Bienaventurados Los Que Guardan Sus Testimonios  y no solo los obedecen de manera gozosa

Sino que además, buscan la Ley de Dios con todo el corazón, mirando esa Ley como algo sumamente valioso para su vida.

¿Por qué es tan valiosa la Ley de Dios? porque por medio de ella podemos dimensionar el valor de nuestra salvación

Y al mismo tiempo encontrar una fuente segura de felicidad, porque la Ley nos muestra el camino de la santidad,

De modo, que nos retrata el pecado con todas sus consecuencias temporales y eternas, porque sabemos que la paga del pecado es ¡Muerte¡

Entonces encontramos felicidad, gozo y deleite al guardar el testimonio del Señor, al obedecer su Palabra.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la felicidad que da vivir en la Palabra de Dios, por favor visite La Felicidad De Vivir En La Palabra De Dios

Bienaventurados Los Que Guardan Sus Testimonios

La Escritura asegura que todos aquellos que obedecen la Palabra de Dios, son ¡Inmensamente felices¡

Es decir, nos da la garantía de encontrar la felicidad, nos devela la verdadera fuente de dicha para el corazón humano

De modo entonces, que podemos caminar seguros en la medida que obedecemos lo que Dios ha establecido en su Ley

¿Por qué? Porque Dios es nuestro Creador, Él nos hizo y Él conoce nuestro corazón, Él sabe lo que realmente necesitamos para vivir en este mundo perecedero

Y ¿Qué es lo que necesitamos? Necesitamos vivir conforme a la Voluntad de Aquel que nos creo para gloria de Él

Entonces, eso solamente es posible si vivimos de acuerdo a nuestra norma de vida y de fe que es la Escritura

  1. Bienaventurados los que guardan sus testimonios ¡Obedeciéndolos¡

Para ser felices no solo necesitamos conocer la Palabra de Dios, recitarla de memoria y entender lo que Dios dice

Sino que la felicidad en la vida de todo hombre es consecuencia de vivir en santidad, en obediencia a los mandamientos de su Creador.

Salmo 119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,

Y con todo el corazón le buscan;

Seremos verdaderamente felices si “guardamos sus testimonios”, es decir, si velamos porque la Ley de Dios sea algo sumamente valioso en nuestro corazón

A tal punto, que protegemos los mandamientos para ¡No perderlos¡ no dejarlos de lado cuando nos iluminen el correcto actuar

¿Por qué esa Ley da testimonio de Dios? Porque los mandamientos y estatutos descritos en la Escritura dan testimonio en cuanto a Dios mismo, su voluntad y sus promesas.

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios porque viven en rectitud

Salmo 19:8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;

 El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

Solo se puede tener una vida recta, si vivimos obedeciendo la Palabra de Dios, porque en esa obediencia hay una vida santificada

Y cuando vivimos santamente, no hay duda que habrá alegría en el corazón, porque la santidad nos aleja de toda destrucción y muerte que causa el pecado

De allí que el salmista diga con gozo, que  la rectitud de los mandamientos de Jehová trae alegría al corazón

Pero también dice que la Palabra de Dios es pura, que en ella No hay motivos ocultos sino que la Palabra es sincera, nunca engaña

Y por tanto, la pureza de la Palabra de Dios nos alumbra el camino, ilumina nuestros ojos para poder ver la senda a caminar

Entonces, vivir en la Palabra de Dios es vivir una vida de obediencia gozosa que nos llevará siempre a una vida de rectitud llegando a ser ¡Bienaventurados¡

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios porque viven en la Verdad

Salmo 19:9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;

 Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

En la medida que la Palabra de Dios es comprendida, es iluminada ante nuestros ojos, en esa medida podemos contemplar al glorioso Dios que tenemos

Pero no solo eso, sino que la Palabra de Dios también nos muestra nuestra pecaminosidad, nos deja ver la miseria de nuestro corazón

Y al contemplar al glorioso Dios y la pequeñez nuestra, lo menos que podemos sentir es un maravilloso asombro

¿Asombro de qué? Nos asombramos al ver tan grande Dios pensando en una criatura tan pequeña y amándola a tal punto, que entrega a su propio Hijo para salvación nuestra

Y al comprender esa maravillosa Verdad, nuestro corazón no solo se asombra, sino que también se inunda del temor de Jehová

Pero este temor no es miedo de Dios, sino la expresión de un profundo amor y gratitud a Él, por tan grande misericordia a nuestra vida, y este temor ¡Permanece para siempre¡

Además, la Escritura nos dice que “Los juicios de Jehová son Verdad” y esto significa que las decisiones del Señor son siempre justas y correctas.

Por tanto, podemos estar seguros que la Palabra revelada de Dios es ¡Confiable¡ porque es una Verdad que ha sido probada y encontrada verdadera.

De modo que somos inmensamente felices cuando vivimos en la Palabra de Dios, cuando aceptamos su Voluntad y nos sometemos a ella.

