Cómo podemos ser sal de la tierra. ¿Qué quieren decir las Escrituras con ser “sal de la tierra”? ¿Es este un mandato?

Breve historia de la sal.

Biblicamente la Sal se emplea como una metáfora, pero podemos ver que a través de la historia, la sal ha sido usada para dar sabor, para preservar, y como una de las necesidades de la vida.

Job 6:6  ¿Se comerá lo desabrido sin sal?  ¿Habrá gusto en la clara del huevo?

La sal era importante en Israel y en el mundo grecorromano. En Israel la sal se requería en las ofrendas de cereal y en los pactos

Levítico 2:13  Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.

Números 18:19  Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo,

Por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo.

Los soldados en el ejército romano recibían una porción de sal; el término latino para esta porción era salarium de donde viene la palabra “salario” en español.

Un discípulo de Jesús es como la sal, en que al llevar a otros el evangelio preservará sus almas, haciéndolos discípulos de Cristo.[1]

Mateo 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,(B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén

Llamados a ser sal de la tierra.

Estamos mandados a ser sal de la tierra, mandados hacer la diferencia en medio de un mundo perdido y sin esperanza.

Al ser llamados por el Señor, se nos da el privilegio de ser llamados “hijos de Dios”, pero también a ser testimonio vivo de ese Dios que nos llamó.

Somos hijos de Dios y somos discípulos de Cristo, de manera que con valentía y pasión debemos proclamar Su Nombre, con nuestros labios y con nuestro estilo de vida.

Versículo de referencia.

Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(H)

  1. Ser sal de la tierra para un mundo perdido

Las Escrituras resaltan la responsabilidad de los discípulos de Cristo, de ser Sal en un mundo de pudrición.

La humanidad desde la caída de Adán quedo en un estado de corrupción permanente y creciente, hasta nuestros días,

El pecado sigue corrompiendo a las personas, a las familias, a la sociedad. El pecado es el gran problema que el hombre por sí mismo no puede resolver

Entonces el remedio para  esto,  es la presencia activa de Dios por medio de sus hijos e hijas en medio del mundo.

Como cristianos debemos cuidar que nuestro testimonio no se desvanezca por la mundanalidad o la secularización,

Pero también cuidar de no caer en la indiferencia o el aislamiento. Cuidemos de no ser indiferentes a la necesidad de los demás.

Para que la sal surta su efecto tiene que ser aplicada, no hacemos nada con tenerla guardada.

La Sal actúa secretamente. Sabemos que combate el deterioro, aunque no podemos verla en operación. No obstante, su influencia es muy real.

De igual forma nuestro testimonio cristiano, sin darnos cuenta, va impactando nuestro entorno, va transformando sociedades.

  1. Somos sal de la tierra con nuestro testimonio

Si nuestra conducta no concuerda con nuestro llamamiento, de muy poco valdrán nuestras palabras.

Colosenses 1:10  para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

Nuestra conducta debe ser de acuerdo a nuestra nueva naturaleza tomando el ejemplo del Señor, viviendo conforme a su voluntad revelada en la Escritura,

Esto traerá como consecuencia natural el fruto por medio del cual influenciaremos notablemente en el mundo de tinieblas,

Se manifestara el amor agape aun hacia nuestros enemigos. Ese amor que se fundamenta en la obediencia a la Palabra,

Un testimonio de amor que nace de la determinación de amar, lo que solo es posible por el hecho, que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.

Y ¿Si no somos sal de la tierra?

¿Y Si la sal se desvaneciere? ¡¡Con qué podrá ser salada!¡

Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?

No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(H)

(BAD)  »Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor?

Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.

La palabra “Desvanecerse” significa “moraíno que quiere decir hacerse insípido; figurativamente hacer y pasivamente, actuar como simplón,

¿Cuándo se desvanece la sal?

Expliquemos mejor esta situación:

  • Se desvanece cuando deja de ser influencia positiva.

Jeremías 15:19  Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca.

Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.

Nuestro testimonio cristiano se desvanece cuando nosotros nos convertimos al mundo. Si al estar en medio de ellos, parecemos uno de ellos.

Pero, si aún cuando podemos ser vituperados, rechazados, ignorados o burlados, con valentía nos sostenemos en nuestro testimonio, ¡impactaremos¡

  • Se desvanece cuando desprecia la sana doctrina.

2 Timoteo 4:3-4  Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,

Y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

Si no estamos dispuestos a ser confrontados con la Verdad de la Palabra, entonces nos iremos tras fábulas y falsos maestros.

Podremos ser sal de la tierra, solamente si conocemos la Verdad, vivimos en esa Verdad y la reflejamos con nuestro estilo de vida.

  • Se desvanece cuando enseña y vive en la falsa doctrina.

1 Timoteo 6:3-4  Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,

Está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,

Vive en la falsa doctrina cuando “no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo” sino que se guía bajo palabra de hombre.

Y cuando esto acontece así, los frutos del testimonio de vida, se dejan ver:

  1. Se envanece
  2. No sabe nada
  3. Delira

Trayendo como consecuencia un afloramiento de los frutos de la carne:

  1. Envidias
  2. Pleitos
  3. Blasfemias

De manera que se termina vendiendo la Verdad, corrompiendo la Palabra, y el consejo bíblico es “apártate de los tales”

1 Timoteo 6:5  disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.

  • Se desvanece cuando se vuelve necio:

Y para ello debemos conocer los conceptos de necio y sabio:

Necio: nabál;

Quiere decir insensato; perverso (espec. impío): fatuo, insensato.

No es un ignorante, sino alguien que conoce pero que no está dispuesta a poner en práctica los mandamientos divinos.

Ser un necio es vivir opuesto a la sabiduría divina, es rechazar a Dios, es el desprecio a la sabiduría divina.

Sabio:

Es vivir bajo los principios divinos, según la voluntad revelada de Dios. Una vida que refleja la gloria de Dios,

La sabiduría es el fruto de vivir conforme al “escrito esta”, es llevar una vida gobernada por el temor de Dios.

Proverbios 1:7  El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;(B) Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

¿Cómo podemos ser sal de la tierra?

Podemos ser sal de la tierra cuando estamos dispuestos a  defender nuestra fe ante el mundo de pecado.

1 Pedro 3:15  sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia

Ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros

Como Sal que somos, debemos mantenernos levantando una voz profética ante la corrupción destructiva de este mundo.

Entendiendo que esa “voz profética”  no es más que la proclamación del Evangelio, apegado a las Escrituras.

Debemos preguntarnos ¿Cómo estamos respondiendo ante tan grande corrupción que defiende la sociedad moderna?

Cómo respondemos ante las demandas de “tolerancia” y aceptación de:

  • El homosexualismo.
  • La ideología de género principalmente en las escuelas.
  • El matrimonio homosexual.
  • La violencia contra la mujer.
  • El abuso y maltrato infantil.
  • La corrupción de nuestros gobiernos.

Según sea nuestra respuesta ante tal nivel de degradación moral, ética, espiritual, así será nuestra capacidad de ser sal en esta tierra.

Conclusión.

Muchas son las áreas en las que podemos aplicar la sal para ser cristianos de influencia.

Diversas son las oportunidades que se nos presentan para ser cristianos de impacto.

Que el Espíritu Santo nos ayude para apegarnos a la sana doctrina, para revestirnos de pasión y proclamar el verdadero Evangelio,

Y nos dé el denuedo para presentar una defensa amigable pero firme, de nuestra fe!!

 

 

 

[1] Biblia Las Américas.