Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia Esta es la exhortación que encontramos en Hebreos 4

Y el propósito del autor bíblico es animarnos a mantenernos firmes en la fe que profesamos, subrayando que en Jesucristo tenemos todo lo que necesitamos

De manera especial, enseñándonos que en el Señor, todos los creyentes recibimos misericordia y gracia para ayudarnos en los tiempos de necesidad.

Hebreos 4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,

Retengamos nuestra profesión.

“Tenemos un gran sumo sacerdote” que es Jesucristo nuestro Señor, entendiendo que Nunca se dijo de un sacerdote del Antiguo Testamento que fuera “grande”,

Ni siquiera de Aarón que es el primer sacerdote del Antiguo Testamento, se dice que sea grande, pero sí se lo dice acerca del Sumo Sacerdote de Dios.

De modo que, tanto en el judaísmo como en el cristianismo, podemos hablar de un sumo sacerdote, que lidera todo el sacerdocio de Dios

Pero con la diferencia, que el Sumo Sacerdote del cristianismo ¡Traspasó los cielos¡ e hizo mucho más que pasar por las cámaras del templo, como hacían aquellos sacerdotes terrenales

Sino que Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote fue a través de los cielos al trono de Dios para vivir y reinar allí para siempre.

Y el sacrificio que ofreció Cristo fue su propia sangre que llevó al trono de la gracia de Dios, y Cristo fue “la víctima” pero también es “El sacerdote” y su sacrificio fue perfecto.

Por tanto, los que creemos en el sacrificio perfecto de Cristo, también tenemos ese Sumo Sacerdote que intercede por nosotros

Y que gracias a la sangre preciosa de Cristo que nos cubre, ahora podemos entrar confiadamente al ¡Trono de la gracia¡

Si usted desea profundizar un poco más sobre lo qué es el sacerdocio de Cristo, por favor visite !No Te Alejes¡ Cristo Nos Llama A Acercarnos A Él

  • Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia porque tenemos un “Gran Sumo Sacerdote”

“Jesús el Hijo de Dios” es nuestro gran Sumo Sacerdote, y la Escritura lo llama “Jesús” para recordarnos su humanidad

Pero también, a ese Jesús, la Escritura le llama “Hijo de Dios” para asegurarnos su divinidad, un sumo sacerdote que es muy superior a cualquier sumo sacerdote terrenal

Y la grandeza de Jesucristo como Sumo Sacerdote, también es posible determinarla, no solo por su Persona, sino también por Su obra redentora.

Así que, de manera maravillosa tenemos un ¡Sumo Sacerdote! Que el mismo Dios nos lo ha dado al profesar nuestra fe en Jesús

Entonces, cada creyente no ha de tambalear en esa confesión de fe en nuestro Señor, sin importar qué fuerzas nos estén empujando o presionando ¡No hay lugar para la cobardía y la negación¡

¿Por qué? Porque todo creyente cuenta ahora con ¡Un gran sumo sacerdote¡ que hizo la vida digna de vivir y la muerte digna de morir,

Por tanto, si hemos profesado nuestra fe en Jesucristo, es necesario que nos mantengamos firmemente aferrados a Él y a Su Palabra que es Verdad.

  • Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia y “Retengamos nuestra profesión”

Sabemos que hay muchas situaciones difíciles por las cuales todo creyente atraviesa a lo largo de este peregrinaje en un mundo caído

Y que esas circunstancias adversas muchas veces nos pueden llevar a la duda y a la desobediencia a Dios, a sus mandamientos

Más aún, esa desobediencia fruto de la incredulidad, puede hacer que muchos cristianos expresen un desamor hacia Dios, hacia los semejantes y a la preocupación genuina por uno mismo

Entonces, es en esos momentos que es urgente ¡Retener nuestra profesión de fe¡ echar mano, abrazar, aferrarnos firmemente para no soltar nuestra fe y convicción

Porque solamente así podremos mantenernos en el reconocimiento de la Verdad, caminando firmes en la senda de la vida que es Jesucristo.

