¿Cómo Vencer La Incredulidad? Conozcamos la respuesta de Jesucristo ante la incredulidad del corazón del hombre

Una incredulidad que nace no solo en el corazón del hombre sin Dios, sino también en aquel que dice creer.

Así que comenzaremos dando respuesta a la siguiente pregunta:

¿Qué es la Incredulidad?

Significa no sólo la negación abierta de Dios, sino también la actitud de quien no da crédito a su Palabra, a sus enviados y a sus obras.

La incredulidad se trata de hombres que no se fían de Dios, y por ello buscan apoyo  ¡inútil apoyo¡  en los ídolos, en adivinos y falsos profetas, en las criaturas, en alianzas humanas.

Y podemos confirmar que la incredulidad de Israel alcanza su punto culminante al rechazar al Señor Jesús. Pero no sólo Israel es incrédulo e infiel.

También los discípulos de Jesús pueden serlo en cierta medida, y lo son de manera especial cuando se niegan a reconocer a Jesucristo como Dios y hombre verdadero.

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¿Cómo vencer la incredulidad?

La incredulidad es un pecado condenatorio porque anida en el corazón de un hombre que ama la oscuridad y rechaza la luz del Evangelio.

Así que, para este hombre que niega la Verdad de Dios y que es gobernado por una incredulidad plena, en su esencia cruda, es condenado en el infierno,

¡Para todos aquellos que no creen en Dios, su incredulidad es objeto de condena eterna¡

Pero en el creyente, la incredulidad está asociada con ignorancia, con angustia y con temor, que nace, de no creer plenamente en Dios

  • La incredulidad en el creyente:

Hemos dicho que la incredulidad del hombre caído le lleva a condena eterna, pero la incredulidad del creyente, es diferente

Porque se trata de una falta de conocimiento del Dios Todopoderoso, un desconocimiento que le impide creer sin dudar.

Juan 20:30-31  Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.

Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

¿Qué debe creer firmemente el cristiano? Como creyentes debemos tener la plena convicción de que somos libres de la ira de Dios,

Que somos hijos, que seremos transformados de menos a más, que resucitaremos y gozaremos de vida eterna

Y que somos templo y morada del Espíritu Santo, lo que nos permite vivir en luz y no en tinieblas.

Por tanto, hemos sido investidos del poder transformador que testifica de Cristo a través del servicio a Dios que se expresa sirviendo a nuestro prójimo.

En resumen, lo que el hombre y la mujer cristiana debe de creer, es la Palabra de Dios para dejar atrás, toda incredulidad.

Texto de referencia.

Juan 4:43-45  Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.

Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.(C)  

 Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta;(D)

porque también ellos habían ido a la fiesta.

Son muchos los que ven las obras portentosas de Dios, pero aún viendo, no pueden creer, porque tienen el entendimiento entenebrecido,

Porque los milagros del Señor, son grandes y maravillosos, pero en el corazón incrédulo, le impide ver, en esa obra, al Hijo de Dios y único dador de vida.

  1. ¿Cómo vencer la incredulidad? !Comenzando en casa¡

Cristo es visto por algunos solo como un obrador de milagros, lo que hace que su Nombre sea blasfemado por aquellos buscadores de espectáculos.

Así vemos como los galileos le recibieron pero solo por los milagros que hacía,  sin creer en Él como el Salvador,

Y es por ello, que el Señor cita un refrán, que por nosotros es muy conocido “nadie es profeta en su propia tierra”,

Porque todos los que le vieron nacer y crecer, no podían dejar de ver en Cristo, al “hijo del carpintero”

De manera que no habrá honra de ese pueblo para el Hijo de Dios, y se conformaran con ver “todas las cosas que había hecho”

Pero fue allí, en esa tierra de incrédulos, donde el Señor llamo a la mayoría de sus discípulos y le siguieron,

Esta incredulidad de los nuestros, no quiere decir que no vamos a ser testimonio de Cristo allí en nuestra casa,

¿Cómo vencer la incredulidad?

