¡Consulta a Dios Y No a Los Ídolos¡ La idolatría de Ocozías nos recuerda que no debemos buscar en el lugar equivocado, que ante nuestras dificultades, nuestras luchas, nuestra incertidumbre, debemos consultar a Dios y no a los ídolos.

 

Texto de referencia:

2 Reyes 1:1-3  Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel. Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria;

y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria,

y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?

  1. La idolatría de Ocozias

La idolatría es una práctica que nace del corazón pecaminoso del ser humano que olvida al Dios verdadero y cambia su gloria por imágenes de hombre.

En el caso de Ocozías vemos que la práctica de la idolatría es generacional. Ocozías era hijo de Acab, hijo de Jezabel, la falsa profeta más destructiva que encontramos en la historia bíblica, enemiga acérrima de los profetas de Dios.

  • El carácter idolátrico de Ocozias.

1 Reyes 22:51.53 Ocozías hijo de Acab comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, el año diecisiete de Josafat rey de Judá; y reinó dos años sobre Israel.

E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel;

porque sirvió a Baal, y lo adoró, y provocó a ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.

El Señor es un Dios celoso; celoso de su Verdad, de su honra; y cuando aquellos que se llaman a sí mismos Su pueblo se vuelven a otros dioses, Su ira se enciende contra ellos.

La idolatría de Ocozías había sido modelada por sus padres, había nacido en el seno de una familia idolatra, apartada completamente de Dios. Ocozías nació, como todo descendiente de Adán y Eva, con un corazón enemigo de Dios.

Pero lo realmente alarmante de este rey, es que formaba parte del pueblo elegido de Dios y esto remarca el pecado de idolatría. Así podemos vernos a nosotros mismos, que nos llamamos cristianos pero que albergamos idolatría en nuestro corazón.

Cuántos dioses falsos, han sido adorados en la cristiandad en los últimos decenios; qué caricatura del carácter divino ha presentado la mayor parte del protestantismo que ha expuesto  un “dios” a quien nadie teme;

Qué mutilación del Evangelio ha habido en las secciones «ortodoxas” de la cristiandad, hasta tal punto que él otro” Jesús (2 Corintios 1:14) ha desplazado al Cristo de la Palabra de Dios.

No debe sorprendernos, pues, que la reacción inevitable de las multitudes haya sido hacer dioses de Mammón (dios del dinero) y del placer, y que la nación ponga su confianza en el ejército armado y no en el brazo del Señor.

  • La idolatría de Ocozías es contra la ley divina

Adorar otros dioses es violar la ley divina, y el pueblo de Israel conocía perfectamente esto.

Éxodo 20:2-5  Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;(A) porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

Adorar a otros dioses implica lo siguiente.

Servidumbre:

Nos convertimos en hombres y mujeres serviles, pues quedamos al servicio de otros hombres, tan viles y pecadores como nosotros, o peor aún, quedamos al servicio de imágenes sin vida y sin poder alguno.

Temor

Los dioses paganos, hechos por el mismo hombre, siempre traen temor al corazón, pues no poseen capacidad real alguna para ayudarnos a sobrellevar nuestras cargas, para vencer en nuestras luchas, para avanzar en las dificultades de una realidad caída

Pobreza espiritual.

La idolatría nos aleja de Dios, nos hace enemigos de Él, nos debilita espiritualmente, y si no nos volvemos de ese camino, nos deja muertos espiritualmente

Desorden de vida.

Toda vida sin Dios, será una vida desordenada, sin propósito y sin dirección. Será una vida que no tendrá una base para ser edificada y transformada.

La ira de Dios

La idolatría desata la ira de Dios sobre el pecador, o la disciplina fuerte sobre sus hijos.

  1. La idolatría de Ocozías causa efecto

La justicia de Dios sobre Ocozias es inmediata

2 Reyes 1:1-2  Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel.  Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria;…

Cada vez que el pueblo de Dios actúa en desobediencia a su Palabra, sin reconocerle como el único y verdadero Dios, habrá consecuencias, no solo personales, sino también colectivos.

