Clamare Al Dios Que Me Favorece, tal como nos lo enseña el Salmo 57, donde el salmista, en un peligro grave, ejerce su fe en Dios y le alaba por su respuesta.

Pero nos es necesario comprender el contexto de este Salmo para poder dimensionar el favor de Dios extendido a un creyente de fe firme

1 Samuel 22:1-3 Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam;(A)

Y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él.

Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado y todos los que se hallaban en amargura de espíritu,

Y fue hecho jefe de ellos; Y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.

David huía del rey Saúl, que le buscaba para matarle, y en medio de su dolor y aflicción fue acompañado por ¡Cuatrocientos hombres¡

Pero estos hombres que llegaron a ser fieles seguidores de David poseían características que fácilmente nos identifican a nosotros

Como por ejemplo, todos esos hombres eran deudores, pobres, que no tenían dinero para pagar sus deudas

¡Tal como lo éramos nosotros¡ con una deuda infinita hacia Dios, imposible de pagar y muy necesitados de misericordia

Además, estos hombres, eran gente que sufría mucho y que ya no quería seguir viviendo, con almas insatisfechas, sedientas, incapaces de contentarse

Por tanto, la cueva de Adulán acoge a personas sin esperanza, que describe fácilmente a los seguidores de Jesús en Galilea.

Es así, entonces, que ante una realidad tan dura, podemos decir ¡Clamaré al Dios que me favorece¡ porque Él me oirá.

Si usted desea profundizar un poco más, sobre la respuesta de Dios ante nuestro clamor, por favor visite Desfallece Mi Alma Por Tu Salvación¡!

Clamare Al Dios Que Me Favorece

Este Salmo nos enseña a tener un alma confiada en medio de enemigos y peligros.

Salmo 57:1 Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;

Porque en ti ha confiado mi alma,

Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.

David clama misericordia al Señor, al saberse injustamente persiguiendo a muerte por Saúl

Y ante esta reacción de David, vale la pena preguntarnos, ¿Y si yo fuera el perseguido,  Cómo reaccionaría ante la injusticia?

¿Cómo respondo cuando los demás solo se aprovechan de mí? ¿Cómo reacciono con aquellos que me persiguen para destruirme?

La forma en que respondemos a tales circunstancias, indica sí creemos o no que Dios algún día reivindicará a los justos.

Es decir, nuestra respuesta ante la vivencia de situaciones de sufrimiento e injusticia, nos indican qué tanto conocemos la bondad de Dios

  1. Clamare Al Dios Que Me Favorece

Debemos saber, que en nuestra humanidad podemos responder de diferentes formas a la injusticia que podamos llegar a vivir

Entonces, ¿Cómo sería una reacción en base al hombre viejo?

Lo más seguro es, que en medio de injusticias estemos prestos a perder el control y dar “rienda suelta” a nuestra alma

También, podemos llegar a reaccionar con ira y creer que podemos tomar nuestra propia venganza, creyéndonos más justos que nuestro enemigo

O podemos pensar que las circunstancias justifican nuestro actuar con maldad, de modo que  “Yo como bueno soy bueno, pero como malo soy malo”.

Sin embargo, es aquí donde aprendemos de David, cómo reacciona un hombre de fe, y cómo debemos dar espacio a Dios en nuestra realidad,

Romanos 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;

Porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Tener en mente la Palabra de Dios es urgente en situaciones difíciles, sobre todo cuando estemos viviendo injusticias

Porque esto, no solo traerá paz a nuestra alma, sino también, nos permitirá descansar en la justicia perfecta del Señor

  • Clamare Al Dios Que Me Favorece ¡Una reacción de fe¡

David está en una cueva, pero él sabe que la cueva no lo protegerá, sino que su verdadero y único protector es Dios.

Y David también sabe que esa cueva no lo esconderá, pero Dios sí, que le puede hacer invisible ante el enemigo

Salmo 57:1Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;

Porque en ti ha confiado mi alma,

Cuando David clama por “Misericordia” él se encuentra clamando por Compasión, por un favor inmerecido de Dios.

Y aunque no merecemos la misericordia divina, debemos de saber que Dios es grande en misericordia para con sus hijos.

También es necesario que identifiquemos la repetición de “Ten misericordia de mí” que pronuncia David

Porque al clamar dos veces por misericordia, David nos deja ver la urgencia de la oración, cuán grande es su necesidad.

Entonces, necesitamos tener presente que, en cualquier situación que el creyente este viviendo, él puede clamar por la misericordia de Dios.

