Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman son maravillosas y van más allá de lo que podemos esperar o imaginar

Sobre todo, cuando estamos muy familiarizados en hablar acerca del amor de Dios hacia nosotros y de cuanto Dios nos ama,

Pero ahora en respuesta a ese amor divino hacia nosotros, necesitamos pensar en la importancia de poner nuestro amor en el Señor

¿Para qué? Para que el creyente pueda conocer y deleitarse en la gran bendición que proviene de poner nuestro amor en el Señor.

Texto de referencia,

Salmo 91:14-16 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia;

Lo libraré y le glorificaré.

Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.

En este hermoso Salmo, tan conocido por todos, encontramos siete grandes bendiciones que Dios nos da, cuando ponemos nuestro amor en Él

¿Cuáles son las promesas de Dios para todos aquellos que le aman?

  • Dios promete liberación “Por tanto, yo lo libraré”;
  • Dios promete seguridad “Lo pondré seguro en lo alto”
  • Dios promete ayuda “Yo le responderé”
  • Dios promete presencia “Yo estaré con él en la angustia”
  • Dios promete honor “Yo lo rescataré y lo honraré”
  • Dios promete satisfacción “Con una larga vida lo saciaré”
  • Dios promete salvación “Y que vea mi salvación”

Y ¿Estas promesas son para todos? ¡No¡ Dios promete todo eso, solamente a aquellos que en Él han puesto su amor.

Si usted desea profundizar un poco más en lo qué es el amor de Dios, por favor visite !El Amor De Dios Y El Amor Nuestro¡

Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman

Todas estas promesas que encontramos en el Salmo 91, son exclusivamente para todos aquellos que han puesto su amor en el Señor.

Salmo 91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor yo también lo libraré;

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

Poner el amor en el Señor está vinculado o estrechamente relacionado con «Conocer el Nombre del Señor» y esto no solo significa pronunciar Su Nombre

Sino que, conocer el Nombre de Dios implica conocer el ser de Dios, su persona y su obra ¿Por qué?

Porque no se puede amar lo que no se conoce. Es mentira decir que amamos a Dios si no conocemos la Escritura ni lo que Él ha hecho por sus elegidos

Entonces, es necesario preguntarnos ¿Por qué amamos a Dios? ¿Será que tenemos una capacidad natural de amar a Dios?

  1. Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman

Nuestro amor por Dios es el resultado de Su amor por nosotros, de modo que nosotros amamos a Dios como en respuesta a la iniciativa divina a favor nuestro.

1 Juan 4:10 En esto consiste el amor:

No en que nosotros hayamos amado a Dios,

Sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

Nuestro amor por Dios consiste, se apoya, se basa o se fundamenta No en que nosotros le podamos amar

Porque nadie es capaz de amar a Dios, de buscarle ni de hacer nada agradable para Él a menos que Él haya dado esa capacidad.

Entonces, es necesario que Dios derrame de Su amor en nuestro corazón, que nos de un corazón nuevo, capaz de amarle a Él y hacer lo bueno, porque solo así, le podremos amar

Pero también es importante que entendamos que Dios nos demanda amarle, es decir, amar a Dios No es una opción, es una obligación.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman en obediencia

Mateo 22:37-38  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.(F)

Este es el primero y grande mandamiento.

Toda la creación está mandada amar a Dios y no solo de palabra, sino con todo nuestro ser

Pero ese amor a Dios se manifiesta en obediencia a sus mandamientos, en oír Su Palabra y ponerla por obra.

Juan 14:21  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama;

Y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Significa entonces, que amar a Dios No es un sentimiento, no depende de lo que sentimos o dejamos de sentir

Sino que el amor a Dios es expresado en una vida de obediencia a Su Palabra, a sus mandamientos

Y por tanto, amar a Dios no depende de nuestra voluntad, y mucho menos de que Dios responda a lo que nosotros queremos

Sino que amar a Dios implica el sometimiento de nuestra voluntad a la Voluntad buena y perfecta de Dios

Juan 14:24  El que No me ama, No guarda mis palabras;

Y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Entonces, es bueno saber que una vida de desobediencia a la Palabra de Dios es una vida que No ama al Señor

Y no amar a Dios, tiene grandes implicaciones, no solo para esta vida terrenal, sino también, graves consecuencias para la vida eterna.