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios y se deleitan en ellos

Salmo 19:10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;

 Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

Si anhelamos ser felices, no podemos pensar solamente en obedecer los mandamientos de Dios porque así debe ser,

Sino que esa obediencia debe ser gozosa, lo que solamente es posible si aprendemos a deleitarnos en la Palabra de Dios, si es deseable para nosotros

Esto significa, que leemos, meditamos y estudiamos la Palabra de Dios con el anhelo de conocer más de Dios, conocer Su Persona y Su obra en nosotros,

Y cuando lo vamos comprendiendo, nos llenamos de asombro, de gratitud y adoración, al tal punto que ¡No podemos alejarnos de la Palabra¡

Vivifícame según tu Palabra

Es entonces cuando somos realmente bienaventurados, somos felices porque entendemos nuestro propósito en la vida y conocemos la meta final.

Por tanto, empapémonos de la Palabra de Dios porque hay una gran ganancia en guardarla, obtenemos provecho en obedecerla.

  1. Bienaventurados los que guardan sus testimonios porque adquieren discernimiento.

Guardar la Palabra trae grandes beneficios para la vida del creyente, y uno de ellos es que nos permite tener discernimiento en la toma de nuestras decisiones,

Y por el contrario, las consecuencias de no guardar la Palabra de Dios son graves,

Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.

Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio;

Y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

¿Por qué le falto conocimiento al pueblo de Dios? porque desecho la Palabra de Dios, la menosprecio, no la tomo en cuenta

Y si perdemos la Palabra nos salimos del camino, nos volemos carnales y necios, y las consecuencias serán fatales ¡Seremos destruidos¡

¿Por qué? Porque la Palabra es nuestra guía y nos da propósito, le da sentido a nuestra existencia, nos da dirección

Salmo 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra,

 Y lumbrera a mi camino.

No guardar la Palabra es perder la comunión con Dios y con la iglesia, porque vamos a cambiar la Verdad por la mentira,

Y perderemos el verdadero propósito en todas las áreas de nuestra vida, trabajo, matrimonio, familia, ministerio.

Por tanto, habremos fracasado en todo, seremos despreciados por Dios por haber menospreciado Su Voluntad expresa

Más aún, pondremos en peligro a la nueva generación, porque ellos tampoco tomaran en cuenta a Dios, perfeccionando el camino de pecado

  • ¿Quiénes son los que guardan sus testimonios?

Salmo 119: 2…. Y con todo el corazón le buscan;

Dios nos manda a buscar Su presencia, a escuchar su Palabra en medio de un mundo agitado, lleno de afanes y distractores

Pero debemos aprender a luchar por el tiempo que es de Dios, de manera que nos enfoquemos en lo que es verdaderamente bueno para la vida

Y nada es mejor, que tener el privilegio de ser edificados en la Palabra de Dios, en identificar la Voluntad de Dios y vivir en ella

Entonces, buscar y consultar a Dios debe ser una prioridad en nuestra vida, teniendo tiempo de oración, de comunión y meditación

Porque solamente así, podremos guardar los testimonios divinos, conociéndolos para poder obedecerlos.

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios y lo buscan

Salmo 63:1 Dios, Dios mío eres tú;

 De madrugada te buscaré;

 Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,

 En tierra seca y árida donde no hay aguas,

Cuán hermoso es llegar a Dios con la expresión ¡Tú eres mi Dios¡ y buscarle intensamente, anhelándole con todo nuestro ser

A tal punto que, esa búsqueda anhelante se asemeja a la necesidad primaria del agua, de sentir sed por la presencia de Dios

Y una búsqueda de madrugada porque hay una necesidad más importante que seguir durmiendo

Porque necesitamos de la presencia del Señor, de la comunión con Él antes que empiece el día con todas sus luchas y tentaciones

Porque solamente en nuestro Dios encontramos la fortaleza, el discernimiento, la confianza de empezar un nuevo día dentro de la bendición divina

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios y No tuercen el camino

Debemos saber que solamente los que andan en los caminos perfectos del Señor, guardan su Palabra y le buscan, son los únicos que No hacen iniquidad y no tuercen el camino

Salmo 119:3 Pues no hacen iniquidad

Los que andan en sus caminos.

Esto No quiere decir que los cristianos no cometamos pecado o que no hagamos nada malo, porque sabemos que aún tenemos una naturaleza caída

Pero si es Verdad que los cristianos No hacemos iniquidad, que es un tipo de pecado que incluye una decisión consciente de herir a alguien más o rebelarse contra la ley de Dios.

Y los hijos de Dios jamás nos revelamos contra la Ley de Dios, no torcemos la Palabra y cuando obramos mal, el Espíritu Santo nos mueve al arrepentimiento

Por tanto, hay una bienaventuranza al caminar los caminos del Señor, y en la lucha consciente por caminar en rectitud, en obediencia a la Palabra

Y es aquí donde nuestro Señor enseña el gran principio, de que la permanencia en su Palabra es la única prueba auténtica y segura del verdadero creyente

Porque ¡Si no hay permanencia no hay gracia! ¡Si no hay permanencia en su palabra, no hay una fe y una conversión genuinas![1]

Entonces, el que practica el pecado es aquel que no ha nacido de Dios, y no tiene a Cristo morando en él por medio del Espíritu Santo,

Por tanto, la verdadera libertad del pecado es la verdadera libertad de andar en el único Camino que nos hace verdaderamente felices

  1. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y le glorifican

Dios ordena que obedezcamos sus mandamientos

Salmo 119:4 Tú encargaste

Que sean muy guardados tus mandamientos.

