Jesús Dijo: Yo Soy El Pan De Vida, y esta es una afirmación que confirma la divinidad del Señor

Porque hacer referencia al “pan de vida” es hacer referencia a lo más esencial para el sustento de la vida humana

En la antigüedad el pan era el componente principal de la dieta, el podía significar prosperidad, y la falta de pan podía significar adversidad,

Y hablar de pan es hablar del sustento de la vida, y cuando Jesús habla del pan de vida se refiere a lo esencial para la vida eterna.

Si desea escuchar esta enseñanza, puede visitar https://youtu.be/8n4npe7Lln4

Pero si lo que necesita es, profundizar un poco más sobre la divinidad de Jesucristo, por favor visite El Maravilloso Nombre De Dios !Yo Soy El Que Soy¡

Jesús dijo: Yo Soy el pan de vida.

Es importante mencionar que el Evangelio de Juan se caracteriza por presentar a Jesús como “el Hijo de Dios” y esto desde sus primeros versículos:

Juan 1:1  En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”

Cando Juan dice “en el principio era el Verbo”, no está hablando del principio de la creación

Sino, que la Escritura nos habla de la eternidad del Hijo de Dios, que Él no está limitado por el tiempo y que no es parte de la creación

Y ese atributo de eternidad de Jesucristo, es vital para nuestra fe, porque solamente un Cristo eterno, puede dar vida eterna y ofrecer un reino eterno.

Además, la Escritura dice que “el Verbo era con Dios”, lo que nos deja ver que Jesucristo es una persona diferente al Padre,

Pero de la misma esencia, de manera que podemos encontrar en esa expresión, el concepto claro de la Trinidad divina

Y es así como Juan, presenta a Jesucristo, porque los israelitas conocían muy bien al Padre, pero necesitaban conocer al Hijo

Entonces ¿Cuál es el propósito de Juan al escribir esto? Que nos demos cuenta Quién es nuestro Cristo: Dios mismo hecho hombre

  • Los siete “Yo Soy” de Jesús:

Este cuarto Evangelio de Juan presenta los siete “Yo Soy” de Cristo, expresiones en las que Jesús enfáticamente se presenta como el “Yo soy”,

Para darnos enseñanzas importantes sobre su persona, sobre el Cristo divino, y confirmando que la Biblia establece la divinidad de Cristo de varias formas

Y aquí encontramos una de ellas por medio del título divino que se le adjudica a Cristo: Cristo es el Yo Soy, Jesús es Dios,

Juan 20:30-31  Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos,

las cuales no están escritas en este libro.

Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios,

y para que creyendo, tengáis vida en su nombre

De manera que Juan nos describe a Jesucristo como hombre perfecto, sin pecado, pero también, con una naturaleza divina, como Dios.

¿Con qué propósito es descrito Jesucristo así? Con el propósito de que podamos creer en Él, y que “creyendo, tengamos vida en su Nombre”

Que podamos creer que Jesús es el Cristo, el Mesías, el enviado del Padre para hacer la obra de salvación de su pueblo

Y que todos los milagros que Jesús hizo, pudieran llevarnos al conocimiento del Hijo de Dios

Texto de referencia.

Juan 6:35  Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida;

el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Cuando Jesús habla del “pan de vida” habla de lo esencial para la vida, del sustento vital del hombre

Y el título  “Yo soy” se repite siete veces en el Evangelio de Juan enseñándonos que Jesús es Dios

Porque es el mismo título que Dios utilizó en el Antiguo Testamento para presentarse delante del pueblo

Y cada una de estas presentaciones de Jesús, sigue la siguiente formula gramatical:

Primero presenta un titulo que es el “Yo soy” que es una declaración de su divinidad como el Cristo

Pero luego del título, le sigue una afirmación, que en este caso es “el pan de Vida”

Y finalmente, nos da la explicación que viene a ser una hermosa promesa: “el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás

Esta es una promesa que satisface las dos necesidades vitales para todo hombre: Hambre y Sed.

Es decir, el resultado de ir y creer en Cristo como el pan de vida, nos garantiza que nunca tendremos hambre ni  sed jamás.