  1. Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia

Hebreos 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,

Sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Jesucristo, nuestro gran Sumo Sacerdote No es incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, Él sufre con y por nosotros.

Pero no solo eso, sino que ese gran Sumo Sacerdote también es todo poderoso para ayudarnos, cuando nosotros carecemos de fuerzas, cuando somos incapaces de producir resultados buenos

Sino que tenemos un Sumo Sacerdote que sabe también de todas esas cosas, y ese conocimiento es parte de lo que lo hace tan grande.

¿Cómo sabe Jesucristo de todas nuestras debilidades? Porque en la vida de Jesús sobre la tierra, cuando tomó nuestra naturaleza humana y se hizo verdadero hombre.

Victoria antes de la batalla contra las tentaciones

También “fue tentado en todo según nuestra semejanza”, desde el comienzo hasta el fin de esa  permanencia en la tierra, Jesús enfrentó tentaciones severas,

Y sintió esas tentaciones más que nosotros, porque mientras nosotros caemos muy frecuentemente en el primer asalto de la tentación, Él permaneció de pie para recibir cada asalto.

Aun así, nuestro Señor fue en todo lo vivido ¡Sin pecado¡ porque, aunque fue tentado, nunca cedió a la tentación, sino que permaneció santo.

  • Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia ¡A un Sumo Sacerdote santo¡

Un Jesús pecador nunca hubiera podido ser Salvador ni gran Sumo Sacerdote porque hubiese sido incapaz de cumplir con la Ley de Dios

Pero nuestro Señor no conoció pecado, ni por pensamiento, ni por experiencia, sino que por nosotros Él se hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.

También, decir que la vida de Jesucristo en esta tierra fue sin pecado señala Su naturaleza humana perfecta.

Es decir, que Cristo, a diferencia de nosotros, No tuvo un “Viejo Adán” no tuvo naturaleza pecaminosa heredada de la cual pudiera surgir tentación.

Lo que significa que todos los ataques que sufrió el Señor, no vinieron de su interior, sino del exterior, de Satanás y del mundo perverso.

Pero lo importante a resaltar es que Jesús sabe bien qué es la tentación porque por experiencia propia, sabe lo que afrontamos y su corazón se puede compadecer de nosotros.

En ese sentido, tenemos un  Sumo Sacerdote que nos entiende, que conoce de nuestras luchas y que extiende su gracia y misericordia para ayudarnos.

  1. Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia ¡Sin importar nuestra debilidad¡

Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,

Para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Podemos llegar muy cerca al Trono de la gracia, lo podemos hacer con libertad diciendo y pidiendo todo cuanto sentimos y necesitemos, pronunciarnos delante del Señor sin reservas

¿Por qué, si somos pecadores, podemos acercarnos a un Dios Santo?  ¿Cómo podemos llegar al trono de Dios sin estremecernos de terror y de culpa?

Porque tenemos a Cristo como nuestro gran Sumo Sacerdote de pie, delante del trono de Dios, haciendo que ese trono se convierta en un “trono de gracia”

Y donde los creyentes, cubiertos por el sacrificio perfecto de Cristo, podemos “alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.

¿Misericordia para qué? Porque la misericordia es esa acción de Dios que ve la miseria humana y se mueve a compasión

De manera que recibimos el amor de Dios, que observa el pecado humano y en lugar de castigo, ofrece ayuda a todos aquellos creyentes abrumados por sus debilidades.

Pero también encontramos gracia ¿Para qué? Para que los creyentes seamos libres de toda culpa y condenación que acarrea el pecado

Es decir, que en el trono de gracia, el creyente encontrará el amor de Dios, absolutamente inmerecido, que perdona al culpable de toda condena.

Entonces, en el momento preciso, cuando los creyentes impotentes ante nuestras debilidades, encontramos Misericordia y Gracia

¿Cuándo? Justo cuando lo necesitamos, cuando vienen las tentaciones, encontramos lo necesario en Aquel que sabe bien cómo darlo.

  • Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia ¿Para qué?

A ese trono de gracia, los creyentes vamos confiadamente para confesar nuestro pecado y recibir el perdón divino,

Pero también, a ese hermoso trono, llevamos todas nuestras aflicciones y de manera maravillosa recibimos consolación.

Y entregamos nuestras debilidades para ser fortalecidos en la fuerza del Señor, recibiendo todas las respuestas a nuestras interrogantes

Pero todo eso es posible, sólo por causa del “gran Sumo Sacerdote” que ha hecho completa expiación de nuestros pecados.[1]

De modo, que llegar confiadamente al trono de la gracia, es un inmerecido privilegio que solo los creyentes tenemos.

  • Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia ¿Cómo debemos acercarnos?

La Escritura habla de un trono, y en ese trono hay un Rey, y es el Rey de reyes y Señor de Señores, el soberano Dios, el Omnisciente, el omnipotente.

Entonces, a ese trono no podemos llegar con soberbia y altivez, sino que debemos acercarnos a Dios con humildad y corazón contrito

También, debemos acercarnos a Dios con alegría, porque pudimos haber sido desechados de Su presencia, alejados de Él para siempre, pero ahora se nos permite acercarnos

Y en último lugar, puesto que se trata de un trono, siempre que nos acerquemos a él, debe ser con completa sumisión.

Esto significa que nuestra oración a Dios nunca debe ser para darle instrucciones acerca de qué debe hacer, sino para que nosotros podamos gozosamente, someternos a su perfecta Voluntad

Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia

Spurgeon comenta “Se nos permite que le digamos a Dios: «quisiéramos recibir esto y esto,» pero debemos agregar siempre:

«Pero viendo que somos ignorantes y podemos equivocarnos, que todavía estamos en la carne, y podemos ser llevados por motivos carnales, no sea como nosotros queramos, sino como Tú.»

Y de esa manera, nuestra oración siempre nos permitirá conocer la buena Voluntad de Dios, que nos librará de todo aquello que pidamos de manera equivocada y dañina.

  • Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia y con fe

Debemos acercarnos a Dios en plena certidumbre de fe.

Hebreos 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

¿Cuál es “nuestra esperanza”? Es que en Jesucristo somos perdonados, perfeccionados y estamos seguros, no seremos arrebatados de Su mano

Pero esta Verdad es algo a lo que debemos aferrarnos y jamás dejara de creerlo, con una fe que no se rinde, que nunca abandona la esperanza

Aún cuando estemos viviendo realidades perturbadoras, abrumadoras, donde pareciese que no hay salida

¿Por qué no dudaremos? ¡Porque fiel es el que prometió¡ y si ya dio su vida por rescate nuestro ¡Cuánto más no nos dará lo que le pidamos¡

No olvidemos, en Jesucristo encontramos paz para con el Padre, encontramos descanso para nuestra alma y encontramos gracia y misericordia para el oportuno socorro

Conclusión

Acerquémonos Confiadamente Al Trono De La Gracia porque solamente allí encontraremos misericordia, el amor infinito de Dios que nos libra del castigo y nos ofrece ayuda

Pero también encontramos la gracia, el infinito amor de Dios que nos libra de toda culpa y condenación a causa de nuestro pecado

Entonces, lleguemos a ese trono de gracia, confiadamente, con humildad, con alegría, con sumisión y con fe.

Y nunca olvidemos, que esa libertad para presentarnos delante del Trono de gracia, es un inmenso privilegio, que solamente los creyentes tenemos

¿Por qué? Porque solamente los que hemos creído, encontramos un Sumo Sacerdote que se compadece de nuestras debilidades y nos ayuda.

 

 

 

[1]Lauersdorf, R. E. (2001). Hebreos. (R. C. Ehlke, A. J. Panning, & G. J. Albrecht, Eds.) (pp. 43–46). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.