Allí donde saben casi todas las cosas de nuestra vida pasada, es precisamente el lugar donde el Señor nos manda que iniciemos la gran comisión

Comenzaremos dando testimonio de una vida renovada, justamente en nuestra casa, para que crean en el poder transformador del Dios Todopoderoso.

  1. ¿Cómo vencer la incredulidad? ¡Confrontando!

Juan 4:46-47  Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.(E)

 Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.

 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó

que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.

Encontramos aquí a un hombre de la nobleza que “ruega” que “suplica” al Señor, para que obre un milagro en un hijo que está al borde de la muerte

Esa acción de ruego y suplica es impresionante, más cuando proviene de hombres que socialmente se consideran importantes, acostumbrados a ordenar,

Y es una acción a considerar porque el ruego y la suplica siempre han de estar asociados a un “yo” que muere, que rinde el orgullo y la soberbia,

Para clamar por ayuda, por un favor, aún cuando no hemos aprendido a pedir, solo a ordenar, a declarar, a exigir,

Pero con el Dios Soberano, las cosas no son así!! A Dios se le ruega y se le suplica¡¡

  • Rogando por nuestras necesidades terrenales.

La fe de este oficial, que está puesta en Jesús, aún no es una fe que proviene del deseo de salvar su alma, sino del desespero por un milagro para su hijo.

Y este tipo de fe, centrada en nuestras necesidades terrenales, siempre producirá en nosotros, una fe débil.

¿Por qué? Porque este hombre esperaba que Jesús estuviera físicamente presente para creer que obraría, es así que le dice “desciende

Y no solo eso, sino que también esperaba que Jesús tuviera el poder para sanar a su hijo pero no tenia esperanza que pudiera resucitarlo de los muertos.

De modo que lo impulsaba la necesidad física y emocional, la sanidad de su hijo y no la salvación de una muerte eterna.

Tanto de él como de su hijo, por quien clamaba solamente una salvación temporal

Justamente así sucede con el corazón incrédulo del que dice creer en Jesucristo, pero solo para una salvación terrenal y temporal

Olvidando la verdadera necesidad del hombre: ¡ser reconciliado con Dios¡ volver a la comunión con el Padre y ser rescatados de la ira venidera.

  • ¿Cómo vencer la incredulidad? Confrontando la fe.

Juan 4:48  Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.

Cuántas veces nos encontramos rogando a Dios por un milagro, pero se nos olvida la esencia del verdadero clamor.

Es decir, cuando rogamos a Dios por un milagro No es para creer que Él es Omnipotente, sino que rogamos, porque ya sabemos que Él es Dios Todopoderoso

Por eso el Señor confronta a este oficial diciendo “ustedes solo creen en Dios si ven señales y milagros

Como que si las señales nos darán a conocer el poder de Dios ¡No¡ no hacen falta las señales para creer que Él es Dios Creador y dueño de todo cuanto existe¡

Esta es una gran Verdad que ya la misma creación nos lo confirma, de manera que las señales, no van delante de la fe, sino, detrás de los que creen.

  • ¿Cómo vencer la incredulidad? Viendo el peligro de creer por señales.

Mateo 24:24  Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios,

de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Cuando los hombres solo creen si ven señal tras señal, corren un gran peligro y es que, si ya no hay señales dejan de creer

Y con esa incredulidad, se van para otro lugar en busca de manifestaciones sobrenaturales que les permitan creer en algo.

De manera que, si en el culto no hubo señales, actos de poder, como suelen llamarlos, entonces consideran que No hubo presencia de Dios,

Y esta acción apunta a un claro “desprecio por la Palabra predicada”, por esa Palabra enviada como el mensaje de Dios para nuestra vida

De manera que en algunos círculos cristianos la Verdad bíblica es tratada con superficialidad y ligereza

Porque consideran que es más valioso, más importante el tiempo de la ministración y la profecía de hombres

Donde acostumbran a decir expresiones como “hijo has pecado, tienes malos pensamientos” o  “satanás se ha levantado como tu enemigo”, etc.

