Que El Sufrimiento No Te Detenga, sabiendo que el sufrimiento es parte de la vida cristiana, y que no hay cristianismo sin sufrimiento,

Ahora bien, los padecimientos no deben de llevarnos  a perder nuestra confianza en Dios, sino por el contrario es cuando más debemos de confiar en Él

Y al mismo tiempo, ese sufrimiento que experimentamos en nuestra vida, no debe limitarnos en el servir a Dios y su obra.

En ese sentido, aun en medio de las más grandes dificultades, no olvidemos que la luz de Cristo puede brillar con más fuerza en nuestra vida.

Si desea escuchar esta enseñanza, por favor visite https://youtu.be/dzetkBIfO_k

Pero si desea profundizar sobre el propósito del sufrimiento cristiano, puede visitar En Medio De La Prueba !Alégrate En El Señor¡

Que El Sufrimiento No Te Detenga

La iglesia sufre por el simple hecho de ser iglesia, por ser sal y luz, lo que la convierte en enemiga del mundo

Pero no podemos olvidar que el sufrimiento cristiano siempre lleva un propósito santificador, purificador y depurador

Versículo de referencia.

1 Pedro 4:19  De modo que los que padecen según la voluntad de Dios,

encomienden sus almas al fiel Creador,

y hagan el bien.

El apóstol Pedro hace referencia a todos aquellos cristianos, que al encontrarse en la Voluntad de Dios, padecen sufrimiento

Y a ellos, Pedro aconseja dos cosas: que encomendemos nuestra alma al Creador, y que hagamos el bien.

  1. ¿Cómo armonizar el sufrimiento con la voluntad de Dios?

Este es un dilema muy fuerte en la vida de los creyentes, y que nos lleva a preguntarnos  “¿si Dios me ama porque sufro?”,

Y más cuando hemos sido enseñados falsamente, que el creyente no debe sufrir, que el sufrimiento no es sinónimo del amor de Dios para su iglesia.

Esto significa que hoy en día, se predica muy poco sobre la teología del sufrimiento, de manera que solo quieren ver una cara de la moneda: la del éxito

Y que solo en tus éxitos Dios es exaltado pero no entienden que, en tus sufrimientos Dios brilla de manera intensa (Steve Green),

  • Que el sufrimiento no te detenga ¡Hay propósito en él¡

Dios permite el sufrimiento en la vida del creyente,  para purificarnos, para sacar la escoria que tenemos en el corazón, para hacernos siervos más dependientes de Él,

Esto significa que el sufrimiento purifica nuestra fe, nos hace más humildes, y en esencia, el sufrimiento glorifica a Dios

Y de manera maravillosa, ese sufrimiento nos transforma de acuerdo a la imagen de su Hijo Jesucristo. Por tanto, debemos estar sabedores de lo siguiente:

Nada de lo que sucede en nuestras vidas esta fuera de la voluntad y control de Dios, es Él quien permite el sufrimiento en nuestra vida con un propósito.

Y no olvidar que Dios nos cuida en medio de todo sufrimiento que vivamos, que Él es Dios creador y fiel,

Por tanto, en Dios tenemos una provisión espiritual y material para cada situación difícil que atravesemos.

Y que siempre encontramos en la Palabra de Dios, una fiel dirección y consuelo para nuestra vida.

  1. ¿Qué dice la Palabra de Dios acerca del sufrimiento?

Según nuestro texto bíblico de referencia, veamos que dice el apóstol Pedro del sufrimiento:

  • No debe de sorprendernos que pasemos padecimientos.

1 Pedro 4:12  Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,

La expresión “No os sorprendáis” denota pensar que algo sea extraño,  que cuando sufrimos pensemos que eso no es normal para la vida de un creyente

Pero la Palabra dice lo contrario, el sufrimiento en la vida de la iglesia no es motivo de sorpresa o asombra, porque no es algo extraño

Que el sufrimiento no te detenga

Sino por el contrario, el sufrimiento forma parte de la vida misma de la iglesia y del mundo, con la diferencia, que para la iglesia, es sufrimiento lleva propósito

Y ¿Cuál es el Propósito? Separar la fe verdadera de la falsa. El cristiano verdadero será purificado mediante la prueba.

