¿Por Qué Padecemos Enfermedad? Sabemos que hay enfermedades por todas partes, en todas las edades, en todas las clases sociales y en todas las razas

Y la gracia no pone al creyente fuera del alcance de la enfermedad, de modo que ni las riquezas ni los altos liderazgos hacen a nadie inmune.

Ahora pues, ¿Qué explicación podemos dar? ¿Qué respuesta daremos a nuestros hijos cuando nos preguntan ¿Por qué se enferma y muere la gente?

Estas son preguntas complicadas y que pueden ser contestadas con algunas palabras que no estén fuera de lugar.

Para encontrar alguna respuesta, podemos hacer algunas suposiciones:

¿Podemos suponer por un momento que Dios creó las enfermedades y dolencias en el principio?

¿Podemos imaginarnos que el Dios, quien formó nuestro mundo estableciendo un orden tan perfecto, formaría sufrimientos y dolores innecesarios?

O ¿Podemos pensar que el que hizo todo “bueno en gran manera” hizo que la raza de Adán se enfermara y muriera?

La respuesta inmediata es ¡Por supuesto que No¡¡ jamás nuestra respuesta ha de partir de una falsa suposición

Si usted desea profundizar un poco más en por qué Dios permite el sufrimiento, por favor visite ¿Por Qué Permite Dios El Sufrimiento?

¿Por qué padecemos enfermedad?

La única explicación satisfactoria a esta gran pregunta solo la podemos encontrar en la Biblia.

Debemos recordar un hecho importante que sucedió en el mundo que destronó al hombre de su posición original y le quitó los privilegios que originalmente tenía.

¿Y cuál fue ese hecho? Podemos responder con una sola palabra: el Pecado.

Romanos 5:12  Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,(A)

Así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

El pecado que mora en el corazón de todas las personas es la causa de toda enfermedad, dolencia y de todo sufrimiento en la tierra.

¿Por qué? Porque la enfermedad y el sufrimiento son parte de la maldición que vino al mundo cuando Adán y Eva comieron el fruto prohibido y cayeron.

Esto significa que No habría ninguna enfermedad si no hubiera habido ninguna Caída, si no hubiera habido ningún pecado.

Por tanto, ante la causa de la enfermedad solo las grandes doctrinas bíblicas de la creación y la caída son la única explicación.

Versículo de referencia.

Juan 11:4  Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Este es el caso de Lázaro, el amigo amado del Señor Jesús que alcanzo a ver la muerte por cuatro días

Pero en este hecho, increíble a los ojos humanos, el Señor manifiesta su poder, su grandeza, su dominio sobre toda enfermedad y sobre la muerte misma

Y al final del relato bíblico podemos escuchar las Palabras vivificadoras de Jesucristo:

Juan 11:25-26  Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

Por tanto, si bien es cierto que con el pecado de Adán y Eva, entro la muerte a toda la humanidad,

También es cierto que por medio de Cristo, nos vuelve la esperanza de vida, nueva y eterna.

  1. ¿Por qué padecemos enfermedad? ¡No siempre es una señal de disciplina divina¡

La enfermedad no siempre es el resultado del enojo o la disciplina de Dios, sino que más bien, en el creyente la enfermedad tiene el propósito de hacerle bien,

Juan 11:3… Señor, he aquí el que amas está enfermo.

Este mensaje, “el que amas está enfermo”, fue enviado por Marta y María al Señor Jesús, porque Lázaro era el hermano de ellas

Además, el mensaje llevaba esa connotación de profunda sensibilidad, porque Lázaro fue un cristiano muy amado por el Señor Jesús y sin embargo estaba enfermo.

Entonces, no debemos pensar que la enfermedad siempre es una señal de enojo o del castigo de Dios.

Porque si fuera así, solamente los necios y desobedientes con Dios se enfermarían, pero no es así, también ¡Los amados del Señor enferman y mueren¡

  • ¿Por qué padecemos enfermedad? Porque hay un propósito santo en la enfermedad

En el caso de los creyentes, la enfermedad tiene el propósito maravilloso de hacerles bien, aún cuando no lo podamos entender

Romanos 8:28  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,

Esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Esta Verdad bíblica debe traernos consuelo y fortaleza a los creyentes, porque nos deja ver ¡Que nada escapa del control de Dios¡

Que todo lo que acontece en la vida de los hijos de Dios, lleva el propósito santo de hacernos bien

  • La enfermedad existe por todas partes,

La enfermedad existe en todas partes del mundo, entre todas las clases de hombres y Ni las riquezas terrenales ni la fe en Cristo nos puede exentar de enfermarnos.

