El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación!! Del lodo cenagoso, llevándome a una feliz liberación,

Y este increíble hecho es el que lleva a David, a escribir un cantico por la liberación divina, que encontramos en el Salmo 40

Donde el salmista nos muestra primeramente la condición del pecador o del creyente en su pecado, clamando con fe al Señor para ser liberado,

Y luego el salmista nos enseña que ante nuestro clamor, Dios se mueve a misericordia manifestando su poder salvador y dando seguridad a los que son suyos

Para luego ver el resultado de esa salvación ¡Hay en el salmista un cantico nuevo¡ y un testimonio de vida transformada

Donde ese testimonio de una vida nueva, nos ha de llevar a influir santamente sobre los que aun no conocen al Señor.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la obra del Señor en sus hijos, por favor visite Beneficios De Temer Al Señor.

Texto referencia.

Salmo 40:1-4  Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;

Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.

Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.

Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,

 Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

David comienza describiendo cuál ha de ser la posición de un creyente cuando se encuentra sumido en la desesperación: Esperar con paciencia

Y ¿Qué se ha de esperar? Cuando clamamos por el favor divino, debemos quedarnos quietos, esperando el obrar de Dios

Porque solamente así podremos contemplar la maravillosa salvación del Señor, que no solo hace referencia a salvación de vida eterna

Sino que también, esa salvación se manifiesta en nuestro diario vivir, cada vez que el Señor interviene en nuestra realidad humana

¡!El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación!!

La fe genuina de David es algo que se manifiesta de manera admirable a lo largo del Salmo,

Y de manera especial, nos deja ver cómo esa fe, lleva a este hombre, a esperar en Dios su liberación.

Salmo 40:1 Pacientemente esperé a Jehová,

Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

¡Pacientemente espere¡ nos indica que David se mantuvo “Con suma ansia” aguardando al Señor, hasta que por fin Él inclinó sus oídos al clamor,

Entonces, el hecho de que David “esperó pacientemente en Jehová” nos revela dos cosas:

Primero:

Nos enseña que David sabía que él era incapaz de liberarse a sí mismo, que no importaba cuantas obras él hubiese hecho,

Porque las obras propias no nos otorgan poder ni autoridad en nosotros mismos, para alcanzar nuestra propia salvación

Pues de lo contrario David habría dejado de esperar y habría tomado el asunto en sus propias manos.

Segundo:

David confiaba en que Dios y sólo Dios podía librarlo, que no había poder humano que  obrara tal liberación

O de lo contrario David se habría ido a otro lugar, hubiese echado mano de otros recursos o del poder influyente de otras personas

¡Pero no fue así¡ porque hay situaciones en nuestra vida, que solo el poder de Dios puede obrar la liberación tan anhelada.

  1. ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación¡ Al esperar en Él

Salmo 27:14 Aguarda a Jehová;

 Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;

 Sí, espera a Jehová.

La exhortación de las Escrituras es a tener confianza en el Señor, a tener valor y no desanimarnos ante lo que nuestros ojos ven en la realidad que vivimos

De allí la urgente necesidad del creyente de ¡Aguardar a Jehová¡ a No  soltarnos de Su mano a la hora de la prueba o la tentación

Para ello necesitamos esforzarnos en fe, a tomar aliento, a no desanimarnos, sino tener paciencia y esperar

¿Para qué? Para poder contemplar con nuestros propios ojos la forma en que Dios obrara y nuestra percepción de incredulidad.

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Al confiar en Él

La fuente de nuestra confiada esperanza está en Dios, en su presencia con nosotros, en su Palabra, en un corazón que cree.

Josué 1:5 Nadie te podrá hacer frente(A) en todos los días de tu vida;

Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Nuestra fortaleza en esos momentos de desesperación, donde pareciera que ya no hay esperanza, se encuentra en la presencia del Señor con nosotros

De modo que podemos caminar confiados ¡Todos los días de nuestra vida¡ porque el Señor jamás nos dejará ni desamparará

Josué 1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;

No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

¿Qué tenemos que hacer para poder esperar confiadamente? ¡Esforzarnos y ser muy valientes y no dar espacio a la cobardía para saber esperar en Dios.

¿Qué necesitamos para ser esforzados y valientes? Necesitamos conocer la Palabra de Dios, pero no solo eso

Sino que también necesitamos creer que todo lo que Dios dice es Su Palabra es Verdad y con ese reconocimiento ¡Obedecer esa Palabra¡

Por tanto, podremos se valientes y esperar confiadamente en el Señor cuando conocemos Su Palabra, la creemos y la obedecemos

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Al conocer Su Verdad

Necesitamos un conocimiento solido de la verdad de Dios para poder creer y sostenernos esperando confiadamente

Sobre todo, cuando Satanás nos golpea y la tentación nos abruma, es urgente que nos aferremos a la Verdad de Dios.

Pues de lo contrario, el engaño del mundo y la mentira de Satanás, agobiaría nuestro corazón hasta hacernos llegar a la incredulidad

Por tanto, la Verdad de Dios es nuestro refugio en cada tormenta que vivimos o en cada desierto que atravesamos.

