Cristo Es Nuestro Único Consuelo Tanto En La Vida Como En La Muerte. Así que podemos preguntarnos ¿Por qué necesitamos consuelo?

Y ya sea que seamos cristianos o no, también nos podemos preguntar ¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?

  • Necesidad de Consuelo:

El consuelo es algo que todos necesitamos, pero es algo que muy pocos tenemos, y es así como encontramos a muchas personas que anhelan un poco de paz pero ¡no la tienen¡

¿Por qué mucho no encuentran ese consuelo, esa paz tan anhelada? Porque para muchos hombres y mujeres el consuelo esta en lo que ellos poseen,

Y lo que el ser humano puede poseer solo es conocimiento de ciencia, valentía, fuerza, riqueza y poder, económico, social o político

Pero todas estas cosas son bienes perecederos y temporales, y lo más triste, nada de esto salvará a nadie de la ira divina venidera,

Más aún, todos estos tesoros humanos traen más carga y agobio al alma, de manera que tampoco se encontrará en ellos, un verdadero consuelo para la vida de la persona.

  • Cristo nuestro único consuelo:

Si nada de lo que posee el hombre, le puede proporcionar consuelo y paz, entonces ¿Cómo y dónde encontramos ese consuelo?

Ante la realidad humana, triste y dolorosa, podemos decir que, solo nuestra unión con Cristo es nuestro único y verdadero consuelo tanto en la vida como en la muerte,

Porque es en Cristo donde encontramos la misericordia y la gracia, que nos permite estar unidos a Él, en una unión indestructible, eterna y gloriosa

Una unión que trae paz al corazón cargado por las aflicciones y dolores de un mundo caído, que se destruye a sí mismo y que no ofrece luz ante tanta muerte.

Si usted desea escuchar esta enseñanza, por favor visite  https://youtu.be/RuZlsK2DGZ4

Pero si desea profundizar un poco más sobre el verdadero consuelo y la voluntad de Dios para nuestra vida, puede visitar Necesitamos Tener Verdadera Esperanza

Cristo es nuestro único consuelo, tanto en la vida como en la muerte

Frente a tanto dolor y tanta tristeza que se vive en un mundo gobernado por el pecado, el consuelo humano es siempre insuficiente.

Sólo Dios es el verdadero consolador, ese ungüento que sana las heridas del alma, consolando  como un pastor  consuela a sus ovejas, con el amor de un padre,

Y nuestro Dios consolador se hace visible en Jesús de Nazaret, quien mediante el Espíritu sigue consolando a la Iglesia.

Entonces, así como dice Jeremías 9: 23-24, lo que el hombre necesita, no es poder ni riqueza, sino el conocimiento y el entendimiento de Dios

¿Por qué? Porque de Dios viene la misericordia, el juicio y la justicia en la tierra. Ante esa realidad ¡necesitamos a Cristo¡

Solo en Cristo encontraremos todo lo que nuestra alma necesita para caminar en este mundo, un consuelo divino que nos proporciona lo siguiente:

  • Descanso:

Caminar en un mundo gobernado por la mal, donde el corazón pecaminoso del hombre se rinde a sus propias pasiones,

Hace que las penas y las aflicciones abunden; que el temor, tanto al presente como al futuro, prevalezca,

Y que sea tan grande la carga que llevamos sobre los hombros, que nos sentimos fatigados e impotentes.

Pero el maravilloso consuelo que nos da el Señor, nos permite rendir toda nuestra vida a Él, poner todas nuestras cargas en Él, y encontrar descanso.

  • gozo:

En Cristo encontramos esa alegría constante, de saber que habitamos al abrigo del Omnipotente, el Dios Todopoderoso

El gozo de saber, que el mundo entero, con toda su realidad, está en manos del Dios Creador de todo cuanto existe.

Y que nada puede salir del control del Dios Soberano, que gobierna todo con su Palabra.

  • Misericordia:

En Cristo encontramos ese perdón precioso, donde No me da lo que merecía, sino por el contrario, me da lo que No merecía: la vida, nueva y abundante,

Nos da al Espíritu Santo, quien es nuestro consolador, y nos permite la comunión con Dios, con su Palabra la cual es nuestro consuelo firme y absoluto en todo tiempo

Y al final de nuestro peregrinaje, Cristo nos da la plenitud de la vida eterna donde ya no habrá enfermedad, ni lágrimas, ni pestes, sino, solo la gloria eterna.

