“¿Responde Dios cuando le invocamos?” ¿Invocar su Nombre trae algún beneficio? ¿Cualquiera puede invocar el Nombre de Dios?

¿Invocar a Dios significa algún rito religioso? ¿Al invocar su Nombre, debe haber temor y temblor en nosotros?

¿Cómo responde Dios cuando le invocamos? ¿Está Dios obligado a respondernos cada vez que invocamos su Nombre?

¿Es un privilegio o un derecho invocarle? ¿Es un favor o una obligación la respuesta de Dios?¿Cómo debemos invocarle? ¿Cuándo? ¿Por qué?

¿Habrá circunstancias especiales que permitan que le invoquemos? ¿Será correcto hacerlo solo en situaciones de angustia y dolor? ¿Qué justifica que podamos invocar su Santo Nombre?

¿Responde Dios cuando le invocamos?


Estas y muchas preguntas más nos podríamos hacer para dilucidar nuestras muchas dudas e inquietudes al querer acercarnos al Dios Todopoderoso,

Pero al hacerlo a la luz de la Palabra, encontraremos la correcta respuesta, lo que Dios dice acerca de quiénes y cómo invocar su Nombre.

Salmos 91:15-16  Me invocará, y yo le responderé;  Con él estaré yo en la angustia;  Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida,  Y le mostraré mi salvación.

 BAD Sal 91:15-16  Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»

Según el salmista, encontramos que son muchos los beneficios que obtiene el hombre que invoca el Nombre de Dios.

  • Estará con nosotros en la angustia.
  • Nos librará.
  • Nos llenará de honores.
  • Nos colmará de muchos años de vida.
  • Y nos hará gozar de la salvación,

Es obvio que muchos peligros nos acechan a lo largo de nuestro andar en esta vida. Algunos nos sorprenden insidiosamente;

Otros, son producto de nuestros propios temores e inseguridades, reales o imaginarios; Y algunos otros solo reflejan la hostilidad del mundo caído en que vivimos;

Muchos otros peligros, los vamos encontrando en el camino de la vida, por el simple hecho de caminar en este mundo. ¡Así es la vida¡.

1. Invocar su Nombre con fe:

La fe sencilla en Jesucristo nos coloca en una posición de fuerte defensa.

El calor personal del cuidado divino, la defensa prometida por el Señor, para todos aquellos que le busquen, y una hueste de guardianes celestiales a cada paso del camino, forman esa fuerte defensa.

La forma en que todo esto es declarado en la Palabra de Dios, sirve en sí para afirmar nuestra condición protegida al permanecer en Cristo.

Esa condición de seguridad, de confianza, de paz con la que podemos andar por la vida.

2. Invocar su Nombre no es inmunidad:

Tendríamos que aislar este Salmo del resto de las Escrituras si entendiéramos que promete inmunidad.

Si en este Salmo, el Señor nos estuviera diciendo que jamás nos sucederá nada, que no habrá peligro, dolor, aflicción, enfermedad o muerte, probablemente No pertenecería a la Biblia

Aquí, como en toda la Biblia (por ejemplo Romanos 8:28), la promesa de Dios no es “seguridad de” sino “seguridad en”.[1]

Él nos está prometiendo, encontrarnos seguros en Él, caminar confiados en Él. Su promesa se relaciona a nuestra dependencia de Él.

¿Cómo podemos Invocar el Nombre de Dios?

1. Para invocar el Nombre de Dios debemos conocerlo

El primer paso para clamar o invocar a una persona es conocerla. No puedo llamarle si no le conozco! Y cuando hablamos de Dios le conozco primeramente porque Él se ha revelado a  en nosotros por medio de Jesucristo,

Tanto en las Escrituras como en nuestra vida, le conocemos porque Él nos conoció primero y en su gracia nos ha permitido conocerle, y de manera especial “conocer su Nombre”.

2. Al invocar a Dios debe haber confianza:

El segundo paso para invocarle es acercarme a Él con confianza de que Él en su misericordia nos responderá.

No porque tenga obligación alguna con nosotros, pues más que suficiente es, el sustento que da a su propia creación.

La sustenta con leyes físicas para que el mundo no se auto destruya. El sol sale todos los días, El ciclo de las noches y los días no se interrumpe,

La perfección de los organismos vivos, del universo, etc. Todo se mantiene y la vida continua. La misericordia de Dios con su creación es visible,

3. Invocar su Nombre trae bendición:

Aún cuando nuestros corazones sean infieles, no le glorifiquen a Él como Dios de todo lo creado, y le neguemos en nuestra propia necedad. Aún así, Él sigue sustentándolo todo!