  1. Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman y le conocen

Poner nuestro amor en Dios, es deleitarnos en su presencia, amar su voluntad, entregar nuestra vida a Él.

Entonces «Conocer a Dios» significa tener un íntimo conocimiento, no teórico, sino un conocimiento práctico de Dios.

Y esto solamente es posible, cuando vivimos en una constante comunión con Dios y con Su Palabra.

  • ¿Qué es No conocer a Dios?

Éxodo 5:2 Y Faraón respondió:

¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?

Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.

Es así como Faraón niega conocer a Jehová y rehúsa reconocer su autoridad sobre él.

De igual forma, todo aquel que se niega al señorío de Cristo, que niega la existencia de Dios, que niega la Verdad de la Palabra

Es igual que Faraón ¡No conocen a Dios¡ y por tanto, No pueden conocer ni hacer la Voluntad del Creador.

Y peor aún, el que no conoce a Dios no puede verle ni oír Su voz, y por tanto, se encuentra muerto espiritualmente.

Pero esa muerte espiritual no solamente es un estado o una condición espiritual,

Sino que esa muerte implica grandes consecuencia, implica encontrarse bajo la ira de un Dios Santo,

Y por tanto, estar muerto espiritualmente significa vivir bajo condenación, tanto en este mundo como en el venidero.

De modo, que esa realidad nos debe llevar a la urgente necesidad de conocer y amar a Dios, nuestro Creador.

  • ¿Qué es amar a Dios?

Lucas 22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa;

Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

No podemos amar lo que no conocemos, por tanto amar a Dios solamente es posible, si le conocemos

Entonces, la pregunta es ¿Qué implica conocer a Dios?

En sentido positivo, «conocer» a Dios es lo mismo que temerle, servirle  y confiar solamente en Él.

1 Crónicas 28:9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario;

Porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.

Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.

David conocía a Dios, y por ello, le pide a su hijo Salomón que haga lo mismo, que le reconozca en todos sus caminos

Pero también que le sirva a Dios, y que lo haga con ánimo pronto, voluntario, de buena disposición, no a la fuerza ni por conveniencia.

Isaías 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí,

Para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy;

Antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.

También amar a Dios significa ser testigos de Él, pero  ¿Testigo de qué?

La iglesia debe testificar que Dios es el único Dios, y que no hay dios antes ni después de Él

Y por tanto, solamente a este Dios hemos de servir, y en Él hemos de confiar.

Pero este conocimiento de Dios, también significa, firmeza y fidelidad para poder ser testigo

Y el testigo, antes de testificar, ha de ser un convencido de su fe en el Dios único para poder darle a conocer.

  1. Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman y son fieles

La tentación prueba nuestra fidelidad al amor por Dios.

Mateo 4:8-10  Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

Y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está:

Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

La tentación asecha la vida, corazón y mente, de los creyentes de manera que es probada su fidelidad

Y hoy en día, la tentación llega a ser insignificante, y aún así, en esa pequeñez sustituimos al Señor

Es así como, un viajecito a la playa, una invitación a desayunar, un par de dólares extras, ¡Nos hacen cambiar al Señor¡

Y al rendirnos ante la tentación, perdemos esas maravillosas promesas de vida que Dios brinda a los que le aman.

Por tanto, los verdaderos creyentes estamos llamados a expresar nuestro amor a Dios, a través de una vida de fidelidad al Señor

Porque solamente así podremos gozar de las bendiciones del amor de Dios a los suyos.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Serán librados¡

Dios promete liberación a todos aquellos que en Él, ponen su amor, pero la pregunta es:

¿De qué nos librará el Señor? son muchas las formas y las circunstancias en las cuales necesitamos el poder de Dios para ser libres

Por ejemplo, José necesitó del poder de Dios para “Escapar” y liberarse de la tentación sexual en la que lo acorraló la esposa de Potifar.

¿Cómo reaccionas ante la adversidad?

Entonces, el Señor promete darnos el poder, la fuerza y la salida a toda tentación que sea mayor a nuestra humanidad.

Pero también, el Señor promete equiparnos para la lucha, darnos una armadura espiritual que nos defienda y nos fortalezca

Lucas 22:43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.

