Como Ver a Jesús En Un Mundo Globalizado, se convierte en un reto que demanda mucho conocimiento de Dios. El Cristianismo en un Mundo Globalizado obliga al discernimiento de la única y absoluta Verdad.

Romanos 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,

para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

La fe en un mundo globalizado

El cristianismo en un mundo globalizado


Sabemos que sostener nuestra fe en un mundo moderno y cada vez más integrado en sus comunicaciones e influencias, se hace cada vez más difícil

es cada vez más una tarea para valientes! esto demanda de nosotros mucha dependencia del Señor y una fuerte convicción de Su Palabra

comencemos definiendo qué entendemos por globalización

¿Qué es la Globalización?

La humanidad ha venido experimentando una serie de cambios, muchos de carácter radical, en la forma de vivir, de pensar, de ver el mundo, e incluso, de verse a sí mismos,

Todo ello enmarcado en un proceso que se ha dado en llamar “Globalización”, en el cual el mundo se ha hecho pequeño.

Nos resulta tan fácil conocer los eventos sobresalientes de lugares tan  recónditos que quizá nunca visitemos; conocer personas que quizá nunca veremos cara a cara;

O hacer transacciones comerciales con empresas que quizá nunca visitemos sus instalaciones; Conversar con familiares que viven en lugares tan lejanos,

pero que los vemos y sentimos tan cercanos como si viviésemos en el mismo vecindario, todo gracias a la tecnología que nos facilita la vida, los negocios, la información.

Y todo esto es fruto de un mundo globalizado, tecnologizado, que ha cambiado radicalmente la vida del ser humano, que ha hecho todo más fácil y ligero,

pero que sin embargo, pese a sus bondades, nos ha enmarcado en un mundo altamente agresivo,

  • ¿Cómo es nuestro mundo actualmente?

Un mundo despersonificador, destructor de valores, que incluso, anula la misma fe. “Como escribe el profesor Néstor García Canclini: es curioso que esta disputa de todos contra todos,

En la que van quebrando fabricas, se destrozan empleos y aumentan las migraciones masivas y los enfrentamientos inter étnicos y regionales, sea llamada globalización.[1]

Está globalización no solo ocurre fuera del individuo, sino en el núcleo de la propia vida, afecta a la persona en lo más intimo de su ser, a las relaciones conyugales, a la familia, al mundo laboral;

Influye en el círculo de los amigos, en la escuela, en la alimentación, en el ocio, en la forma de divertirnos, e incluso en la vida religiosa y espiritual.

Lo global, se quiera o no reconocer, conforma absolutamente toda nuestra existencia terrena, y nos influye positiva y negativamente.

Este fenómeno debe llevarnos a analizar cuidadosamente nuestra forma de vivir y de pensar,

y poder así determinar, como nos conviene actuar como cristianos llamados a testificar al Dios que nos llamo, y hacerlo de manera valiente¡!

  1. Teología y Cristianismo en un Mundo Globalizado:

Como anteriormente se ha dicho, la globalización  es un proceso que lo envuelve todo, y por ende, el cristianismo, de manera individual tanto como congregacional, no es la excepción;

Nuestra fe cristiana se ha visto afectada, influida, en su percepción como en su vivencia, en su comprensión como en su defensa, en su predicación como en su  testificación.

La globalización afecta todo lo que tiene que ver con el conocimiento de Dios.

La teología en un mundo moderno

Este proceso ha significado tantos cambios y tan acelerados, que el hombre ha perdido la conciencia de la realidad y de su misma identidad.

Y cuando el hombre pierde su identidad, pierde también su concepto de Dios, pues somos imagen de Él.

  • Impacto sobre el cristianismo en un mundo globalizado

Ha sido tan fuerte el impacto que la globalización ha traído sobre nuestra visión cristiana, que nos hemos limitado a observar y a imitar, sin pensar ni cuestionar el nuevo mundo en el que estamos inmersos.

El ritmo de los acontecimientos se ha vuelto frenético y tal velocidad le proporciona un carácter efímero a la realidad. Lo que acontece rápidamente parece menos real.

