¡Vida De Oración Gozosa¡ ¿Cómo tenerla? Porque sabemos que la oración muchas veces se convierte en una lucha constante en el corazón del creyente.

De modo que, si tuviéramos que describir nuestra vida de oración, en una sola palabra, ¿Cómo lo haríamos?

Oramos de manera regular, de vez en cuando, solo cuando tenemos necesidad, solo cuando nos queda tiempo

O quizá, si oramos, pero lo hacemos de manera inconsistente, ¿Por qué? Porque no nos causa el más mínimo gozo el orar

Incluso, podemos llegar a pensar ¿Para qué orar, es por gusto? Si al final de cuentas, Dios hace conforme Él quiere y no conforme nosotros le pedimos.

Y es así como, el orar se convierte en una batalla fuerte, por más que nos consideremos cristianos verdaderos.

Si usted quiere profundizar más sobre el propósito de la oración, por favor visite ¿Para Qué Es La Oración?

¡Vida de oración gozosa¡ ¿Cómo tenerla?

Dios quiere que disfrutemos de Él en oración, que disfrutemos de su presencia, de la comunión diaria, de su Persona y obra.

Y a veces todo lo que se necesita es una pequeña rampa que nos lleve a la carretera de la oración gozosa yla comunión más profunda con Dios.

Pero la pregunta es ¿Cómo lo logramos? Y la respuesta es ¡Orando en la Palabra de Dios¡

En esta reflexión, encontraremos cinco pautas, que nos pueden ayudar a tener una vida de oración gozosa.

  1. Tenemos una vida de oración gozosa cuando meditamos en Dios como ¡Nuestro Padre¡

En las primeras palabras de la oración que el Señor nos enseño, Jesús nos invita a dirigir nuestras oraciones así:

Mateo 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Ver a Dios principalmente como Padre nos impide verlo como un juez severo, un poder superior e impersonal, o un genio mágico que otorga deseos.

Nuestro Padre todopoderoso nos ama como sus hijos y busca lo mejor para nosotros, obra su favor para bien nuestro ¡Siempre¡

Porque Dios tiene el poder y el deseo de guiar nuestras vidas, responder a nuestras oraciones, y cumplir sus propósitos en nosotros.

Es por ello, que nuestra relación con nuestro Padre celestial es imposible de romper, y su amor por nosotros es infinito e incondicional

  • La oración dirigida a un Padre.

Conocer el amor de Dios hacia nosotros, saber que Él es un Padre que cuida y vela por sus hijos, nos da confianza al momento de dirigirnos a Él en oración porque reconocemos la Verdad del Amor eterno de Dios:

Romanos 8:28  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Aunque a nuestros ojos, las cosas que nos sucedan no parezcan muy buenas, incluso, que podamos pensar que son malas,

Debemos tener la firme convicción que ¡Todo cuanto sucede a los hijos de Dios, siempre ayuda a bien¡

Y que no hay nada ni nadie que pueda llegar para destruirnos, porque sabemos que las pruebas vienen de Dios con un propósito santificador a nuestra vida

Romanos 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Debemos tener la plena certeza que ¡Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!

Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,

¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Entonces, cuando nos encontremos luchando en nuestra oración, animémonos reconociendo que nuestro Padre lo sabe y que aun así ¡Nos ama¡

Por tanto, no desistamos, cobremos ánimo porque, incluso cuando no sintamos amor suficiente hacia Dios, podemos acercarnos a Él sabiendo que Él nos ama.

De modo que todo lo que se necesita es mencionar la palabra “Padre” para entrar en un mundo de deleite, en nuestros tiempos de oración.

  1. Logremos una vida de oración gozosa ¡Confesando nuestros pecados¡

Cuando vivimos tiempos difíciles, también nuestro tiempo de oración se hace difícil, y no solo por lo duro de la situación que vivamos,

Sino por también porque la culpa del pecado nos acusa y nos impide orar con deleite, disfrutando la comunión con nuestro Padre

¿Por qué? Porque pensamos que una persona tan indigna, tan pecadora como nosotros, no puede acercarse a un Dios tan santo

Pero es necesario que comprendamos que esta actitud revela una comprensión muy débil del Evangelio de Jesucristo.

Porque la verdad es, que Dios conoce nuestro pecado y nos invita a confesarlo y recibir su purificación

  • ¿Qué pasa si confesamos nuestro pecado?