Así, vemos que el rey David enfermó pero también un cristiano común y corriente como la suegra de Pedro, también enfermó

Entonces, la enfermedad nos alcanza a todos, desde reyes, presidentes, gobernadores, hasta la persona más humilde del planeta

Y podemos constatar que frecuentemente la enfermedad es una experiencia muy humillante que afecta la esencia de nuestro carácter,

¿Cómo? La enfermedad puede hacer que un hombre sea semejante a un niño, o que un hombre valiente tiemble ante la cosa más pequeña.

Más aún, nuestras dificultades de salud pueden afectar nuestra mente, nuestras emociones y nuestra visión del mundo

Y ninguna cosa que el hombre haga puede prevenir la muerte, aunque retarde la enfermedad y la prevenga con el uso de vacunas y otros avances científicos

Por tanto, tanto la enfermedad como la muerte pasan a formar parte de la vida misma del ser humano.

  • La enfermedad y la muerte son parte de la vida

Las expectativas del promedio de vida de una persona, pueden ser incrementadas gracias a los avances en la ciencia médica.

Y habrá nuevas curaciones que puedan ser descubiertas para aliviar varias enfermedades, pero no obstante, nadie puede aumentar sus años de vida

Salmo 90:10  Los días de nuestra edad son setenta años;

 Y si en los más robustos son ochenta años,

 Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,

 Porque pronto pasan, y volamos.

La Escritura es bien clara y nos dice que habrá algunos que llegaran hasta los setenta años, y quizás puedan alcanzar hasta los ochenta,

Pero que si así fuera, hay una realidad dolorosa que no se puede negar, y es que tantos años de vida, sólo traen pesadas cargas y calamidades

Y más triste aún, que por más que nos podamos jactar de ser longevos, no tardaremos en darnos cuenta que ¡Pronto pasan¡ y nos llega el tiempo de partir.

Entonces, si la ciencia nos permitiera sortearnos los tiempos de enfermedad, eso no sucederá así, con nuestro tiempo de ¡Volar¡

  1. ¿Por qué padecemos enfermedad? Porque es necesaria

Quizás muchos encontremos sorprendente el hecho de que la enfermedad nos pueda hacer un bien.

Porque muchos solamente vemos el sufrimiento y el dolor que acompaña todo proceso de enfermedad, de manera que es imposible ver algún bien, en ningún sentido.

Pero olvidamos que Dios es capaz de usar nuestro dolor y sufrimiento temporales para lograr un bien más alto en nuestra mente, nuestra conciencia y nuestra alma,

Es decir, ignoramos que Dios por medio de la enfermedad nos concede un bien eterno, algo que está mucho más allá de este mundo perecedero

2 Corintios 4:16-17  Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando,

El interior no obstante se renueva de día en día.

Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

Todos los creyentes debemos entender que Dios No nos llamo para ocuparnos de lo terrenal, para atesorar bienes perecederos

Sino que nos saco del mundo, haciéndonos santos para Él y luego nos devolvió al mundo para cumplir con un cometido

¿Cuál? Ser testigos de la gloriosa obra de Cristo, proclamar el Evangelio, alcanzar a todos aquellos que han de ser salvos

Que el sufrimiento no te detenga

Por tanto, nos aclara que estamos en el mundo pero ¡No pertenecemos al mundo¡ y que todo lo que nos acontece en esta tierra no es nada, comparado con la eternidad venidera

Porque lo más importante de nuestra vida No está en este mundo, sino ¡En la gloria venidera¡

  • ¿Por qué padecemos enfermedad? Porque la enfermedad nos ayuda a recordar la realidad de la muerte.

Muchos hombres, aún siendo creyentes, viven como si nunca fueran a morir, como si el destino de la vida les perteneciera

Y no se preparan, tanto para la muerte, como para la vida más allá de esta existencia temporal.

Pero pronto llega la enfermedad y nos deja ver cuán frágiles somos, cuán necesitados del favor divino y cuán corto es nuestro tiempo en este peregrinaje

Entonces, la enfermedad nos puede recordar acerca de la realidad humana, una realidad que de otro modo preferiríamos olvidar.

  • La enfermedad nos ayuda a pensar seriamente acerca de Dios.

Mucha gente, mientras tiene salud, escoge olvidarse de Dios, No piensa acerca de la necesidad de su relación con Él.

Pero cuando llega la enfermedad, es muy posible que recuerden que algún día tendrán que enfrentarse con El y rendir cuentas.