Por tanto, el acto de creer está relacionado con el acto de ir; si creemos entonces podremos ir,

Pero es un ir, como alguien que no tiene nada, y necesita todo. Significa ir a Jesús como un verdadero necesitado de su gracia.

  1. “Yo soy el pan de vida” enfatiza creer en Cristo

Primeramente, debemos estar claros que la fe está centrada en Dios, en Cristo, que Él es el “Yo Soy.”

Juan 6:35  Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; …”

Esta frase se encuentra en el contexto de la pregunta que hace la gente que seguía a Jesús por los milagros que Él hace

Juan 6:30  Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?

Nos encontramos con un pueblo que pretende seguir al Señor, por las señales y milagros que Él hace,

Pero este es un principio equivocado, de manera que Jesús dará una enseñanza, con el propósito de erradicar esos errores doctrinales de su pueblo

Porque los creyentes no debemos vivir por vista, sino por fe, pero para muchos, primero es ver para luego creer,

Jesús dijo Yo Soy el pan de vida

Y este es un principio equivocado que está muy presente en nuestras iglesias, que busca señales para confirmar que Dios es Dios

Pero Dios siempre ha sido y es Dios, y no necesita convencernos de eso; lo que nosotros necesitamos es creer en Cristo y su Palabra, que se cumple día a día.

  • Dios y las señales:

Juan 6:31  Nuestros padres comieron el maná en el desierto,(A) como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.

El principio de fe que manifiesta el pueblo estaba equivocado “ver para creer” cuando el principio bíblico es “creer y después ver” andamos por fe y no por vista.

El pueblo de Israel se quedo viendo a Moisés, creyendo que de él provenía el pan del cielo

Pero el Señor nos enseña que Moisés solo fue un hombre temeroso de Dios, un profeta, un instrumento en manos de Dios

Y que el verdadero dador de la bendición, no es el instrumento que Dios usa, sino, Dios mismo, con su poder y su gracia hacia nosotros.

  • La enseñanza de Jesús:

El Señor se encarga de enseñar, que no fue Moisés quien les dio la bendición, que no fue Moisés el que les dio el maná

Y segundo, les enseña que ¡El verdadero Dador es siempre el Padre en los cielos¡

Juan 6:32  Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo:

No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

El Señor inicia su enseñanza con un “de cierto, de cierto os digo”, con lo que se expresa el “Amén” de Dios,

Un amén que significa “Así es y así será”, expresa una Verdad absoluta que ha de cumplirse en todos los tiempos, de la cual no podemos dudar.

Y con esa afirmación absoluta, Jesús aclara que Dios es el dador de toda bendición.

Que solo de Dios proviene “el verdadero pan del cielo”  ese pan que sustenta plenamente nuestra vida.

De manera que cada uno de nosotros, solo es un canal por medio del cual fluye la gracia divina.

¡Pero la verdadera bendición siempre fluye del puño de Dios¡ Un punto muy importante en nuestra fe cristiana.

  • Jesús: “Yo Soy el pan de vida”

Juan 6:33-34  Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.

Y el verdadero pan de Dios es aquel que descendió del cielo para darnos vida, esto es Jesucristo.

Esto significa, que todo hombre ya posee el pan material, ese que nos da sustento físico, pero necesitamos el pan de Dios

Necesitamos ese pan que nos da vida nueva, que nos da una plena satisfacción, una verdadera salvación, y ese pan es Cristo

Y Cristo es un pan mucho mayor que el maná que comió Israel en el desierto, porque este maná solo daba vida física, pero Cristo nos da vida eterna

De manera, que ese maná solo hablaba en sombras, del verdadero pan del cielo, que es Cristo, su persona y su obra.

  1. “Yo Soy el pan de vida” un Nombre de Jesús

El “Yo Soy” de Jesús, es un Nombre sagrado que significa “la presencia de la promesa de Dios con su pueblo”

Una promesa cumplida en la persona de Cristo, que desde el anuncio de su nacimiento fue llamado “Emanuel”,

Es decir, ¡Dios con nosotros¡ Dios viniendo a nuestro encuentro, porque nosotros no podíamos ir a Él

  • ¿Qué significa el “Yo Soy” de Jesús?