¡Maravilloso consuelo¡¡ Indescriptible e inmerecido¡

Si usted desea profundizar sobre el consuelo y la voluntad de Dios, visite Victoria Sobre La Angustia

Versículo de referencia:

Romanos 14:7-9  Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.

Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos.

Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.

El apóstol pablo nos describe, en este pasaje bíblico, la esencia de que Cristo es nuestro único consuelo tanto en la vida como en la muerte.

Y nos enfatiza, que cada uno de nosotros, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, No nos pertenecemos a nosotros mismos, sino, a nuestro fiel Salvador Jesucristo

  1. Cristo es nuestro único consuelo ¡No me pertenezco a mí mismo¡

El apóstol Pablo concluye, que tanto en la vida como en la muerte, al Señor le pertenecemos.

De manera, que cuando llegamos a los pies de Cristo, dejamos de tener una vida egocéntrica, ya ninguno de nosotros vive para sí mismo.

Cristo nuestro único consuelo

Sino que ahora, empezamos una vida nueva, viviendo para agradar a Dios, y luchando contra nuestra naturaleza pecaminosa.

  • ¿Por qué es malo pertenecerme a mí mismo?

Porque Yo soy pecador, soy una ruina total, queriendo hacer bien, siempre hago mal, queriendo amar, siempre hiero y destruyo,

Lo que nos demuestra que el hombre sin Cristo vive en una condición de miseria, incapaz de edificar, incapaz de amar, impotente al cambio

Solo en Cristo está el poder para nacer de nuevo. La Escritura dice que la salvación es del Señor, que el hombre no tiene el poder para vencer un mundo de pecado

¡Y gracias a Dios por eso¡ porque si la salvación dependiera del hombre, entonces, ¡No habría esperanza¡

Ningún ser humano posee la capacidad para vencerse a sí mismo en sus deseos pecaminosos y destructivos,

Ni poder para vencer a satanás y todas sus huestes de maldad, para vencer al mundo con un gobierno de pecado.

Solo en Cristo somos más que vencedores y solo en Él está el poder para vencer a nuestros enemigos y sostenernos en pie ante tanta dificultad.

  • ¿Cómo puede el hombre pagar su deuda ante Dios?

Nuestra desobediencia a la Ley de Dios, y nuestra rebelión ha generado una deuda ante la justicia divina, que No podemos pagar.

Y si el pago de la deuda por el pecado, dependiera de mi, entonces No tendríamos esperanza, porque ni con la vida podríamos pagar,

Porque no hay mérito alguno en el ser humano, que le permita abonar en justicia. Solo en Cristo es cancelada la deuda de nuestro pecado

Podemos hacer memoria de las últimas palabras del Señor, en la cruz del calvario: “Consumado es” ¿Qué significa eso?

Significa que la deuda esta pagada. La deuda generada por el pecado de todos aquellos que hemos de creer en Cristo, quedó cancelada en esa cruz¡

Y por eso, el apóstol Pablo afirma con toda autoridad “ya no hay condenación para los que están en Cristo Jesús”.

  • ¿Cómo puede el hombre asegurar su vida?

Si nuestra protección en esta vida dependiera de nosotros mismos ¡No habría esperanza¡ Si un triste virus pone al mundo de rodillas ¿Cuál es el poder que tiene el hombre?

No podemos olvidar que Cristo es el Señor, “Adonay”, Él es el Buen Pastor y nos protege, y da su vida por la nuestra

Si de nosotros mismos dependiera, nunca habría descanso en nuestra vida. El verdadero descanso solo se encuentra en Cristo y en su Palabra.

Así que, alcemos nuestras manos al cielo, en gratitud, porque, por la gracia divina ya estamos en Cristo y ya no nos pertenecemos a nosotros mismos.

Ya tenemos un dueño, y ese es el Señor, ya tenemos quien dirija nuestros pasos, y ese es Cristo. Ahora, ya podemos edificar en el Poder de Él

  • ¿Qué significa pertenecer a Jesús?