Hebreos 9:27 Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,

Solo hay una muerte física, y para ello hay que entender que “muerte” no significa aniquilación, destrucción o el final de todas las cosas

¡No¡ muerte significa separación. Físicamente la muerte separa nuestro cuerpo de nuestra alma

Y espiritualmente, la muerte eterna es una separación de Dios ¡Por toda la eternidad¡ es vivir eternamente ¡Bajo la ira de Dios¡ en un sufrimiento eterno

Entonces, la enfermedad nos es útil para reflexionar sobre la muerte, sobre la condenación eterna y cuál es nuestra relación con Dios Padre.

Y en ese sentido ¡La enfermedad nos es útil¡ pues nos lleva a considerar cosas y situaciones que de otra manera ¡Jamás pensaríamos¡

  • La enfermedad ayuda a cambiar nuestra perspectiva de la vida.

Mientras tenemos salud, buenos años y todo nos sale bien, solemos ser narcisistas, egocéntricos, buscando solo el placer personal.

De modo que muchos vivimos pensando en ninguna otra cosa que no sea nuestra propia felicidad en este mundo.

Pero un período prolongado de enfermedad puede cambiar nuestra forma de valorar las cosas que antes se consideraban como muy importantes.

Por ejemplo, el hombre que ama el dinero puede aprender que el dinero no le puede consolar cuando está enfermo.

O la persona que ama la belleza, la fama, puede pensar que todo el mundo está a su servicio y existe para hacer su voluntad caprichosa

Sin embargo, cuando la enfermedad nos toca, comenzamos a pensar diferente, comenzamos a ver el mundo con otros ojos

Y es entonces que podemos llegar a pronunciar la maravillosa frase del Señor Jesús cuando estaba por ir a la cruz: ¡Hágase tu voluntad¡

Porque sabemos que nuestra vida ¡No depende de nosotros¡ sino de la buena y perfecta Voluntad de Dios, nuestro Creador.

  • ¿Por qué padecemos enfermedad? Para enseñarnos humildad.

Todos somos orgullosos por naturaleza, tendemos a manejar un concepto más alto de nosotros mismos y solemos criticar y hacer de menos a los demás.

Pero la enfermedad nos muestra nuestra debilidad, nuestra pequeñez y fragilidad, y no considera nuestra riqueza o pobreza, lo famosos o desconocidos que seamos,

De manera que la enfermedad llega a nuestra vida y nos coloca a todos en el mismo nivel, enseñándonos que ¡Todos somos iguales¡

Por tanto, de nada sirve que vayamos por la vida creyéndonos superiores a otros, humillando a nuestro prójimo, enseñoreándonos sobre los demás

Porque en la enfermedad aprenderemos ¡Humildad¡ y podremos reconocer cuán necesitados somos de la misericordia divina.

  • La enfermedad nos ayuda a probar nuestro cristianismo.

Cuando estamos en lecho de enfermedad, podremos evaluar si nuestro cristianismo es real o no, si está edificado o no sobre un fundamento sólido.

Y es aquí donde encontramos que muchas personas no están edificando su fe sobre un fundamento sólido,

Y el tiempo de enfermedad puede hacerles ver que su “cristianismo” no les trae ningún consuelo en la hora de prueba.

Sino por el contrario, el dolor y el sufrimiento  puede llevar a estas personas con un “falso cristianismo” a blasfemar, apostatar de su fe, a traer más sufrimiento a su alma

De modo entonces, que los tramos de enfermedad también nos resultan útiles para discernir nuestro conocimiento de Dios, de su Palabra, de sus caminos

Pero de manera especial, esa enfermedad nos será útil para establecer qué tan dispuestos estamos a vivir en la perfecta Voluntad de Dios.

  • La enfermedad “siempre deja un aprendizaje”

Serán muchas las personas que al experimentar enfermedad, sus corazones se harán más duros, insensibles y necios, de manera que ¡No aprenderán nada de la enfermedad¡

Sin embargo para los cristianos debe ser diferente, debemos aprender de todos y cada uno de los procesos que Dios permite que acontezcan en nuestra vida

E incluso, llegar al punto de experimentar en el lecho de la enfermedad, un proceso de ¡Bendición de Dios¡

¿Cómo? ¿Por qué? A muchos de los creyentes, el proceso de enfermedad nos ayuda a vivir tiempos prolongados de comunión con Dios

Y son tiempos tan deleitosos, en los cuales Dios ha usado la oportunidad para hablarnos, y conducirnos a buscar a Cristo.

Por tanto, nunca debemos quejarnos de nuestra enfermedad, ni pensar que es una disciplina de Dios a nuestra vida

Sino reaccionar correctamente ante ella, y comprobaremos cuanto bien nos puede hacer ese tiempo de enfermedad.

