Enséñame, Oh Jehová, El Camino De Tus Estatutos, sobre todo en esos momentos en que sentimos que nuestra vida debe cambiar

Es así como el Salmo 119: 33-40 nos deja ver a un hombre que presenta nueve veces su petición a Dios, y en seis de ellas, acompaña una razón para ser escuchado.

Texto de referencia:

Salmo 119:33-34 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,

Y lo guardaré hasta el fin.

Dame entendimiento, y guardaré tu ley,

 Y la cumpliré de todo corazón.

Cuando vemos nuestra vida y evaluamos nuestro proceder y sus consecuencias, podemos llegar a la conclusión de que ¡Necesitamos cambiar¡

Pero sabemos que no podemos lograrlo solos, que necesitamos ayuda sobrenatural, que vaya más allá de nuestras limitaciones

Y es entonces que clamamos al Señor ¡Enséñame el camino de tus estatutos¡ que el Señor por medio de su Palabra, nos enseñe el camino de la santidad

No obstante, sabemos que no puede haber entendimiento sin conocimiento, de allí la importancia de conocer la Palabra de Dios

Si usted desea profundizar un poco más sobre la forma que opera la Palabra de Dios en nuestra alma, por favor visite Abatida Hasta El Polvo Está Mi Alma !¡

Enséñame, Oh Jehová, El Camino De Tus Estatutos

Es hermoso ver al salmista clamar por el entendimiento de la Palabra de Dios, y de manera constante él dice  “Hazme aprender” y “Hazme entender” y “Hazme andar”

De modo que podemos ver a un hombre que reconoce que su corazón desea las cosas equivocadas,

Pero él quiere que eso cambie, y para ayudarlo a cambiar le pide a Dios que le enseñe su Palabra, porque sabe que la Palabra de Dios cambiará su corazón.

  1. Enséñame Oh Jehová el camino de tus estatutos ¡Que pueda Aprender¡

Salmo 119:33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,

Y lo guardaré hasta el fin.

Lo primero para caminar en el camino de la santidad es aprender la Palabra de Dios, y por eso el salmista comienza con una petición “enséñame el camino de tus estatutos”

Porque sabemos que solo la Verdad de Dios nos santifica y es por eso que nuestra primer petición ha de ser ¡Enséñame¡

Es decir que sea Dios mismo quien nos dirija porque nosotros humanamente ¡No podemos dirigir nuestra vida¡

Sobre todo porque caminamos en medio de un mundo corrompido, asechado por Satanás y lleno de tentaciones que nos alejan del camino

Es por ello que necesitamos que el Señor nos guie y nos muestre Su Voluntad, y esto se logra por medio de la Escritura

Porque sabemos que en la Biblia Dios se revela a nosotros, nos dice Quién es Él y quienes somos nosotros.

  • Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos porque ¿Qué encuentro en la Escritura?

La Biblia me enseña Quien es Dios, quien soy yo, cual es Su voluntad y qué es todo lo que yo debo de creer,

En ese sentido, la Escritura nos enseña cuán grande es Dios, cuán santo es Dios, cuan justo y misericordioso es Dios,

Y por otro lado, esa misma Escritura nos deja entender cuán pecadores somos, cuán grande es nuestro pecado y cuán grande es nuestra necesidad de un Salvador,

Más no solo eso, sino que después de manifestarse nuestra salvación, en esa misma Escritura encontramos la Ley de Dios

¿Para qué necesitamos la Ley? Para poder conocer el camino de la santidad, porque la Ley nos muestra cómo vivir de manera diferente a como éramos antes de ser redimidos.

Deuteronomio 10:12-13  Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios,

Que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;

Que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy,

Para que tengas prosperidad?

El propósito de Dios al darnos la Ley, es ¡Que nos vaya bien¡ porque al obedecerla encontramos la dirección que nos lleva a vivir en santidad

Y porque la enseñanza de la Palabra nos moldea a semejanza de Cristo, el Espíritu Santo nos enseña a vivir según la voluntad de Dios,

De ese modo, Dios nos lleva a ser diferentes, a vivir diferentes al hombre sin Dios, y nos da el poder de amarle y servirle solo a Él

¿Cómo manifestamos ese amor y servicio? Guardando Sus mandamientos, obedeciendo Su Ley, amando la santidad.

  • Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos ¿Cómo aprender?

El Señor, por medio de la Escritura nos enseña su Ley, y con esa enseñanza nosotros debemos aprender a vivir una nueva vida en Cristo.

Efesios 4:22-24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,(D) que está viciado conforme a los deseos engañosos,

Y renovaos en el espíritu de vuestra mente,

Y vestíos del nuevo hombre, (E) creado según Dios(F) en la justicia y santidad de la verdad.

