La Conciencia Cristiana “Un Juez Personal” que nos condena o nos absuelve según las obras que hayamos hecho o los pensamientos que hayamos tenido

Vamos  a entender el concepto de “Conciencia” como el sentimiento interior por el cual aprecia el hombre sus acciones. Se le llama el juez personal que nos rectifica las acciones buenas y nos censura por las malas. La conciencia es una de las provisiones de Dios para el hombre, en especial para que el creyente viva en su voluntad.

La conciencia cristiana “un juez personal”

Deuteronomio 26:18-19  Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión,(C) como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; A fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tú Dios, como él ha dicho.

La conciencia es la facultad que nos permite:

  • Organizar

Gracias a la conciencia podemos organizar un código moral, y por ende, discernir entre el bien y el mal.

  • Nos impulsa

Ella nos impulsa a escoger lo mejor,

  • Nos advierte

¿Nos advierte de qué? Nos da una señal de alerta  cuando estamos cruzando el límite del código,

  • Nos juzga

Nos juzga cada vez que cruzamos los límites de lo establecido y nos  produce dolor y culpa.

No nos deja en paz hasta arreglar el asunto (Douglas, 1997, extracto tomado del libro Ética Bíblica para el Líder y Ministro, Dr. Ismael Quintero Rojas, pág. 11).

  • La conciencia cristiana como  “un juez personal” posee una estructura

La estructura de la conciencia se basa en el código y la alarma

Romanos 2:14-16  Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones,

Dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Todo hombre a diferencia de los demás seres creados, tiene un sentido ético y moral, único. En este sentido, toda persona tiene un código moral y de comportamiento, escrito en su conciencia. El cual rige sus acciones y determina su apreciación de sí mismo, del prójimo, las cosas creadas y Dios.[1]

En todas las civilizaciones, independiente de su religión, el hombre ha concluido que el asesinato, el robo, la violencia, la degeneración sexual es mala y así muchas otras acciones que son dañinas para la sociedad,

Esto lleva al hombre a alarmarse y a promulgar y aplicar leyes para frenar esta conducta destructiva.

Los hombres se sostienen y consuelan cuando su conciencia les testifica que hicieron el bien y su comportamiento es virtuoso; por el contrario, cuando se sienten culpables en sus conciencias les parece estar dentro de un infierno que les atormenta.[2]

  • La conciencia cristiana “un juez personal” se puede clasificar.

Hay varios tipos de conciencias, hiper sensibles, ignorantes, sensibles, corruptas y cauterizada 

1 Timoteo 4:2  por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,

El término “Cauterizada”  proviene del griego: kausteriazo,  que significa quemar con un hierro de cauterizar. La referencia es a apóstatas cuyas conciencias están cauterizadas por los efectos de su pecado. (Diccionario VINE).

  • Considerar a la conciencia cristiana “un juez personal” requiere:

La vida del creyente cristiano en relación a la conciencia necesita que esta sea renovada por el Espíritu, ser educada por la Palabra  y ser obedecida.

Romanos 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la  renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

El fundamento sobre el cual juzgara la conciencia depende de aquello con lo cual lo alimentamos, o bien podemos alimentarla con la falsa filosofía mundana discerniendo las cosas tal como lo hace el mundo

O podemos renovar nuestra mente con la verdad revelada de Dios en la Escritura. Indudablemente este es el llamado del Apóstol a los Romanos y a cada uno de nosotros los cristianos, solo de esa manera podremos comprobar la voluntad de Dios la cual es buena, agradable y perfecta.

  • La conciencia cristiana “un juez personal” nos conduce a Dios

El creyente debe obedecer el juicio que imite su conciencia para tener una relación con libre acceso a la presencia de Dios

Hebreos 10:21-22  y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones (F) de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.(G)

“Purificados los corazones de mala conciencia” Denota que por el sacrificio de Cristo aplicado por gracia a nuestra vida ya no hay una conciencia culpable delante de Dios.

Hebreos 10:17-19  …. Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.(E) Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

  • La conciencia cristiana como “un juez personal” nos hace avanzar

Para crecer en fe en vez de retroceder debemos obedecer ese “juez personal” en fe

1 Timoteo 1:19  manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos,

(BAD)  y mantengas la fe y una buena conciencia. Por no hacerle caso a su conciencia, algunos han naufragado en la fe.

Una buena conciencia es el fruto de la fe, entendida la fe como la certeza y la convicción de la Palabra revelada de Dios en la Escritura, y la conciencia es buena porque moralmente esta en armonía con la verdad divina y por lo tato agrada a Dios,

Esto nos permitirá mantenernos firmes,  No naufragar, que es un término de los marinos y que hace referencia a un barco a la deriva y por lo tanto destinado a la destrucción, porque abandonaron a Cristo y la enseñanza del evangelio.

  • La conciencia cristiana obedecida como “un juez personal” no gratifica

Observar en obediencia el juicio que emite nuestra conciencia, sabiendo que es ese “juez personal” determinado por Dios, nos permite participar de la resurrección para vida

Hechos 24:15-16  teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.  Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

(DHH C* 2002*)  Por eso procuro siempre tener limpia mi conciencia delante de Dios y de los hombres.[g]

Si bien es cierto que nuestra salvación es por gracia, también debemos tener presente que  todo aquel que por la voluntad Soberana del Altísimo, ha nacido de nuevo debe esforzarse siempre por tener una conciencia que evite ofender a Dios

Y esto se logra por medio de la lucha contra el pecado, evitando inclinarse a nuestra propia concupiscencia, llevando una vida regida por los principios divinos y que encuentra en la gracia divina su fuente de poder.

Conclusión;

La conciencia cristiana como “un juez personal” nos ha sido dada por gracia, ella es alimentada por la Palabra de Dios que es un juez que determina lo justo y lo injusto, lo moral y lo inmoral, lo bueno y lo malo.

Esa conciencia cristiana dada por Dios como “un juez personal” nos permite discernir entre lo santo y lo profano de manera que podamos encausar nuestras acciones de vida en una senda de justicia.

 

 

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[1] Dr. Ismael Quintero Rojas, Ética Bíblica para el Líder y Ministro,  pág. 36

[2] Dr. Juan Calvino, Comentario a la Epistola a los Romanos, pag. 43.