  1. ¿Por qué adolecemos enfermedad? Para conocer nuestros deberes especiales

Cuando estamos viviendo tiempos de enfermedad y muerte, debemos entender que son procesos fruto del pecado

Es decir, si el hombre no hubiera pecado, entonces no habría dolor, sufrimiento, vejez, enfermedad ni muerte,

Pero desde el momento que Adán y Eva pecaron, desde ese momento la raza humana comenzó a experimentar, día a día, poco a poco, el proceso de morir

Sin embargo, para los cristianos, esos tiempos de enfermedad profunda, prolongados, dolorosos, deben llevarnos a la comprensión de algunos deberes cristianos

  • ¿Por qué padecemos enfermedad? Para estar siempre preparados

El primer deber al cual la enfermedad nos llama es el de vivir de tal manera, que estemos siempre preparados para comparecer ante Dios.

2 Timoteo 4:6-7  Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

La enfermedad nos recuerda la posibilidad de la muerte, y cómo está, es la puerta a través de la cual hemos de pasar al juicio.

Entonces, la primera lección que la enfermedad debería enseñarnos es la necesidad de prepararnos para comparecer ante Dios.

Porque al morir debemos recordar que estaremos cara a cara con Dios, por lo cual necesitamos estar preparados

¿Cuándo estaremos preparados para encontrarnos con Dios? Solamente cuando nuestros pecados hayan sido perdonados y nuestro corazón hay sido renovado

Y esto será así, solamente cuando hayamos creído en Cristo, porque esos beneficios son obtenidos solamente por medio de la fe

Entonces, no hay duda que estaremos preparados para morir, solamente si hemos entregado nuestra vida a Cristo,

Si hemos creído que Cristo es el Unigénito Hijo de Dios, que nos ha redimido con su sangre, según las riquezas de su gracia.

  • ¿Por qué padecemos enfermedad? Para ejercitar la paciencia

El segundo deber al cual la enfermedad nos llama, es a siempre vivir de tal modo que estemos preparados para soportarla pacientemente.

Y esto solamente es posible cuando acudimos por ayuda al Espíritu Santo, de manera tal que nos fortalezca en el proceso de enfermedad

De modo que sea el Espíritu santificando nuestro carácter, aquietando nuestra alma, ordenando nuestros pensamientos

Y que podamos aceptar y soportar la Voluntad de Dios de manera gozosa, sabiendo que si el Señor lo ha permitido, entonces es para nuestro bien

  • ¿Por qué padecemos enfermedad? Para solidarizarnos con los demás

El tercer deber al cual la enfermedad nos llama es el de siempre estar dispuestos a simpatizar y ayudar a nuestros semejantes.

Mateo 25:36  estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

Debemos encontrar una oportunidad de servir y amar, cada vez que haya una persona enferma cerca de nosotros,

Ya sea en nuestra familia de sangre, en la iglesia o en nuestra comunidad, sean conocidos o no, sean de nuestra estima o no

Y esta oportunidad de hacer el bien puede ir desde una expresión de preocupación por el enfermo, hasta una visita o ayuda material

Más aún, si esa persona enferma es incrédula, esa visita puede ser una maravillosa oportunidad para conducir a esa persona a los pies de Cristo

¿Por qué padecemos enfermedad?

Por tanto, ese cuidado consciente y personal que podemos tener por un enfermo, es una evidencia clara de ser creyentes que tienen “la mente de Cristo”

¿Queremos probar la realidad de nuestro amor cristiano? Sencillo, No descuidemos egoístamente a nuestros hermanos enfermos.

Sino que velemos por ellos y ayudemos a suplir sus necesidades, busquemos como aligerar su carga.

Porque esta, es una tarea cristiana, es un deber que debemos cumplir si somos realmente creyentes.

Conclusión

¿Por qué padecemos enfermedad? ¡Porque existe el pecado¡ pero aún así, para la vida de los creyentes, la enfermedad puede llegar a ser de bendición

Y recordemos que para todos, el tiempo de la enfermedad y de la muerte viene, tarde o temprano este tiempo llegará

¿Qué haremos entonces? ¿Dónde buscaremos consuelo? ¿Dónde recobraremos la esperanza?

Los que estamos en el Señor, tenemos la plena seguridad que nuestro futuro eterno está con Él, en Su presencia, en Su gloria

Pero para aquellos que aún no han creído, ese lecho de enfermedad puede ser una buena oportunidad para comenzar a reflexionar

Y poder establecer cómo está nuestra relación con Dios, nuestra fe, nuestra vida de obediencia y santidad,

Fuente consultada

Un extracto de “Ryle, J. C. (2002). Caminando con Dios: Un tratado sobre las implicaciones prácticas del cristianismo. (O. I. Negrete & T. R. Montgomery, Trads.) (pp. 83–91). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.”