Este título significa que Dios se auto revela interviniendo en la historia de su pueblo,

“Yo soy” es un titulo divino de Cristo, al igual que en el Antiguo Testamento Dios se identifica con ese Nombre,

Y es un maravilloso Nombre de Dios que significa, “Yo era, Yo soy, Yo seré, Yo estaré”,

Es un Nombre que nos confirma que Cristo no cambia y que su propósito eterno tampoco cambia,

Significa que Cristo ha prometido estar con nosotros todos los días de nuestra vida, días buenos y días malos, días de salud y días de enfermedad,

Que el Señor estará con nosotros en tiempos de escases y de abundancia, en tiempos de paz y de persecución

¿Y qué hará su presencia con nosotros? Cristo promete estar con nosotros par suplir plenamente las necesidades espirituales de su pueblo,

Así también, todas las cosas necesarias para la vida temporal, recordando que estas siempre nos serán añadidas, si primeramente le buscamos a Él

Por tanto, este maravilloso Nombre del Señor, el “Yo Soy” es la promesa viva y verdadera, de un Dios que permanece a nuestro lado,

Un Dios que no es lejano ni ajeno a la realidad de sus hijos, sino que manifiesta Su gloria y derrama bendición sobre nosotros.

  1. “Yo Soy el pan de vida” garantiza plena satisfacción.

La fe del creyente debe estar sustentada en la persona de Cristo, que es nuestro pan de vida, el que da plena satisfacción a nuestra vida.

Juan 6:35  Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;

y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

La persona de Cristo es el pan que da vida eterna; no es un pan cualquiera u otro tipo de pan

Sino que Cristo es el único que da vida espiritual, y que cada día sustenta la vida, que nos da vida  eterna y trae verdadero deleite

Esto significa, que Cristo es nuestra fuente de sustento pleno, porque Él ha prometido, que en Él, no tendremos hambre ni sed jamás

Y en esta profunda Verdad, es que podemos conocer a Cristo como Creador y Señor,

Los Nombres de Cristo son una promesa

Porque en Cristo y por Él, ha sido creado todo. Con el poder de su Palabra, toda la creación es sustentada, sostenida y preservada

Pero también en Cristo encontramos al Señor de nuestra vida, quien gobierna nuestra realidad humana y con su gracia fortalecedora, nos hace perseverar.

  • La fe es el creer:

La Escritura nos dice “el que a mi viene y el que en mi cree” que nos habla de una fe relacionada con “venir a Cristo”

Y como ya dijimos anteriormente, este es un “venir a Cristo” como quien nada tiene y lo necesita todo,

De manera que si así lo hacemos, entonces tendremos la promesa  maravillosa “nunca tendrá hambre” y “no tendrá sed jamás”

Lo que nos lleva a concluir, que Cristo debe ser nuestro pleno gozo y deleite. De modo que ante la necesidad espiritual Cristo es la fuente de vida y sustento.

  • Cristo nuestra fuente de vida y sustento:

Juan 1:16  Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.

Descansemos en la plenitud de Dios, Él es el dueño de todo lo creado y nunca se le acaba su provisión de gracia

Y en nuestra debilidad, sepamos que en Cristo tenemos una fuente inagotable de bendición

Es en Cristo que estamos completos y somos ricos, en las riquezas de su gracia.

Pero dice la Escritura “el que a mí viene”, lo que significa, que debemos caminar a Cristo, en una fe que se mueve en la confianza del “Yo Soy”

Y con esa fe, encontramos las promesas de vida, de un Dios que no cambia, de una Palabra viva, certera, que permanece

  • Debemos de buscar a Cristo con los motivos correctos.

Buscar a Dios por lo que Él nos da, por lo que hace por nosotros, es una búsqueda pagana y limita la fe.

Juan 6:26-27  Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis,

 No porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece,

la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

Jesús estaba frente a una gran multitud que se movía con motivos equivocados: que el Señor supliera sus necesidades materiales y temporales

Pero esta, es una motivación materialista, egoísta, centrada en la necesidad o en los deseos egocéntricos, y no en lo que verdaderamente da gloria a Dios.