Lo malo se torna menos malo y lo bueno no lo parece tanto[2]

Cuando lo malo no parece tan malo, y lo bueno quizá no lo sea tanto, abre una puerta que puede llegar a ser un abismo para el cristiano

sobre todo, para aquel cristiano no muy fundamentado en la Verdad de Dios, donde el temor de Él, está cada vez mas ausente en nuestros corazones,

Esto debe abrir los ojos de los cristianos para enfatizar, hoy más que nunca, que la vivencia del Evangelio es una relación personal con Jesucristo…

El creyente debe cultivar su mente y su espíritu con un sentido crítico que proporcione paz y armonía interior[3]

El hombre y la mujer cristianos, y el pueblo escogido de Dios como tal, debemos estar atentos a este fenómeno globalizador.

Debemos tomar una actitud crítica, de cuestionamiento constante que nos lleve siempre a buscar la Verdad de Dios, en su santa Palabra.

A no olvidar que hemos sido hechos a imagen y semejanza de Dios, que nuestra identidad esta en Él,

Y que, aunque el mundo nos envuelva y parezca que nos imprime su  verdad, nosotros debemos aferrarnos a única y verdadera Verdad.

  • La identidad del Cristiano en un Mundo Globalizado

Un mundo globalizado se convierte en un gran peligro para el mundo cristiano. Una tendencia alarmante hacia la alienación, donde todos perdemos nuestra identidad,

Ya no sabemos quiénes somos y nos empeñamos en ser lo que el mundo globalizado ofrece como “ideal” de hombre o de mujer.

Esto lleva consigo una gran demanda para el pueblo cristiano,

El creyente cristiano debe luchar por mantener su mundo interior con esa paz que sobrepasa todo entendimiento,

Debe mantenerse actuando con responsabilidad ante la iglesia, y con temor de Dios, dando testimonio y evangelizando con valentía,

pues el proyecto del Señor Jesús en el que nos manda a ir y hacer discípulos a todas las naciones, se mantiene vivo y es claramente globalizador.

  • La responsabilidad del cristiano en un mundo globalizado

Todo el impacto que este proceso ésta generando conlleva para el pueblo cristiano una grande y seria responsabilidad:

Ponernos al servicio de todas las naciones proclamando el Evangelio de salvación sin acepción de persona.

Esto significa, mantener nuestra actitud de humildad y servicio hacia esa humanidad.

Sin olvidar, que la necesidad de salvación se mantiene presente en el corazón del hombre caído, sabiendo que el hombre no se puede salvar a sí mismo.

Que la globalización no viene a rescatar el alma de este hombre, sino por el contrario, a traerle más carga y aflicción.

A traerle más tentación y asechanza, más lucha a su alma que no logra discernir lo que es bueno y lo que es malo, pues todo se encuentra al alcance de “un clic”,

Y es aquí donde necesitamos recordar que todo le es permitido y que todo le puede ser licito, pero que no todo le conviene

Pero parece que no hay nada que imponga un límite a su alma insaciable, que ya no existe gobierno para sus deseos desenfrenados,

y de manera alarmante va alcanzando profundidades de pecado de las que no se podrá liberar.

Es allí donde surge la urgente necesidad de que el cristiano, en este mundo globalizado, cumpla con la gran comisión,

y que pueda vencer el temor y la inseguridad, y asuma el reto de llevar esas buenas nuevas de salvación, porque en este mundo, el hombre necesita de Dios¡!

  • Retos para el Cristianismo en un Mundo Globalizado.

En este nuevo mundo que nos ha tocado vivir, los cristianos debemos aprender a luchar por mantener e imponer nuestros valores, nuestros principios y nuestra fe.

Luchar por mantener su interés y apego a la Verdad de Dios, el amor y respeto al prójimo, mantener extendido su brazo social en la búsqueda del bien común

Un reto importante para el pueblo de Dios es el testimonio que como familia cristiana debemos dar.

Aún cuando ese testimonio nos haga parecer fuera de lugar, lejos de la modernidad, históricamente atrasados.