Pertenecer a Jesús significa que soy unido inseparablemente a Él por la gracia, por medio de la fe.

Es decir, que soy propiedad de Cristo, Él es mi dueño y es responsable de mí, tanto en mi cuerpo como en mi alma, así en la vida como en la muerte, en lo temporal y en lo eterno.

Esto significa que Jesús es responsable de mí ser entero y me guarda y me conduce a la gloria eterna de su reino.

¡Maravillosa gracia¡

  1. Cristo es nuestro único consuelo ¡Le pertenecemos a Él¡

Nuestro único consuelo es estar en Cristo, porque en Él somos una nueva criatura, tenemos una verdadera identidad,

En Cristo se nos da un corazón nuevo, una naturaleza divina, la capacidad para hacer buenas obras, y para poder amar a Dios y a nuestro prójimo.

2 Corintios 5:17-18  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

Y dice la Escritura, los que estamos “en” Cristo, dentro de Él, formando su cuerpo, somos una nueva creación,

Ya no hay condenación, la ira de Dios ya no está sobre nosotros, el pecado ya no nos gobierna, ya no somos enemigos de Dios,

Ahora, podemos tener comunión con el Padre, podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para recibir toda consolación.

  • «Dios de toda consolación«

Es decir, que no queda fuera nada, sino que toda consolación procede de Dios y se halla únicamente al estar en comunión con Él.

Dios es quien nos puede consolar en todas nuestras tribulaciones, ya sea, librándonos de la tribulación, o proveyéndonos su gracia fortalecedora en medio de la prueba

Dios de toda consolación

Pero ¿Para qué nos consuela el Señor? El propósito por el cual Dios nos consuela es para que nosotros también podamos consolar a los que están en tribulación.

2 Corintios 1:4  el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación,

por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

No nos cansemos de alabar al Señor, en medio de todas nuestras tribulaciones, porque Él nos consuela y nos da la seguridad de la salvación

Y no solo la maravillosa salvación eterna, sino que también, nos salva de la tribulación terrenal, nos da paz en medio de la tormenta

Nos da gozo y esperanza, aún en esos tramos tan oscuros de la vida, donde parece que no hay salida, ¡Allí Él nos fortalece¡

  1. Cristo es nuestro único consuelo en la vida y puedo confiar en Él.

El Señor cuida de mí y me proporciona todo lo que necesito, tanto para mi cuerpo cansado, como para el alma agobiada.

Por lo tanto, puedo confiar en el Señor y echar toda mi ansiedad sobre Él, sabiendo que Él tiene cuidado de mí

1 Pedro 5:7  echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

La expresión “echar” significa vaciar completamente, tirar sobre el Señor Todas y cada una de nuestras ansiedades.

Entendiendo como ansiedad, todo aquello que domina nuestra mente y corazón de una manera dañina, destructiva, que nos resta la paz y el gozo del Señor

Esa ansiedad que nos lleva a comprar compulsivamente, que nos produce enfermedades nerviosas y que nos genera incertidumbre y temor

  • Causas de ansiedad:

Podremos tener muchas razones para estar ansiosos: la pandemia del coronavirus, enfermedades con sinónimo de muerte,

Encierros prolongados en nuestras casas o en hospitales, estados nervios alterados, situaciones de escasez y desempleo

O pueden ser preocupaciones personales, angustias familiares, ansiedad por el presente oscuro o por el futuro incierto,

Incluso, una ansiedad producto de pensar mucho en nosotros mismos, en familiares que están lejos o por la tarea de la iglesia,

Pero toda esa ansiedad, con todas sus causas y razones, la Escritura nos manda a “echadlo todo sobre Dios”.

  • Frutos de la ansiedad:

La ansiedad pesa mucho y nos aplasta, y más aún, cuando es fruto de la desconfianza y la incredulidad,

Sobre todo si pensamos igual que la viuda de Sarepta (1 Reyes 17), que solo haremos nuestra última comida y nos dejaremos morir, porque ya no hay más para seguir.

Pero la ansiedad también nos tortura y nos distrae la mente, nos incapacita para servirle a Dios con alegría y corazón dispuesto

Así que, el remedio para esa ansiedad es echar o arrojar sobre el Señor toda y cada una de nuestras preocupaciones, y dejar todo en sus manos, en su gracia y su sabiduría.

