El Dominio Propio ¡Una Responsabilidad Cristiana! Delante de Dios y para con nuestro prójimo.

Debemos saber que ejercitar el dominio propio siempre ha de ser agradable delante de Dios y es algo que nos bendice a todos.

de manera, que ejercitar esta maravillosa cualidad del fruto del Espíritu ha de ser una meta en la vida cristiana.

Si usted desea profundizar un poco más sobre las metas y propósitos de todo creyente, puede visitar Metas Y Propósitos Para La Vida Cristiana

  • La falta de dominio propio:

La falta de dominio es un mal de nuestra sociedad, y es una carencia que  vemos cada día en la calle, en la casa, en nuestro entorno

Por ejemplo, encontramos personas comiendo compulsivamente, personas que explotan y asesinaron porque se airaron,

Podemos apreciar que la mayoría de accidentes de tránsito se deben al exceso de velocidad trayendo muchas muertes,

Y no se diga de hombres y mujeres esclavos de la pornografía, del alcohol, de las drogas, un espantoso vicio al que no pueden decir ¡No¡

Luego encontramos a los murmuradores haciendo y deshaciendo a través de las redes sociales, que no pueden contener ni sus pensamientos ni sus palabras

Vemos compradores compulsivos, y otros que constantemente pasan haciendo planes y nunca los alcanzan.

Y todo ello lo podemos ver y vivir, por una sencilla razón ¡No tenemos dominio propio¡¡

  • ¿A quién afecta la falta de dominio propio?

Este es un ejercicio que si no lo practicamos afecta nuestra forma de hablar, desbocándonos con topo tipo de palabrerías y maledicencias

También afecta nuestra salud, pues por falta de dominio comemos cualquier cosa, sano o chatarra, no tomamos el descanso debido, ocho horas, y tampoco nos ejercitamos.

Afecta nuestras finanzas pues no hay control en la forma que gastamos nuestro dinero, y caemos en el tremendo mal de convertirnos en compradores compulsivos.

Y peor aún, la falta de dominio propio afecta nuestra comunión con Dios, pues nos quita la determinación y nos falta la oración, escasea la lectura y meditación de la Palabra.

Nos lleva a caer en una ira descontrolada con frutos espantosos como el homicidio, el feminicidio, y una serie de crímenes por intolerancia.

En resumen, podemos decir que la carencia o abundancia de esta hermosa virtud, determina el éxito en la vida cristiana.

  • ¿Qué es el dominio propio?

Es la capacidad de controlar los deseos pecaminosos de uno mismo, de auto refrenarse, gobernase y regular cada área de nuestra vida

Pero toda esa regulación se hace de acuerdo a la Palabra de Dios y bajo el poder del Espíritu Santo,

De manera que el dominio propio es un Control interno del corazón que se manifiesta externamente.

Es el control de lo que uno piensa y hace, nos permite ser sensatos y equilibrados, de manera que todo lo que se vive se interpreta de acuerdo a la Palabra de Dios.

  • ¿Cómo obtengo dominio propio?

Solamente al estar en Cristo es posible tener dominio propio, por la gracia impartida por medio del nuevo nacimiento,

Es decir que, solamente un hombre nuevo, al cual se le ha dado una nueva naturaleza, tiene el poder de negarse al pecado, gobernándose a sí mismo

2 Corintios 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Partiendo de esta gran Verdad, podemos decir que el dominio propio solo es posible obtenerlo en la gracia y misericordia divinas.

  • El dominio propio es fruto del Espíritu

Gálatas 5:22-23  Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

(BAD)  humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.

La ausencia o presencia del dominio propio es determinante en nuestra vida cristiana para poder glorificar a Dios.

El dominio propio un fruto del Espíritu

Y esa gloria podrá ser dada cuando se manifieste en nosotros el fruto del Espíritu, que es una consecuencia natural de vivir en obediencia a la Palabra de Dios.

Una obediencia que nos permitirá fructificar en esta necesaria virtud, en la medida que nuestro entendimiento es renovado

  • ¿Porque es necesario el Dominio Propio?

