¡Mantente Perseverando¡ ¿Por qué? Porque son muchas las amenazas a nuestra fe que pretenden frenar nuestro caminar

Es así como nos lo hace ver la carta a los Hebreos, que va dirigida a una iglesia perseguida, con creyentes inmaduros espiritualmente y que viven mucho sufrimiento,

Pero ese era un sufrimiento creciente, que se arrecia más y más en la medida que el cristianismo se expandía, añadiendo martirio y despojo de bienes,

Y todo eso tenía el propósito de hacer ver el cristianismo como una amenaza para que el creyente se volviera atrás, se volviera negligente, o endurecieran su corazón

Aún más, a todo ese sufrimiento, se añadía el engaño del pecado que impide escuchar la voz de Dios, y que empuja al creyente a volverse al mundo de donde ha salido

Si usted desea profundizar un poco más sobre el propósito del sufrimiento en la vida cristiana, por favor visite ¿Por Qué Permite Dios El Sufrimiento?

¡Mantente perseverando¡

La Epístola a los Hebreos tiene como propósito exhortar a los hijos de Dios a que no se queden quietos ni se vuelvan atrás,

Sino que avancen a grandes pasos en la senda abierta por Cristo; “levanta a los hijos de Dios cuando están desanimados y les da el incentivo para el ascenso al hogar celestial.”[1]

Hebreos 10:19-20  Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Cristo ya abrió un camino nuevo y vivo, de manera que el creyente solo tiene que caminarlo en libertad, sabiendo que puede llegar al Padre

¿Cómo? Sabiendo y entendiendo que tenemos un Gran Sumo Sacerdote que intercede por su pueblo y que actúa sobre nuestra fe,

De manera que podemos mantenernos firmes, sin fluctuar, sin dudar, aún en medio de un sufrimiento cada vez más creciente

Texto de referencia.

Hebreos 12:1-2 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,

Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él

Sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

El autor de hebreos les dice a los cristianos que sufren, que continúen, que no se rindan, sino que  perseveren siempre,

¿Y qué significa perseverar”? es una exhortación a sostener el ánimo y continuar aún bajo dolor y no ceder por fuerte que sea la presión,

  1. Mantente perseverando viendo “la grande nube de testigos

Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,

Todo el capítulo 11 de Hebreos nos presenta quiénes son esa “gran nube de testigos” que han de servirnos para tomar nuevas fuerzas y seguir la carrera cristiana.

Eso significa que como creyentes no podemos solo quedarnos quietos, viendo a los héroes de la fe, admirando al hombre de Dios que llego a la meta,

Sino que, en ese listado de héroes, debemos aprender a contemplar el sufrimiento que cada uno de estos hombres vivió, para poder mantenerse en la fe.

Es así como encontramos a un Abraham que tuvo que renunciar a todo para caminar en fe; a un Moisés que renuncio a los deleites del mundo para compartir el sufrimiento del pueblo de Dios,

O podemos ver a una Rahab o un Sansón, que aún con la enorme lucha del pecado pudieron dar testimonio de fe ante un mundo opuesto a Dios,

Y así, es innumerable la lista de sacrificios, martirios y sufrimientos que cada uno de los “héroes de la fe” estuvo dispuesto a vivir sin dejar de perseverar.

  1. Mantente perseverando en la visión de la carrera cristiana.

El autor de la carta a los Hebreos desarrolla la imagen de un torneo atlético, para animar a sus lectores a mirar tan grande nube de testigos del capítulo 11

Y todo con el ánimo de alentarnos a que corramos con perseverancia la carrera de la fe.[2]

Es así, como se nos presenta la carrera cristiana como una gran maratón, que no es de corta distancia, ni de poco esfuerzo,

Y entender eso nos debe llevar a utilizar cada día los medios de gracia con el propósito de correr esa carrera de manera firme y segura,

¿Cuáles son esos medios de gracia, de los que podemos echar mano con el fin de llegar a la meta propuesta?