Y esto es posible hacerlo, porque tenemos el consuelo de saber que su voluntad es buena, es agradable, santa y perfecta.

No podemos olvidar jamás, que Dios cuida de nosotros, y esto lo hace por medio de su Espíritu Santo que nos guía a su Verdad divina,

De manera que tengamos la convicción plena, de que el pan de cada día, no faltará en nuestra mesa,

Y no solo eso, sino también, el Señor nos guarda del maligno, nos limpia cada día, quitándonos la soberbia y revistiéndonos de humildad.

  • Cristo es nuestro único consuelo en la vida y en la muerte,

Nadie puede quitar a Cristo del creyente; y nadie puede quitar al creyente de Cristo, y eso nos debe bastar.[1]

Romanos 8:35  ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

El amor de Cristo por su iglesia, es un amor sacrificial, incondicional. Nos ama no porque tengamos mérito alguno

Sino que Cristo nos ama porque a Él le place amarnos, y de ese amor, brota la gracia que nos alcanza y nos cubre infinidad de pecados

Romanos 8:38-39  Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Esa seguridad que tiene el apóstol Pablo, de que nada nos podrá separar del infinito e inmerecido amor de Cristo hacia nosotros,

Es la misma seguridad que debemos tener nosotros, una seguridad que nos permitirá mantenernos firmes, aún en las peores dificultades de nuestra vida.

Cristo nuestro único consuelo en la vida y en la muerte

Y tendremos esa seguridad y convicción, y nos podremos sostener en medio de la crisis, gracias, a la gracia divina que opera para sostener al creyente

¡Es Cristo sosteniéndonos¡ porque Dios jamás nos abandona, y nosotros jamás le abandonaremos porque Él nos hará perseverar hasta el final.

  1. Cristo es nuestro único consuelo ¡Su voluntad es perfecta y soberana¡

Las crisis nos pueden hacer pensar que algo malo nos está aconteciendo, pero no podemos olvidar, que todo está dentro de la Voluntad perfecta de nuestro Dios,

Y que sin la Voluntad buena y santa de nuestro Padre celestial, ni un solo cabello de nuestra cabeza puede caer

Mateo 10:30  Pues aun vuestros cabellos están todos contados.

¿Cómo será que cosas mucho mayores, nos acontecerán fuera de la Voluntad agradable de Dios?  ¡Imposible¡

  • Cristo es nuestro único consuelo en la vida como en la muerte,

Dios hace que todas las cosas que nos acontecen, cooperen para nuestro bien, para realizar su propósito santo: formar a Cristo en nosotros

Romanos 8:28  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

El consuelo se encuentra en creer esta maravillosa y única Verdad. Así que, ni lo que nuestros ojos miran ni el engaño del mundo, nos confundan

Y cuando cosas malas nos sobrevengan, encontremos el consuelo en saber, en hacer memoria, que Dios las ha enviado para nuestro bien,

Que pronto saldremos de esas dificultades, y si no es así, sepamos que  Cristo nos concede también la gracia para soportarlas con gratitud.

Conclusión.

Cristo es nuestro único consuelo y en El tenemos siempre la victoria. Para ello es necesario, mantener siempre al frente, nuestra espada de la Verdad

Deuteronomio 31:8  Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará(fallar) , ni te desamparará (soltar);(C) no temas ni te intimides.

Cristo camina delante de nosotros, porque Él es nuestra guía, y nos ayudará en ¡Todo¡, jamás nos fallará, no nos dejará

Así que, desechemos de nuestro corazón todo miedo y cobardía ante la crisis que vivamos, y aferrémonos a nuestro fiel Salvador y Señor

¡Cristo es nuestro consuelo¡ tanto en esta vida, muy corta si la comparamos con la eternidad;

Así como, nuestro consuelo en la muerte, porque solo una vez moriremos, y luego tendremos una vida eterna gloriosa, en su maravillosa presencia

Palabras y frases significativas:

Ansiedad: mérimna de G3307 (mediante la idea de distracción); solicitud:- afán,

 

 

[1] Comentario a la Epístola a los Romanos, Mathew Henry.