Podemos preguntarnos si habrá una luz que no alumbre, y la respuesta es !No¡ Toda luz alumbra, de manera entonces que !Deja que tu Luz Alumbre¡

Cuando llegamos a los pies de Cristo dejamos de ser tinieblas, para ser Luz. Pero esa Luz no es nuestra, es la Luz de Cristo en nosotros.

¿Habrá una luz que No alumbre?

Una luz nunca se puede apagar a menos que se le acabe la fuente que la produce, pero en el caso de nosotros los cristianos la fuente que produce esta luz no es humana sino que es la presencia de Dios mismo, habitando en nosotros, por tanto no puede apagarse.

Igual que la luna, que no posee luz propia sino que refleja la luz que recibe del sol, así nosotros no poseemos una luz propia sino la luz de Cristo y al reflejarla por medio del testimonio cristiano reflejamos la gloria de Dios.

La luz de Cristo, nunca las tinieblas podrán apagarla, pero el mundo y nuestra concupiscencia pueden obstaculizar su brillo.

Entonces este relato que es parte del sermón del monte donde Cristo establece en base a una serie de enseñanzas como debe ser el carácter moral del ciudadano del reino de los cielos,

Y cuál debe ser su influencia sobre el mundo en tinieblas pero también de cómo cuidarse de la influencia del pecado.

Texto referencia.

Mateo 5:14-16  Vosotros sois la luz del mundo;(I) una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero,(J) y alumbra a todos los que están en casa. 

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.(K)

  • Una luz que no alumbre no es luz

Debemos ser una influencia del reino de Dios sobre el mundo ¿Cómo? Deja que alumbre la luz de Cristo en ti .Expliquemos primero como es que llegamos a ser luz del mundo.

Mateo 5:14  Vosotros sois la luz del mundo;(I) una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

¿Cómo llegamos a ser luz que alumbre el mundo?

!!Cuando reconocemos nuestra miseria espiritual¡¡

Mateo 5:3  Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Tal como nos lo explica el contexto de las bienaventuranzas, la dicha viene cuando el hombre por la luz de la Palabra y siendo iluminado por la obra santificadora del Espíritu Santo reconoce su miseria espiritual,

Porque en el hombre sin Dios solo hay miseria tal como Pablo lo expresa “miserable de mi, quien podrá librarme de este cuerpo de muerteo como aquel publicano que entra al templo a orar “se propició a mi pecador”.

Es por la obra de gracia que somos justificados por medio de la fe en Cristo. Perdonados  de nuestro pecado y salvos de la ira de Dios.

Entonces viene  la posesión para los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos, han sido trasladados del reino de las tinieblas al reino de la luz.

Una luz que no alumbre no es la luz de Cristo

Cristo es la luz verdadera.

Juan 1:9-12  Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad (derecho, privilegio) de ser hechos hijos de Dios;

 Rechazar a Cristo es rechazar la verdadera luz. Y podremos brillar, y parecerá que es luz, pero no sera la luz verdadera.

Juan 3:19-20.  Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 

Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

La condenación es amar mas las tinieblas que la luz, el hombre natural no puede ver a Cristo como creador ni mucho menos como salvador porque ama mas el pecado y sus obras son inmorales

y en lugar de buscar la luz se esconde de ellas para que su testimonio no sea manifiesto por la luz, muy parecido a Adán cuando se escondía de Dios después de haber desobedecido el mandamiento de Dios en el huerto de Edén.

Todos nacemos como una luz que no alumbra

Todos somos ciegos por nacimiento: Nacemos sin la Luz de Cristo

Juan 9:6  Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,

La ceguera espiritual inundaba nuestra vida, oscuridad en todo el quehacer de la vida hasta que Cristo nos encuentra y se compadece de nosotros y nos da luz para sacarnos de nuestras tinieblas.

Somos como una ciudad asentada sobre un monte.

La Luz de Cristo No se puede esconder.

Cuando viajamos por la noche en el horizonte vemos las ciudades y es porque la luz que irradian las hace visibles y nadie puede negar que allí hay una ciudad,

Entonces es necedad querer ocultar nuestra luz, Esta necedad llevo a Pedro a pretender esconderse cuando negó a Cristo. 

Mateo 26:73  Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.

Pedro intento en su necedad esconder la luz de Cristo pero no pudo, a tal punto que le dicen verdaderamente, no hay duda, tu eres uno de ellos!

Es impactante que en medio de nuestra más profunda necedad la luz de Su gracia aun fluye a través de nosotros,

Entonces lo más sabio es déjala brillar, porque esa luz habla de Cristo. Es tan fuerte que traspasa nuestras tinieblas, y al traspasarlas evidencia que tu eres un hijo de Dios y Dios es luz.

Cristo encendió esa luz, no la ocultes.

Mateo 5:15  Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

Como dice la versión NVI “Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa.