  • Los medios de gracia que nos ayudan a perseverar:

El primer y más importante medio que el Señor ha puesto en nuestras manos es la Escritura, en la cual encontramos sabiduría y dirección para avanzar en fe,

Pero también tenemos la oración intercesora, en la cual exponemos delante del Señor toda nuestra causa, teniendo la convicción que Él nos escucha y nos lleva a caminar en su perfecta Voluntad.

Y tanto el estudio y meditación de la Escritura como la oración, pueden ser acompañados de la lectura de literatura sana que nos permita identificar la sana doctrina.

También tenemos la comunión con los santos, el guardar el día del Señor y participar de los sacramentos, de manera que nos fortalezcamos unos a otros en el amor cristiano.

Y así, nos damos cuenta que la vida cristiana no es pasiva, sino que debemos ocupamos de nuestra salvación con temor y temblor, atesorando nuestra fe,

Sabiendo que es Dios el que obra en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.

Entonces, la pregunta es ¿estás tú perseverando, estas corriendo la carrera, o ya tienes los brazos caídos? O ¿Eres como un corredor herido al borde de la renuncia?

¡Hermano y hermana, no te detengas, corre la carrera, sigue corriendo¡ y si te preguntas

Cómo hacerlo, debes saber que existen dos maneras: uno positivo y otro negativo.

  1. Mantente perseverando de la manera correcta.

Hebreos 12:1   Por tanto,… despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,

y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Esta es una exhortación de suma importancia, porque mientras no le hagamos frente “al pecado que nos asedia”, la carrera se nos hará muy difícil

Y ese pecado puede ser un pecado favorito, incluso un pecado que nos ayuda a sobrevivir en medio de tanta lucha,

Pero sea cual sea ese pecado, debemos saber que si no lo subyugamos, nos impedirá correr la carrera cristiana, porque nos quita toda motivación para correr y da entrada al desaliento más completo.[3]

  • Despojarse del pecado de incredulidad:

La incredulidad es la madre de todos los pecados, es poner nuestro juicio por sobre la veracidad de Dios, es negar que estamos frente a un Dios Inmutable

Es por ello que Hebreos 11 insiste tanto en la fe, y antes de mencionar a cada “héroe” nos hace hincapié que fue así, que cada hombre o mujer llegaron hasta allí “Por la fe”

El poder de la fe genuina

Entonces, si queremos correr nuestra carrera cristiana de manera efectiva, llegar hasta el final con gozo, debemos saber que ¡No será en nuestras fuerzas!

Sino que todo logro en nuestra vida cristiana, es fruto de la fe, y está, no nuestra, sino un regalo de Dios,

  • Despojémonos del pecado ese pecado favorito,

Es decir, ese pecado en el que es más fácil caer, y que nosotros lo conocemos muy bien y que satanás también conoce,

Ese pecado favorito se refiere a cosas particulares que consumen nuestra vida como el temor, el amor por lo material, trabajo, pasatiempos, que enreda nuestros pies cuando estamos corriendo la carrera,

Por tanto, somos exhortados a dejar  todo eso de lado y correr para el Señor, dejar aquello que esclaviza nuestra vida y nos impide correr en libertad,

  • Despojarnos de ¡Todo pecado¡

Esto significa No dejar la ventana abierta ¡Ni un poquito¡ para que el pecado no entre por allí ,  porque el pecado se nos enreda y nos hace caer,

Lo que significa, que debemos tomar conciencia de que, el pecado es nuestro gran enemigo para correr la carrera cristiana,

Y necesitamos conocer la naturaleza de ese pecado, que mientras más lucha le hacemos, ese pecado siempre tratará de reconquistar terreno en nuestro corazón,

Con el propósito de hacernos quitar nuestra vista de Dios nuestro salvador, interrumpiendo nuestra comunión con Él,

De manera que el creyente se vuelva mundano, egoísta, orgulloso e incrédulo, poniéndose en el lugar que solo le corresponde a Dios.

  • ¿Es igual el pecado en el incrédulo que el pecado en el creyente?

