La Resurrección De Cristo Y Nuestras Emociones¡

La Resurrección De Cristo Y Nuestras Emociones. ¿Qué sentimientos se despiertan en nuestro corazón al ver esa muerte injusta?

¿Sentimos lástima, deseos de llorar, ira o enojo al ver a sus asesinos? Nos vemos a nosotros mismos allí?

Probablemente no! Y es por eso que el Señor dijo “… no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos” (Lucas 23:28)

Ante el sufrimiento de Cristo nos dejamos llevar por una serie de emociones, pero perdemos de vista lo más importante

La resurrección de Cristo:

El viernes venció el pecado y el domingo venció la muerte

Génesis 3:15  Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;

ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Vemos el día domingo como un día especial dentro del plan de redención, pues es un día de victoria

La historia revelada comienza en Génesis cuando el hombre cae en pecado, dejándose llevar por la tentación de “ser como Dios”

desde allí en adelante no hay nada que la humanidad pueda hacer para recobrar el camino perdido,

Y desde ese día el hombre impotente ante su realidad, solo puede esperar ser favorecido por Dios a través de la gracia y la misericordia,

Por eso podemos comprender las Palabras “de tal manera amo Dios al mundo” que aun siendo pecadores y rebeldes por nacimiento, Dios nos manifestó su amor,

1 Juan 4:9-10  En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,

en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,

sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

1. El infinito amor de Dios

El primer mensaje que se nos manda es el del infinito e incondicional amor de Dios por su iglesia

Ese amor se manifiesta al mandar a su Hijo a vivir en medio de nosotros, dejando Su trono de gloria, para hacerse hombre

Y no solo eso, sino que también se dispone a morir en una muerte cruel e injusta por amor a pecadores y enemigos de Dios

De modo que podemos ver la resurrección de Cristo, como un cuadro completo de la obra salvadora de Dios.

• La muerte de Cristo es un acto de amor.

Y ese amor consiste en que Él nos amo primero. El hombre muerto en sus delitos y pecados No puede buscar a Dios

Como seres humanos pecadores, destituidos de la gloria de Dios, no tenemos capacidad de acercarnos a Dios y mucho menos amarle

Es Dios Padre quien toma la iniciativa de enviar a Su Hijo Unigénito a tomar nuestro lugar, para que Su justicia cubra nuestra injusticia

Y de esa manera Cristo fue entregado en propiciación por nuestros pecados, manifestando su infinito amor por su iglesia.

• La resurrección de Cristo una victoria sobre el pecado,

Y esta victoria fue consumada un día viernes en la cruz del calvario! Y fue un día muy doloroso para nosotros,

Porque ese día le abandonamos. Todos sus discípulos huyeron al ver el peligro, dejándolo solo

Pero un poco de tiempo atrás, había pedido ser acompañado en oración y no lo hicimos, el sueño y el cansancio, nos lo impiden

Y no solo eso, también le negamos, pese a que hemos dicho que iremos con Él hasta la muerte

Finalmente le crucificamos, pues parece ser que Cristo no cumplía con nuestras expectativas,

Es así como el Señor escondió nuestro rostro de Él, hasta ese día glorioso en que Él nos ayuda a creer

• La resurrección de Cristo demanda fe

Y solo podemos creer en la resurrección de Cristo, si creemos en su amor, en su victoria sobre el pecado.

Solo si nuestra mente renovada por el Espíritu Santo, puede ver el infinito amor del Padre cumpliendo Su plan de redención en Cristo

Entonces, podremos creer en la maravillosa victoria del Señor, manifestada en Su resurrección,

Solo si Cristo resucitó, hay victoria sobre la muerte y el pecado, y hay una esperanza gloriosa para el creyente.

Y un día domingo resucito, un día glorioso en el cual se cumplió la promesa más grande de Dios para nosotros

Ese domingo de resurrección, Cristo vence a nuestro gran enemigo: la muerte. Y si la muerte no pudo retener a Cristo,

Tampoco a nosotros, que hemos creído en Él¡ y es así como los cristianos, morimos solo una vez

Y creemos firmemente, que en el día final, resucitaremos juntamente con Él, y está es una promesas cierta y segura

Tanto para el día de hoy, como para todos aquellos que ya murieron en Cristo.

Esta es una promesa plena cuando nos encontramos con Cristo y llegamos a ser parte de Él

• La resurrección de Cristo cambia la historia

Desde ese día glorioso en que Cristo resucitó, se marca un hito en la historia de la humanidad, tanto creyente como incrédula,

Es a partir de allí que se empieza hablar de un Antes de Cristo y un  Después de Cristo, ¡La resurrección impacta la historia¡

Cristo resucito, y en eso ciframos nuestra esperanza, pero nuestra lucha continua, y lo hacemos día a día,

Pero ahora luchamos sobre una victoria ya consumada y manifestada en una cruz y en una resurrección del Hijo de Dios,

Pablo decía pelea la buena batalla, la batalla de la fe. Y esto lo haremos mientras permanezcamos inmersos en un mundo caído

Mientras haya un remanente de pecado en nuestra naturaleza humana, aún cuando ya hemos creído,

Seguiremos peleando la batalla de la fe, pero con la certeza de la victoria.