El propósito de la luz es alumbrar.” Pero hoy en día el mundo le está dando forma a los puntos de vista de la “iglesia” más que la “iglesia” dándole forma al punto de vista del mundo. (Romanos 12:2; 1 Corintios 1:22-23)[1]

Para que la Luz de Cristo alumbre en ti: No te Conformes a este mundo.

Romanos 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Dios nos está conformando en pensamiento, en carácter santo, por tanto no podemos volver al molde del mundo, ya que es el molde que desfigura nuestra santidad,

Para lo cual debemos cada día reformar nuestro pensamiento de acuerdo a la Palabra escrita de Dios en la cual esta revelada Su voluntad para agradarle y vivir rectamente, siendo luz en medio de este mundo.

 

Una luz que no alumbre es fruto de filosofías humanas

Que la búsqueda de señales y filosofía humana no oculte la luz de la Palabra.

1 Corintios 1:22.23  Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;

Buena parte de la iglesia anda tras lo sensacional, y si no sintieron nada, piensan que allí Dios no se mueve y la Palabra está siendo descuidada

Por ende el tropiezo esta delante de los pies y no se identificara, ya que la luz se ha menospreciado y el peregrinaje de la iglesia necesitamos la lámpara de su palabra.

Una luz que no alumbre es una luz que se oculta

La vida secularizada oculta la luz, me disfrazo de religioso el domingo y de impío en la semana.

1 Pedro 4:3-4.  Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

 A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;

La versión NVI dice 1 Pedro 4:3-4.  Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos,* entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables.

A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan.

El mismo Pedro dice ya basta, ya es suficiente como para seguir desperdiciando la vida agradando a los incrédulos y no a Dios, viviendo otra vez en la oscuridad pasada,

Ante toda insinuación o tentación a pecar debemos mantenernos firmes, somos luz y podemos decirle a nuestros amigos que no son cristianos que ahora vivimos una vida nueva

Y que les invitamos a conocer a la luz de nuestra vida que es Cristo, algunos nos insultaran pero también somos bienaventurados cuando por causa de Su nombre seamos vituperados.

Mateo 5:16  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.(K)

Así, hagan, de esta manera; Alumbrar, brillar, antorcha, luz y calor, evidencia de  pasión y testimonio.

Nuestra misión: Llevar luz a los perdidos.

Lucas 15:4-6  ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?

Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.

La mejor obra de todas es buscar a los perdidos hasta encontrarlos, llevar la luz del Evangelio y cuando esa luz haya iluminado sus vidas, debemos hacer la obra de traerlos al redil, a la iglesia, y un gran gozo inundara nuestra vida.

  • La misión de anunciar el Evangelio

Cuando la Luz de Cristo nos alumbra; Hay una comisión de anunciar la luz del evangelio.

1 Corintios 9:16  Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!

Hagamos esta obra con alegría y gozo, en este mundo somos los únicos portadores de la verdad de Dios, somos representantes de Cristo, entreguemos el mensaje que se nos ha encomendado.

  • La misión de hacer obras fruto de la fe

Las obras de la fe, evidencia que hemos sido justificados.

Santiago 2:17-18,21  Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?(D)

Las obras hacen visibles nuestra fe, y si no son visibles significa que la fe es muerta y si es muerta significa que no hay vida, y si no hay vida significa que no tienes la luz de Cristo

La unidad de la Iglesia manifiesta la buena obra de Cristo.

Juan 17:20-21  Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

La oración sacerdotal de Cristo para que seamos uno, un mismo Dios, una misma fe, un mismo Espíritu, unidos por el vínculo del amor, para amarnos sacrificialmente y comprometidos con la Gran Comisión,

De esa manera la iglesia brilla como una ciudad asentada sobre un monte y el mundo vera que allí esta Cristo en medio de nosotros.

Una luz que alumbra a Cristo, glorifica a Dios

Mateo 5:16  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.(K)

  • La gloria es para Dios no para nosotros.

Como dice el catecismo menor de Westminster en Pregunta y Respuesta 1 el fin principal del hombre es glorificar a Dios.

Glorifiquen al Padre por habernos elegido, al Hijo por habernos redimido, al Espíritu Santo por habernos sellado como garantía de posesión suya.

1 Corintios 6:20  Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Hemos sido comprados con la preciosa sangre de nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto démosle gloria a través de nuestra vida que es templo y morada del Espíritu Santo, no participando en las obras de las tinieblas.

Conclusión.

Impulsados por la obra de Dios por medio de la acción del Espíritu Santo y su Palabra, seamos luz en medio de esta generación en la cual vivimos manifestando nuestro testimonio de una vida transformada por gracia

Para que ellos vean a Cristo a través de nosotros y de esa manera den Gloria a Dios, al único Dios vivo y verdadero que es la luz del mundo.

[1] 95 tesis para la iglesia moderna, Greg Gordón