Esforzaos Y Cobrad Ánimos Porque Dios Está Con Nosotros. Es Dios quién nos llama y nos da la misión, y para que podamos hacerla, promete no dejarnos ni desampararnos.

El llamado es “esforzaos y cobrad ánimos”  y la promesa es “no te dejaré ni te desampararé” y es en base a esto, que caminamos, perseveramos y tomamos fuerzas y valentía para enfrentar el desafío.

“No te dejaré ni te desampararé” Deuteronomio. 31:6.

Esforzaos y cobrad ánimos porque Jehová tu Dios va contigo.

Moisés ha concluido la misión a que Dios le llamo, y él está haciendo un recuento histórico de las maravillas que Dios ha obrado en ellos.

La responsabilidad de su llamado ha llegado a su fin, pero no la misión de Dios, ante ello el ánima al pueblo de Israel a seguir con la otra parte del proyecto de Dios “la conquista de la tierra prometida”.

Debemos hacer aquí un paralelo con nuestra vida, recordando que es por medio de Cristo que hemos sido libertados del poder del pecado, ya no estamos bajo la potestad de satanás, ni pertenecemos al mundo,

Pero ahora en nuestros tiempos, tal como le toco a Josué, hay grandes desafíos para la iglesia como conservar la centralidad en las Escrituras, la centralidad de la obra en Cristo y el correcto entendimiento de la persona y obra del Espíritu Santo,

Los vientos de doctrinas se han levantado, hoy tenemos enemigos fuertes, la batalla por la verdad de Dios es cruenta, y ello también nos lleva a que personalmente cada uno enfrente desafíos en nuestra vida de santidad y en nuestra familia

Es el desafío de vivir tiempos en que el ataque contra el diseño divino para la familia cada día es más fuerte, pero también tenemos desafíos en la economía ya que el cristiano no puede trabajar como los demás hacen,

El reto de criar y educar a los hijos en la fe cristiana también no está fácil, ya que hay múltiples maestros, y de manera especial las redes sociales en su connotación negativa,

Y al contemplar así todo el panorama nos damos cuenta que tenemos muchas batallas por librar, muchas áreas por conquistar, tenemos una responsabilidad histórica a la cual responder y no podemos ser indiferentes a esta nueva realidad

Ni tampoco podemos descalificarnos ni amedrentarnos al considerar nuestras debilidades. Es entonces que las palabras que Moisés pronuncio en ese  momento histórico vienen a ser efectivas en nuestro contexto, y las podemos escuchar y hacerlas nuestras, tal como lo hizo Josué.

Con 120 años de edad, Moisés está listo para morir, y amonesta a Israel, «esfuérzate y anímate»

Versículo de referencia.

Deuteronomio 31:6  Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

 (BLS)  Sean fuertes y valientes, pues Dios peleará por ustedes; no tengan miedo de esos países, porque Dios no los abandonará».

Desglosaremos este versículo en dos partes, la primera tiene que ver con nuestra responsabilidad delante de Dios y la segunda lo que Dios hará como parte de su pacto eterno con su pueblo.

  1. Nuestra responsabilidad delante de Dios: esforzaos y cobrad ánimo

Dios nos elige, Él nos llama, nos justifica y pone la fe en nosotros, nos da un nuevo corazón y nos hace andar en su camino y en su propósito, pero en todo ello, hay una responsabilidad que es nuestra, y que se da en nuestro momento histórico,

  • Primeramente el mandato es a esforzaos,

Nos manda a ser fuertes, a ser valientes, a tener valor y en ingles, ese mandato se expresa  “Be Strong”,  que es un término que combina la fortaleza moral con la fortaleza física, así lo expresa en el siguiente texto bíblico:

Deuteronomio 11:8  Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla;

“Guardar todos los mandamientos” habla de cumplir, obedecer los mandamientos de Dios. No nos da la opción de elegir cuáles obedecer, o si estamos dispuestos a ello. Nos manda a hacerlo.

Entonces el ser valientes tiene que ver primeramente en observar, interpretar y aplicar sus mandamientos a nuestra forma de vivir, de esa acción de fe vendrá una fortaleza para emprender, para conquistar, de modo que Dios me enseña a hacer su voluntad.

