¿Para Qué Es La Oración? La oración es un medio de gracia, establecido en la bondad de Dios, para ayudarnos a fortalecernos, confiar y caminar en la perfecta voluntad divina.

Pero esa oración debe cumplir con ciertas características que le permitan cumplir con su cometido,

Es así como, en esta enseñanza, ofreceremos el acróstico “ACAS”, que es muy fácil de memorizar y que nos ayudará a recordar cómo debemos orar y para qué.

  • A: Adoración,
  • C: Confesión,
  • A: Acción De Gracias, Y
  • S: Súplica.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la verdadera oración, por favor visite !La Oración El Remedio De Dios¡

¿Para qué es la oración?

La Biblia nos enseña quela oración debe cumplir con diferentes componentes, comenzando con la adoración, seguida de nuestra confesión de pecados, poniéndonos a cuentas con el Señor,

Para luego, dar gracias por todo lo recibido, bueno y malo; y finalmente, presentar nuestras súplicas delante del Dios que todo lo puede.

Y si revisamos las oraciones contenidas en la Escritura veremos que todas siguen ese orden que es el formato de oración que Cristo nos enseño en el Sermón del monte

Pero de manera especial, es el formato que encontramos en la oración del Padre Nuestro, que generalmente conocemos como la oración del creyente.

Por tanto, es de ese formato presentado por Cristo mismo, que empezaremos a discernir, para qué es la oración o para qué debe orar el creyente.

  1. ¿Para qué es la oración? Es para la gloria de Dios.

Mateo 6:5  Y cuando ores, no seas como los hipócritas;

Porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, Para ser vistos de los hombres;(B)

De cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Nuestra oración debe dar gloria a Dios, lo que se logra en la medida que oramos para que la Voluntad de Dios se establezca en nuestra vida,

De modo que no debemos orar con nosotros mismos, ni para que nos vaya bien según nuestra propia opinión, y menos aún, orar para que Dios haga nuestra voluntad.

Aunque algunas veces pensamos que si a Dios le va bien, entonces a nosotros nos va mal, pero eso es falso,

Porque cuando pedimos para la gloria de Dios siempre nos va a ir bien porque estamos en la voluntad de Dios,

Y además, debemos saber que Dios no es nuestro sirviente, ¡Sino que yo le sirvo a Dios¡ Debemos  cuidarnos de esa mentalidad de ser servidos, ¡Porque somos siervos¡

  • ¡No seamos como los hipócritas¡

El término “Hipócritas” hace referencia a un actor en escena, y era costumbre entre los actores griegos y romanos hablar por medio de grandes máscaras

Y dichas mascaras contaban con dispositivos mecánicos para aumentar la potencia de la voz y poder ser escuchados por todo el auditórium;

De ahí, este término “Hipócrita” vino a usarse para denotar a un engañador, a una persona falsa, de doble cara.

Y es una expresión que se halla solo en los Evangelios Sinópticos, y siempre usado por el Señor; quince veces en Mateo.[1]

Entonces, el mensaje es que ¡Hay que tener cuidado de  orar para ser visto¡ porque si así lo hacemos, nuestra recompensa vendrá del hombre y no de Dios,

  • No usemos vanas repeticiones:

Mateo 6:7  Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Para orar a Dios, no necesitamos imitar a los paganos, que nos bombardean con sus palabras, creyendo que así serán escuchados

Y es por eso que no se puede ¡Usar el rosario para orar¡ porque se repite constantemente y se reza a una persona humana, ¡A María¡ que no es omnipresente y por tanto no puede escuchar.

¿Qué son las Vanas repeticiones? Son frases carentes de significado y mecánicamente repetidas, haciéndose referencia a modos de oración paganos,

Es por ello que No debemos hacer oraciones larguísimas, sino oraciones practicas, que de ser posible, reciten porciones bíblicas,

Y este principio aplica incluso en la alabanza, cuando el mismo himno se repite varias veces,

¿Por qué? Porque esa repetición tiene el objetivo de tocar las emociones personales y no alabar la gloria de Dios,

Es decir, que todo himno debe ser una alabanza a Dios, por lo que debemos evitar himnos con música mundana, y evitar la palabra Yo, Yo, que es la palabra preferida de Satanás,

De modo entonces que los himnos deben ser teocéntricos y no centrados en nosotros mismos,

Y deben expresar lo que realmente hay en nuestro corazón, de manera que no le mintamos al santo Dios con una vida de apariencias y una alabanza solo de labios.