  • Los enemigos se levantan

Y se hacen fuertes contra el Pueblo de Israel. La desobediencia a la Palabra de Dios, el dejar de reconocer que Él es nuestro Dios, siempre nos debilitará y abrirá puestas a toda tentación con la que nos será casi imposible luchar y vencer.

  • La Calamidad llega

Tal como llego a la vida de ocozias. Jamás el estar lejos de la voluntad de Dios traerá bendición. Jamás el hacer nuestra voluntad será mejor que estar sometidos a la Voluntad divina. El alejarnos del sabio consejo de Dios siempre traerá calamidad a nuestra vida.

  1. La idolatría de Ocozías no aleja la misericordia de Dios

La misericordia de Dios es manifestada sobre Ocozias pese a su idolatría,

2 Reyes 1:2  Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, ……..

Aquí es donde la misericordia se mezcla con la justicia; aquí es donde se le concedió al rey idólatra lugar para el arrepentimiento.

¡Qué paciente es Dios! La caída de Ocozías no fue fatal de modo inmediato, sino que hizo que tuviera que guardar cama, dándole oportunidad de meditar en sus caminos.

El Señor lo estaba enfrentando a través de esa enfermedad. ¿Se sujetaría ahora Ocozías al gobierno providencial de Dios, reconociendo que el Señor en su gracia lo buscaba por medio de la enfermedad?

¿Se sujetaría a la gracia que el Señor tenía para su pueblo? ¿Se rendiría personalmente a esa gracia? ¿Se sometería y confesaría sus pecados?

Ocozías pudo haber consultado la Palabra del Señor a través del profeta Elías. De los acontecimientos posteriores sabemos que él sabía dónde vivía Elías. Pero Ocozías no quiso humillarse delante del Señor.

No podía ni quería sujetarse a nadie. El hecho de no querer ni poder someterse era fruto del pecado del hombre, el pecado de la casa de su padre, y su propio pecado. Sin embargo, no podía[1] 

  1. La idolatría de Ocozías lo aleja de Dios

En vez de buscar a Dios (Elohim) busca saber el futuro por medio de dioses falsos.

2 Reyes  1:2  Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub[2] dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

Ya que se creía que este dios tenía el poder de la profecía, el rey Ocozías envió mensajeros a Ecrón para saber acerca de su futuro. Se asociaba a este dios poder sobrenatural y misterio. La acción de Ocozías mostró una falta de respeto a Dios.[3]

  • Un ídolo es

Es aquello que sustituye al verdadero Dios y a lo que servimos y adoramos con la esperanza de que puedan satisfacer, ayudar, sanar, dar fuerza o refugio o solucionar nuestros problemas.

  • ¿Qué cosa puede ser un ídolo?

El sol, la luna, las estrellas, el aire, el fuego, el agua, ciertas piedras y colinas, algunas plantas, árboles y animales (aún hoy se adoran en la Nueva Era y otras religiones).

Puede ser dinero, fama, poder, placer, familia, intelecto, sexo, belleza. Pero en el caso de Ocozías vemos que él tenía dinero, fama, poder, pero con todo ello era impotente para solventar su situación.

  • La idolatría incluye

La adoración directa o indirecta de satanás: el espiritismo, la brujería, la santería, las adivinaciones, las tablas de guija, lo paranormal, las cartas de tarot, los horóscopos, la meditación, la magia, la lectura de la palma de la mano,los amuletos; en fin, todo lo que tenga que ver con espíritus malignos.

  • La idolatría es falsedad

Hoy en día se ha falsificado a Cristo, al Espíritu Santo y al Evangelio.

2 Corintios 11:4-6  Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;

Y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles. Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado.

