¿Qué Aprendemos En La aflicción? La adversidad es la oportunidad que tenemos para aprender o poner en práctica la Ley de Dios

Porque es la Palabra de Dios la que nos direcciona, corrige y estimula a seguir el camino de la enseñanza cada vez que se nos presenta una prueba de vida,

O estemos viviendo cualquier situación que nos afecta el alma y nuestra condición física, sea grande o pequeña,

Y comprendiendo que las aflicciones nos alcanzan todos los días, cuando menos lo pensamos, y muchas veces, cuando menos preparados estamos

Si usted desea profundizar un poco más sobre los beneficios de las crisis de vida, por favor visite ¿Cómo Respondemos A Nuestras Pruebas?

¿Qué Aprendemos En La aflicción?

Salmo 119:94-95 Tuyo soy yo, sálvame,

 Porque he buscado tus mandamientos.

Los impíos me han aguardado para destruirme;

Más yo consideraré tus testimonios.

Lo más usual es que pensemos que las aflicciones y las adversidades son parte de la vida y las vivimos todos, creyentes o no

Pero que esas vicisitudes No nos las merecemos, son injustas, no deberían de sobrevenirnos

Sin embargo, debemos saber que el sufrimiento siempre es necesario en la vida del ser humano

¿Por qué? Porque solamente el sufrimiento nos hace crecer, madurar, valorar los beneficios de Dios a nuestra vida

Y para los creyentes, este sufrimiento es aún más especial, porque es a través de él, que Dios forma el carácter de Cristo en nosotros.

  1. ¿Qué Aprendemos En La aflicción?

La aflicción y la adversidad son la escuela de Dios, que nos lleva a reconocer Quién es Dios y quienes somos nosotros.

Y si la aflicción es escuela, no hay duda que seremos probados, sometidos a examen y debemos ¡Aprobar¡

Por tanto, es urgente que entendamos que cada aflicción de vida conlleva una enseñanza que debemos aprender

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? A buscar la sabiduría de Dios

Necesitamos reconocer que la palabra de Dios es inmutable, no cambia, es insuperable, innegable, válida para siempre,

Y que esa Palabra escrita, nos habla a todas las personas en todos los tiempos, porque es una Palabra eterna.

Salmo 119:89 Para siempre, oh Jehová,

Permanece tu palabra en los cielos.

El salmista reconocer que la Palabra del Señor permanece eternamente ¡Más estable que los mismos cielos¡

Por tanto, la Palabra de Dios está para siempre ¡Establecida¡ Nada puede cambiarla, nada puede alterarla, nada puede deshacerla, nada puede vencerla.

Esto significa que, Si Dios lo dice, así es, así pasará, nada podrá detener la perfecta Voluntad del Dios Omnipotente.

Entonces, la Palabra de Dios es la única Palabra que podemos creer, a la que nos podemos aferrar

Y esa Palabra ha de ser nuestro lugar seguro, al que acudimos en tiempos de aflicción

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que somos débiles

El profeta Isaías nos muestra la eternidad de la Palabra de Dios en comparación a la debilidad humana y  nuestro carácter transitorio en este mundo.

Isaías 40:6-8 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí:

¿Qué tengo que decir a voces?

Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.

La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella;

Ciertamente como hierba es el pueblo.

Secase la hierba, marchítase la flor;

Más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

La adversidad trae aflicción, y la aflicción deja ver nuestra impotencia, nuestras limitaciones, nuestra pequeñez y necesidad

Y cuando estamos en medio del refuego de la prueba, podemos contemplar la Verdad de la Palabra ¡Somos como hierba, como flor que se marchita¡

Entonces podemos reconocer cuán necesitados somos de un Salvador, de los beneficios del Dios Todopoderoso

De modo que esta adversidad se convierte en la oportunidad para conocer a ese Dios misericordioso, lleno de bondad y sabiduría

Y la única forma de conocer a Dios es por medio de Su misma Palabra escrita, donde Él hace expresas las directrices para vivir bien en este mundo caído

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? A escuchar la Palabra de Dios

1 Pedro 1:24-25 Porque: Toda carne es como hierba,

 Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.

 La hierba se seca, y la flor se cae;

Mas la palabra del Señor permanece para siempre. (B)

Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Pedro nos recuerda a todos los creyentes que todo en esta vida: bienes, logros, personas que amamos, finalmente se marchitarán y desaparecerán.

Pero la voluntad de Dios, su Palabra y su obra, permanecerán para siempre, y que el conocerles, nos hace bien

Por tanto, debemos evitar la codicia de lo temporal, los afanes que nos cargan, el anhelo de una vida ajena y vana

Y hemos de concentrar nuestro tiempo, dinero y energías en lo permanente: la Palabra de Dios y nuestra vida eterna en Cristo.

Para ello, el Señor nos dejo Su hermoso Evangelio que es predicado en todas partes a través de su iglesia

Por tanto, clamemos al Señor para que nos dé oídos atentos y corazón dispuesto para escuchar la Palabra predicada.

