Cristo Me Restaura, Me Guía Y Me Da Aliento, porque Él es mi pastor y nada me faltará.  ¡Eso dice Su Palabra¡

Esta es una reflexión basada en el Salmo 23 y que encuentra todo su sustento en la Verdad que revela el Salmo 22:1

Salmos 22:1  Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?(A)

 ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?

Es sólo después de que hemos leído «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» que podemos llegar a decir «El Señor es mi pastor».

Porque el buen Pastor ha de dar la vida por su rebaño, lo protegerá y no le dejará perecer, ni se extraviará,

Y para ello, ese Buen Pastor tuvo que entregar su vida en una cruz, sufrir el desamparo temporal del Padre, para que sus ovejas estuvieran siempre bajo amparo

Juan 10:11 Yo soy el buen pastor;(A) el buen pastor su vida da por las ovejas.

Hemos de conocer por experiencia el valor de la sangre derramada, y veremos la espada levantarse contra el buen Pastor,

Antes de que podamos conocer verdaderamente la dulzura de los cuidados del Pastor.

Cristo me restaura, me guía y me da aliento

El  Salmo 23 ha sonado dulcemente en el oído de muchos cristianos afligidos en la noche de su llanto y les ha traído esperanza de una mañana de gozo.

Salmo 23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

La sílaba «mi». No dice: «El Señor es el pastor del mundo en general, y guía a la multitud de su rebaño»,

Sino que dice: «Jehová es mi pastor»; es decir que, aunque no fuera el pastor de nadie más, Él es, con todo, mi pastor;

Y ese pastor mío,  me cuida, me vigila y me guarda, me guía y no me deja desamparado, no me deja perecer.

Y debemos observar que las palabras del salmista están en tiempo presente, lo que nos fortalece porque nos permite tener la certeza de que

Sea cual sea la posición del creyente, la condición de vida que este enfrentado, ahora está bajo el cuidado pastoral del Señor.

Texto referencia.

Salmos 23:3-4  Confortará mi alma;  Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

 Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

  1. Cristo me restaura el alma

La restauración está relacionada con la rendición, es decir, qué tanto nuestra vida y voluntad se rinde a la Voluntad divina

Es hermoso cuando el salmista dice “Confortará mi alma” porque está diciendo que Cristo, y solo Él, nos hará volver al punto de partida, nos llevará de regreso a Dios.

Nuestra alma encontrará nuevamente el consuelo, el amparo, la paz, que solo en la comunión con el Padre podemos encontrar

  • Cristo me restaura y me hace descansar

Para poder disfrutar y descansar de esos delicados pastos es necesaria, primeramente, la RESTAURACION de nuestra alma

Ese descanso y ese deleite que ofrece nuestro buen Pastor, solo es posible obtenerlo cuando Él restaura el alma del creyente a su pureza original,

Aquella pureza que se perdió con la desobediencia de Adán y Eva,  y que nos llevo a tener el alma  ennegrecida y hedionda por el fruto del pecado;

Porque ¿Quién podría disfrutar de verdes pastos con un alma cargada y agobiada por el pecado?

Por hermosos que sean los pastos, solamente nos darán descanso, si tenemos un alma sosegada por la paz que Cristo nos da

Cristo me restaura el alma y me cuida

Y solamente disfrutaremos de “aguas de reposo” cuando los espíritus turbulentos sean aquietados con la esperanza que solamente Cristo ofrece

Solamente en Cristo hay vida, hay Verdad y hay Luz para aquellos que están muertos y que necesitan un Buen Pastor que dé su vida por ellos

  • Cristo me restaura por medio del perdón

La restauración de nuestra alma empieza cuando nuestros ojos se abren, nuestro entendimiento se aclara y con un corazón nuevo, podemos alabar a Dios

Salmo 103:1-2  Bendice, alma mía, a Jehová,  Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

 Bendice, alma mía, a Jehová,  Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Y nuestra alma puede bendecir el santo Nombre de Jehová porque Él ha quitado toda culpa y acusación que nos condena y nos aparta de Él

Cuando reconocemos la grandeza de la obra de Cristo en nuestra vida, entonces caemos de rodillas en un acto de adoración por su infinita gracia y misericordia

Porque entendemos que solamente Dios, por medio de Cristo, ha podido librarnos de toda iniquidad del corazón, que nos hace merecedores del castigo eterno

Salmo 103:3-4  El es quien perdona todas tus iniquidades,  El que sana todas tus dolencias;

 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;

Toda iniquidad” es una ofensa contra la santidad de Dios, es una transgresión a su Ley, que nos hace merecedores de castigo

Pero Dios en su infinito amor, nos perdona, nos rescata de la muerte eterna y nos corona de misericordias.

  • ¿Donde comenzó la ruina del alma?