Al llegar a los pies de Cristo, somos revestidos de una nueva naturaleza que se debe manifestar en una vida recta y pura, fundada en la Verdad de Dios

Y para ello, necesitamos cambiar completamente nuestra manera de pensar, y ser honestos, amando de verdad la vida de santidad,

¿Cúal es el propósito de las pruebas en la vida?

Sin embargo, esta nueva realidad podrá parecernos difícil, y sería así ¡Si Cristo no morara en nosotros¡

Porque no tendríamos el poder de cambiar, no obstante, contamos con el poder del Espíritu Santo que siempre nos conduce a la Verdad

Entonces si hemos nacido de nuevo, no hay duda que la ley de Dios se convertirá en una delicia, en una meditación constante.

Y la Verdad de Dios llega a formar un camino nuevo que hemos de andar, y ese camino solo lo enseña Dios mismo,

  • Compromiso de obediencia.

Debemos comprender que la petición de aprender cuál es la voluntad de Dios no debe tener otro propósito que llevarnos a ¡Obedecerla¡

Pues de lo contrario no serviría de mucho el pedir que Dios nos enseñe. Debemos ser humildes para seguir aprendiendo, y ser valientes para obedecer su Palabra

Josué 1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;

No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

No podemos olvidar que, si vivimos dentro de la Voluntad de Dios, si hacemos todo lo que Él nos manda en sus estatutos

Entonces ¡Seremos prosperados¡ y esta prosperidad, aunque puede ser material, no es la esencia de la promesa

Sino que la prosperidad consiste en tener una vida de felicidad cuya fuente se encuentra en Cristo, en su Palabra y en nuestra obediencia gozosa

  1. Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos y ¡Hazme entender¡

Salmo 119:34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley,

Y la cumpliré de todo corazón.

Si Dios mismo, en su infinita gracia a sus elegidos, nos enseña sus Palabra, lo menos que podemos pedir es ¡Entenderla¡

Y cuando decimos ¡Dame Entendimiento¡ le estamos pidiendo al Señor que nos permita comprender, que nos lleve a tomar en cuenta Su Palabra en todas nuestras decisiones

¿Para qué nos sirve el entendimiento de la Palabra? Para tener la capacidad de actuar sabiamente y podamos tener el discernimiento de lo bueno y lo malo

Además, ese entendimiento que la Palabra nos da, opera sobre nuestras emociones, de manera que se puedan sujetar en obediencia a la Verdad de Dios

Y finalmente, el entendimiento de la Escritura nos da la capacidad para perseverar; pues la apostasía procede de la falta de un buen entendimiento.

Por tanto, clamemos, igual que el salmista, para que Dios nos permita ¡Entender¡ el camino de Sus estatutos.

  1. Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos y ¡Guíame¡

Salmo 119:35 Guíame por la senda de tus mandamientos,

 Porque en ella tengo mi voluntad.

Una vez el Señor nos ha enseñado el camino de sus estatutos y nos ha dado entendimiento para comprender sabiduría

Nuestra siguiente petición ha de ser ¡Guíame por la senda de tus mandamientos¡ hazme andar por ese camino deleitoso

Y debemos pedirle al Señor esa capacidad de andar por sus caminos, porque en nuestra naturaleza humana, nos es tan difícil hacer lo bueno

Es por ello que nos podemos preguntar ¿Por qué tanta enseñanza de la Palabra en las iglesias y tan pocos resultados?

Sencillo, porque solo oímos la Palabra pero no la aplicamos a nuestra vida, no llevamos una vida de obediencia a la Escritura, nos hemos limitado solo a conocerla

De allí la importancia de esta petición que ahora nos enseña el salmista ¡Inclina mi corazón a tu Voluntad¡

  • Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos e ¡Inclina mi corazón a tu voluntad¡

Salmo 119:36 Inclina mi corazón a tus testimonios,

 Y no a la avaricia.

Clamemos al Señor, para que nuestro corazón prefiera los cumplir los mandamientos ante la tentación de las ganancias mal adquiridas

Esta realidad nos lleva a evaluar nuestro corazón de manera que podamos estar contentos y agradecidos con la provisión que Dios nos da

Y aunque anhelamos ser prosperados, clamemos para no caer en el pecado de avaricia, de un alma insaciable

Proverbios 1:19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,

 La cual quita la vida de sus poseedores.

Decía el teólogo C.H.S. “El que es avaro o codicioso es de la raza de Judas, y contoda probabilidad acabará él mismo como un hijo de perdición”

Y para que esto No nos acontezca a nosotros, aprendamos a orar para que Dios extienda su poder hacia nosotros e incline nuestro corazón a lo recto

Para poder desechar lo vano, lo que nuestra carne desea, porque un corazón inclinado hacia la Palabra de Dios siempre estará satisfecho con lo que Dios provee.