  1. ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios es fiel

Salmo 119:90 De generación en generación es tu fidelidad;

 Tú afirmaste la tierra, y subsiste.

Dios en su infinita e inagotable fidelidad, ha preservado Su Palabra a lo largo de todos los tiempos, de generación en generación

De modo que la Palabra de Dios perdura de igual forma que permanece la tierra que también Dios creó

Entonces, necesitamos conocer bien la fidelidad de Dios, entender que Él es verás, como cuando se contrasta con jurar falsamente, mentir,

Y si hacemos ese contraste, nos daremos cuenta que Dios nunca miente, que Él no es falso, no nos engaña

Más aún, la fidelidad de Dios la podemos comprobar de dos formas:

Primero, Dios es fiel en un sentido personal, en cuanto al carácter santo de Dios, que le hacer una Persona  honesta y digna de confianza, fiel y veraz

Y segundo, Dios es fiel en un sentido objetivo que califica a la Persona de Dios como veraz en sus hechos, en su obra en nosotros y en toda Su creación.

Qué aprendemos en la aflicción?

Por tanto, si Dios es fiel y nunca falla, podemos depositar nuestra confianza plena en Él y esperar en su pronto auxilio.

Porque Su mano se extenderá a favor nuestro, su misericordia nos alcanzará y su gracia nos sostendrá

¿Por qué hará eso Dios? porque Su Palabra así lo dice, y lo que Dios dice siempre se cumple.

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios es todopoderosa

Génesis 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz;(A) y fue la luz.

Génesis 1:6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas…

Génesis 1:9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.

Génesis 1:11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla;

Árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra.

Y fue así.

La creación fue establecida por la Palabra de Dios, no hizo falta recursos, ni maquinaria, ni hombres, ni ninguna otra cosa ¡Solo la Palabra de Dios¡

Y debido a que Dios le dijo a tu creación, que se mantuviera firme, no hay duda que así permanecerá hasta que Dios le diga lo contrario.

Por tanto, muchos podrán hablar del calentamiento global todo lo que quieran, o de una guerra nuclear o de agujeros en la capa de ozono

Pero todo este mundo no irá a ninguna parte hasta que Dios se lo diga, porque Él es el que lo creó y le dijo que se quedara quieto.

Entonces ¿Podemos nosotros cuestionar la Palabra de Dios?

Basta con conocer y entender la creación de mundo para comprender el Poder de la Palabra de Dios

Y si la Palabra de Dios tiene tanto poder ¿Será que nosotros en medio de nuestras aflicciones, dudaremos del poder y la sabiduría de Dios?

¡De ninguna manera¡ Podemos confiar, sin lugar a dudas, que la Palabra de Dios se cumplirá en nuestra vida.

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios es soberana.

Salmo 119:91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,

 Pues todas ellas te sirven.

No solo hemos visto que la Palabra de Dios no cambia, que permanece de generación en generación; y que es fiel porque cumple todo lo que dice.

Sino que también aprendemos que la Palabra de Dios es tan cierta que ¡Nada puede interferir en su cumplimiento¡

Isaías 55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía,

Sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Isaías 14:27 Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿Y quién lo impedirá?

Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?

Debemos saber que la palabra de Dios no es temporal ni está sujeta a cambios, No es dudosa ni propensa a fallar.

Tampoco, la Palabra de Dios puede ser tan débil como para que cualquiera pueda cambiarla.

Sino que la Palabra de Dios está Establecida, es Segura y Soberana, no hay nada ni nadie que impida su cumplimiento

Y si comprendemos esta Verdad, entonces cambiara nuestra mentalidad y la forma en que enfrentemos nuestras adversidades

Porque en la Palabra de Dios encontramos todas las Promesas de consuelo, de liberación, promesas de bien y de bendición para sus hijos

Por tanto, al igual que el salmista, podemos creer lo que Dios dijo, porque si Dios lo dijo, es definitivo y se hará

Y ese conocimiento será lo que nos saque de toda desesperación y nos sostenga en una esperanza firme.

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios nos sostiene

La Palabra de Dios nos sostiene con alegría en medio de la aflicción, la persecución y toda tentación.

Salmo 119:92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,

Ya en mi aflicción hubiera perecido.

Si las enseñanzas del Señor no nos sostienen con alegría en medio de la adversidad, no hay duda que el sufrimiento acabaría matándonos.

Pero el deleitarnos en la Palabra de Dios es el antídoto justo contra todo sufrimiento y destrucción del afligido.

Es por ello, que debemos aferrarnos a la Palabra “Yo te haré bien”, “No te dejaré ni te desampararé”

O abrazar esa maravillosa Verdad “El bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida”

Porque si así lo hacemos, entonces habremos encontrado la medicina preciosa que evitara que perezcamos en tiempos de aflicción.[1]

Por tanto, aprendamos a deleitarnos en la Palabra de Dios, porque en ese deleite seremos capacitados para triunfar en las adversidades

Y esforcémonos en leer, estudiar y meditar en la Palabra de Dios, No como una tarea pesada, sino como una verdadera delicia.

