Susténtame Según Tu Palabra Es la petición que encontramos en el Salmo 119: 25-32 que es considerado como una Biblia en miniatura o las Escrituras condensadas, C. H. S.

También este Salmo es llamado el «Alfabeto del amor divino», el «Almacén del Espíritu Santo», la «Escuela de la verdad». J. P. Palanterius

¿Por qué tiene ese gran reconocimiento? Porque el tema único a lo largo de todo este largo Salmo solo es la palabra del Señor.

De modo que a lo largo de los 176 versículos podemos encontrar las muchas dificultades que vive el alma humana

Y cómo, independientemente del tipo de adversidad, siempre es la Palabra de Dios la única capaz de levantarnos, sostenernos y hacernos andar nuevamente

Porque,  en nuestras  caídas físicas que pueden ser causadas  por varias causas, como un obstáculo en el camino, que al no verlo nos hace tropezar y caer

O quizá otra persona  volcó con nosotros y nos hizo caer al suelo, o probablemente el piso estaba muy liso, íbamos distraídos, en fin!!

Pero sin importar la causa de nuestra caída, lo cierto es que de manera lógica y natural hacemos todo lo posible por levantarnos, nos sacudimos el polvo, nos curamos los golpes,

Y si es preciso, cuando no podemos levantarnos por nosotros mismos, viene otra persona en nuestro auxilio y nos ayuda a levantarnos

Pero en lo espiritual, solo Dios puede darnos vida, y cuando somos sacudidos por las circunstancias de la vida, solo Dios puede fortalecernos

Y el medio que utiliza el Señor para darnos el don de la fe o fortalecernos cuando nos debilitamos, es solo por medio de su Palabra,

Si usted desea profundizar un poco más sobre el poder de la Palabra de Dios, por favor visite Vivifícame Según Tu Palabra

Susténtame según tu Palabra.

En los momentos de llanto y dolor, cuando nuestra alma se ve invadida de tristeza y depresión, cuando la sensación de derrota se apodera de nosotros

Es cuando acudimos en un fuerte clamor delante de nuestro Dios, pidiendo auxilio, que nos ayude y nos devuelva la vida

Y el Señor nos escucha y acude pronto a nuestro auxilio, pero la pregunta es ¿Cómo vemos esa ayuda de Dios? ¿Cómo llega?

Dios nos escucha y envía su socorro solo según la Palabra, lo que significa que solamente a través de las Escrituras, nuestra alma será restaurada nuevamente

Texto de referencia:

Salmo 119:25-28 Abatida hasta el polvo está mi alma;

 Vivifícame según tu palabra.

…Se deshace mi alma de ansiedad;  Susténtame según tu palabra.

Esta estrofa del Salmo 119, será dividida y analizada en cuatro puntos principales.[1]

Veremos las circunstancias que llevaron al salmista a una condición tal, que su alma es descrita como “abatida y llena de ansiedad”

Para luego, considerar cómo el reconocimiento de esa condición humana se acompaña de una confesión de pecados delante de Dios,

Y solamente así, descubierta la transgresión delante de Dios, entonces presentamos nuestro clamor, nuestra petición de ayuda

¿Cuál es el llamado divino para la iglesia actual?

Pero el salmista no llega delante de las Escrituras para que se pueda acabar el pecado que le destruye

Sino que acude con urgencia a la Biblia, para que Dios pueda acabar con su pecado, para que lo purifique y le santifique

Porque solo entonces, es posible dar el último paso ¡El compromiso con la obediencia a la Palabra de Dios¡ aferrándonos a ellas como nuestra única Luz y Verdad

Por tanto, en este salmo encontramos el único camino eficaz para llevar paz a nuestra alma y caminar en un mundo caído, con la sabiduría y fortaleza de Dios.

  1. Susténtame según tu Palabra en todas las circunstancia

Sin  importar las causas que nos hayan conducido circunstancias de vida difíciles, lo importante es presentar delante de Dios, la condición de nuestra alma ¡Quebrantado y afligido¡

Salmo 119:25 Abatida hasta el polvo está mi alma…

El salmista se presenta delante de Dios para exponerle cuán angustiada está su alma, al punto tal, que se derrite, se deshace en lagrimas por la pena

Es tan profundo su dolor que siente que se ahoga, que está cansado de llorar y estar sumido en tan grande tristeza y depresión

¡Esta es la expresión de un alma realmente angustiada¡ como más de alguna vez lo ha estado nuestra alma.

  • ¿Cuál es nuestra realidad?

Podría ser que hemos caído, temporalmente, en la atadura de un pecado, lo que nos genera angustia y buscamos desesperadamente, salir de él

O tal vez tengamos un mal hábito recurrente que aún no hemos eliminado de  nuestra vida o tal vez lo arruinamos todo, periódicamente, con un viejo pecado que resurge una y otra vez.

De modo entonces, que lo que realmente anhelamos, desde lo más profundo de nuestro corazón, es salir de ese camino de falsedad y destrucción

Y deseamos realmente andar por el camino fiel de santidad, pero la gran pregunta es ¿Qué podemos hacer para lograrlo?

El salmista nos deja ver la acción correcta y efectiva ¡Correr a la Palabra de Dios¡ para encontrar luz, dirección, fortaleza.

Y para llevar descanso a nuestra alma abatida, necesitamos empezar con la confesión de nuestro propio pecado.

  1. Susténtame según tu Palabra, te manifestare mis caminos.

Necesitamos hablar con Dios, contarle todo cuanto hemos vivido y con qué estamos luchando

Salmo 119:26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;

 Enséñame tus estatutos.

El salmista expone delante de Dios su conducta, le cuenta su vida y le manifiesta a Dios cómo está viendo la vida, cuáles son sus pensamientos, sus hábitos, sus hechos y los resultados que está teniendo.