Y tener la certeza, que ese favor inmerecido del Señor ¡Llegará¡ y seremos rescatados, protegidos, guardados, preservados, sostenidos por el poder del Omnipotente.

  • Clamare Al Dios Que Me Favorece ¡Un clamor de esperanza¡

Salmo 57:1…Porque en ti ha confiado mi alma,

David no dijo esto para ganarse la misericordia de Dios porque la misericordia ¡No se puede ganar¡

Sino que David se expresa de esa manera para decirle a Dios que Él era su única esperanza

Esto significa que la aflicción debe llevarnos a tener un alma confiada en Dios y nada más en Él porque no hay nada más en lo que poder confiar

Salmo 57:1…Y en la sombra de tus alas me ampararé

 Hasta que pasen los quebrantos.

La expresión “En la sombra de tus alas me amparare” nos deja ver la figura de una mamá gallina que es refugio y protección para sus pollitos,

Y es esto mismo lo dijo el Señor referente a Jerusalén,

Mateo 23:37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!

¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!

No hay protección mayor y más segura para los creyentes, que encontrarse bajo las alas protectoras de Dios

Y es esa protección la que el Señor nos ofrece, pero el corazón duro de los hombres la rechaza ¿Por qué?

Porque los seres humanos creemos que en nuestras fuerzas, en nuestra sabiduría, o en nuestros propios medios ¡Todo lo podemos¡

Clamare al Dios que me favorece

Pero no es así, los seres humanos somos débiles, impotentes, insensatos, con almas necias y obstinadas, que nos acarrean mayor dolor

Por tanto, si somos hijos de Dios, aprendamos de David y clamemos al Señor y refugiémonos en Él

Porque en Cristo está nuestro lugar seguro, nuestra esperanza y nuestra justicia.

  1. Clamare Al Dios Que Me Favorece ¡Y defiende¡

David no toma venganza sobre Saúl cuando la situación se presenta.

1 Samuel 24:4-6 Entonces los hombres de David le dijeron:

He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere.

Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl.

Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl.

Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él;

Porque es el ungido de Jehová.

Serán muchas las ocasiones que se nos presentaran y parecerá que son dadas por el Señor, para llevarnos a tomar la justicia en nuestras manos

¡Pero no es así¡ la justicia es del Señor, a Él corresponde la venganza y a nosotros corresponde el tener temor de Dios

¿Por qué? Porque solo con el temor reverente al Señor podremos contar con la sabiduría necesaria para discernir en situaciones complejas

Y al igual que David, podremos  exclamar ¡El Señor nos guarde del mal proceder¡ reconociendo lo engañoso del corazón.

  • Clamare Al Dios Que Me Favorece ¡Y me cuida¡

Salmo 57:2 Clamaré al Dios Altísimo,

Al Dios que me favorece.

¿A quién clama el salmista? No hay duda que David conocía a Dios en muchos de sus maravillosos atributos

Es así, que David clama a Elohim, el Dios Trino, a Elyon, el Dios Altísimo, a Él, el Dios Todopoderoso

De modo que el salmista sabía muy bien Quién es Dios y clama a Él para solicitar su ayuda.

¿Cuál es la razón por la cual nosotros clamamos a Dios? Clamamos porque Él nos favorece, nos cuida y cumple Su propósito en cada uno de sus hijos

Y debemos tener la plena certeza que Dios siempre nos ha de favorecer con su gracia y misericordia,

Por tanto, aunque la batalla es real y el peligro se siente, aprendamos a confiar, a esperar el obrar de Dios, porque Él pondrá fin a toda injusticia.

  1. Clamare Al Dios Que Me Favorece ¿De qué forma me favorece?

Salmo 57:3 El enviará desde los cielos, y me salvará

 De la infamia del que me acosa; Selah

 Dios enviará su misericordia y su verdad.

El Señor nos favorece enviando Su Misericordia, ese Amor constante de Dios que siempre le lleva a intervenir en nuestra realidad.

¿Qué es la misericordia de Dios? En general, es posible identificar tres significados fundamentales: «fuerza», «constancia» y «amor».

Esto significa que la Misericordia de Dios refleja la fuerza del Todopoderoso capaz de convertir toda realidad

Pero también esa Misericordia habla de la constancia de Dios, de Su firmeza y perseverancia, de una compasión constante hacia sus hijos

Y finalmente, la Misericordia nos deja ver el amor de Dios, ese amor intencional y activo que no nos deja perecer.