La prosperidad, la fortaleza de Israel estaba centrada a la obediencia a los mandamientos divinos, de eso dependía salir victoriosos en la batalla o salir derrotados,

El tener enfocados  sus corazones y mentes en la ley divina  los llevaría a vivir haciendo la voluntad de Dios, de lo contrario harían su voluntad personal y eso los alejaría del propósito divino, trayendo la derrota a sus vidas.

La instrucción es a guardar todos los mandamientos, pero hoy en día algunos guardan solo aquellos que les gustan, los que aparentemente no traen confrontación a su estilo de vida, y es por eso que al no dejarse llevar por toda la verdad de Dios viven vidas débiles, derrotadas y fracasadas.

Si nos ubicamos en el contexto, el versículo clave del libro nos lleva a la obediencia a sus mandamientos como condición para ser prósperos espiritualmente.

Deuteronomio 10.12-13: «Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón

Y toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?»

  • Segundo, nos exhorta “Y cobrad ánimo”

La Palabra de Dios nos hace cobrar ánimo, nos mantiene en pie, nos afirma y ayuda en las luchas cotidianas, y además el término  “ánimo” tiene la connotación de ser obstinados en lo que Dios nos manda,

Ser obstinados en su obra, ser obstinados en congregarnos, ser obstinados en leer la Palabra de Dios, en orar siempre y en todo tiempo. La obstinación ha de caracterizar al verdadero creyente.

Entonces podemos afirmar que la victoria es un asunto de fe, en el creer en Dios y su voluntad revelada en las Escrituras. Tal como la carta a los Hebreos 11:33-34 nos muestra

“Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,(AE) apagaron fuegos impetuosos,(AF) evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

Es nuestra fe en Dios, en sus promesas y en sus sentencias, lo que nos hará fuerte. No será la confianza en nosotros mismos, ni en nuestras capacidades y recursos, sino en lo que Él ha dicho que hará.

  • “Esforzaos y cobrad ánimo” Esto nos lleva a no temer.

Básicamente, el verbo “temer” connota la reacción psicológica que llamamos «temor». En hebreo “Yare” puede indicar temor de algo o de alguien.[1]

De modo que el temor no santo es una forma de esclavitud que me lleva a someterme a aquello a lo que le asigno poder y autoridad, y consecuentemente trae desanimo a nuestra vida,

Este desanimo se manifiesta con una frase característica “No podremos” “ellos son más fuertes que nosotros”, y lo que es peor el temor conlleva “incredulidad”

Israel ya había estado al borde de la tierra prometida, hacía 40 años ese regalo que conllevaba desafío se había interrumpido temporalmente por la incredulidad de la mayoría de sus líderes.

Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.

Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. Números 13:27-28.

Estaban seguros que de esa tierra “fluye leche y miel” y así como ellos, muchos de nosotros estamos seguros que el proyecto de Dios es bueno, que la vida cristiana es bonita, que la expansión del reino de los cielos es nuestra responsabilidad, pero…

Al estar frente al reto que nuestro momento histórico impone, encontramos muchas excusas para seguir. Resulta que el mundo, que mis necesidades egocéntricas, o que el mismo satanás, es más fuerte, y nos vemos vencidos e incapaces.

Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo:

La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes,(A) hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Números 13:31-33.

El temor que paraliza, que esclaviza y nos llena de incredulidad, hace que nos veamos a nosotros mismos “como langostas” que seremos tragados y vencidos. Lo que nuestros ojos ven nos alejan de la promesa de Dios y su bendición, nos alejan de su Voluntad.

Es aquí donde debemos escuchar las palabras de Moisés a Josué “esforzaos y cobrad ánimo” asumiendo la responsabilidad cristiana que implica hacer la obra de Dios. Tenemos el ejemplo de Caleb que camino con temor santo

Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Números 13:30 

  1. Esforzaos y cobrad ánimos porque el Dios del pacto va con nosotros

Al asumir nuestra responsabilidad delante de los retos divinos, veremos que a continuación viene la promesa del pacto “Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”.

Deuteronomio 31:6  Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

(BAD)  Sed fuertes y valientes. No temáis ni os asustéis ante esas naciones, pues el Señor vuestro Dios siempre os acompañará; nunca os dejará ni os abandonará.»