2. El viernes de crucifixión.

Fue un día trágico para la humanidad que no creyó, y que sigue sin creer en el Hijo de Dios

Pero también, fue un día glorioso, pues en medio de la muerte de Cristo, se dio la más grande victoria

En la cruz, con la muerte, Cristo venció el dominio del pecado sobre el hombre,

y cuando muchos vieron esa muerte santa e injusta, se identificaron con Cristo ¡Pero hasta que ya estaba muerto¡

• Cuando vemos a Cristo, se va el temor

De manera, que ya finalizando el día viertes de crucifixión, al ver la Verdad del Cristo en la cruz, muchos creyeron, y el miedo se dejó atrás,

Juan 19:38-39  Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús,

pero secretamente por miedo de los judíos,

rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús;

y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.

También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche,^(E) vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.

Cuando aún nuestros ojos No pueden ver verdaderamente a Cristo, es cuando somos creyentes en secreto

O le visitamos de noche, justamente, por temor. Sin darnos cuenta estamos llenos de mucho temor.

Tenemos miedo del rechazo, de la burla, de ser anulados en “círculos de prestigio” por el Nombre de Cristo,

Pero nuestro corazón sabe, igual que lo sabía José de Arimatea y Nicodemo, que Jesucristo es el Hijo de Dios, el Señor y Salvador,

Y cuando esa convicción invade el corazón del creyente, es cuando le hacemos frente al temor y empezamos a caminar en la Palabra,

• La profecía se cumple:

Juan 19:40-42  Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas,

según es costumbre sepultar entre los judíos.

Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo,

en el cual aún no había sido puesto ninguno.

 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos,

 y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.

Así Cristo fue enterrado con los honores que corresponden a un Rey, en un sepulcro nuevo y ungido con todo tipo de especia aromática,

Y su muerte coincide con el día de la pascua, cuando era sacrificado el cordero y conmemorada la liberación del pueblo

De esa manera, la profecía que inicia en Génesis 3:15 fue cumplida ese viernes santo.

3. Sábado: ¿Y la resurrección de Cristo?

Este día sábado, fue un día de mucha lucha y dura lucha. Era el día de reposo, el pueblo se reunía en las sinagogas,

Era día de reflexión y dedicación a Dios, y para aquellos que habían identificado la Verdad del Hijo de Dios,

Fue un día de llanto, culpa, remordimiento, frustración, sensación de fracaso y todo ¡fruto de la incredulidad¡

No creían en la resurrección! Estaban seguros, que aunque era el Hijo de Dios, No resucitaría.

Las esperanzas se habían perdido!!

4. Domingo: ¡La resurrección de Cristo¡

¿Hasta cuándo, los discípulos y todos aquellos que habían caminado con Jesús, incluyendo las mujeres,

Creerían en todas las Palabras que el mismo Señor les había compartido, mientras aún caminaba entre ellos?

• Un propósito noble:

Marcos 16:1-2 Cuando pasó el día de reposo,^[a] María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé,

compraron especias aromáticas para ir a ungirle.

Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.

Por la cabeza de estas mujeres, jamás pasó el pensar que Jesús ya no estaría allí, pues Él había prometido resucitar,

Ellas tenían un propósito noble: “ungir el cuerpo de su Señor”, pero no habían creído a Su Palabra

Ellas caminaban con incredulidad, con dolor en su alma, con el anhelo de servir al Señor, aún después de muerto,

Pero con su actuar, estaban negando la Verdad de la resurrección.

• Una preocupación:

Las mujeres iban en busca del cuerpo del Señor pero tenían una Preocupación. ¿Quién removería la piedra?

Marcos 16:3-4  Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?

 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.

La piedra, representa un obstáculo ¿Quién lo va a remover?, pero cuando la piedra tiene un propósito, permanece allí,

Pero si el Señor remueve la piedra, es para dar al creyente la evidencia que necesita para creer la Palabra

Jesús removió la piedra para demostrar que había resucitado, y que con ello, Él había vencido la muerte y el pecado,

Esta Verdad, debe traer descanso a nuestra alma: cada piedra que en nuestra vida represente un obstáculo a nuestra fe, Dios la va a remover.

• La tumba está vacía ¡Cristo ha resucitado¡

La razón por la que estas mujeres venían a la tumba, había desaparecido, ya no estaba, la tumba estaba vacía.

¿Cuáles son tus preocupaciones?

No importa cuánto se hayan multiplicado tus preocupaciones, o que tan grandes sean, ven a Jesús y confirma que la tumba está vacía,

la victoria fue llevada a cabo y el poder de Cristo en su misericordia es evidente, lo podemos confirmar en nuestra propia vida,

mientras venimos a Él con nuestras preocupaciones nos damos cuenta que eso que me preocupa ya fue removido.