¿Qué ordeno Dios? “Que sean muy guardados sus mandamientos” ¿Para qué? Para darle gloria a Dios y al hacerlo Él nos bendice.

Y esa bendición es palpable en nuestra vida, porque nos lleva a caminar en rectitud, en santidad, librándonos de la muerte y destrucción del pecado

Entonces ¿Por qué necesitamos guardar la Palabra? Porque satanás distorsiona la Palabra de Dios, así como lo hizo desde el principio con Adán y Eva,

Debemos entender que Dios No dio Su palabra como sugerencias o como una opción más o como una forma opcional de hacer las cosas,

Sino que Dios por medio de Su Palabra nos dice cómo hacer las cosas de manera que nos vaya bien y seamos prosperados,

De modo, que si no obedecemos lo que Dios nos instruye, sin lugar a dudas, nuestra vida es un desastre,

Mientras que aquellos que obedecen, son bendecidos, y viven una vida feliz

  • La felicidad depende de guardar Su Ley,

En el corazón del cristiano genuino, debe haber un deseo fuerte de vivir en los mandamientos de Dios.

Porque ese es un deseo santo en el corazón, que anhela tener vida ordenada, una conducta correcta y una mejor obediencia

Salmo 119:5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos

Para guardar tus estatutos!

El uso de la aclamación “Ojalá” es tomado como sinónimo de la expresión “Quiera Dios”, que expresa el fuerte deseo de que se cumpla ese anhelo de un camino ordenado.

Salmo 119:6 Entonces no sería yo avergonzado,

 Cuando atendiese a todos tus mandamientos.

El vocablo “Avergonzado”  tiene la condición o sentimiento de sentirse inútil o inferior, alguien alejado de Dios, que ve con desagrado su Ley

Entonces, al igual que el salmista, nosotros debemos clamar para que la gracia del Señor nos permita deleitarnos en su Palabra y vivirla de manera gozosa

Para que así, podamos ser hombres y mujeres diferentes, que gozan de la bendición de los justos, del favor de Dios

Y que el Señor nos libre de caer en momentos de insolente rebelión, que veamos la obediencia como algo negativo, pretendiendo hacer nuestra voluntad y no la de Dios

De modo que no caigamos en miedo, pavor, confusión y vergüenza, perdiendo el buen camino y el gozo

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios y conocen el gozo de la obediencia

Salmo 119:7 Te alabaré con rectitud de corazón

Cuando aprendiere tus justos juicios.

Seremos bienaventurados cuando hayamos aprendido a vivir de manera gozosa en las normas éticas de la Palabra

Cuando entendamos claramente nuestros deberes para con Dios, porque Él, como Juez sabio, los ha dado para asegurar justicia entre los seres humanos.

Bienaventurados los que guardan sus testimonios

Y esas normas de rectitud que Dios nos da en su Palabra, nos permiten conocer y  respetar los derechos de nuestro prójimo.

Por todo ello, al igual que el salmista, alabaremos al Señor, reconociendo Quien es El y quién soy Yo, Él es el Señor, Él es mi Salvador,

¿Dónde aprendemos a conocer a Dios? Leyendo la biblia, asistiendo a los cultos, congregándonos en una iglesia que enseña la sana doctrina.

  • Bienaventurados los que guardan sus testimonios y oran en dependencia del Señor

Salmo 119:8 Tus estatutos guardaré;

No me dejes enteramente.

El salmista reconoce su incapacidad de obedecer, por eso recurre al Señor para que le ayude, y ora diciendo ¡Sin ti no puedo obedecer¡

Entonces, oremos para contar con la ayuda oportuna del Señor, con el poder del Espíritu Santo para vivir conforme a la Palabra

Pero también, tomemos la decisión consciente de ¡Guardar los estatutos de Dios¡ y vivir en ellos de manera ¡Gozosa¡ deleitándonos en la Ley de Dios

Conclusión.

Bienaventurados los que guardan su testimonio porque solamente así podremos tener una vida de bendición

Entendiendo que la Palabra de Dios es toda suficiente para conducirnos en una vida de felicidad y gozo permanente ¡Si la obedecemos¡

Ojala y entonces nos enfrentemos al desafío de ser hallados entre los bienaventurados, que se deleitan en el testimonio de la Escritura

Y que dependemos de Dios para que Él nos ayude en esa vida de obediencia, orando y congregándonos con fidelidad

Pero también, decidamos en nuestro corazón obedecer la Palabra de Dios, porque ¡Siempre es una bendición¡

 

 

[1] Ryle, J. C. (2004–2005). Meditaciones sobre los Evangelios: Juan. (E. F. Sanz, Ed., D. C. Williams, Trad.) (Vol. 2, p. 132). Moral de Calatrava, España: Editorial Peregrino.