  • Dios conoce nuestro corazón:

Luego que el Señor nos detalla sobre lo que No debe ser la oración, pasa a darnos la advertencia santa,

Mateo 6:8  No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Somos advertidos de ¡No ser semejantes a los paganos¡ ¿Por qué? Porque nuestro Padre conoce perfectamente nuestro corazón y sabe “de qué tenemos necesidad”

Es por ello que tenemos mucho que aprender de la oración del fariseo:

Lucas 18:11-12  El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:

Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.

Nuestra oración No debe llevarnos a exaltar nuestras obras de “Inmundicia” delante de Dios, creyendo que estamos haciendo mucho por Dios,

Cuando No es así, porque todo lo que nosotros hagamos en nuestra humanidad es inmundicia, porque esa obra se acompaña de soberbia, altanería, vanagloria.

Por tanto, la oración No es para exaltarnos a nosotros mismos, sino ¡Para exaltar a Dios¡ el dador de la vida, de todo cuanto tenemos y de todo cuanto somos.

  1. ¿Para qué es la oración? Para encontrarnos en la Voluntad de Dios.

Mateo 6:6  Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta,© ora a tu Padre que está en secreto;

Y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Somos llamados a orar en el espíritu, y no hacerlo en nuestra propia carne, en la demanda de nuestra propia necesidad humana y efímera.

De modo que el Señor nos instruye sobre la manera de orar: hacerlo a solas, con la puerta de nuestra habitación cerrada, hablando en secreto con Dios.

Porque todo ello representa la comunión con Dios en la intimidad, libre de los distractores, en un lugar donde nos vemos a solas con el Señor.

Y oramos a nuestro Padre, cayendo de rodillas porque reconocemos que es Dios santo, omnipotente, nuestro creador.

Más aún, dirigimos nuestra oración en la convicción de pensar que realmente somos hijos de Dios, porque nadie puede decir Padre nuestro sino es convertido,

  • Orando en el Espíritu:

Efesios 6:18  orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu,

Y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Orar a Dios es un privilegio, es un medio de gracia para crecer espiritualmente, es una necesidad, es una de nuestras armas espirituales y es un mandato.

Pero orar en el Espíritu es no forzar la oración, es No orar para ser vistos, es No orar en nuestros propios esfuerzos, en nuestra propia capacidad, con oraciones artificiales.

  • ¿Qué significa orar en el Espíritu?

Gálatas 5:25  Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Es gracias a la obra maravillosa del Espíritu Santo que hemos nacido de nuevo, y si tenemos vida nueva ¡Entonces vivamos guiados por el Espíritu¡

De modo que cuando oremos, nos dejaremos guiar por la Verdad del Espíritu, nos llevara a Cristo y nos dará el poder para someternos a su perfecta Voluntad

Romanos 8:26  Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;

Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,

Pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Nuestras presiones de vida, las aflicciones y angustias que vivimos en este mundo perecedero nos pueden hacer apartar los ojos de lo eterno,

Y es allí, en medio de nuestra debilidad que el Espíritu acude a ayudarnos, enseñándonos cómo pedir e intercediendo por nosotros con las palabras correctas delante del Padre

La iluminación del Espíritu Santo

Así también, dada que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda, llevándonos en oración al Señor y  abriendo nuestro entendimiento.

Romanos 8:27  Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu,

Porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Es gracias a la ayuda del Espíritu Santo en el corazón del creyente, que podemos encontrarnos viviendo con gozo y paz, dentro de la Voluntad de Dios

Y esa ayuda es mucho más que un auxilio inmediato, porque significa que el Espíritu tomando sobre sí nuestra carga, no solamente nos ayuda y socorre,

Sino que nos alienta y alivia ni más ni menos que si llevase con nosotros todo el peso.[2]

  • Orando en la Voluntad de Dios:

La Escritura dice que en todo somos débiles, que hay en nosotros enfermedades y aflicciones sin número que amenazan con hacernos caer;

Pero que hallaremos bastante fuerza y socorro en el Espíritu de Dios para no descorazonarnos y abatirnos por muchos que fueren los males que nos abatan.