Pero se hace de vital importancia, que esa Verdad la tengamos a mano, lista para ser utilizada en cada dificultad que vivamos,

Tal como lo enseña nuestro Señor Jesús en la tentación en enfrento en el desierto, cuya defensa siempre fue ¡Escrito está¡

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Al tener un corazón bien dispuesto

El conocimiento intelectual de Cristo no es suficiente, decir que conozco la Biblia no es suficiente o decir que Dios existe ¡No es suficiente¡

Sino que se hace necesario ser verdaderos creyentes, ser discípulos de Cristo y seguirle para poder conocer la Verdad de Dios y sostenernos en ella

Porque solamente  sostenidos en la Verdad de Dios podremos ver la luz cuando nos encontremos en ese pozo de la desesperación.

el verdadero discípulo conoce la Verdad

Pero es importante entender que ser discípulos de Cristo no es cuestión de conocimiento, sino que es un asunto principalmente del corazón,

Y eso significa que No debemos tener un corazón dividido, que creemos en todo al mismo tiempo y asignamos valor a todo

Sino que se hace necesario aferrarnos solamente a Cristo, Su Persona y Su obra redentora

Por tanto, esperar confiadamente en el Señor y contemplar Su maravillosa salvación, solo es posible si tenemos un corazón dispuesto que cree sin dudar.

  1. ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Al esperar en la fuerza de Él y no en la mía.

Efesios 6:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Sin la fuerza de Dios no podemos resistir en la hora de la prueba porque todo  desafío supera a la fortaleza humana.

Sin embargo, el hombre que dice creer y al encontrarse en el pozo de la desesperación piensa que Dios no puede perdonar ni salvar, ni puede rescatarle,

Entonces, este hombre se encuentra frente a un golpe mortal a la fe y sin duda, su alma caerá a los pies de Satanás, tan desanimada como para mantener la puerta cerrada ante la tentación.[1]

Así, la Escritura nos da ejemplos bíblicos claros, de hombres y mujeres que se sostuvieron en fe pese a su condición de vida

Como es el caso de Abraham, Isaac y Jacob, que vivieron fructíferamente y murieron triunfantes, dejando el legado de la fe a sus hijos.

De modo que así, como estos hombres ¡Nunca dudaron¡ también nosotros nos hemos de aferrar a la Verdad de Dios

¿Por qué? Porque creemos en un Dios Todopoderoso quien ha hecho la promesa tanto a los antiguos creyentes como a los de ahora.

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Porque Dios responde al hombre que se mantiene confiando en El.

Salmo 40:1 Pacientemente esperé a Jehová,

Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Cuando Dios Inclina su oído para escuchar nuestra suplica, no podemos menos que experimentar la inmensa misericordia e inmerecida gracia del Señor,

Porque la palabra “inclinó” lleva el sentido de que Dios se inclina hacia David en su aflicción, quitando cualquier distancia percibida entre el Señor y Su siervo.

De modo entonces, que cuando Dios nos escucha, también actúa y nos  saca de ese pozo de desesperación

Salmo 40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;

 Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Cuando nos encontramos en el pozo de la desesperación, Dios actúa, poniendo nuestros pies sobre la peña que es Cristo

Es decir, Dios nos saca de un lugar bajo a uno mucho más alto para contemplar cómo Su maravillosa gracia nos saca de la condición lamentable del pecador

De modo que podamos entender, que cada vez que inclinamos nuestra voluntad al pecado, a la incredulidad o a la autosuficiencia ¡Nos hundimos¡

Es entonces que Dios nos “Saca” para poner nuestros pies sobre la peña, enseñándonos que solo Cristo y Su Palabra nos dan seguridad y pensamientos firmes

Y ese mismo Dios maravilloso, endereza nuestros pasos, uno a uno, transformando nuestra manera de vivir, llevándonos a amar la santidad.

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Del lodo cenagoso

El “Lodo cenagoso” se refiere a una condición de calamidad, donde la persona cae en una condición de pobreza física, mental, emocional y espiritual

Y es una condición de la que no se puede salir hasta que la gracia divina lleva nuestros propios pensamientos a la roca eterna de la verdad de Dios.

Porque es hasta que Dios interviene en nuestra vida, que podemos encontrar un apoyo firme donde poner el pie, y donde nuestra carga queda aliviada;

Pero si la persona se encuentra cargada y ha de andar por fango resbaladizo, no hay duda que su prueba es doblemente difícil.

Y esto nos demuestra ¡Cuán necesitados somos de la gracia divina¡ que no solo nos sostiene y fortalece, sino también, nos sustenta en la dificultad

Porque el pecado del hombre siempre trae consecuencias nefastas, que le han de perseguir toda la vida

Hasta que Cristo y Su Palabra nos salva, nos da libertad y seguridad para llegar a una nueva vida en Él

Y la posición de peligro que la persona vive, es cambiada a una posición de estabilidad, tanto en esta vida temporal como en la eterna.