Hay una gran diferencia entre el pecado del creyente y el del incrédulo, y esa diferencia radica en la forma en que se ve el pecado

Para el incrédulo el pecado es su forma de vida y  se aferra a él, no puede comprender que ese pecado le destruye y esclaviza.

Mientras que en el creyente el pecado es detestable y busca despojarse de él, aunque  ese pecado se aferre y persiga la vida del creyente, lo que le hace perseverar en la lucha.

Pues como bien dijo Pablo “lo que no quiero hacer eso hago” de manera que el pecado mantiene al creyente en una constante vigilancia y enfrentamiento

Es por ello que Dios nunca dijo que la carrera cristiana iba a ser fácil, pues nuestra naturaleza caída siempre nos hace ver, oír o sentir el pecado que nos asedia.

Por tanto, la Escritura nos insta a apoyarnos en la gracia divina, hacer uso de los medios de gracia, para desterrar todo pecado y correr la carrera que tenemos por delante.

  1. Mantente perseverando y corre la carrera cristiana de manera positiva.

Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,

el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Debemos correr la carrera cristiana viendo al Señor, tanto su persona como su obra en nosotros, con el propósito de animarnos y continuar.

Y sobre todo, reconociendo que la fe no es un fruto de nuestra naturaleza, sino un don de Dios, un maravilloso regalo de Dios, que permanece y nos garantiza llegar hasta el final.

  • Puestos los ojos en Jesús:

Esto significa que confesamos y creemos firmemente, que Cristo es Señor y Salvador de nuestra vida, tanto nuestra vida temporal, como eterna.

Y ante esa Verdad, nos apropiamos del perdón de Dios, viviendo sin culpa ni acusación, porque Cristo nos ha limpiado y justificado.

Por tanto, aprendemos a vivir por la fe que es por Cristo, es Él quien nos la ha dado y No nos la quitara, no desfallecerá, sino que perseveraremos en esa fe

Y de manera gloriosa, nos mantenemos con los ojos puestos en el corredor modelo que tenemos ¡Nuestro Señor¡ porque Él ya corrió la carrera antes que  nosotros,

  • Jesús el autor y consumador de la fe.

Jesús es nuestro entrenador personal en esta carrera que dura toda la vida, porque el ya nos dio sesenta y seis Libros de la Biblia que nos dicen como correr,

Además, nos ha dado todo tipo de corredores que están corriendo con nosotros, al mismo tiempo y a nuestro lado,

De manera entonces, que Cristo nos estimula, sustenta y perfecciona nuestra fe, y Él no va a permitir que ninguno de sus hijos se quede en el camino

¿Por qué? porque Cristo es el consumador de nuestra fe, a Él le debemos todo,  nuestra justificación, nuestra santificación y la gloria eterna

Por tanto, la obra preciosa que Cristo empezó en nuestra vida, tengamos la certeza que ¡La terminará¡ lo nuestro es perseverar en obediencia a la Palabra

  1. Mantente perseverando ¿Cómo nos motivamos?

Hebreos 12:2…el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Muchas veces comenzamos cosas que no terminamos, que dejamos a medias porque perdemos toda motivación para continuar,

Pero eso no es así en nuestra carrera cristiana porque tenemos un hermoso modelo que nos inspira a continuar,

Y tenemos todos los recursos que necesitamos para reforzar nuestro camino, para tomar nuevas fuerzas y ánimos y perseverar.

Entonces, nuestro problema es mantenernos motivados en la carrera que tenemos por delante, y la Escritura nos proporciona dos grandes motivaciones:

  • Cristo es nuestro ejemplo, “el sufrió la cruz”

Sufrió la cruz” es una expresión que nos deja ver cómo nuestro Señor permaneció en su misión, no abandonó su carrera, aun a costa del más grande de los sufrimientos: La cruz

Es así como vemos a Jesús en todas las etapas de su ministerio: desde su nacimiento hasta su muerte, el Getsemaní y el Gólgota ¡No abandonó¡

Permaneció colgado del madero recibiendo la ira de Dios y abandonado por su propio Padre, por el cielo y por sus discípulos ¡Concluyendo la carrera¡

Entonces, así como el Señor soporto la cruz hasta el final, para pagar por nuestros pecados, así nosotros hemos de perseverar en medio de nuestras aflicciones.