La salvación.

El problema de nuestra salvación está resuelto: en Cristo encontramos la justicia y la perfección que nos reconcilia con Dios

Nuestros problemas de vida

Sean enfermedades, crisis financieras, de matrimonio, de hijos, de existencialismo, sepamos que en Cristo, hay esperanza

Mateo 28:1-2  Pasado el día de reposo,^[a] al amanecer del primer día de la semana,

vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.

Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo

y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.

5. La resurrección de Cristo: asombro y temor.

Marcos 16:5-6  Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca;

y se espantaron.

Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado;

 ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.

Al ver la tumba vacía, a estas mujeres les invade una serie de emociones: espanto, temor, incomprensión de lo que veían.

De manera que fue necesario pedirles que recordaran lo que Jesús mismo les había hablado,

Lucas 24:4-6  Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;

y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,

Cristo no está muerto, dejemos de buscarlo entre los muertos ¡Él vive¡ ha resucitado, y ha prometido resucitarnos con Él

• Cristo resucitado: el mensaje de Esperanza

Esta debe ser en nuestra boca, una proclamación gloriosa que llene de esperanza a un mundo perdido

Marcos 16:7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotrosa Galilea;^(A)allí le veréis, como os dijo.

La razón de nuestros temores es porque no hemos entendido el mensaje de la resurrección,

No hemos comprendido que se trata de un mensaje de triunfo, que es un mensaje de vida, abundante y eterna.

Entonces, al hablar de la cruz de Cristo y de su resurrección, debemos hablar de la promesa hecha realidad:

La muerte ya no puede retener a los hijos de Dios, pues seremos resucitados juntamente con Cristo,

Y el pecado ya no tiene dominio sobre el creyente, pues Cristo con su justicia y santidad, pago el precio de nuestra libertad

• El privilegio de María.

Marcos 16:9-11  Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana,

apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.

Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.

Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.

Hermoso privilegio para María, ser la primera en constatar la realidad de la resurrección de Cristo.

Y nos podemos preguntar ¿Por qué a ella? Y probablemente nos sobren las respuestas.

Porque fue diligente, porque se mantuvo pensando en su Señor, porque le quiso honrar aún después de la muerte,

Pero la razón más importante que podemos encontrar, es porque María Magdalena amo tanto al Señor,

Un profundo amor por Jesucristo que nace del reconocimiento de saberse perdonada y que se le perdono tanto!¡

¡¡María Magdalena le amo tanto porque se le perdono tanto!¡

Y ese amor que expresamos con nuestros labios, debe manifestarse en obediencia a su Palabra

Porque “si me amas, guardaras mis mandamientos”. Si amamos a Cristo, obedeceremos todos sus mandatos, expresos en la Biblia.

• El amor de María Magdalena

¿Por qué el amor a Cristo se expresa en obediencia a la Palabra?

Porque reconocemos las implicaciones destructivas del pecado en nuestra vida.

Si tenemos un pobre concepto del pecado y sus consecuencias, entonces tendremos un pobre concepto de la salvación

Debemos comprender y dimensionar la muerte de Cristo: Dios Padre crucificó a su Hijo en la cruz, porque el pecado es horrendo¡!

El pecado inherente al corazón del hombre, es el responsable de que muchos vayan al infierno, a la muerte eterna

Es por causa del pecado que se perdió el camino a la Vida y a la Verdad y que solamente en Cristo, se vuelve a recuperar

De manera que si amamos a Cristo, también obedeceremos sus mandamientos que nos conducen a la santidad y con ello, a la vida.

• La resurrección de Cristo y la incredulidad de los discípulos.

Marcos 16:10-11  Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.

Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.

Cuántos de nosotros, con tanto tiempo de caminar en el Evangelio, seguimos sin creer esa promesa,

Seguimos sin dimensionar la Verdad de la resurrección, y mantenemos nuestros ojos puestos en lo terrena,

Probablemente, no seamos tan distintos a los discípulos del Señor¡

Marcos 16:12-13  Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.

Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.

6. La resurrección de Cristo y la incredulidad:

La incredulidad siempre será sujeta de reprensión:

Marcos 16:14  Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa,

y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.

Somos tan propensos a creer solamente lo que nuestros ojos miran, y a confiar en nuestro propio discernimiento,

Y esa incredulidad no es más que falta de fe, de confianza en la Palabra, en sus promesas y en sus advertencias,

La incredulidad es producto de la dureza del corazón, aún cuando ya tenemos un nuevo corazón, impera la debilidad humana

Romanos 8:11  Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,

el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales

por su Espíritu que mora en vosotros.

Conclusión:

La resurrección de Cristo debe ser una realidad en la vida del creyente, pues en ella se fundamenta nuestra esperanza

Con la muerte de Cristo es vencido el pecado, y todo dominio que este pueda tener sobre nuestra vida,

Y con la resurrección de Cristo, se vence a la muerte, y con esa victoria, gozamos de una esperanza gloriosa.