“El testimonio de la vida en el hogar cristiano, de la unión estable del matrimonio y del cuidado de los hijos seguirá siendo en el mundo global como un faro que iluminara las vidas de muchas personas

¿Con qué propósito? para conducirlas a los pies de Jesús[4]

Retos del cristiano en un mundo globalizado

Pero así como este fenómeno nos reta en lo interno, en nuestro primer ministerio que es nuestra familia, también nos reta en cuanto a la misión:

La unidad con Cristo tiene que promover también la unidad con los hermanos. Nadie debe quedar excluido, ni espiritual ni materialmente, de esta mundialización fraternal.

Pero a la vez, este mensaje cristiano es profundamente respetuoso con las personas y con sus particularidades culturales[5].

Sin que ello implique dar espacio al relativismo. Respeto no significa tolerancia ni sincretismo.

Es  un tremendo reto, evangelizar sin temor, evangelizar a todos, expresar el amor fraterno, pero con el gran cuidado de respetar las particularidades culturales,

comprendiendo que no todos vemos el mundo de la misma forma.

Somos Uno en Cristo, pero cada uno según su lugar en el cuerpo de Cristo, según la cultura donde le ha tocado vivir e influir, sin que haya exclusión de ningún tipo, ni marginación.

  • La misión del cristiano en un mundo globalizado

Como cristianos no podemos escoger naciones y descartar otras, escoger personas y descartar a otras, pues la misión del Señor en ningún momento y de ninguna manera es elitista.

Nuestra tarea es predicarle a todo hombre y mujer que nos escuche.

Pero lo más difícil para el cristiano de un mundo globalizado es, luchar con lo que se ha llamado el “pensamiento único” de la globalización:

La uniformidad de criterios, la creencia de que una determinada cultura es la mejor para expresar la fe, la imposición de una manera de entender la doctrina,

La creencia de que solo hay un estilo litúrgico, que solo un tipo de música sirve para alabar a Dios o que el gobierno de la Iglesia debe ser necesariamente de tal o cual manera[6]

Debemos ser pacientes y dar espacio a la diversidad.!¡

Luchando contra el pensamiento único

Es importante que el cristiano no caiga en el error de la uniformidad, de creer que solo él tiene la razón, o  más delicado aún, caer en la religiosidad del fariseo.

El que habla bonito, pero actúa como si no conociera a Dios.

Como cristianos debemos amar y luchar por apreciar la diversidad que nuestro mismo Dios ha creado.

Entendiendo que como cuerpo de Cristo, somos muchos miembros con diversidad de dones, habilidades y talentos, todos al servicio de la obra.

Conclusión:

El Cristianismo en un Mundo Globalizado nos obliga a mantener nuestros sentidos atentos, a todo aquello que oímos, vemos y experimentamos, sabiendo que nuestros sentidos nos pueden engañar.

Que este mundo globalizado nos hace ver las cosas malas como “no tan malas”, y las buenas, como si no fueran tan buenas,

de manera que nuestra óptica del mundo cambia de manera subliminal y alarmante.

La globalización, sin darnos cuenta, va afectando nuestra identidad en Cristo, y poco a poco nos vamos desviando a las “enseñanzas del mundo”,

olvidando que hemos sido llamados a reproducir la imagen de Dios impresa en nosotros.

De igual forma, dicha globalización, afecta nuestra misión, pues pareciera que cada vez nos volvemos más tolerantes y permisivos con las nuevas formas de expresión del alma del hombre caído.

De manera entonces que el cristiano en este mundo globalizado se enfrenta a un reto gigantesco, pero la maravillosa noticia, es que no lo hace solo,

pues Cristo ha prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo.

No nos confundamos, ni nos perdamos en las falacias de este mundo, que parece que cada vez es más pequeño y más atractivo para el pecado.

Seamos testigos fieles de Aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable.

 

 

 

[1] Sociología, una desmitificación. Un análisis cristiano del pensamiento sociológico moderno. Antonio Cruz.

[2] Sociología una desmitificación. Un análisis cristiano del pensamiento sociológico moderno. Antonio Cruz.

[3] Ídem

[4] Ídem

[5] Ídem

[6] Ídem