Y que esa fuerza del Espíritu que viene en socorro nuestro, nos muestra  con seguridad que procede de Dios, porque para nosotros solos es ¡Imposible¡

Entonces, esa participación del Espíritu Santo en nosotros, llevándonos a vivir den la Voluntad divina, nos enseña algo maravilloso sobre la oración:

Nos permite entender que el punto principal y fundamental de la oración No es que las cosas acontezcan a mi manera,

Sino que la oración sirve para que la voluntad humana se encuentre en armonía con la voluntad divina,

Porque nuestros propios deseos no fuerzan ni obligan a Dios, pues Él es el Soberano, el Creador, el Todopoderoso en cuyas manos están los designios de este mundo.

Por eso, si queremos que nuestras oraciones le sean gratas a Dios, es preciso suplicarle que sea Él quien las dirija.[3]

  • ¿Qué es la oración guiada por el Espíritu Santo?

Recordemos que la oración es estar en comunión con Dios. Estar consientes de que estamos en la presencia de Dios, hablándole a Dios y dirigida únicamente a Dios

Y orar en el Espíritu significa que el Espíritu Santo guía nuestra oración en la voluntad divina y la dirige al Padre en el nombre de Jesús.

Por tanto, la oración debe ser sincera, con reverencia y en humildad.

“No reclames, no exijas; deja que tus peticiones se den a conocer, deja que salgan de tu corazón” (Lloyd Jones).

Además, somos mandados a ser fervientes y perseverantes en la oración, porque la oración con fe es una oración que confía en la sabiduría y la bondad de Dios. (R. C. Sproul)

  1. ¿Para qué es la oración? Para santificar el Nombre de Dios.

La Escritura nos dice que nadie puede mencionar el santo Nombre de Dios en vano, porque Su Nombre revela el carácter mismo de Dios, nos dice Quién es Él

Y así conocemos a Dios como el Dios de pacto, quien redimió a Su pueblo por amor a Su Nombre, denotando Su santidad, Su gloria, Su poder

Deuteronomio 5:11  No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano;(C) porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

Entonces, no podemos pronunciar el Nombre del Señor a la ligera, sino que el Pastor, el líder, el creyente en general, debe cuidar el Nombre de Dios,

Romanos 2:24  Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.(D)

Por causa del mal testimonio de los cristianos, los incrédulos hablan despreciativamente de Dios o de todo lo sagrado que rodea la persona y obra del Señor.

Es así como vemos que algunos se glorían en el Evangelio, llevan vidas impías que deshonran a Dios y hacen que su Nombre sea blasfemado.[4]

  1. ¿Para qué es la oración? Para que el reino de los cielos venga a la tierra.

Mateo 6:10  Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El reino de Dios debe ser entendido aquí en la tierra, y este debe ser nuestro clamor, más cuando vemos tanta desesperanza, destrucción y muerte, física y espiritual

Recordemos que a lo largo de la historia humana, el pecado y el dominio de Satanás, nos imponen la necesidad de hablar de Jesucristo y el maravilloso plan de redención

De modo que podamos comprender que el reino de Dios significa que Dios es Rey y que actúa en la historia para llevarle a una meta determinada por Él mismo.

Porque el reino de Dios no es un orden mundial, un estado de cosas producido por obra humana o por un arduo esfuerzo humano.

Sino que el reino es establecido por la gracia soberana de Dios, que en Su misericordia colma de bendiciones y dones a un mundo caído

Por tanto, la responsabilidad del creyente es entrar en ese reino a través de la fe, y orar para poder someterse cada vez más al gobierno bondadoso de Dios en toda área de su vida.

  • La responsabilidad del creyente:

El reino de Dios significa redención para aquellos que lo aceptan y entran en el mismo por la fe, pero también juicio para aquellos que lo rechazan. Jesús”[5]

Entonces, debemos orar para que el reino de Dios venga a nuestra familia, a nuestra comunidad, a nuestra nación.

Porque si los hijos del creyente rechazan a Dios es porque no les hemos presentado Verdadero Evangelio, no los pastoreamos, ni les damos testimonio de vida nueva.

Entendamos entonces que es una urgente necesidad de toda la iglesia, presentar el Evangelio a nuestra familia primero,

Y luego, hablar de Cristo a nuestro vecino y a todo aquel que nos dé oportunidad, para lo cual debemos orar y leer la Biblia para fortalecernos en el conocimiento de la Palabra.