  1. ¿Qué Aprendemos En La aflicción? La consagración a la Palabra de Dios.

La aflicción nos permite aprender que los mandamientos de Dios nos dan vida y que Nunca debemos permitirnos olvidarlos.

Salmo 119:93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,

 Porque con ellos me has vivificado.

La Palabra de Dios vivifica porque ella está viva, ella es vida. Es así como Lutero decía:

“La Biblia tiene vida, me habla; tiene pies, va tras mí; tiene manos, me toma.”[2]

En ese sentido, entendemos que la Biblia no es antigua ni moderna, sino que esa Palabra escrita ¡Es eterna¡ y tiene el poder de dar vida

«Vivir» es más que existencia física. Según

Deuteronomio.8:3, «no solo de pan vivirá el hombre,

Mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre».

La Palabra de Dios es nuestro alimento, nos da vida, nos fortalece, nos sustenta, y no solo físicamente

Sino que la Palabra de Dios es la única que tiene el poder sobrenatural de dar vida a lo que está muerto, y de transformar lo que ya existe.

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios salva.

Salmo 119:94 Tuyo soy yo, sálvame,

 Porque he buscado tus mandamientos.

El salmista dice “Yo soy tuyo” indicando que no me pertenezco a mí mismo, tampoco soy del mundo;

Sino que le pertenezco a Dios, y por eso el salmista clama ¡Sálvame! ¡Rescátame¡ ¿De qué?

Necesitamos que Dios nos salve del pecado, de la ruina, del dominio de nuestras pasiones, de todas nuestras carencias.

Entonces, en la aflicción nos refugiamos en el Señor y Él nos guardará en completa paz, siempre que nuestro pensamiento en Él persevere.

Mateo 7:7-8 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Necesitamos reconocer que Dios es ¡Nuestro Dios¡ y que solo en Él está nuestra salvación

Por tanto, acudamos al Señor en oración, porque Él nos escucha y nos contesta, se mueve a compasión y nos ayuda.

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios fortalece.

Salmo 119:95 Los impíos me han aguardado para destruirme;

 Más yo consideraré tus testimonios.

Siempre seremos acosados por nuestros enemigos: el mundo, la tentación del pecado y nuestra propia naturaleza pecaminosa

Pero aún, cuando estos enemigos estén al asecho, estaremos en calma y mantendremos nuestra mente puesta en la Palabra del Señor

Y si así lo hacemos, veremos cómo, todo ataque del enemigo se vuelve infructífero, no prospera contra nosotros

¿Por qué? Porque todo ataque que suframos No alejará nuestro pensamiento de la Palabra de Dios

Tampoco nuestro corazón se alejara de las aspiraciones santas, de obediencia a Dios y a sus mandamientos.

Y entonces, seremos fortalecidos en la Palabra, le haremos frente a la adversidad con todas sus aflicciones.

  • ¿Qué Aprendemos En La aflicción? Que la Palabra de Dios satisface.

Salmo 119:96 A toda perfección he visto fin;

 Amplio sobremanera es tu mandamiento.

Podemos preguntarnos ¿Hay algo perfecto en este mundo? No, solo la Palabra de Dios es perfecta.

Porque toda perfección humana tiene límites y hendiduras, pero los mandamientos del Señor ¡No tienen límites¡

¿Por qué? Porque la Ley de Dios es “Amplia o grande” tanto a lo largo como en continuidad;

Qué Aprendemos En La Aflicción?

Esto significa que los mandamientos de Dios son  útiles para todas las personas en todos los tiempos y condiciones,

Y esa utilidad de la Palabra es para todo propósito: informar, dirigir, alentar, consolar, santificar y salvar a los hombres;

Por tanto, la Palabra de Dios satisface porque contiene una eficacia y Verdad única y duradera;

Y nos da la confianza, que la Palabra jamás se olvidará o abandonará a aquellos que confían en ella,

Más aún, nos da la certeza, que la Palabra de Dios traerá felicidad y gozo permanente a todos aquellos que luchamos por obedecerla

Conclusión

La palabra de Dios está establecida, La palabra de Dios es segura, La Palabra de Dios es Soberana,

Y reconocer esa realidad de la Escritura es lo que nos saca de la desesperación, y da al alma quietud y reposo

De manera que los creyentes debemos estar seguros que las promesas de Dios son fieles porque la Palabra de Dios nunca falla.

Y si tenemos esa seguridad, entonces No nos quedemos quietos, gozando solo de nuestra propia bendición

Sino que movámonos a compartir el testimonio de Cristo, a anunciar las buenas nuevas de salvación

Porque la palabra de Dios salva, fortalece y nos satisface ¡Siempre¡

 

 

[1]C. H. Spurgeon, El Tesoro de David, 589.

[2] Luther, citado en Boice