  1. ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Y me da libertad para que testifique Su Evangelio.

Salmo 40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.

Verán esto muchos, y temerán,  Y confiarán en Jehová.

El Señor pone en nuestra boca ¡Un cantico nuevo¡ ¿Por qué? Porque un nuevo acto de salvación divina provocará una nueva canción de alabanza a Él.

Y eso nos enseña que “Cantar” es la ocupación de unos corazones felices y agradecidos, que han podido contemplar el maravilloso obrar del Dios Todopoderoso

Entonces, el cantico nuevo en nuestra boca, es el fruto de la obra redentora y salvadora del Señor a favor de su pueblo.

¿Y qué pasará entonces? ¡Muchos nos Verán¡ El cambio es tan grande que es imposible dejar de verlo.

Significa entonces que, la obra de Dios en el corazón del pecador, redimiéndolo y transformándolo, es una obra que impacta el corazón de quienes nos ven

De modo que al manifestarse la obra transformadora de Dios en nuestra vida, conduce a los incrédulos  a Temer a Dios.

Y ese es un temor reverente, que lleva a los hombres de la rebeldía a la sumisión, al reconocimiento de Quién es Dios

¿Para qué? Para que puedan ¡Confiar¡ para que puedan encontrar en el Señor la protección, la esperanza, el refugio seguro en los tiempos de tribulación

Entonces, es una realidad la urgente necesidad de predicar el Evangelio de Jesucristo, porque ese Evangelio es el poder de Dios para salvación.

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Y me vuelve útil

Mateo 5:16  Que vuestra luz brille delante de los hombres,

Para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Dios obra en nuestra vida No para que estemos quietos, callados y felices, gozándonos de la salvación de manera egocéntrica

Sino que, Dios salva para volvernos instrumentos del Reino, anunciando las Buenas Nuevas de Salvación a todas las naciones.

Y ese anuncio, comienza con nuestro propio testimonio de vida nueva, de vida transformada, de vida santificada que glorifica a Dios.

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Y me hizo confiar

Cuando el hombre espera confiadamente en el Señor, no hay duda que ese será un hombre muy dichoso.

Salmo 40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,

Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

Un hombre puede ser tan pobre como Lázaro, tan aborrecido como Mardoqueo, estar tan enfermo como Ezequías, o tan solo como Elías,

Pero en tanto que la mano de la fe de este hombre esté agarrada en Dios, ninguna de sus aflicciones externas puede impedirle ser bienaventurado.

Y en ese gozo inefable que solo proviene de Dios, las personas que han puesto su confianza en Él, “No miran a los rebeldes, ni a los que se desvían tras la mentira”.

¿Por qué? Porque los creyentes nunca hemos de prestar atención a los apostatas, a los falsos maestros, a los que viven en el engaño

Porque los incrédulos son levadura dañina, y cuanto más alejados de ellos estemos, será mejor;

Por tanto, tengamos presente que, bienaventurados son aquellos a quienes Dios preserva del error en las creencias y la práctica.

  • ¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Y me hizo ver sus maravillas

Salmo 40:5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;

 Y tus pensamientos para con nosotros,  No es posible contarlos ante ti.

 Si yo anunciare y hablare de ellos,  No pueden ser enumerados.

Cuando podemos experimentar la obra salvadora del Señor, no podemos menos que contar y cantar sus maravillas

¿Por qué? Porque toda la creación habla de la grandeza de Dios; la providencia divina y la redención, son milagros impensables para el hombre sin Dios

Pero para el creyente, tanto el presente como el pasado están llenos de los grandes milagros de Dios, y el futuro lleno de Sus planes y Sus altos pensamientos

El Señor me saco del pozo de la desesperación

De modo que poco a poco, el creyente va descubriendo que los pensamientos de Dios para con él, son maravillosos porque son muchos ¡No es posible contarlos¡

Y no es posible contarlos porque un pensamiento de gracia es seguido por otro, y no podemos parar,  nos es imposible enumerar las maravillas de Dios.

Pero si es posible darnos cuenta de cuán maravilloso es ¡Confiar en nuestro Dios¡ y cuán bienaventurados somos.

Conclusión

¡El Señor Me Saco Del Pozo De La Desesperación! Y puso mis pies sobre la Roca, sobre nuestro Cristo en quien tenemos salvación

Y esa salvación es tan maravillosa, porque no es solo una salvación temporal, una salvación de situaciones difíciles vividas a causa de nuestro propio pecado

Sino que también, es una salvación eterna, que comienza con una vida nueva y transformada en esta tierra,

Para concluir en una vida unida a Cristo por toda la eternidad, por lo cual, no podemos dejar de contar sus grandes maravillas en nuestra vida

¿Por qué? Porque en Cristo somos oídos por el Padre y en Cristo hemos sido libertados de la condenación del pecado y en Cristo somos bienaventurados.

 

 

[1]William Gurnall, El Cristiano con toda la armadura de Dios, 59.