Cuando el hombre decidió alejarse de Dios, queriendo ser independiente de su Palabra y buscar hacer su propia voluntad,

En ese momento entro la codicia al corazón del hombre, la vanagloria y la necedad, dando lugar a las guerras, los pleitos, las luchas de poder

Con toda el alma engrandecida y ajena a la Voluntad divina, entró en el mundo la enfermedad, el asesinato, la inseguridad, los temores,

Y los corazones de los hombres se llenaron de avaricia, de amor por el pecado, de egoísmo e insensibilidad a todo aquello que no fuera su propio “yo”

De esa manera llegó la ruina del alma, porque la consecuencia de todo ese profundo pecado, que en esencia es contra Dios, es la muerte.

  • Él es quien perdona tus iniquidades”

Para que el hombre pueda ser restaurado necesita el perdón divino, así como la sanidad de sus perturbaciones pecaminosas constantes y naturales que su alma padece.

Y con plena certeza, este hombre No hallará paz verdadera en su ser, mientras se mantenga ausente del perdón de DIOS.

2 Corintios 5:17-18  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

Por medio de Jesucristo, DIOS ofrece a los hombres, poner en el pasado todas las ofensas y hacer nuevas todas las cosas

Dios ofrece al hombre hacer un cambio y arreglar todas las diferencias que impiden la reconciliación

De manera que este hombre pueda reconocer y aceptar la misericordia divina que le ofrece ese perdón, la comunión y la restauración de su alma

Pasando de un punto de enemistad con Dios, a una relación de amistad, de gozo en la presencia de Dios

Y es allí donde David, en el Salmo, no duda en clamar a Dios por una restauración de su alma pecadora y que sea transformada a una vida de piedad

Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

  1. Cristo me restaura y me Guía por sendas de Justicia

Salmo 23:3  Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

(LBLA)  El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.

Una vez que el Señor ha restaurado nuestra alma, nos da nuevas fuerzas y nos lleva por caminos rectos, caminos de santidad que honran su Nombre

Solo el corazón nuevo encuentra descanso en verdes pastos

Porque un hombre con corazón nuevo, es un hombre transformado, con capacidad de caminar por sendas derechas, rectas, agradables a Dios

  • Caminando por sendas de rectitud

Salmo 15:1-3  Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?

 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.

El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo,  Ni admite reproche alguno contra su vecino.

El hombre nuevo, que ha sido restaurado en la gracia del Señor, es un hombre que ama lo que Dios ama y desprecia lo que Dios desprecia

Salmo 15:4  Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová.  El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

Aún cuando sabemos que somos imperfectos, con una naturaleza caído contra la cual deberemos luchar toda nuestra vida,

Pero aún así, nos esforzamos por caminar íntegramente, siendo de provecho para nuestro prójimo y dando testimonio de una vida transformada por el amor de Dios

  • Caminando como Sal y Luz en este mundo

Un hombre que anda por sendas de integridad y de Justicia, debe ser un hombre que ilumina al que no conoce el camino

Debemos convertirnos en un rebaño que sea luz innegable para el que camina sin Dios, y para la sociedad en general,

Como hombres nuevos, debemos poder ser un testimonio para los adversarios y detractores de la fe, así como a los aborrecedores de lo bueno;

Así que, si somos hombres y mujeres nuevos, tenemos la opción maravillosa de mostrarnos como testigos al mundo

Un mundo que vive sin Dios y sin esperanza a merced de su propio pecado, con una mente y corazón que solamente fragua iniquidad

  1. Cristo me restaura y me da aliento

El hombre sin Dios vive lleno de temor, de inseguridad y desaliento, pero un alma restaurada en la misericordia divina, encuentra en Cristo el aliento para seguir.

Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo;

tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Es la presencia del Señor en nuestra vida la que nos hace pasar por valles tenebrosos en la vida, y no temer peligro alguno

Porque tenemos la profunda certeza, que todo cuanto nos acontece, está bajo el perfecto control de Dios

El Dios todo poderoso, que ha sujetado a la muerte bajo sus pies.

  • En valle de sombra de muerte

La sombra de cualquier cosa o persona, incluso de la misma muerte, no detiene a nadie, no tiene poder alguno

Claramente podemos ver que la sombra de un perro no muerde a nadie. La sombra de alguien que nos aseche nos infunde temor, pero no nos daña

Sabemos que la muerte ha sido ya vencida porque Cristo ha dado muerte a la muerte, y  la muerta ya no está viva para los cristianos,

¡Por lo tanto ya no debemos temerle¡

Por ejemplo: Cuántos se atreverían a halarle la cola a un León vivo o cuántos se atreverían a halarle los bigotes a un León muerto.

Claramente el temor se va cuando estamos en terreno seguro.

Pero normalmente el ser humano siente temor ante lo desconocido, al futuro con su misterio e incertidumbre,

Con frecuencia todos nuestros temores llenan el corazón de ansiedad, de malos presentimientos y angustia, de especulación, de imaginación destructiva.

Pero en Cristo ya no hay temor, porque  Él prometió estar siempre con nosotros,  y nunca abandonarnos.