Otro Jesús:

Enfocado casi exclusivamente en milagros, motivador y no santificador, sin sacrificio, sin demandas para seguirlo, sin cruz, en fin gloria sin sacrificio, salvador pero no señor, sin ser rey de las vidas de muchos que profesan ser su pueblo.

Otro Espíritu:

Un espíritu mundano y no el Espíritu Santo,  el primero causa temor, y no habla la Palabra revelada sino otra palabra, el segundo tiene el poder de transformar vidas y producir el fruto santo en ellas.

Otro evangelio:

Solo hay uno, y es el verdadero Evangelio, y dice que Jesucristo es Señor y Salvador, que nos limpia de todo pecado, que nos hace nacer de nuevo para poder creer, arrepentirnos, acercarnos a Dios, oír su Palabra y obedecerla, viviendo en santidad.

Pero el otro No se centra en la persona de Cristo, ni demanda fe y arrepentimiento, sino que ofrece el cielo aquí en la tierra, y donde el poder del evangelio esta no en vivirlo sino simplemente en el confiéselo, declárelo y recíbalo, centrado No en la santidad sino en la apariencia.

  1. La idolatría de Ocozías no aleja la gracia divina.

El ángel de Jehová lo corrige, la gracia sale a su encuentro.

2 Reyes  1:3  Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?

En la gracia divina somos confrontados con la Verdad y somos llevados al discernimiento ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?. De manera que el llamado es a caer en la cuenta de

  • Acaso no hay un Padre al cual podemos acudir por gracia.
  • Acaso no tenemos a su Hijo el cual nos oye y defiende.
  • Acaso no somos templo y morada del Espíritu Santo.
  • Acaso no tenemos su Palabra

La Palabra es lámpara a nuestros pies y lumbrera a mi camino, la cual nos santifica mostrándonos lo malo de nuestro corazón y dándonos el poder del arrepentimiento.

No sólo había unDios, sino un Dios que vivía en Israel, que estaba ligado a Israel mediante su pacto. El vivía en medio de su pueblo y más adelante, cuando la Palabra se hiciese carne, sería uno de nosotros.

De esa manera cargó sobre sí mismo nuestros dolores y pecados, llevando nuestras enfermedades. El también podía cargar con la enfermedad de Ocozias; Él podía consolarlo en aquella enfermedad y hacer que la enfermedad obrase para su salvación.

Cuando no nos sometemos diariamente y en todas las cosas a la gracia del Señor, cuando pasamos por alto al Señor, rechazamos su gran salvación que nos es dada en la encarnación de la Palabra.[4] ¡Rechazamos a Cristo mismo¡

  1. La idolatría de Ocozias pretende silenciar la Palabra de Dios,

Nuestra rebeldía, nuestra prepotencia, nuestra autosuficiencia, el pretender luchar con nuestras propias fuerzas nos hace silenciar la Palabra de Dios. No le podemos oír, porque estamos escuchándonos a nosotros mismos y nuestra caprichosa voluntad

  • Cuando no hay sometimiento el juicio es evidente.

2 Reyes 1:9  Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas.

(BAD)  Y en seguida envió a un oficial con cincuenta soldados a buscarlo. El oficial fue y encontró a Elías sentado en la cima de un monte.—Hombre de Dios —le dijo—, el rey te ordena que bajes.

Es tan grande la soberbia en el corazón del hombre, que aún en tan grande necesidad, nos atrevemos a “ordenarle a Dios”, nos atrevemos a imponer nuestra voluntad con arrogancia y una falsa grandeza, y los resultados son desastrosos

2 Reyes 1:10  Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta.(B) Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.

Y aún cuando vemos y sentimos la urgente necesidad de humillarnos delante del Altísimo Dios, seguimos de arrogantes, profesando un “dóblele el brazo a Dios” o con un “declárelo, en su palabra hay poder”

Y así continuamos en nuestra necedad tal como lo vemos en Ocozías.