Y esto es muy común en nuestros días¡ de manera que hemos dejado de buscar a Dios, por lo que Él es

Un actuar que ha limitado nuestro crecimiento espiritual, nuestra madurez cristiana, e incluso, nos ha impedido continuar con su obra,

Porque nos hemos dedicado a pedir para nuestro deleite personal, en lugar de pedir, para poder continuar expandiendo su obra.

  • ¿Cómo se obtiene ese pan de vida?

Juan 6:28-29  Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?

Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

Es frecuente encontrar creyentes que piensan que por sus obras o sus méritos, pueden ir al “pan de vida”

Pero Jesús dice, que “esta es la obra de Dios”, es decir, será la obra de Dios la que nos llevará a creer, que Jesús es el enviado, el Cristo, el Salvador.

De manera, que esta es una obra de gracia, no es por obras.

Efesios 2:8-9  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

 no por obras, para que nadie se gloríe.

Es así como nos queda claro, que nadie puede ser salvo por medio de sus propias obras o esfuerzos, sino, solamente, por medio de la fe en Cristo

Y esa fe es un regalo de Dios, es una obra soberana del Padre, es por su Voluntad, que es una misma con la del Hijo.

Es el Padre quien pone una gracia irresistible que nos hace ver a Cristo con fe, y pedir ir a Él y tener un nuevo nacimiento, una nueva vida

Y cuando vamos al Hijo, Él nos acepta, no nos echa fuera, porque la Voluntad del Padre, es darnos vida en Cristo

  1. “Yo Soy el pan de vida” una fe firme.

Cristo pronuncia su Palabra, y el cristiano verdadero la cree firmemente, porque solamente la incredulidad demanda señales para creer.

Juan 6:36  Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Juan 6:30  Le dijeron entonces:

¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?

La incredulidad, el corazón endurecido, el razonamiento obcecado, los ojos humanos, impiden ver al dador de las señales

Pero en la gracia y misericordia del Padre, se nos es dado un corazón nuevo, un corazón de carne, capaz de creer sin ver

  • ¿Quiénes son los que verdaderamente vienen a Cristo?

Juan 6:37-38  Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.

Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Nadie puede salvarse a si mismo, nadie puede librarse de la ira de Dios, sino viene a Jesús

Y nadie llega a Jesús sino es por la obra soberana del Padre, quien pone en nosotros un corazón nuevo para ver a Cristo e ir a Él,

Con tal gracia irresistible, que es imposible no caminar, es imposible no ver a Cristo, es imposible decir No.

Y cuando el Padre hace esa obra maravillosa en nuestro corazón, conocido como un nuevo nacimiento, Jesús nos toma en sus brazos.

Haciendo una obra transformadora en nuestra vida, y garantizándonos vida nueva, abundante y eterna.

  • La fe que nos hace caminar:

La fe en Cristo, creyendo en Él como el pan de vida, es la que asegura la perseverancia de los santos.

Juan 6:39-40  Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió:

Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.

Y esta es la voluntad del que me ha enviado:

Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Esta es una maravillosa bendición para la vida de la iglesia, es esa promesa divina que nos asegura que perseveraremos hasta el final

Esta es la seguridad que encontramos solo en Cristo, que nuestra fe siempre será sustentada por ese pan de vida

Yo Soy el Pan de Vida dice Cristo

Y aunque esa fe sea impactada por las circunstancias de la vida, la gracia divida nos sostendrá, y nos hará luchar y perseverar

Tenemos la seguridad, que Cristo cuidará nuestra vida, nuestra alma, nuestra fe, y llegaremos a la meta final: el cielo

Y  gozaremos para siempre de la presencia de Dios! Solo a Él sea la gloria.

Conclusión.

“Yo Soy el pan de vida” es una verdad sostenida por el mismo Jesús, que nos enfatiza que Jesucristo es Dios,

Y el “Yo Soy” es ese maravilloso Nombre de Cristo, que nos garantiza su presencia con nosotros, en todos los tiempos y en todas las circunstancias

Por tanto, el pan de vida que es Cristo, es justamente lo que nosotros necesitábamos para tener vida

Y ese mismo pan, es el que  sigue sustentando nuestra vida espiritual, todos los días de nuestra vida.

Fuente consultada:

Comentario al Evangelio de San Juan, William Hendriksen