1 Juan 1:9  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Nuestro pecado es un estorbo en nuestra comunión con Dios, porque nos acusa y nos aleja, es por ello que debemos ¡Confesarlo¡

Porque con esa confesión podemos gozar del perdón paternal y restablecer nuestra comunión gozosa con Dios

Comprendiendo que somos pecadores redimidos por la sangre de Cristo, que ya no hay culpa ni condena,

Sino solamente, la urgente necesidad de limpiar nuestros pies, confrontando el pecado y triunfando sobre él

Esto significa, que cada día que pasa, el verdadero creyente peca, pero lo hace en menor magnitud y en menor frecuencia, doliéndose de su pecado.

Y encuentra el profundo gozo de saber que Cristo es ¡Fiel y justo para perdonar nuestro pecado¡ dándonos el poder, de ser cada vez más libres de todo dominio del pecado

  • La libertad que da la confesión.

Salmo 32:3-5 Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.

Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.(B) Selah

Nunca es una decisión sabia callar nuestro pecado, porque además que eso es un engaño, también es grande el daño que ese pecado causa

Es por ello, que debemos caer en la cuenta de que, No vale la pena postergar la confesión y el arrepentimiento.

Para no caer en una sequía espiritual, dejando de lado la Ley de Dios, perdiendo la paz y la comunión, llenándonos de tristeza y culpa

Sino que pronto, con  la ayuda del Espíritu Santo, volvámonos de nuestro pecado en arrepentimiento y confesión

Este es el punto central del Salmo, el salmista confiesa su pecado a Dios, se humilla delante de Él y reconoce que ha hecho mal

Y como consecuencia ¡Dios perdonará nuestra iniquidad¡ porque Él es un Dios de amor y misericordia,

Y nos ha dado la provisión en la obra de Cristo, para hacerle frente a la tentación y al dominio del pecado.

Un mensaje al arrepentimiento

Por tanto, como dijo uno de los reformadores “Cuando te sientas abatido por el peso de tu pecado, toma la llave de la confesión y entra por la puerta a la oración”

Y así recuperaremos la confiada alegría de encontrarnos en Cristo y tener acceso a un Padre de amor y misericordia infinita.

  1. Encontremos una vida de oración gozosa ¡En la convicción de ser escuchados¡

Debemos partir de que Dios quiere escuchar nuestras oraciones porque somos sus hijos y nos ama

Proverbios 15:8  El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;

Mas la oración de los rectos es su gozo.

Dios siente gozo y deleite cuando oramos, acoge con alegría nuestras oraciones, pero la pregunta es ¿Sentimos lo mismo nosotros?

Deberíamos sentirnos gozosos cada vez que llegamos a nuestro Padre en oración, porque Él también garantiza que responderá a nuestras peticiones.

Entonces ¿Por qué no tomarle la palabra a Dios y orar confiadamente y con gozo?

  • Aprendamos a orar por sabiduría

Santiago 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Dios nos otorgará sabiduría para cualquier decisión que necesitemos tomar, solo tenemos que pedirla.

Y eso refleja una dependencia constante de Dios, no basarnos en nuestra propia opinión, no actuar conforme nuestra propia visión

Sino dejar que sea Dios quien nos guie, quien determine nuestros pasos, quien nos ilumine el entendimiento

Porque de esa manera, podremos resolver nuestras situaciones de vida de manera firme, sin acarrear más consecuencias dolorosas a lo que ya vivimos.

No olvidemos que “los pensamientos de Dios siempre son mucho más altos que los nuestros” y que Él es Dios de infinita sabiduría.

  • Oremos según la instrucción de las Escrituras

1 Juan 5:14-15 Y esta es la confianza que tenemos en él,

Que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

El principio base de todas nuestras oraciones es que seremos escuchados, que Dios nos dará una respuesta, una salida a nuestras situaciones de vida

Y para que eso sea realidad, necesitamos conocer “las condiciones de la oración”

Primero:

Las Escrituras dicen que la obediencia es una condición de la oración, de modo que recibimos lo que pidamos, porque ¡Guardamos Sus mandamientos¡

1 Juan 3:22 y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él,

Porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.

Segundo:

La Escritura nos dice que permanecer en Cristo es una condición de la oración ¿Qué significa permanecer en Cristo?

Significa que las Palabras de Cristo habitan en nosotros, que la Escritura es nuestra autoridad de vida, que no hacemos nada, fuera de lo que ella establece

Por tanto, cuánto más cerca vivamos de Cristo, más oraremos como es debido. Y cuanto más correctamente oremos, mayor será la respuesta que recibamos.

Tercero:

Para que nuestra oración sea escuchada, es necesario orar en el Nombre de Jesús porque es en sus méritos que podemos presentarnos delante del Padre

Juan 14:13  Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Orar en el Nombre de Cristo significa que estamos pidiendo para la gloria de Dios y descansando en el poder de Él

Y sí así lo hacemos, que no haya duda, que nuestras oraciones serán contestadas.