Es en esta promesa del pacto hecho por Dios con su pueblo, donde descansamos, y es aquí donde aprendemos a conocer quién es nuestro Dios

  • El Señor es tu Dios.

Enfatizando la idea que es un Dios personal. El creyente tiene algo que los demás no tienen, todos tienen dioses pero por gracia la iglesia tiene el único Dios vivo y verdadero, el todopoderoso Dios, el Dios de pacto.

  • Siempre va contigo.

Enfatiza la idea que siempre está inmerso en los asuntos de su Pueblo, no ajeno, sino dirigiendo nuestras vidas dentro de su plan de eterno, y soberano.

  • No te dejara.

La palabra que describe esta acción es “rafa” que implica que Dios es tu médico, tu restaurador, tu sanador. Que al asumir el reto de caminar en sus mandamientos y comunicar su Palabra, seremos heridos, despreciados y asechados, pero Él sanará nuestras heridas.

Es la firme confianza que el que te saco de Egipto, que en este caso representa el mundo, es el mismo que caminara contigo. Para nosotros, “no te dejará” es la promesa de que nunca nos va a soltar de su mano, y la certeza que su mano nunca se va a debilitar.

La probabilidad de ser herido en batalla es del 100{69ecd15b482f3c2b65889e58b998f0d61a4ee57c3818546a51624e84f54b8bf6}! Cuando vemos las películas de guerra y resulta un herido, inmediatamente llaman al médico que anda con ellos, para que le salve la vida, para que lo suture y le ayude a restaurarse

En las heridas que podamos sufrir en el camino cristiano, tenemos un médico que prontamente acude a nuestro auxilio, no moriremos por heridas, no moriremos desangrados, no moriremos solos y abandonados, sin que nadie nos auxilie

Por el contrario, las cicatrices que llevamos en nuestra vida por realizar la obra de Cristo nos harán más fuertes y más valientes, al verlas recordaremos y diremos “Dios nunca me ha abandonado”, en todo lo vivido hay propósito santo y Él ha estado allí

  • Ni te desamparara.

No te dejara plantado, no te dejara solo al enfrentar los problemas que implican los retos y desafíos de la vida, y de manera especial, todo aquello que implica estar dentro de su plan redentor. Debemos estar seguros que Él nunca nos va a fallar.

  1. Esforzaos y cobrad ánimos, Dios obra de muchas maneras

Dios hace su obra de muchas formas, y muchas veces no logramos comprenderlas, en otras ocasiones nos sorprende, y en otras nos deja expectantes. Veamos en esta reflexión, dos de las formas por medio de las cuales Dios hace su obra.

  • Un hermano en la fe nos impulsa a “esforzaos y cobrad ánimos”

Dios se manifestara a nuestra vida a través de un hermano en la fe. Será a través de él que podremos ver la mano de Dios obrando en nuestras circunstancias. Así nos lo deja ver Pablo.

2 Timoteo 1:15-17  Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes. Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo,

Porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas, sino que cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló.

Pablo dice “me abandonaron todos” refiriéndose a todos los desertores, tanto de su tiempo como del nuestro. Hace referencia a todos aquellos que no se conforman a la doctrina bíblica, a los que han abandonado el verdadero evangelio de Jesucristo

A todos aquellos que abandonan la obra del Señor, por amor a sus propias vidas, a sus propios placeres, a la incapacidad para negarse a sí mismos y buscar primeramente el reino de los cielos y su justicia,

Pero el Señor envía a nuestra vida a un Onesífero, para que nos conforte. La palabra “Confortar” hace referencia a proporcionar un refrigerio, es decir, sustentar en tiempos de necesidad, traer descanso en tiempos de mucha dificultad.

Esta hermosa tarea que hacen los “Onesíferos” en nuestra vida, es lo que llevó al apóstol Pablo a orar: “Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesiforo” No solo ora para que Dios bendiga la vida de su consiervo, sino para que Dios incline sus ojos a toda su casa.