Por qué constantemente estamos en una lucha entre hacer lo agradable a Dios o pecar, y esa lucha proviene del corazón,

Porque hay un aliado del pecado dentro de nosotros que es, el remanente de la naturaleza caída que se opone hacer la perfecta Voluntad de Dios

El dominio propio ¡Una responsabilidad cristiana¡

Tener un control adecuado de nuestra persona, de nuestro carácter y acciones, no es cuestión de terceros,

Es decir, cada uno de nosotros es responsable de su propio actuar, y no podemos justificarnos ni culpar a otros por nuestras fallas de carácter

Texto de referencia.

Proverbios 25:28  Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.

 (DHH L* 2002*)  Como ciudad sin muralla y expuesta al peligro, así es quien no sabe dominar sus impulsos.[r]

(BLS)  Quien no controla su carácter es como una ciudad sin protección.

La defensa de una ciudad en los tiempos antiguos,  no era un asunto que simplemente le agregaba una cuota adicional de seguridad a sus habitantes.

Sino que, era una cuestión de vida o muerte, tal como se ve en los tiempos del rey Salomón, que de manera certera amurallaba la ciudad

Pues, según la práctica de la época, las batallas y guerras entre los pueblos frecuentemente incluían el subyugar a las poblaciones mediante el saqueo de sus ciudades.

Porque era en esas ciudades donde se encontraban los centros de administración, comercio y distribución de alimentos.

Y los pobladores de la zona, sabían también que podían encontrar en las ciudades protegidas, el socorro y la seguridad que necesitaban frente a la llegada de un enemigo.

  • ¿Cómo era una ciudad amurallada?

Típicamente una ciudad estaba rodeada de un muro. Los muros muchas veces tenían hasta siete metros de ancho y diez metros de altura.

En la base del muro, se colocaban terraplenes inclinados, rellenos con pedregullo para dificultar los intentos de escalarlos.

El terraplén, en algunos casos, terminaba en una fosa que imposibilitaba el cruce de los ejércitos que buscaban acercarse hasta los muros.

Las ciudades tenían pocas entradas y estas estaban construidas con elaborados diseños que impedían el paso de grandes cantidades de personas a la vez.

Sobre los muros existían aberturas desde las cuales el ejército defensor podía herir a los atacantes con flechas y otros misiles.

También, los muros contenían torres donde se concentraban mayor cantidad de soldados para la defensa de puntos estratégicos.

Algunos historiadores afirman que una ciudad construida de esta manera podía, en ocasiones, resistirse durante años a un estado de sitio.

  • ¿Cuál era el propósito de esta defensa?

El interés de ese tipo de construcción era evitar que el ejército atacante entrara en la ciudad y arrasara con todo lo que pudiera encontrar en el camino.

Y es por eso que una vez tomada una ciudad, sus edificios eran destruidos, sus habitantes eran tomados prisioneros

Y sus pertenencias pasaban a ser parte del botín de guerra del ejército conquistador y de esa manera la ciudad dejaba de tener utilidad alguna.

¡Así, dice el autor de Proverbios, que es el hombre que carece de dominio propio¡

Veamos como nuestra vida se convierte en una ciudad sin muros, cuando perdemos el autocontrol:

  1. La persona que no sabe callarse.

Vive rodeada de pleitos y controversias, y se enreda en todo tipo de dificultades, porque no sabe guardar silencio en el momento oportuno.

  1. El hombre o la mujer, que no saben decir ¡No¡

Piense en la persona que no sabe decirle que no a los pedidos que otros le hacen o le imponen.

Esta persona pierde el control de su propia vida y se pasa el tiempo tratando de satisfacer las demandas de todos los que se le cruzan por el camino.

  1. Las personas comelonas

Piense en la persona que no sabe disciplinarse en la comida, que come por ansiedad o por glotonería.

Esta es una persona que pierde su buen estado de salud y comienza a adquirir un sobre peso, sufriendo todas las complicaciones propias de la obesidad.

  1. Los que se rinden al placer:

Piense en la persona que no puede resistirse a las seductoras invitaciones del pecado, sin importar su naturaleza

Esta es una persona que pierde su santidad y se hunde en todo tipo de prácticas que debilitan profundamente su vida espiritual.[1]

  • ¿Cómo crezco en el dominio propio?