Por tano, clamemos al Señor por misericordia, porque es a través de ese regalo inmerecido, que Dios siempre nos favorece

  • Clamare Al Dios Que Me Favorece ¡Y le alabaré¡

Salmo 57:4 Mi vida está entre leones;

 Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;

 Sus dientes son lanzas y saetas,

 Y su lengua espada aguda.

David declara su triste y dolorosa realidad al Señor, con la certeza que Él le ayudará y la cambiara

¿Cómo se encuentra David? El salmista describe su realidad como una tragedia, en la que él se encuentra en medio de leones, rodeado de gente rapaz.

Y esa gente tiene dientes que son lanzas y flechas; su lengua, una espada afilada, de modo que dañan con las palabras, destruyen y humillan, atemorizan y hunden

Entonces ¿Qué hace David en medio del peligro? ¡Alaba a Dios¡

Salmo 57:5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;

 Sobre toda la tierra sea tu gloria.

David quiere que Dios sea exaltado sin importar sus propias circunstancias personales, porque Dios siempre es Dios

Por tanto, sin importar lo que estemos viviendo, debemos aprender a confiar en Dios y alabarle incluso en las dificultades.

Porque será allí, en medio de la injusticia y el sufrimiento, donde Dios será glorificado, donde Él manifestara Su poder y grandeza

Y lo nuestro es ¡Confiar¡ mantener la esperanza firme, no desmayar ni dudar, sino que dejar que Dios sea Dios en medio de nuestras circunstancias.

  • Clamare Al Dios Que Me Favorece ¡Sin importar las circunstancias¡

Salmo 57:6  Red han armado a mis pasos;

 Se ha abatido mi alma;

 Hoyo han cavado delante de mí;

 En medio de él han caído ellos mismos. Selah

Cuando aprendemos a confiar en Dios, en Su actuar y en Su soberanía, podremos ver, de manera asombrosa, nuestra propia defensa

Y así como David, veremos que a nuestros pies preparan nuestros enemigos la red para tronchar nuestra vida, les veremos excavar una fosa en nuestro propio camino,

Pero también veremos cómo esos enemigos caen en las mismas trampas que preparan para nosotros.

Y entonces vendrá nuestro “Selah”, vendrá ese tiempo de paz, de quietud, de reposo que nos llevará a la exaltación del Todopoderoso.

  1. Clamare Al Dios Que Me Favorece y me da la victoria

Salmo 57:7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;

 Cantaré, y trovaré salmos.

Sin importar las circunstancias, lo angustiada que pueda estar el alma, que al igual que David, podamos decir ¡Firme está, oh Dios, mi corazón¡

Y en esa firmeza de corazón, levantemos alabanza al Señor, cantemos salmos y demos gloria al que todo lo puede.

Por tanto, conociendo al Señor en su profundo amor y misericordia a nuestra vida, luchemos por mantenernos firmes en la fe.

1 Corintios 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes,

Creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Conociendo el carácter santo y bueno de Dios, debemos no solo mantenernos firme en nuestra esperanza

Sino que también debemos expresar un compromiso con la obra del Señor, creciendo en el servicio y entrega para con la iglesia

Porque no hemos sido llamados para estar quietos viviendo del amor de Dios, sino a expresar nuestro amor a Él por medio del servicio, tal como Cristo nos lo modelo.

  • Clamare Al Dios Que Me Favorece y ¡Le alabaré¡

Salmo 57:8-11 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;

 Me levantaré de mañana.

Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;

 Cantaré de ti entre las naciones.

Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,

 Y hasta las nubes tu verdad.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;

 Sobre toda la tierra sea tu gloria.

En este hermoso Salmo hemos de aprender alabar al Señor, sin importar lo que vivamos, si estamos bien o no, si hay abundancia o escasez, enfermedad o salud

Porque independientemente de cuáles sean nuestras circunstancias, lo cierto es que siempre habrá motivos de alabanza al Señor

Clamare al Dios que me favorece

Y así como David está aquí alabando a Dios por su liberación, por ser Su salvador y vindicador y por enviarle bondad y verdad.

Así también cada uno de nosotros, tenemos los mismos motivos de David para alabar a Dios ¡Siempre¡ a cada momento

Y para ello solo es necesario apartar nuestros ojos de lo terrenal y perecedero, de una realidad dura pero que pronto terminara

Pues la Escritura dice que todas nuestras tribulaciones son leves y pasajeras, y por tanto, podemos poner nuestros ojos de Cristo

Y elevar alabanza a Dios, exaltar Su Verdad, cantar entre las naciones ¡Cuán grande y bueno es nuestro Dios¡