De manera entonces, que la respuesta de Dios al hombre que invoca su Nombre, es fruto de la misericordia de Dios y esto nos lleva a la siguiente pregunta:

¿Quiénes pueden invocar el Nombre de Dios?

Es importante comprender que “Invocar o Llamar” en este caso constituye una oración motivada por una necesidad reconocida y  dirigida a Aquel que está dispuesto y es capaz de responder.

De manera que el que invoca a Dios, es porque en su corazón reconoce que le hay, que tiene disposición para escucharnos, capacidad para respondernos y poder para hacer.

Esto solamente es posible, cuando la gracia de Dios nos ha alcanzado, y ha puesto en nosotros un corazón nuevo para creer en Él, reconocer nuestro pecado y arrepentirnos, para seguirle solo a Él.

!¡Y es este, el que goza de todos los beneficios de invocar el Nombre Santo y Sublime de Dios

Salmos 91:1-2  El que habita al abrigo del Altísimo  Morará bajo la sombra del Omnipotente.

Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;  Mi Dios, en quien confiaré.

  • Respuesta de Dios cuando su Nombre es Invocado

Todos aquellos que son llamados por Dios para ser hijos de Él, para formar su pueblo santo, su iglesia redimida, serán los que invocarán su Nombre y Él les responderá

Esa respuesta de Dios es vista y comprendida por los suyos, pero se obtiene a través del clamor y la suplica, acercándose a Dios confiadamente, pues en Él encontramos la gracia para el oportuno socorro.

1. La respuesta de Dios nos recuerda su santidad:

Pero a la vez, nos acercamos con temor y temblor, porque Él es el Dios Santo, el Todopoderoso, el Altísimo, el Único y Sabio Dios. Ama al pecador arrepentido y le perdona; es nuestro Padre y nos podemos acercar a Él en el nombre de Jesucristo.

Pero lo hacemos, con temor y temblor

Él no está obligado a responder nuestro clamor, pues todo lo que vivimos es producto del pecado destructor que entro al mundo por medio del mismo hombre.

Sin embargo, en su infinito y eterno amor, Él extiende su mano hacia nosotros.

2. Ser escuchados por Dios es un privilegio:

Es un inmenso privilegio contar con la ayuda misericordiosa de Dios. Es Él quien nos la brinda porque nos ama, no porque lo merezcamos. Él no está obligado a socorrernos y tampoco es un derecho nuestro exigirlo.

¡Es su misericordia y nuestro privilegio de hijos¡  Veamos la respuesta que Dios dará a cada uno de los suyos, cada vez que su Nombre sea invocado:

  • El que invoca su Nombre: en la angustia Dios le acompañará.

Al hablar de Angustia (Tsarah) estamos hablando de tiempos de «aprietos» o  de gran «aflicción».

Son tiempos en los cuales estamos impotentes, incapaces para poder hacer algo por nosotros mismos o por nuestros propios medios.

Son tiempos que remarcan nuestra incapacidad para resolver, y hacen palpable la urgente necesidad de una intervención divina, sobre natural, que nos rescate.

1. Invocar el Nombre de Dios nos sustenta:

Y es allí, donde Dios me hace comprender que no estoy solo, que hay alguien a mi lado, que me sustenta, me conforta, me fortalece y consuela.

De manera especial, su fortaleza se hace sentir  “en el momento mismo  de la mayor  angustia”

2. Invocar el Nombre de Dios nos hace fructificar.

En ese momento de mayor angustia e impotencia humana, somos renovados en el entendimiento, y nos llena de paz, gozo y esperanza,

Al saber que si Dios está conmigo, no habrá nada que sea tan grande e imposible, que Él no pueda resolver y lo conduzca a bien.

3. Invocar el Nombre de Dios nos hace gozar de su favor:

Cuando la Palabra dice “Estaré”: nos está diciendo que el favor de Dios está con nosotros, que Él se mantiene cerca, cercano a mí, que está  conmigo, y por tanto en  contra de todo lo que me acecha o persigue.

Dios se pone delante de mí  y me defiende. Significa que Dios está  de mi parte, y estará allí  mientras dure la tempestad..

Salmos 23:4  Aunque ande en valle de sombra de muerte,  No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;  Tú vara y tu cayado me infundirán aliento

2 Timoteo 4:16-18  En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.

Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.