De manera que delante de nuestros ojos comienza a pasar la historia de nuestra vida, y podemos contemplar cómo fue que pasamos de una condición a otra,

Y podemos apreciar que nuestra caída, el sentir que estamos en el polvo, que nos embarga el fracaso y la desesperanza, no fue de la noche a la mañana

Sino que el pecado y llegar a una condición de abatimiento, siempre es un proceso gradual, que empieza con un pensamiento que luego anida en el corazón hasta llevarnos a la acción

Y es entonces cuando sentimos la urgente necesidad de conocer la Verdad de Dios, que nos la enseñen, porque sin conocimiento ni entendimiento ¡Nos perdemos¡

De modo que la «forma acostumbrada de conducirse y comportarse en la vida» relatada a Dios, nos describe nuestro proceder ¡Derecho o torcido¡

  • ¿Cuál debe ser nuestro clamor?

Este salmista no está corriendo a la Biblia para que pueda acabar con su pecado, sino para que sea Dios quien pueda acabar con su pecado

Entonces, llegaremos delante de Dios, pidiendo, clamando que sea Él quien nos ilumine, fortalezca, purifique y nos bendiga.

Y así como lo hace el salmista, también nosotros clamaremos “Revíveme conforme a Tu palabra”  “Enséñame tus estatutos” “Hazme entender el camino de Tus preceptos”

Más aún, diremos a Dios “Fortaléceme conforme a tu palabra”  “Quita de mí el camino falso”

¿Por qué ese gran clamor? Porque “Abatida hasta el polvo está mi alma” y no hay hombre alguno que pueda traernos paz ni vida

¡Solamente Dios por medio de Su Palabra¡ puede traer vida a un espíritu muerto por el pecado.

  • Vivifícame según tu palabra.

Solo Dios puede dar vida, nadie puede revivirse a sí mismo, y sino recordemos a Adán y Eva, o a Lázaro, que necesito del poder de Dios para salir de los brazos de la muerte

Tampoco hay hombre o mujer alguno, que sea capaz de enseñarse a sí mismo, sino que necesitamos del Espíritu Santo para que nos enseñe y nos lleve a la obediencia

De modo que tampoco nadie puede darse a sí mismo entendimiento, porque solo el poder de Dios ilumina el entendimiento.

Y no solo eso, sino también, solo en Dios podemos ser fortalecidos y ser sacados del  camino falso, para llegar a la Luz admirable de Cristo

Entonces, la pregunta es ¿Cómo hace eso Dios? Solamente por medio de Su maravillosa y fiel Palabra

  1. Susténtame según tu Palabra porque ella da testimonio de Jesús.

Juan 5:39  Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;

Y ellas son las que dan testimonio de mí;

Cuando leemos la Biblia, nuestro propósito no ha de ser aprender a vivir mejor, sino, que a través de ella, podamos encontrarnos con Jesús

Y recordemos que estamos hablando al corazón de un creyente cristiano que ha tropezado con el pecado y ya no quiere hacerlo.

De modo que es esta persona cristiana la que tiene que correr a la Biblia para encontrarse con el Señor

  • El compromiso del pecador arrepentido

Salmo 119:30-32 Escogí el camino de la verdad;  He puesto tus juicios delante de mí.

Me he apegado a tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences.

Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanches mi corazón

Así como el salmista, también cada uno de nosotros, sobre todo si estamos en una fuerte lucha con el pecado,

Debemos comprometernos con Dios, con el camino de Verdad, eligiendo la enseñanza de la Palabra, apegándonos a ella en obstinada obediencia.

Susténtame según tu Palabra

¿Por qué? Porque solamente la Palabra de Dios nos hace sabios para vivir, por lo que necesitamos poner las ordenanzas de Dios frente a nosotros

Y fortalecidos en el Espíritu Santo, decidir aferrarnos a Dios y su Verdad, caminando en obediencia.

Ahora bien, debemos tener claro que No podemos usar la Biblia para santificarnos. Pero cada vez que vamos a ella, Dios si la usará para santificarnos por medio de ella.

Porque la Escritura es un instrumento de gracia, que el Espíritu Santo utiliza para moldearnos a la imagen de Cristo,

  • ¿Para qué vamos a leer la Biblia?

Leemos la Biblia para que Dios pueda limpiar nuestra vida, nuestro camino, que sea Él santificándonos en su Verdad infalible

Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Recordemos siempre, que es el Espíritu Santo usando la Palabra de Dios, quien realiza la santificación en nuestra vida y nos capacita para obedecer

Nuestra responsabilidad cristiana es tomar un tiempo diario para leer y meditar la Palabra de Dios, y será el Espíritu Santo quien nos capacite para ponerla por obra

y como consecuencia, tendremos paz en el alma, discernimiento en nuestro pensamiento y fuerzas para seguir en nuestro caminar.

Conclusión

Susténtame según tu Palabra, ha de ser el clamor de todo cristiano que se encuentra en una fuerte lucha con su alma

¿Por qué? Porque el Espíritu Santo, por medio de la Escritura, renueva nuestra mente, abre nuestro entendimiento, cambia nuestra manera vana de pensar

Y nos lleva a cambiar nuestros mismos intereses, cambiando los motivos de vivir, la manera de actuar y nuestra forma de ver la vida

De manera que empezaremos a ver ofensivo el pecado, identificaremos su destrucción y muerte y nos llevará a la obediencia deleitosa de la Palabra fiel de Dios

Pero todo comienza con el compromiso de leer las Escrituras para que Dios pueda realizar Su obra en nosotros.

 

 

[1]https://fbcspur.org/thinking-about-the-faithful-way-psalms-11925-32/