¡Todo Tiene Su Tiempo¡ Dios Establece Nuestros Tiempos, La pregunta es ¿los aceptamos o nos resistimos?

Porque esa es la Verdad que encontramos en Eclesiastés 3 pero es necesario que la interpretemos correctamente,

Y es que, este es un versículo que se usa para decir que cada cosa debemos hacerla en su tiempo oportuno,

Pero no es esto lo que Salomón está diciendo aquí, sino que él afirma, que Dios es el que tiene en sus manos el control,

De manera que la expresión “todo tiene su tiempo” es  una declaración de la soberanía de Dios sobre todas las circunstancias,

Lo que nos recuerda que no somos los dueños de nuestro destino, de nuestra vida y que somos incapaces de controlar nuestros tiempos

Porque es Dios quien ha prefijado los tiempos y es Él quien controla todo lo que sucede en el cielo y debajo del cielo

Si usted desea profundizar sobre la vanidad de la vida, siempre del libro de Eclesiastés, puede visitar Vanidad De Vanidades, Será Que ¿Todo Es Vanidad?

¡Todo tiene su tiempo¡ Dios establece nuestros tiempos.

Sabemos que el rey Salomón fue el hombre más sabio de todos los tiempos, pues Dios le concedió su petición de sabiduría

Pero también recordemos que este gran rey se perdió en la grandeza de su riqueza, de su poder y se entregó a todos sus deseos,

Adquiriendo así, una experiencia vívida de la realidad de las cosas, del dolor y destrucción del pecado, de la necedad del corazón sin Dios,

Y es así como podemos llegar a encontrar estas Palabras sabias de Salomón, que no es más que un poema sobre el tiempo de Dios.

  1. Un poema sobre el tiempo.

Eclesiastés 3:1  Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Salomón nos está diciendo que todo tiene un tiempo señalado y que hay un tiempo para cada suceso.

Esto significa que cada suceso que acontece en nuestra vida, tiene su lugar apropiado en el misterioso ciclo de la naturaleza y de la experiencia humana.

Y el poema que sigue a lo largo de todo el capítulo 3 de Eclesiastés, da ejemplos específicos de la verdad declarada aquí.

  • Todo tiene su tiempo:

Eclesiastés 3:2-8  Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

Tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;

Tempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

Al ser humano le gusta estar en el control de su propia vida y de toda situación, incluyendo nuestro futuro,

Pero Eclesiastés nos va a mostrar que no es posible para nosotros controlar nuestra vida aquí bajo el sol,

Y nos muestra en este pasaje el terror del tiempo, la implacable realidad del tiempo en la vida de toda la creación,

Para luego enseñarnos quién es el Señor del tiempo, y todo ello, con el propósito  de enseñarnos cómo anticipar y aceptar los tiempos que están fuera de nuestro control.

  • La realidad de la vida después de la caída.

Eclesiastés 3:1  Todo tiene su tiempo…

La primera lección práctica que las Escrituras nos dan por medio de ese texto, es que debemos anticipar de manera realista la vida,

Para no estar sorprendidos cuando algunos de los eventos propios de la vida pasen, y comprendiendo que no tenemos el control del tiempo,

Que para el ser humano no es posible predecir lo que va a pasar, sino mas bien, que todos: los sabios, los necios, los impíos, los ricos, los pobres ¡Todos pasamos por estos tiempos¡

Sin embargo, comprender que el control del tiempo no está en nuestras manos, no significa que haya que planear y organizar nuestra vida ¡Obviamente que si¡

Y es así, como el Libro de proverbios y la Epístola de Santiago, entre otros, nos enseñan la tarea de hacer

Pero reconociendo que, a pesar de nuestros planes sabios y muy previsorios, siempre nos será posible controlar y predecir lo que va a pasar,

No podemos anticipar que vendrán tiempos buenos y malos, y más aún, no nos engañemos creyendo que Dios ha prometido darnos solamente tiempos buenos y no tiempos malos,

¡Porque no es así¡ También nosotros, los creyentes, los hijos de Dios, enfrentamos lo mismo que pasa a los incrédulos,

De manera que estemos claros ¡El Evangelio no promete evitarnos todo esto¡ porque estamos siendo peregrinos en medio de un mundo caído y pervertido por el pecado

Y por tanto, habrá que pasar por todos esos tiempos y Dios está llamándonos a anticiparlos y a aceptarlos.