  1. Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos y ¡Enfoca mis ojos en tu Palabra¡

Salmo 119:37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;

 Avívame en tu camino.

Necesitamos clamar para que el Señor nos ayude en todo el proceso que implica una vida santificada

De manera que no nos dejemos llevar por lo pecaminoso e impuro, en la vanidad de la vida que no edifica la fe sino que nos distrae de la Verdad de Dios

Entonces oremos mucho para que el Señor nos ayude desatando dominio propio, para apartar de nuestros ojos todo aquello que nos aleja de la Palabra

Deuteronomio 8:3, «no solo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre».

Que podamos desechar todo aquello que ofende a Dios y nos aleja de Él, porque la vanidad es sin propósito, es inútil y falsa

Y porque no hacen ningún bien, no edifica la esperanza o el amor, sino que nos distrae de las cosas que en verdad son dignas. 

  • Necesitamos determinar en el corazón lo que a Dios le agrada,

Es urgente dedicar más tiempo a la Palabra y a la oración, porque solamente así tendremos un verdadero avivamiento, y no solo emoción,

Para ello, necesitamos que el Espíritu Santo nos ayude a conformarnos a la Palabra y mirar las cosas eternas sobre las temporales.

Lucas 11:34 La lámpara del cuerpo es el ojo;

Cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz;

Pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.

Nuestros ojos son la lámpara del cuerpo, es por ello que necesitamos comprometer nuestros ojos a mirar lo recto

Y esto significa la urgente necesidad que los cristianos tenemos de enfocarnos en todo aquello que es verdaderamente santo y que nos edifica.

  1. Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos y ¡Confirma tu Palabra¡

Salmo 119:38 Confirma tu palabra a tu siervo,

 Que te teme.

La petición es que el Señor haga realidad en nuestro corazón, la Palabra de manera que lleguemos al verdadero temor de Dios

Entonces, debemos entender que la forma de ser afirmados en la Palabra de Dios es por medio del santo temor.

Es decir que, en la medida que amamos al Señor, que nos duele fallar, que nos ofende pecar, en esa medida crecemos en el temor de Dios y nos afirmamos en la Palabra

¿Por qué necesitamos ser afirmados en el temor de Dios? Porque vivimos en el temor de no poder obedecer esa Palabra

Entonces, esta es una oración por un cambio en el corazón y la mente del siervo de Dios, para que la Palabra del Señor sea establecida en ellos.

  • Enséñame oh Jehová el camino de tus estatutos y ¡Quita el Oprobio¡

Salmo 119:39 Quita de mí el oprobio que he temido,

 Porque buenos son tus juicios.

Necesitamos aprender la Palabra de Dios y adherirnos a ella, porque  es lo único que efectivamente cambiará nuestra vida.

Pero hay un problema con eso, porque con la obediencia de la Palabra, con el sometimiento a nuestra fe ¡Viene la burla del mundo¡ Y tememos ser reprochados.

Entonces, tenemos que elegir entre obedecer a Dios o ceder ante las presiones de un mundo sin Dios,

Enséñame oh Jehová tus estatutos

Es decir, tenemos que elegir si temer a los hombres o temer a Dios, y es allí la gran necesidad que tenemos de clamar por la ayuda divina

Sin embargo, Cristo nos defiende y nos hace perseverar en fe, en temor de Dios, en obediencia a la Palabra

Y confirmamos día a día, que esa obediencia trae consigo grandes bendiciones a nuestra vida, porque Dios se agrada de nosotros y con ello, extiende Su favor

  • Enséñame oh Jehová tus estatutos y ¡Vivifícame¡

En la medida que crecemos en temor reverente al Señor, en esa medida vamos anhelando sus mandamientos.

Salmo 119:40 He aquí yo he anhelado tus mandamientos;

 Vivifícame en tu justicia.

Si vamos creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios, el Señor nos va aumentando el entendimiento

Y vamos creciendo en la obediencia, en vivir bajo la voluntad de Dios, y vamos comprobando la bendición del favor de Dios

En esa medida crecemos en amor a los preceptos divinos y somos vivificados en la Palabra y la oración

Pero entendamos, que ese vivificarnos No es la suma de muchas emociones, sino que es el fruto de una vida de obediencia, de sometimiento a la Escritura.

Conclusión

Enséñame oh Jehová tus estatutos, esa debe ser nuestra oración, y ya No pedir dinero, ni salud, sino ser vivificado para ser restaurado para vivir en santidad para el Señor.

Porque No hay sustituto para la Palabra de Dios, de modo que si los creyentes anhelamos  santidad y verdadera libertad

No tenemos otro camino que ¡Sumergirnos en la Palabra de Dios¡ y llevar una vida de ¡Obediencia gozosa!