 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Esa es su promesa ¡estar a nuestro lado¡ quitándonos el temor, dándonos fuerzas y confianza, librándonos de toda obra de maldad y preservarnos para el día glorioso en que le veremos cara a cara.

4. Debemos invocar el Nombre de Dios en todo tiempo

Pero no ha de ser solo en la aflicción que le invocaremos, porque no solo en situaciones de peligro, gozamos de su hermosa presencia.

Le invocaremos en medio del llanto y el dolor, así como en la alegría y la risa; cuando sufrimos y cuando disfrutamos. ¡En todo momento¡ porque siempre está Él con nosotros y en nosotros.

  • El que invoca su Nombre: Él lo libra.[2]

¿De qué menara hará eso el Señor? , de muchas maneras:

  • Equipándonos:

Nos equipa para luchar. Nos da todos los recursos divinos que necesitamos para librar la batalla. (Efesios .4).

  • Fortaleciéndonos:

Nos fortalece, Por ejemplo, a Cristo en el Getsemaní, le envió ángeles que le fortalecieran el alma angustiada, de manera que no desmayara antes de cumplir el propósito para la cual Dios le envío

  • Apartándonos:

Nos aparta del mal y del mal camino, dándonos la sabiduría y la advertencia.

  • Defendiéndonos:

Nos defiende, haciéndonos justicia.

  • Fortaleciéndonos:

Nos llena de vigor, como en el caso de Elías.

  • Al que le invoca, le llena de honores.

Honor también es otorgar dignidad a quien lo merece. Calvin Coolidge dijo alguna vez: “Ninguna persona fue honrada por lo que ella recibió. El honor es el premio por lo que dio.”

2 Timoteo 4:7-8  He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Mateo  25:23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

  • Al que le invoca, le colma de muchos años de vida

Salmos 91:16  Lo saciaré de larga vida,  Y le mostraré mi salvación.

Salmos 91:16  Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»

Saciar: (A menudo saba) se refiere a la manera en que Dios satisface al ser humano y le llena de bienes materiales.

Es esa añadidura que jamás nos hará falta. Él suplirá todo cuanto necesitemos de manera que continuemos.

«El que sacia con bien tus anhelos, de modo que te rejuvenezcas como el águila»  Salmos 103:5

Él nos dará esa prosperidad material, suficiente como para no blasfemar, y suficiente como para no llenar nuestro corazón de idolatría y arrogancia.

Nos dará todo lo que necesitemos materialmente,  de manera que el afán no nos aparte de su camino.

  • Y al invocar su Nombre, nos hace gozar de la salvación

(NVI 1999)  Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.»

Cuando Dios dice “le Mostrare”: está diciendo, que nos dará la capacidad de Ver con los propios ojos, de «percibir», o sea, de estar conscientes del obrar de Dios

Veremos como el Señor no rescata del hoyo. Como levanta nuestra cabeza, como Él nos libra del peligro y la asechanza

Debemos comprender  que la palabra «Salvación» en el Antiguo Testamento no se utilizaba  como salvación del pecado.

Este término denota una amplia gama de sentidos relacionados con la «liberación»: de aflicción, guerra, servidumbre o enemigos.

En cada uno de esos momentos, invocaremos el Nombre del Señor y Él nos librara¡

Conclusión:

Solamente los hijos de Dios podemos invocar efectivamente el Nombre del Señor y ver su respuesta certera en nuestra vida.

Y Él nos llama a invocarle en esos momentos que nuestra humanidad se incapacita para seguir luchando,

Todos los que tenemos un corazón nuevo, y que podemos creer en Jesucristo, nos gozamos en la respuesta de Dios a nuestro clamor.

Cada vez que le invocamos, recibiremos de Él la confianza de que su presencia nos acompaña en los momentos de angustia.

Sabremos que Él extenderá su mano de poder y nos librara y fortalecerá para llegar a la meta gloriosa de su llamado, y nos llenará de honores.

¡Nos dará la corona de gloria¡ pues Él nos sostendrá garantizando, que terminaremos la carrera que tenemos por delante.

Nos colmará de muchos años de vida, de una vida nueva y transformada. De una vida que avanza de manera ascendente hacia la santidad, y nos hará gozar de la salvación.

Nos dejará ver con nuestros propios ojos, la lucha divina a nuestro favor.

 

  

Fuentes consultadas.

Comentario Bíblico Siglo XXI.

Diccionario VINE AT

[1] Nuevo comentario siglo XXI, Pag.572.

[2]  Libra: equipar (para luchar); presentar, fortalecer:- apartar, armar, arrancar, dar, defender, vigor.