  • El tiempo ¡Nuestro enemigo¡

El tiempo en el origen de la creación, era nuestro amigo, todo obraba a favor del hombre y de todo lo creado, pues no existía la muerte,

Pero después de la caída, comenzamos a pagar el precio del pecado, la muerte se manifiesta lentamente, y vienen los tiempos malos:

De manera que con la caída, el tiempo se convierte en nuestro enemigo, ahora tenemos que pasar por varias temporadas de la vida que nos asustan,

Y comenzamos a vivir tiempos que nos causan ansiedad y preocupación, viéndonos en la necesidad de planificar el futuro,

Todo tiene su tiempo y todo tiene su hora

Pero todo control del tiempo que pretendamos tener es inútil, viéndonos en la necesidad de vivir reprogramando nuestros tiempos,

También nos vemos presos de infinidad de experiencias de vida, unas buenas y otras malas,  Y así, un día nos regocijamos por el nacimiento de un bebe y al otro día podemos estar en un funeral,  hay bodas y hay divorcios, hay comienzos y finales.

Es así como Eclesiastés es una reflexión sobre cómo es la vida desde una perspectiva realista del hombre,

Pero también está demostrando que esta realidad no era así en el principio, sino que el tiempo fue parte de la buena creación de Dios,

Y fueron creados el día y la noche así como las estaciones, verano e invierno, para embellecer nuestra vida,

Por tanto, basta con quitar todo lo malo de la realidad presente y dejar todo lo bueno que anhelamos, y ver que así era la vida antes de la caída,

  1. Todo tiene su tiempo ¡Todo es parte de nuestra realidad¡

Cada situación que vivimos es parte de la realidad del pecado, y son cosas que nos acontecen a todos.

Eclesiastés 9:11-12  Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes,

Ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.

Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red,

Y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.

Ninguno de nosotros sabe cuándo nos llegará la hora mala, y sin darnos cuenta, nos encontramos atrapados por una desgracia que nos sobreviene de pronto

Pero esto es algo que nos acontece a creyentes y no creyentes, y forma parte de nuestra vida,

  • ¿Cómo reaccionamos ante esa realidad?

Eclesiastés 3:9  ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?

Sabemos que esa es una realidad que nos alcanza a todos en su respectivo momento, y podemos responder “Aceptándola”

Es decir, no resistiendo a lo que vivimos, no negando la realidad, y confiando en que Dios nos ayudará, nos asistirá,

Porque sabemos que estamos en manos de un Dios soberanos en cuyas manos está nuestra realidad,

Pero también, respondemos haciendo lo que a nosotros nos corresponde y haciéndolo responsablemente.

Y esta es la respuesta que todos los creyentes debemos tener, pues para los incrédulos, los tiempos malos son objeto de queja, e incluso blasfemia

Porque, para el hombre sin Dios, las pruebas y dificultades no tienen propósitos santos, sino que son fruto de la mala suerte o de un destino del cual, ellos no tienen control.

  • Todo tiene su tiempo y todo tiene propósito

Podemos pensar en nuestra realidad de padres, que vivimos pretendiendo dirigir y organizar el tiempo de nuestros hijos

Y así les establecemos tiempo de levantarse, de ir a la mesa, al colegio, a la universidad, tiempo para dormir, etc.

Todo con el propósito de establecer una disciplina buena para la vida de nuestros hijos, y que se conviertan en buenos administradores de su tiempo

Porque sabemos que una vida sin tiempos, sin estructuras, es una vida caótica que nos impide crecer y madurar

Pero la pregunta es ¿Cómo reacciona el hijo en ese proceso de organización del tiempo?

Resulta que ese hijo no quiere comer, no quiere aceptar el tiempo para dormir, se enoja con sus padres y se siente frustrado,

Justamente así somos nosotros en la vida con Dios. Él es nuestro Padre, nosotros los hijos, y nos da diferentes tiempos para crecer y madurar,

Y muchas veces nos preocupamos, nos ponemos tristes, lloramos, gritamos, resistimos los tiempos señalados por Dios, no queremos aceptarlo, queremos que sea diferente,

Pero el punto es, que Dios es nuestro Padre, Él es Señor de nuestros tiempos, Él está en control de todo

Y Dios está dirigiendo todo para Su gloria y para nuestro bien, y debemos confiar en Él,

De manera que, aunque nosotros no podamos descubrir o entender la finalidad de lo que nos acontece,

Sí podemos tener la convicción que todo obrará para bien nuestro, y que al final del proceso, la gloria será para Dios.