Como si la Biblia, de inicio a fin, no nos lo dijera claramente: “Vuestros pensamientos son de continuo al mal” “tienes luchas contra potestades y huestes de maldad

La verdadera fe se cimenta en la Palabra

¡Todo lo que necesitamos es leer las Escrituras¡ y congregarnos en una iglesia donde sea predicada una doctrina bíblica

  • La señal del profeta Jonás.

Mateo 16:4  La generación mala y adúltera demanda señal;(B) pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.(C)

Y dejándolos, se fue.

Si, el Señor “dejándolos, se fue” porque suficientes señales tenemos de Quién es Dios, de su Poder y Deidad

Basta con contemplar los cielos, el firmamento y toda la creación, para darnos cuenta del inmenso poder de Dios, que con solo una Palabra, todo fue creado.

¡No necesitamos más señales¡ Cristo nació, desarrollo su ministerio, murió, venciendo al pecado, a la muerte y a satanás, con su resurrección

Y ahora está sentado a la diestra del Padre, dejando a su Espíritu Santo en nosotros, para recordarnos todo lo que Él ha dicho

¡Qué más señal necesitamos¡ ¿No nos basta esa indescriptible manifestación del poder de Dios?

  1. ¿Cómo vencer la incredulidad? Con Cristo

Juan 4:50  Jesús le dijo: Vé, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.

Este es el nivel de fe que se nos demanda, el creer en su Palabra, eso es fe, la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios.

La acción de este hombre es un maravilloso testimonio de fe para todos los facinosos que esperan ver caer fuego del cielo, para creer

Así, la incredulidad de este oficial desapareció, se fue la completa desesperanza que se anidaba en su corazón y fue sustituida por la completa esperanza.

Y es como que él hubiese dicho “ya no es necesario que desciendas porque tu palabra es suficiente, es una Palabra omnipotente”.

  • La incredulidad vencida

Juan 4:51-53  Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.

Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.

El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. 

La incredulidad se vence cuando creemos en la Palabra de Dios, si Él lo dice, así es, y no debemos dar espacio a dudas ni incertidumbre,

Así lo hizo este oficial: el Señor dijo “tu hijo vive” y él creyó, y se fue, y no volvió atrás, ni insistió, en que el Señor debía ir para ver y hacer.

¡Cuán difícil es esto para nosotros¡ si la Biblia lo dice, es simple, ¡creámoslo¡ esa es la firme Palabra de Dios, toda suficiente

y tan grande fue la fe de este padre «que toda su casa creyó» ¿Qué creyó? que Jesús es el Cristo, el Salvador, que puede dar vida, y vida eterna.

No seamos tan soberbios de pensar que necesitamos más, o que Dios debe hacer las cosas a nuestra manera para entonces creer.

  1. ¿Cómo vencer la incredulidad? Con una fe inamovible

La fe triunfante en Cristo tiene excelentes resultados. El creer viene acompañado de un gozo inefable.

1 Pedro 1:8  a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis,

 os alegráis con gozo inefable  y glorioso

No es necesario ver cara a cara a Dios, ni haber vivido en los tiempos del Señor Jesucristo, para creer que Él es el Hijo de Dios, nuestro Salvador y Señor

Sino que nos basta con contemplar la creación para creer en su Poder, y nos es suficiente todo cuanto Dios nos ha revelado de sí mismo por medio de las Escrituras,

Y creyendo de esa manera, nuestro corazón se llena de ese gozo inefable, indescriptible, que no se puede expresar en palabras

Que es glorioso y maravilloso, porque podemos creer y amar a Dios, más allá de las circunstancias y de lo que nuestros ojos materiales ven.