Mientras que el falso creyente, ante el sufrimiento abandonará la fe, y buscará una salida equivocada por medios equivocados, que le ahogarán aún más en el dolor.

  • Que el sufrimiento no te detenga sino que sea motivo de gozo.

¿Dónde podemos encontrar el gozo mientras sufrimos? Podemos sentirnos gozosos y soportar el sufrimiento, al contemplar la segunda venida de Cristo.

1 Pedro 4:13  sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo,

para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.

Tenemos que comprender, que No hay gloria sin sacrificio, no hay victoria sin cruz, lo que nos recuerda, que no existen los atajos, los caminos cortos,

Tal como el Señor le dejo claro a satanás en la tentación en el desierto, y a Pedro cuando le dijo al Señor, acerca de su sacrificio en la cruz, que “tal cosa no te acontezca

De manera que debemos gozarnos, alegrarnos en el padecimiento que nos viene por la causa de Cristo,

Porque veremos que ese sufrimiento está produciendo algo bueno en nosotros: dependencia, carácter, humildad, sensibilidad,

Y también, con el sufrimiento participamos de los padecimientos de Cristo, quien entrego su vida por nosotros, siendo justo y sin merecer castigo alguno.

  • Que el sufrimiento no te detenga, sino que ¡Glorifique a Dios¡

Ningún creyente debe avergonzarse por vivir el padecimiento cristiano, sino que debe glorificar a Dios con ese sufrimiento

1 Pedro 4:16  pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

Esto significa que si estamos pasando sufrimientos, escases, enfermedad, no se avergüence, sino por el contrario, siga dando testimonio de Cristo.

Porque en ese sufrimiento hay propósito, y porque cualquiera que sea la situación que vivamos,

No podemos olvidar, que Dios siempre provee lo necesario para que nos sostengamos, que perseveremos y salgamos victoriosos de toda situación difícil que vivamos,

Y de manera especial, tengamos una conciencia limpia delante de Dios, que ese sufrimiento, si bien, muchas veces es fruto de nuestro propio pecado,

También es cierto, que todo sufrimiento cristiano se encuentra dentro de la voluntad divina, que nos perfecciona y purifica.

Y aunque la gente no lo comprenda, y piense que no existe ese Cristo maravilloso que nos ha rescatado de la muerte y la condenación,

Será nuestro testimonio de fe, durante todo ese proceso de padecimientos, lo que permitirá al mundo, contemplar la grandeza de un Dios santo y soberano.

  • Somos bienaventurados al sufrir por el Nombre de Cristo

Es una bienaventuranza cuando el creyente es vituperado por el Nombre de Cristo.

1 Pedro 4:14  Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados,

porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.

Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.

Ser vituperados significa que somos insultados por el simple hecho de ser cristianos, de dar testimonio de nuestra fe, siendo luz y sal en medio de un mundo corrompido.

Y es el Espíritu Santo de Dios, quien nos da la valentía, la fortaleza para sobrellevar todo vituperio, y con ello, poder glorificar a nuestro Dios.

Este es el Espíritu de gloria, ya que revela la gloria de Dios a su pueblo y hace que Cristo sea real para el creyente y lo transforme a su imagen.

  1. Las acciones que el creyente debe llevar a cabo ante el sufrimiento.

1 Pedro 4:19  De modo que los que padecen según la voluntad de Dios,

encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

Encontramos en este texto, dos acciones que todo creyente debe seguir, al momento de encontrarse viviendo situaciones difíciles:

Una: que entreguemos nuestra alma, a nuestro fiel Creados, y dos: que sigamos practicando el bien

  • Encomendar nuestra alma al fiel creador.

La mejor forma de encomendar nuestra alma al fiel Creador, la encontramos en Cristo, justamente en su muerte en la cruz:

Lucas 23:46  Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.(D)

Y habiendo dicho esto, expiró.