Romanos 8:28  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,

Esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

¡Y esta es la Verdad bíblica a la que debemos aferrarnos¡

  • Todo tiene su tiempo en el plan de Dios:

Debemos someternos con mansedumbre al plan de Dios, al mismo tiempo que nos dedicamos con responsabilidad a la tarea que Él nos ha dado,

Porque siempre hay un trabajo que hacer, hay un propósito con el cual Dios nos ha llamado a su reino, reconociendo que todo sigue en el control de Dios.

Eclesiastés 3:10  Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.

Desde la perspectiva del hombre la tarea es dolorosa, es gravosa, y muchos prefieren la vida de ocio, que una vida productiva, considerando que el trabajo es un castigo,

Pero en realidad, la tarea es hermosa desde la perspectiva de Dios, ya sea la tarea que realizamos en el día a día para llevar sustento a nuestro hogar,

O ya sea la tarea que Dios no ha dado para engrandecer su reino, para trabajar dentro de su iglesia,

Y es hermosa porque cuando realizamos esa tarea, llevamos gloria a su Nombre, sabiendo que Él nos bendice, para que seamos de bendición para los demás.

  • Todo tiene su tiempo y Dios es el Señor del tiempo.

Eclesiastés 3:11  Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos,

Sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Dios puso en la mente humana el sentido del tiempo y de la eternidad, y aún cuando no logra comprender la obra de Dios, este hombre la realiza de principio a fin,

Aún cuando no podemos entender toda la obra de Dios, contemplarla detalle a detalle y quedamos atrapados en el tiempo de nuestra realidad,

Sabemos que nada puede llenar nuestro corazón, sino solo Dios, y encontramos consuelo al reconocer que  Dios es el Señor del tiempo,

Que Dios es nuestro Padre, el creador y curador del tiempo, que su plan para la humanidad redimida es eterno y perfecto,

Dios es el Señor del tiempo

Y de manera especial, encontramos consuelo al reconocer que nuestros tiempos están en manos del Señor, y que no nos acontecerá nada que no sea para nuestro bien.

También, como creyentes reconocemos que esta vida no lo es todo, que solo es temporal, pasajera, de manera que nos espera esa maravillosa eternidad con Dios.

  1. Todo tiene su tiempo ¡Así que hagamos el bien¡

Somos llamado hacer todo el bien que Dios nos permita hacer a lo largo de esta vida, dedicándonos a las buenas obras,

Eclesiastés 3:12  Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;

El consejo de la Palabra ante la variabilidad de los tiempos vividos, es alegrarnos y hacer el bien a lo largo de nuestra vida

  • Alegrarse: practicar el contentamiento,

Filipenses 4:11  No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Comprendiendo que en este mundo caído, habremos de vivir todo tipo de adversidad así como tiempos de refrigerio,

Lo mejor que podemos hacer es practicar el contentamiento, cualquiera que sea la situación que estemos viviendo,

Tal como lo dice el apóstol Pablo, que nuestro gozo no dependa de las circunstancias de nuestra vida, de la escasez o la abundancia, la salud o la enfermedad,

Sino que ese gozo sea interno, en el pleno descanso de la Soberanía divina, ese gozo que sobrepasa todo entendimiento,

Porque solo proviene del conocimiento que tenemos de Dios, como bueno, justo, misericordioso y lleno de gracia,

Donde todas nuestras circunstancias siempre nos ayudaran a bien y nos permitirán crecer en santidad, siendo cada vez más parecidos a Cristo.

  • Hacer las buenas obras que Dios preparo de antemano.

Efesios 2:10  Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,

las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Hemos nacido de nuevo, somos una nueva creación, de manera que la imagen y semejanza de Dios en nosotros es restaurada en Cristo Jesús,

Y al ser hechos de nuevo en Cristo, también somos preparados y capacitados para las buenas obras que ya han sido preparadas por Dios de antemano

Daniel 11:32  Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.

Si verdaderamente somos hijos de Dios, portadores de un nuevo corazón, entonces nos esforzaremos y actuaremos conforme a lo que Dios demanda de nosotros.

  • Tener gratitud por las cosas buenas que Dios nos regala,

Nuestra responsabilidad humana se encuentra enmarcada dentro de la soberanía de Dios, y No hemos sido llamados a la pasividad,

Eclesiastés 3:13  y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.

Es así como todo hombre puede gozarse del fruto de su trabajo, dando gracias a Dios por la bendición que día a día tenemos

Esa maravillosa bendición de las fuerzas nuevas, la inteligencia, la sabiduría, las oportunidades y la prosperidad de lo que nuestras manos emprenden

  1. Todo tiene su tiempo !Dejemos a Dios ser Dios¡

Eclesiastés 3:14  He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá;

Y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.