  1. Hallemos una vida de oración gozosa ¡Orando en la Voluntad de Dios¡

La oración debe ser de acuerdo con la voluntad de Dios. Es así como Jesús nos enseña a pedir: «Hágase Tu voluntad,»

Y en ningún momento orar para pedir  «Cámbiese Tu voluntad;» sino que confiadamente poder decir «Haz conmigo lo que Tú quieras,» y no lo que yo quiero.

Este es el hermoso ejemplo que el Señor Jesús nos da en el momento de Su gran agonía, orando al Padre antes de ir a la cruz «Hágase Tu voluntad»

Mateo 26:39-42 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa;

Pero no sea como yo quiero, sino como tú.

…Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba,

Hágase tu voluntad.

En ningún momento la oración es para cambiar la perfecta Voluntad de Dios, sino para encontrar la fortaleza de hacer lo que Dios quiere que hagamos

Por tanto, necesitamos aprender a orar para doblegar nuestra voluntad finita, incierta, pecaminosa, y someternos a la buena y perfecta Voluntad del Padre.

  • Orar para ser santificados

1 Tesalonicenses 4:3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;

No hay mayor gozo en la vida de un cristiano verdadero, que ser transformado cada vez más, al carácter de Cristo

Y esto solamente es posible, si vamos menguando nosotros mismos, sometiendo nuestra voluntad, nuestro “yo” a la Voluntad de Dios

Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Solamente la Palabra de Dios puede transformar el corazón humano, renovar nuestra mente y darnos la capacidad de vivir “apartados para Dios”

Entonces ¡Oremos para ser santificados¡ y permanecer en Cristo, porque solamente así podremos dar fruto viviendo de manera agradable a Dios

Y aprendamos a orar por la alegría y la presencia del Espíritu en medio del sufrimiento, para que nos inunde ese gozo que ¡Sobrepasa todo entendimiento¡

No hay duda que necesitamos ¡Aprender a orar¡ apartando nuestros ojos de lo terrenal y perecedero

Para poder ponerlos en Cristo y en lo más importante para llevar una vida que glorifique al Padre y sea de bendición para nosotros y nuestro prójimo.

  • Aprendamos a orar las oraciones de la Biblia

La Biblia proporciona toda una gama de oraciones inspiradas por el Espíritu, que pueden ayudarnos a guiar nuestras oraciones personales.

Porque orar las palabras de las Escrituras nos ayuda a acercarnos a Dios con palabras de su elección, para que pensemos sus pensamientos y pidamos conforme Su corazón.

1 Crónicas 29:18  Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo,

Y encamina su corazón a ti.

Esta es la oración de David, que nos enseña que toda oración debe empezar exaltando a Dios, haciendo memoria de Quién es Él

Y David lo describe como el “Dios de Pacto” que nos tomo como su pueblo y que ¡No nos soltará¡

Vida de oración gozosa ¿Cómo tenerla?

Pero también nos enseña a orar por nuestros hijos, de manera que caminen el camino de la fe y continúen con la obra de Dios

1 Crónicas 29:19  Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto,

Para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos,

Y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos.

Y así como esta oración ilustre, también encontramos la oración de muchos hombres y mujeres de Dios que nos pueden enseñar mucho sobre cómo orar,

Por ejemplo, la oración de Ana clamando por un hijo, la oración de Daniel pidiendo perdón por la iniquidad de su pueblo,

O la oración de nuestro mismo Señor Jesús expresando la necesidad de hacer siempre la Voluntad del Padre,

  • Tengamos una vida de oración gozosa dando gracias a Dios

La acción de gracias nos ayuda a no enfocamos en nuestras circunstancias actuales, sino en todo lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo.

De manera que la gratitud a Dios, reconociendo y haciendo memoria de todos sus favores, nos lleva a experimentar la paz que trasciende el entendimiento humano.

Filipenses 4:6-7  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Recordemos que nuestras adversidades no escapan del control de Dios, que son un instrumento precioso del Señor para perfeccionar nuestro carácter

Y para enseñarnos a depender de Él, a confiar en Él, a descansar en su perfecta soberanía y sus promesas fieles.

Conclusión

Desarrollemos una vida de oración gozosa organizando nuestro tiempo para buscar a Dios con alegría, sintiendo deleite en la comunión con nuestro Padre

Y entendamos que nuestro objetivo no debe ser simplemente la oración gozosa, sino el gozo en Dios a través de la oración.

Porque a medida que nos disciplinemos en este objetivo, nuestra fe se fortalecerá y se enriquecerá al vivir cada vez más en la presencia de un Padre de amor,

Fuente consultada:

Kevin Halloran “Orando según la Palabra de Dios”