Y creer firmemente, que lo que Dios dice que “Es” así será, su Palabra se cumplirá aún, contra todo pronóstico humano

1 Pedro 1:6  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,

  • ¿Cómo vencer la incredulidad? ¡creyendo¡

Es necesario que los hijos de Dios caminemos por fe, pero esto no significa que primero hemos de ver para después creer, sino creer y después ver,

2 Corintios 5:7  porque por fe andamos, no por vista;

Hoy en día si no se ven milagros no se cree, solo lo percibido por los sentidos, el ojo humano nos parece fidedigno

Pero no debemos olvidar que la señal ya fue dada. ¿Cuál señal? La Vida, muerte y resurrección de Cristo.

La búsqueda de señales lleva a muchos a despreciar la Palabra de Dios, la Palabra predicada para dar paso al sensacionalismo

  • ¿Cómo vencer la incredulidad? Desechando el temor

La muerte física no respeta edad ni condición social, y el dinero ni toda la riqueza, no libra a nadie de la muerte.

Juan 4:46  Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.(E)

 Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.

La muerte llega por igual a todo ser humano, grandes y pequeños, ricos y pobres, honorables y sencillos.

Pero ¿Estamos preocupados por la muerte eterna? O ¿Creemos que la muerte física es nuestro mayor problema?

¿Cómo vencer la incredulidad?

El padre corrió por su hijo adolescente a Cristo, preocupado porque parecía que iba a morir.

Valdría hacer un poco de memoria y preguntarnos ¿Quién fue la primera persona que murió en este mundo?, ¿un hijo o un padre?

Si nos vamos al inicio de la historia bíblica, sabremos que la primera muerte que se registra es la de un hijo: Abel,

Y no quisiéramos que esto fuera así, sino, que de manera natural, los hijos entierren a sus padres, pero no siempre sucede así,

Sin embargo, no es este el mayor dolor que podemos experimentar, que el hijo muera antes del padre,

Sino, que ese hijo muera sin Cristo en su corazón. Ese es el verdadero problema del que debemos ocuparnos,

Por eso, los padres debemos luchar porque nuestros hijos crezcan en la fe, que conozcan a Cristo, que tengan una relación personal con Él, que se congreguen,

Y todo lo demás, corresponde al Señor! Su tiempo de vida, nuestro tiempo como padres, y todo lo que habremos de vivir en este mundo caído.

  • ¿Cómo vencer la incredulidad? con una fe perseverante

Encontramos en la historia de este oficial, el testimonio de un padre que ruega a Jesús por su hijo hasta el último momento.

Pero al igual que este hombre, nosotros sabemos que la muerte amenaza a nuestros hijos, de manera que el mensaje es, no dejemos de hablarles el Evangelio de Cristo,

Y la enfermedad, como la aflicción,  es un tiempo importante para hacerlo. Como padres somos responsables de hablarles la Palabra de Dios a nuestros hijos,

Nuestra tarea es hablar del evangelio y descansar en la obra de Gracia y Soberana de Dios hacia la vida de todos los que creemos,

Y aprendemos de un Padre que rogo a Cristo por su hijo hasta el último momento y que creyó a la Palabra pronunciada del Señor

No olvidemos que la muerte vendrá, tarde o temprano, primero a nosotros o quizá a nuestros hijos,

Pero si hacemos nuestra tarea evangelizadora, esa muerte No será muerte eterna, y un día resucitaremos gloriosamente para estar con Él,

Y esta es una realidad para ricos y pobres, viejos y niños, hombres y mujeres, sin importar la raza, todos necesitamos a Cristo.

La Biblia dice que, el que tiene al hijo tiene la vida, No dice que el que tiene riqueza o poder, tiene la vida,

Conclusión:

La incredulidad es un pecado condenatorio para todo aquel que ama la oscuridad y rechaza la luz del Evangelio.

Y es una fuente de temor y angustia para todo aquel que cree en Cristo pero que aún no ha creído plenamente en su Palabra

Así que, aprendamos a confiar en la plenitud de la Palabra de Dios, no la menospreciemos ni busquemos señales y prodigios para creer.