Todo lo que Dios hace es “Perpetuo”, inalterable, porque sus decretos son inmutables, nadie puede alterar sus planes,

Y aunque los hombres tenemos cierta libertad para actuar, todo lo que hagamos, siempre estará enmarcado dentro de los planes eternos de Dios

Sin olvidar que el propósito de Dios es, que todos los hombres le teman, en reverencia, honor y gloria

¿Por qué? Porque Dios es Dios, y es eterno y perfecto, y su plan es perfecto, bueno para nosotros.

  • El Ejemplo de Daniel.

Daniel 4:35  Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada;

Y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra,

Y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?

Daniel comprendió muy bien en qué consiste la soberanía de Dios y la define como “Él hace según su voluntad” tanto en la tierra como en el cielo

Y esto es así porque Dios es dueño y rey sobre todo cuanto existe y sobre todo acontecimiento,

¿Por qué? Porque las obras de Dios son para siempre, Dios No vive en el tiempo, sino que Él existe fuera y sobre el tiempo

Dios es el creador del tiempo y por tanto, gobierna en los tiempos, según su propósito eterno, aún dentro de las tragedias que ocurren en nuestra vida y en todo el mundo.

Esto significa, que el caos mundial que nuestros ojos pueden contemplar, está bajo el control de Dios

Y todo acontece dentro de la Soberanía divina, es Dios quien está dominándolo todo, dirigiendo tragedias y bonanzas

Pero todo ello ocurre según el gran plan de salvación de Dios para su iglesia así como para la restauración de su creación

  • El ejemplo de José:

Génesis 45:5-8  Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá;

porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.

Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega.

Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.

Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón

Y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto

La historia de José es un maravilloso testimonio de la vida práctica, que nos enseña que nada escapa del propósito divino

Y no es un propósito personal o individual, sino un propósito común para toda su iglesia, para todo su pueblo

Es así como, muchos podemos llegar a pensar que, todo lo que nos está aconteciendo está fuera del control de Dios y que ya es un caso perdido,

¡Pero no es así! Porque todo, lo malo y lo bueno, obra dentro del propósito de Dios para su iglesia y todo acontece, para hacernos bien.

Así vemos el testimonio de José, que sus hermanos lo vendieron, fue hecho esclavo, acosado sexualmente, hecho preso,

Pero al final de todo ese sufrimiento, aparentemente injusto, aparece de manera muy visible, el propósito de Dios para su pueblo elegido

De manera que todo el sufrimiento de José, obró para bien de todo el pueblo de Israel y finalmente su historia se encaminó dentro del plan redentor de Dios.

  • Inescrutables son los caminos de Dios:

Romanos 11:33-35  ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!

¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?(H)

 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?(I)

El apóstol Pablo conocía los misterios del reino de Dios tan bien como ningún otro hombre;

Sin embargo, se reconoce a sí mismo como impotente de llegar a la profunda sabiduría y ciencia de Dios;

Y ante ello, lo único que puede hacer es llegar humildemente al borde, a la orilla de tan grande profundidad divina, preguntándose

¿Cómo indagar las decisiones de Dios o cómo reconocer plenamente sus caminos? ¡Imposible¡ nadie puede entender la mente del Señor

Todo tiene su tiempo, Eclesiastés 3

Solamente Dios conoce todo, solo Él es Omnisciente, y por tanto, nosotros solo podemos conocer a medias y descansar en la sabiduría de Dios

Reconociendo siempre, que la Voluntad de Dios es buena y perfecta, y que nada escapa de su control.

Conclusión.

Salmo 34:1  Bendeciré a Jehová en todo tiempo;

 Su alabanza estará de continuo en mi boca.

Todo tiene su tiempo y todo ello se encuentra siempre dentro del plan divino y conforme a la Voluntad de Dios

De manera que la expresión “todo tiene su tiempo” es  una declaración de la soberanía de Dios sobre todas las circunstancias,

Lo que nos recuerda que no somos los dueños de nuestro destino, de nuestra vida y que somos incapaces de controlar nuestros tiempos

Porque es Dios quien ha prefijado los tiempos y es Él quien controla todo lo que sucede en el cielo y debajo del cielo

Por tanto, lo nuestro es regocijarnos en cualquiera que sea nuestra circunstancia de vida, y vivir para hacer el bien