  1. ¿Para qué es la oración? Para presentar nuestras necesidades a Dios

Mateo 6:11  El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Oramos a Dios presentando nuestras necesidades, por el sustento y el consuelo necesario en la vida presente.

Pero la oración nos dice que clamemos por el “pan de cada día” porque eso nos enseña a depender constantemente de la providencia divina.

Y rogamos a Dios que Él nos dé ese pan; no que lo venda ni lo preste, sino que lo dé. El más grande de los hombres debe dirigirse a la misericordia de Dios para su pan diario.[6]

  • Entendiendo la providencia divina:

Esta petición sobre nuestro pan diario, es más que sólo una solicitud por nuestras necesidades físicas.

Sino que también y por encima de todo, es un reconocimiento y afirmación de que toda buena dádiva que tenemos proviene de la gentil mano de Dios.[7]

Santiago 1:17  Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

De modo entonces que, sea que tengamos mucho o no tengamos mucho, como creyentes siempre debemos estar agradecidos por todo lo que provee Dios.

Deuteronomio 8:17-18  y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.

Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas,

A fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Si Dios nos diera la provisión de un año, de diez o de toda nuestra vida, es muy probable que se nos olvidara dar gracias a Dios por lo que tenemos,

Y existiera un alto peligro de llenar nuestro corazón de arrogancia y autosuficiencia, olvidando la misericordia de Dios para su pueblo

Así que ¡Oremos por nuestro pan diario¡ sabiendo que Dios reconoce de qué cosa tenemos necesidad y nos la provee.

  1. ¿Para qué es la oración? Para recibir perdón de pecados.

Mateo 6:12  Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

No podemos caer en el falso pensamiento de creer que por ser creyentes y haber sido perdonados de todos nuestros pecados, ahora ya no fallamos

Porque eso ¡No es así¡ de allí que el Señor lavara los pies de sus discípulos, a manera de ser limpios de todo lo que nos contamina en nuestro caminar diario

¿Para qué es la oración?

Debemos entonces reconocer que, desde que nos levantamos, enfrentamos diversas tentaciones en nuestro pensamiento, actitudes y acciones, que generan culpa y acusación, que requiere ser limpiada.

También debemos estar conscientes de nuestra demanda cristiana, de perdonar a otros todas sus ofensas, independientemente de la gravedad de la falta.

Y esta acción la podemos hacer sobre la base de todo lo que Dios ya nos ha perdonado, y porque contamos con el poder del Espíritu Santo en nosotros.

  1. ¿Para qué es la oración? Para recibir ayuda en la tentación.

Mateo 6:13  Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,(D) por todos los siglos. Amén.

Finalmente, en nuestras suplicas, podemos pedir al Señor que nos libre de todo aquello, que en el futuro, nos espera vivir y que pueden ser situaciones seguras para que el maligno nos aceche.

Aquí también podemos incluir las peticiones sobre los enfermos, las conversiones de seres amados, problemas familiares, conyugales, financieros, etc.

Conclusión:

¿Para qué es la oración? El fin principal de toda oración cristiana siempre ha de ser la gloria de Dios, por todos los siglos hasta la eternidad,

Porque cuando glorificamos a Dios, entonces Él nos bendice, y Su bendición siempre es sobreabundante, y se manifiesta dando orden y sentido a nuestra vida.

Palabras y frases significativas:

Debilidad: astheneia (ἀσθένεια), lit: carencia de fuerza (a, negativo; sthenos , fuerza), debilidad, indicando incapacidad de producir resultados. Se traduce con mucha frecuencia debilidad (cf. el término castellano astenia); también se traduce en varios pasajes como «enfermedad.[8]

 

[1] Diccionario VINE, NT “Hipócritas”

[2] Comentario a la Epístola a los Romanos, Juan Calvino, pag.145.

[3] Comentario a la Epístola a los Romanos, Juan Calvino, pag.145.

[4] Comentario de la Biblia, Matthew Henry, Carta a los Romanos, cap. 2, versículo 24.

[5] La Biblia y el futuro, Anthony Hoekema, pág. 40.

[6] Comentario de la Biblia, Mathew Henry, libro Evangelio San Mateo.

[7] A solas con Dios, John MacArthur, pág. 96.

[8] Diccionario VINE, NT “Debilidad”