Cuando el Señor libraba su batalla en el monte de los Olivos, pidiendo al Padre, si fuese posible, pasará de él la copa de la Ira de Dios

Vemos que el Padre ¡No lo libro¡ sino que el Señor siempre fue a la cruz y cargo sobre Él todos nuestros pecado y con ello, la Ira de Dios

Sin embargo, el Padre envió un ángel para fortalecerle; en el caso de Daniel, el Señor aquieto a los leones

Y en el caso de de Sadrac, mesac y abednego, el Señor No los libro del horno de fuego, pero su presencia siempre estuvo con ellos y los fortaleció

Entonces, la promesa de Dios es librarnos, pero la forma y el tiempo de esa liberación, siempre dependerá del alto pensamiento de Dios

Y lo nuestro es ¡Creer a la promesa del Señor¡ Seremos librados siempre que nuestro amor este puesto solamente en Él.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Darnos seguridad¡

Dios promete seguridad “Lo pondré seguro en lo alto” en un lugar inaccesible, fuerte; fuera del alcance de nuestros enemigos.

Salmo 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,

 Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Los creyentes No tenemos refugio más seguro, que estar a los pies de Cristo ¿Por qué?

Porque en Cristo encuentra propósito toda adversidad, toda aflicción, toda situación difícil e inexplicable que podamos estar viviendo

Porque sabemos que en Cristo, la adversidad y el sufrimiento adquieren el carácter de “Prueba”

Y la prueba nunca es para destruir, sino para perfeccionar nuestro carácter, para quitar de nosotros todo aquello que estorba a la santidad

Mientras que, para todos aquellos cuyo amor No es el Señor, esa adversidad y dolor, carecen de propósito y solo acarrea muerte y desesperanza.

Por tanto, hay promesa de seguridad, de refugio y lugar inaccesible para nuestros enemigos, a todos aquellos que en Dios ponemos nuestro amor.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Yo le responderé¡

Salmo 91:15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia;

Lo libraré y le glorificaré.

«Invocar» el Nombre de Jehová, significa acudir a Dios en busca de ayuda. Significa «Llamar a Dios» en una oración motivada por una necesidad

Pero llamar a Dios en busca de ayuda, significa que hemos reconocido que Dios está dispuesto a ayudarnos y es capaz de respondernos

Salmo 145:18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan,

 A todos los que le invocan de veras.

Cuando dice que tenemos un Dios cercano, la Escritura está diciendo que Dios está con nosotros ¡En todo lugar y en todo tiempo¡

Y significa que Dios nos conoce como sus hijos, y que en Él tenemos un Padre pronto a extender su mano a favor nuestro.

Salmo 145:19-20 Cumplirá el deseo de los que le temen;

 Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.

Jehová guarda a todos los que le aman,

 Más destruirá a todos los impíos.

Cuando decimos que Dios está atento a nuestro clamor, estamos diciendo que Dios está dispuesto a intervenir en nuestra vida

Y si Dios interviene en nuestra realidad, podemos estar tranquilos y seguros porque Dios ¡Nunca pierde el control¡

Es decir, que el creyente está en manos de un Dios Soberano, Omnipotente, Omnipresente que gobierna sobre todo lo creado.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Yo estaré con él en la angustia¡

Es importante que el creyente se dé cuenta que ¡No está solo¡ sino que Dios está con nosotros todo el tiempo,

Pero de manera especial, Dios está con los suyos ¡En el día de la angustia¡ cuando parece que todos se alejan

Salmo 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

No olvidemos que el Nombre del Señor es Emmanuel ¡Dios con nosotros¡, un Dios que se humano y camino entre los hombres

¿Por qué? ¿Para qué? Porque el gran problema de los hombres no es el diablo, ni la enfermedad, ni las crisis financieras

Sino que el gran problema de la humanidad es el pecado, que crea un enorme problema con Dios ¡Que nadie puede resolver¡

Solamente Jesucristo ¡Porque Él salvará a su pueblo de su pecado¡

Por tanto, No estamos solos, sino que la presencia del Señor va con nosotros, día a día, fortaleciéndonos, guiándonos, libertándonos.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Yo lo rescataré y lo honraré¡

Salmo 91:15 Me invocará, y yo le responderé;

Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.