En otras palabras, Pablo dice “Señor yo te pido que no solo aquí los vuelva a ver sino también cuando este al lado tuyo, cuando todo esto haya terminado, que estén también sus padres, su esposa, sus hijos, sus nietos contigo, y eso solo es posible si tu les extiendes tu misericordia.”

Es una oración hermosa y profunda, cuyo anhelo no se queda en esta tierra perecedera, sino que se extiende mucho más allá, hasta la vida venidera.

Onesiforo: es un nombre que significa “Fructífero” alguien de provecho que te ayuda a sobrellevar tus cargas. Eso es lo que un verdadero hermano hace por nosotros cuando estamos sufriendo por amor a la obra encomendada.

Pablo dice que Onesíforo no se avergüenza de sus cadenas. Pablo era prisionero en ese momento histórico, pero estaba preso no por ser un malhechor sino por el Nombre y la causa de Cristo, por proclamar las buenas nuevas del evangelio,

Pero eso le implico cárcel, sufrimiento, heridas, azotes, vituperios, muchos tiempos difíciles, ante ello dos prominentes líderes se avergonzaron de él y lo abandonaron “Figelo y Hermogenes” pero Dios lo consoló por medio de un hombre llamado “Onesiforo”,

Cuanta necesidad hay hoy en día de Onesíforos, que consuelen, que apoyen, que no se vuelvan atrás, que no abandonen y de manera especial que no sean indiferentes ya que esta causa mucho daño a la obra de Cristo.

Dice el apóstol que “lo busco solícitamente” expresando una genuina preocupación, que en cuanto llegó a Roma comenzó a buscarle sin descanso, hasta que lo encontró. Cristo nos buscó hasta encontrarnos, y en nuestras luchas nos busca y nos restaura, nos consuela por medio del Espíritu Santo.

  • Dios siempre está a nuestro lado para “esforzaros y cobrad ánimo”

Aunque nadie este a tu lado en esos momentos difíciles a causa del ministerio y del Nombre de Cristo, Dios siempre estará a tu lado y de tu lado.

A esta vivencia también se le ha llamado la pasión de Pablo, un paralelo con la pasión de Cristo pero reconociendo que Pablo solo es un pecador perdonado y Cristo es el Unigénito Hijo de Dios. Y este pasaje enfatiza que tu mejor defensa es Dios.

2 Timoteo 4:16-17  En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.

Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.

De esta dura pero maravillosa experiencia de Pablo, aprendemos lo siguiente:

a. El Señor no abandono a Pablo,

Allí vemos la fidelidad de Dios con los suyos, no los abandona, no los deja a su suerte.

b. “Estuvo a mi lado y me dio fuerzas”

Ante las pruebas y las dificultades de la vida debemos mirar hacia arriba, al Cristo victoriosos y fortalecernos en Él y en su Palabra, eso nos dará la fuerza para salir adelante.

c. Nos fortalece con un propósito

Pero esa fuerza es para seguir haciendo la voluntad de Dios “que se siga predicando el evangelio del reino hasta que el venga”, Nunca las dificultades deben ser un obstáculo para no hacer la obra de Dios y sin importar cuán a menudo atentan contra este propósito.

El Señor no nos dejará, y siempre nos fortalecerá en medio de las dificultades, pero no para vanagloria nuestra, sino para continuar haciendo su obra.

Conclusión.

“Esforzaos y cobrad ánimos” es el llamado que nos hace el Señor, para que no desmallemos ni nos amedrentemos ante los retos que nos pone por delante la vida cristiana y el desarrollo del ministerio.

Pero ante ese llamado, Él nos pone al frente su hermosa promesa “no te dejaré ni te desampararé” y son estas palabras las que nos hacen seguir hacia la meta, con confianza y con la certeza que Él no nos soltará.

Como dice la alabanza “Nunca me soltaras. Ni en lo alto ni en lo bajo, ni en la calma ni en la tormenta. Dios tu nunca me dejarás”

 

Palabras y frases significativas

Amats: estar alerta, fís. (a pie) o mentalmente (en valor):- afirmar, alentar, aliento, animar, ánimo, apresurar, ayudar, confirmar, consolidar, crecer, endurecer, esforzar, fortalecer, fuerte, obstinar, prevalecer, pujante, resolver, valiente.

 

 

[1] Diccionario VINE AT.