Sobre todo cuando consideramos todo lo que Cristo soporto, porque podemos ver que nuestra cruz es pequeña comparada con la de Él,

Así, esa cruz que estemos llevando sea un devastador cáncer, la lucha a muerte con el COVID, o una situación financiera difícil, ¡Podemos perseverar sin desfallecer¡

¿Por qué? Porque el Señor es nuestra fuente de mayor motivación para correr la carrera que nos queda por delante.

  • “Por el gozo puesto delante de Él…”

No es difícil comprobar cómo, aun en la agonía de la cruz, nuestro Señor tenía gozo al contemplar que ya casi consumaba el propósito de su venida a este mundo

Y cuando Jesús le habla al ladrón en la cruz, no hay desconsuelo, sino por el contrario, Cristo infunde en este hombre fe y esperanza: “hoy estarás conmigo….”

Lucas 23:43  Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Por tanto, Cristo nunca abandono su misión, Él sabía que iba a ser resucitado por su Padre, que iba a ser llevado al seno de su Padre,

Y entonces, nuestro Señor se sostuvo en el gozo del reencuentro con su Padre, el gozo de tener a todos sus enemigos bajo sus pies y trayendo a muchos a su gloria,

  • Somos motivados por lo que el menosprecio,

Hebreos 12:2…menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

El “menospreciar” significa que el Señor desestimó, desvalorizo el sufrimiento que vivía, y la vergüenza que ese tipo de muerte representaba.

Porque No había una muerte más vergonzosa que la muerte de cruz y nuestro Cristo menosprecio la vergüenza porque Él sabía que esa era la voluntad de su Padre,

Y nosotros los creyentes habremos de vivir oprobio, aunque nunca igual al que vivió el Señor,

!Mantente Perseverando¡

Sin embargo los incrédulos nos avergonzaran, marginaran y humillarán, pero hemos de aprender a vivir por el temor de Dios

De manera que el temor que los hombres nos puedan infundir ¡No nos detendrá¡ porque podremos el gozo de la eternidad delante de nuestros ojos ¡Igual que Cristo en la cruz¡

  • Finalmente somos motivados por el lugar donde Cristo está ahora y por lo que Él está haciendo hora.

Hebreos 12:2 …y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Cristo está sentado a la diestra del trono de Dios y desde allí gobierna este mundo e intercede a cada instante, por cada uno de nosotros

Y sabiendo esa maravillosa verdad ¡Corramos sin rendirnos¡ porque a lo largo de esta preciosa carrera ¡No estamos solos¡

Hebreos 12:1   Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,

Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Esto quiere decir que todos los creyentes del Antiguo Testamento, esos hombres y mujeres a quienes llamamos “Héroes de la fe” están alrededor nuestro

Y no solo ellos, sino también, todos los que están vivos hoy, que comparten nuestra fe y penalidades, son nuestros compañeros de carrera y nos animan a seguir

¡No desmayemos! Sino que ¡Mantente perseverando¡ porque un final glorioso nos espera.

Conclusión:

¡Mantente perseverando! Porque la carrera es larga, dura toda la vida, pero no estamos solos ni sin recursos para poder mantenernos firmes hasta el final,

Sino que contamos con los medios de gracia que nos sostienen, con una gran nueve de testigos que nos animan y con el ejemplo maravilloso de Jesús que nos confirma la victoria.

 

[1]Lauersdorf, R. E. (2001). Hebreos. (R. C. Ehlke, A. J. Panning, & G. J. Albrecht, Eds.) (p. 5). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.

[2] Comentario Siglo XXI, Carta a los Hebreos.

[3] Comentario Matthew Henry, Carta a los Hebreos.