  • Tu vara y tu callado me infundirán aliento

Esa vara de la disciplina amorosa del Señor y esa convicción de que Él no nos dejara perder, nos infunden confianza,

Dios ha puesto a nuestra disposición los medios de gracia para que nos mantengamos en la seguridad de su presencia

Podemos echar mano de la oración, de la lectura de la Palabra, de la práctica de los sacramentos, especialmente la santa cena del Señor

Y de la congregación de los santos, para deleitarnos de la presencia del Señor, de su guianza y de la seguridad de sus promesas

"Tu vara y tu cayado me infundirán aliento"

Tenemos la certeza de que Dios siempre se compadece de nosotros y se mueve a misericordia en nuestras aflicciones y angustias

  • Cristo me restaura en Su amor

1 Juan 4:18-19  En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo.

De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

El desaliento ocurre como una consecuencia del temor; transitar por el valle de oscuridad sin temor alguno, es sólo posible con la presencia del Pastor como guía,

Nuestro buen Pastor usa instrumentos propios para su oficio: la vara y el cayado, con el propósito de guiar, infundir autoridad y ejercer disciplina

El cayado es largo, visible, señal de guía, de autoridad, este se alzaba antes que el Pastor y el rebaño sabía que la dirección de este instrumento era la que se debía seguir.

  • Cristo me restaura a través de su cayado

Dentro del quehacer de un pastor de ovejas, el cayado evita el peligro del extravío de una oveja, o evita un accidente por el terreno quebrado o el abismo;

Y ocurre en ocasiones, que la oveja enferma se aparta del grupo, haciéndosele  muy fácil extraviarse y entrar en una condición de falta de orientación.

De manera que el cayado, que es una vara con un gancho al final, es un instrumento útil para evitar ese peligro de la oveja enferma y desorientada

De igual forma nos atrae el Señor, cuando, por causa de un alma agobiada y confundida, corremos el peligro de perdernos, apartándonos del rebaño

Con ese cayado, el Señor nos hace volver amorosamente, a su rebaño, a su cuidado y protección. Así el cayado alivia y previene el dolor;

  • Cristo me restaura por medio de su vara 

Aunque resulte paradójico, la vara del pastor sirve muchas veces para aplicar disciplina a la oveja que se extravía y que insiste en mantenerse fuera del rebaño,

Esa vara sirve para atraer a esas ovejas que se empeñan en mantenerse separadas de la comunión de los santos del Altísimo;

Ovejas que quieren estar distanciadas de la Mesa del Señor, alejadas por causa de la vergüenza moral que abate el corazón y la conciencia de la grey;

Y cuando eso pasa, entonces sentiremos los azotes de la vara del Señor, y esto será, no con el fin de destruirnos o aniquilarnos

Sino con el afán de preservarnos para el reino eterno y amado de Dios; la aplicación de esa vara tiene el propósito santo de no dejarnos perder

Así encontramos que algunos que perseveran en el pecado por largo tiempo quizá les veremos cojear  producto de la disciplina del Señor

Además, serán creyentes que llevarán muchas cicatrices en su cuerpo y en su alma, pero que maravillosamente les recordará los días vacíos separado de su amado Pastor,

Cristo restaura mi alma

Y esos días dolorosos serán recordados con la conciencia clara de que Dios jamás lo abandonó y siempre se mantuvo cerca de su alma;

También los azotes que la oveja encuentre en el mundo, de seguro serán utilizados por Dios como una muestra de lo cruento que es el adversario

Y esta oveja amada del Señor, contará esos azotes del mundo, como una  medida disciplinaria de Dios que representa su vara correctiva.

Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.(A)

Conclusión:

Cristo me restaura, me guía y me da aliento al caminar en medio de un mundo caído, ajeno a la perfecta Voluntad de un Dios santo

Y solamente cuando ya hemos sido restaurados es que podemos deleitarnos en la maravillosa presencia del buen Pastor, que su vida da, por las ovejas

Nuestra alma es restaurada cuando somos limpios de toda iniquidad del corazón, y vivimos bajo el amoroso cuidado de Dios, que con su vara y su cayado, nos infunde aliento

Palabras y frases significativas:

Bendice: Barak raíz primaria; arrodillarse; por implicación bendecir a Dios (como acto de adoración)

Iniquidades: awon, El término indica una ofensa, intencional o no, en contra de la Ley de Dios. « Iniquidad; culpa; castigo ». La «iniquidad» merece castigo porque es una ofensa a la santidad de Dios.

“Reconciliar” Katalasso (καταλλάσσω, G2644) , denota propiamente cambiar, intercambiar (especialmente de dinero); de ahí, de personas, cambiar de enemistad a amistad, reconciliar.

Guiar: nakjáraíz primaria; guiar; por impl. transportar, guía, guiar, llevar, conducir, pastorear, poner, traer.

Justicia: Rectitud, derecho.

Aliento: nakjám raíz primaria; propiamente suspirar, i.e. respirar fuertemente; por impl. lamentar, i.e. (en un sentido favorable) compadecer, consolar o (refl.) lamentarse; aliviar, -se, aplacar, arrepentimiento, arrepentirse, atenuar, castigar, compadecer, compasión, consolador, consolar, -se, consuelo, misericordia, mover, pesar, satisfacción.