Hemos dicho anteriormente, que el auto gobernarse es una característica del fruto del Espíritu Santo

Templanza un fruto del Espíritu

Y de esa manera, no es algo que podamos crear por nosotros mismo, sino que se produce de nuestra comunión con el Señor y la obediencia a su Palabra

Así que, la única forma de obtener dominio propio y desarrollar la capacidad, solo es posible de la siguiente manera:

  1. Tener a Cristo en el Corazón como Señor y Salvador,

Este es un hecho que tampoco está en nuestras manos lograrlo, porque el nuevo nacimiento se recibe por gracia,

Y me faculta para tener dominio sobre el pecado, sobre la impaciencia, sobre la ira, sobre lo que mis ojos ven. (Gálatas 5:16. Efesios 5:18. Romanos 8:13)

  1. Temer a Dios

Es un deber cristiano glorificar a Dios por medio del ejercicio del dominio propio, y como deber, nace de mi comunión con el Señor

Solamente el temor de Dios en nuestro corazón nos hace actuar de manera tal, que damos testimonio de una vida nueva y transformada.

De una vida que es cada vez más agradable delante de Dios, y delante de mi prójimo.

  1. Conocer nuestro pecado 

En el siguiente texto Bíblico Pablo nos da instrucciones claras de cómo lograr el gobierno de nuestra persona:

1 Corintios 9:25-27  Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,

 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

Es claro que la causa de perder nuestro dominio personal, jamás serán las circunstancias ni las demás personas,

Si no, mi propio corazón¡ de manera que será, golpeando nuestro propio cuerpo, y sometiéndolo a servidumbre del Señor,

Que lograremos tener dominio sobre la volatilidad de nuestro carácter, la ligereza de nuestras palabras y lo voluble de nuestro ánimo

  • Consejos para ejercitar el dominio propio:

De la Palabra que el apóstol Pablo nos da, aprendemos lo siguiente:

  1. Enfoquémonos:

Necesitamos mantener el enfoque para llegar a la meta ¿Cuál meta? Ser cristianos que glorifiquen a Dios por medio de su estilo de vida

De manera entonces que  ¡NO SE DESENFOQUE¡ no justifique su falta de dominio, ni crea que es de humanos perder el control

  1. Forme hábitos:

Ejercite las disciplinas cristianas de Oración, lectura y meditación de la Palabra.

  1. Controle su mente:

Debemos aprender a controlar lo que dejamos entrar a nuestra mente, y para ello, vale la pena preguntarnos:

¿Esos pensamientos que tengo, están de acuerdo a la Palabra de Dios, son puros, amables, honestos, de  buen nombre?

  1. Controle sus sentidos:

Cuidar los ojos, los oídos, lo que vemos y oímos redes sociales, guardarnos de conversaciones mundanas.

  1. Guardar el corazón:

Controlar emociones, amargura, ira compulsiva, pero para eso debes  hacer un análisis interno, identificar que te lleva a actuar de una manera equivocada.

  1. Controlar tu tiempo

Para practicar este concejo es preciso hacer una lista de todas las actividades del día y ponerlas en orden de prioridades SIN desplazar el tiempo de Dios.

  1. Controlar las finanzas:

Entendamos que si es posible vivir sin internet pero que No se puede vivir sin el Señor¡

Es decir, cuidémonos de no llevar un estilo de vida superior a nuestros ingresos, deseando tener todo lo que el mundo material ofrece,

Sino más bien, ocupémonos de tener lo que es verdaderamente valioso para nuestra vida presente y futura: el gozo que una vida nueva y eterna que solo Cristo nos da.

  1. Controla tu lengua:

Cuidemos de no pronunciar palabras violentas, ofensivas, insultos, mentiras, chistes obscenos, criticas, calumnias.

  1. Controla tus relaciones:

Tengamos cuidado de las personas que nos rodeamos, mira bien con quien te juntas, a quiénes llamas “amigos”

Conclusión.

Tener dominio propio es saber tomar las medidas necesarias para cuidar y proteger los recursos que hemos recibido del Señor.

Es poseer la disciplina para resistirse a los impulsos naturales de la carne.

Es una decisión que, en el momento parece innecesaria, pero que produce un fruto precioso en el futuro.

Cómo tener dominio propio

Todo líder cristiano debe estar ejercitado en el dominio propio, sin olvidar, que todos somos líderes, empezando por nuestra casa!

 

 

[1]Shaw, C. (2005). Alza tus ojos. San José, Costa Rica, Centroamérica: Desarrollo Cristiano Internacional.