La Escritura nos confirma una y otra vez, que todo hijo que le busca e invoca Su Nombre, Dios le responderá

Pero ahora, el Señor nos regala otra hermosa promesa, si es que en Él ponemos nuestro amor: ¡Nos horrará¡ Nos glorificará

¿Cómo nos glorifica el Señor en este peregrinaje? El Señor nos hace crecer en madurez, en peso espiritual, en la formación de Su carácter en nosotros

Porque después de cada prueba superada hay una nueva promoción, nos volvemos nuevos hombres y mujeres ¡Somos transformados¡

2 Corintios 4:17  Porque esta leve tribulación momentánea

Produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

Cuando estamos en manos del Señor, toda tribulación es “Leve y Pasajera”, y aunque produce dolor, siempre es buena

¿Por qué? Porque para los creyentes, las adversidades producen un cada vez más ¡Excelente y eterno peso de gloria¡

Es decir, que cada prueba que llega a nuestra vida, una vez es superada, cada creyente tiene un peso espiritual mayor

Y ese crecimiento espiritual, no solo nos trae honra a nosotros, sino que también, al permitirnos dar testimonio de vida nueva, glorifica a Dios.

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Con una larga vida lo saciaré¡

Salmo 91:16 Lo saciaré de larga vida,

 Y le mostraré mi salvación.

La promesa de Dios, para todos aquellos que en Él ponemos nuestro amor, es darnos una vida de satisfacción, de plenitud.

Por ello, la Escritura dice: Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»

Y “Saciar” significa, llenarse a satisfacción, por tanto, debemos preguntarnos ¿Estamos satisfechos?

¿Estamos contentos con lo que Dios nos ha permitido vivir? ¡Ojala que si¡ porque no hay mejor vida, que estar a los pies de Cristo

Y la expresión “Larga vida” no significa necesariamente ¡Muchos años de vida¡ sino, plenitud de vida

De manera que, un verdadero creyente puede vivir tan solo 30 años y estar satisfecho, estar contento con lo que Dios le concedió

Sin embargo, un impío puede vivir 100 años y siempre estar insatisfecho, vivir con un alma insaciable, que no encuentra gozo en nada

Salmo 23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Esta es una promesa que el creyente debe recordar día a día, para poder confiar, para poder vivir gozoso y que su amor por el Señor no se vea impactado.

Salmo 23:5  Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

 Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Esta Palabra siempre es Verdad, pero nosotros la podemos experimentar cuando nos damos cuenta que ¡Nada nos hace falta¡

Y para ello es necesario dejar de poner nuestros ojos en el mundo y sus demandas, dejar de mirar lo que No tenemos

Para darnos cuenta de cuán millonarios somos en las inmensas bendiciones del Señor, comenzando con Su misericordia, nueva cada mañana

  • Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman: ¡Que vea mi salvación¡

El término “Salvación” en el Antiguo Testamento no se entiende como salvación del pecado,

Sino más bien, la salvación tiene que ver con la «liberación» de la aflicción, la guerra, la servidumbre o el asecho de los enemigos.

Entonces, esta promesa tiene que ver con el hecho pleno, que “El Señor como Salvador” siempre nos librará de todo asecho y tentación

Y no solo eso, sino que también, el Señor nos hará saber el propósito para el cual nos ha salvado,

Más aún, esa promesa de que “Nos mostrará Su salvación” nos hace saber cómo Él siempre nos seguirá libertando

Y cómo el Señor obrará para darnos la victoria sobre nuestros enemigos: Satanás, el mundo y nuestra propia naturaleza pecaminosa.

Las promesas de Dios a los que le aman

Aunque finalmente la muerte física llegará para todo creyente, excepto para los que aún vivan cuando venga el Día del Juicio,

Procuremos jamás olvidar que ¡Cristo nos llevará mediante la muerte a nuestro hogar eterno¡[1]

Conclusión

Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,

Esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Las Promesas De Dios A Los Que Le Aman son indescriptibles, son maravillosas y son seguras

Por tanto, como creyentes, aprendamos a vivir confiados, seguros y gozosos, de saber que somos ¡Más que vencedores en Cristojesús¡

Y que nunca habrá perdida, cuando vivimos para el Señor, cuando le ponemos en el centro de nuestro corazón y le hacemos el objeto de nuestro amor.

 

 

 

[1]Brug, J. F. (1989). Salmos, Volumen 2. (R. C. Ehlke, J. C. Jeske, & G. J. Albrecht, Eds.) (p. 89). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.