No hay mejores manos en las que podamos guardar nuestra alma, que no sea en las manos del Dios fiel que nos creó

Y hablar de la fidelidad de Dios, es hablar del carácter propio de Dios, de su naturaleza fiel, lo que hace a Dios, digno de confianza

La purificación del creyente

De manera, que por esa misma fidelidad de Dios, es que somos llamados a tener comunión con nuestro Señor Jesucristo,

Teniendo la firme convicción, que en la fidelidad de Cristo, no seremos tentados, más allá de lo que podamos resistir, no habrá sufrimiento sin propósito,

Y que aún, cuando nosotros somos infieles por nuestra propia naturaleza caída, el Señor permanece siempre fiel, porque Él no puede negarse a su propia naturaleza

Por tanto, mantengamos firme nuestra fe, que nuestra esperanza no se pierda en el sufrimiento, porque fiel es Dios a su Palabra y su promesa.

  • ¿Cómo podemos encomendar nuestra alma a Dios en medio del sufrimiento?

1 Timoteo 1:15  Palabra fiel y digna de ser recibida por todos:

que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

En esos momentos de mucho sufrimiento, debemos ir a la Palabra de Dios, invocar el Nombre de Dios, someternos a su perfecta voluntad,

Y si se trata de tomar decisiones difíciles, es necesario ir a Dios, para recibir de Él la sabiduría que necesitamos, la luz y la dirección a seguir.

Para ello, en cada promesa divina, debemos poder identificar la que mejor se adapte a la condición que estemos viviendo.[1]

Salmo 50:15  E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.

Cuando  “invocamos el nombre del Señor” significa que acudimos a un poder superior para que nos ayude, reconociendo que Dios es Todopoderoso

Y si tenemos dudas acerca de la vida, de Dios y sus promesas, entonces acudamos a su verdad y fidelidad.

Siempre encontraremos en Dios algo para sostener nuestra alma, aun en la condición más extrema en la que podamos caer.

  • La segunda acción que debe hacer el creyente que sufre es “hacer el bien”

Esta acción de hacer el bien significa, encontrarnos haciendo siempre, la voluntad de Dios, y para ello necesitamos:

Perseverar y Orar.

1 Pedro 4:7  Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Es decir, que necesitamos mantener una mente despejada, centrada en Cristo, en su regreso, en hacer lo que a Dios le agrada.

Y la Escritura nos enseña que él no orar a Dios es pecado porque la oración es el requisito básico para el cristiano que desea llevar una vida agradable a Dios y al hombre.

Que el sufrimiento no te detenga

Por medio de la oración el cristiano establece en primer lugar un vínculo vertical con Dios antes de unirse en vínculo horizontal con su prójimo.

Tener entre nosotros amor ferviente.

1 Pedro 4:8  Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.(A)

La expresión de amor más grande que podemos tener por un mundo incrédulo va más allá de un pedazo de pan, y es predicarle el Evangelio de la salvación,

Y entre nosotros los creyentes, el amor lo manifestamos perdonándonos mutuamente nuestras faltas,

Poniendo por obra los dones, que hemos recibido de gracia, al servicio de los demás.

1 Pedro 4:10  Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

El don más grande que tenemos es Cristo, no lo tengamos guardado, sino que prediquémoslo, hagamos que el mundo lo conozca

¡Y expandamos el reino de los cielos, aquí en la tierra¡

Conclusión:

Los padecimientos del cristiano abundan, cuando predicamos la Palabra de Cristo en un mundo incrédulo y de corazón endurecido,

Pero que ese sufrimiento no nos detenga, sino por el contrario, que nos lleve a depositar nuestra alma y todo nuestro ser, en las manos del fiel Creador,

Y además, que ese sufrimiento no impida que sigamos haciendo el bien, que no es otra cosa, que seguir haciendo la voluntad perfecta de Dios.

Palabras y frases significativas:

Encomienden: paratithemi, Se traduce «confiar» , de confiar algo a la responsabilidad de alguien, y con este sentido, traducido «encargar». En 1Ti_1:18 : «encargo»; 2Ti_2:2 : «encarga»; en 1Pe_4:19 : «encomienden».

Dios Fiel: pistos (πιστός, G4103), Se usa en dos sentidos: (a) pasivo, fiel, digno de confianza, fiable, fiel, dicho de Dios.

Hagan el bien: agadsopoiía , hacer bien, i.e. virtud:- hagan el bien.

 

[1] Portavoz de la Gracia, La fidelidad de Dios, pág. 33-36.