2 Reyes 1:11  Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto.

(BAD)  Así que el rey envió a otro oficial con otros cincuenta soldados en busca de Elías.—Hombre de Dios —le dijo—, el rey te ordena que bajes inmediatamente.

Y la necedad revelara el mismo resultado, y nos hará saber que Dios es Soberano, es Santo, es el Gran Yo Soy, y nosotros solamente somos la criatura, obra de sus manos.

2 Reyes 1:12  Y le respondió Elías y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta.(C) Y descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.

Jamás podremos silenciar la voz de Dios, ni su Justicia y Santidad. Jamás las cosas serán a nuestra manera, sino a la manera de Dios.

  • Cuando hay sometimiento, Dios perdona.

2 Reyes 1:13  Volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos.

(BAD)  Por tercera vez el rey envió a un oficial con otros cincuenta soldados. Cuando éste llegó hasta donde estaba Elías, se puso de rodillas delante de él y le imploró: —Hombre de Dios, te ruego que respetes mi vida y la de estos cincuenta siervos tuyos.

Que nos cuesta a los seres humanos reconocer nuestra pequeñez delante del Dios Eterno, del Creador y Señor de todo cuanto existe. Que nos cuesta humillarnos en señal de rendición, de adoración, de reconocer quién soy yo y quien es Él. Que nos cuesta reconocer nuestro lugar!!

2 Reyes 1:14  He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos.

Es allí donde se encuentra la enorme diferencia. A nuestro Dios y Señor, se le llega con humildad, con súplica, con ruego, sometiendo nuestra voluntad a la Voluntad soberana, perfecta y buena de Él.

Solamente si actuamos de esta manera, veremos frutos en nuestra vida, encontraremos la respuesta a nuestra necesidad, encontraremos nuevamente el camino, esa senda recta que perdimos como producto de nuestro pecado

  • Cuando la gracia es rechazada el juicio es de muerte.

2 Reyes 1:15.17  Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey. Y le dijo:

 Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón,  ¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás.

 Y murió conforme a la palabra de Jehová, que había hablado Elías. Reinó en su lugar Joram, en el segundo año de Joram hijo de Josafat, rey de Judá; porque Ocozías no tenía hijo.

No honrar a Dios, no reconocerle como Señor de nuestra vida, no someternos a su señorío, traerá consecuencias desastrosas a nuestra vida.

El amor de Dios es inmerecido. Él nos ama aún siendo nosotros pecadores, nos ofrece su salvación eterna, y nos da dirección y guía en este mundo caído, nos toma de su diestra y nos hace su pueblo, y todo ello por pura gracia.

Y aún así, nuestro necio corazón se opone al favor divino, se opone a la Voluntad santa y perfecta, se opone al consejo sabio de la Palabra, y esto siempre redundará en destrucción y muerte, en dolor y sufrimiento, ¡redundará en desesperanza¡

Conclusión:

La idolatría de Ocozías desata la ira de Dios sobre su vida, pero aún en medio de ello, también se le es manifestada la gracia, la misericordia y la justicia divinas. Cuando somos hijos de Dios, y hay idolatría en nuestro corazón, conoceremos la disciplina severa del Altísimo Dios

Que la gracia y misericordia de Dios nos permita tener corazones dóciles, sujetos y dispuestos a obedecer sus mandamientos, a someternos a su señorío, a humillarnos delante del Dios que nos llamó y que nos transforma día a día, para gloria de Él y para bendición nuestra.

 

 

 

 

[1] El pueblo de la promesa, vol.2, pag. 261.

[2]Baal-Zebub (heb., ba’alzevuv, Baal, o señor de las moscas). Nombre bajo el cual era adorado Baal por los filisteos de Ecrón (2Ki_1:2-3, 2Ki_1:6, 2Ki_1:16). Elías reprendió a Ocozías por consultar a este dios para averiguar si sanaría de su enfermedad.

[3] Comentario Biblia Diario Vivir.

[4]El pueblo de la promesa, vol.2, pág. 261.