo que sanar está dentro del poder de Cristo.

  • El poder de Dios para nosotros:

Hoy en día estamos llenos de temores que nos paralizan y debilitan nuestra fe:

Sentimos temor a la pobreza, al sufrimiento, a la pandemia, a perder nuestro trabajo, a enfermar y morir

Y ese temor nos hace sentir el fuerte viento que acompaña los problemas y que rugen a nuestro alrededor,

Pero con todo ello, tengamos siempre presente que Jesús tiene esos fuertes vientos en sus manos y los puede acallar cuando Él quiera.

¡!Siempre que haya cumplido su propósito en nosotros¡¡

  1. Nuestra debilidad en medio de la tempestad demuestra que Cristo es sumamente paciente y bondadoso para con su pueblo.

Marcos 4:40-41  Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?

Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro:

¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

Esta expresión del Señor no la podemos considerar como una reprensión fuerte a sus discípulos,

Sino más bien, como una exhortación amorosa llena de compasión ante nuestra tardanza y lentitud para aprender de Dios

De manera que nuestro Señor, a pesar de nuestra incredulidad, sigue enseñándonos, levantándonos,

Acercándonos y trayéndonos de nuevo a sus pies, y la misma paciencia que tuvo con sus discípulos, también la tiene con nosotros,

Nuestra debilidad en medio de la prueba

De manera que si tropezamos, no dudemos que nuestro buen Señor nos levantará.

Y si por nuestra propia necedad, desviamos el camino, el Señor nos traerá de vuelta con gentileza.

Porque el Señor No nos ha sacado del mundo para dejarnos morir en el desierto ¡Jamás¡

Sino por el contrario, en su infinita gracia y amor nos guiará seguros hasta hacernos llegar a la tierra prometida.

Conclusión:

Nuestra debilidad en medio de las pruebas solo nos confirma cuán limitados somos y cuanto necesitamos de la compasión divina

Por lo tanto, no nos olvidemos que la obra del Señor ha hecho a lo largo de nuestra vida,

Y procuremos no ser lentos para aprender de las maravillas y poder del Dios que nos llamó.

Palabras y frases significativas;

Compadecerse: sumpatheo (συμπαθέω), sufrir con otro (sun , con, pasco , sufrir), ser afectado.