¡Consolaos Pueblo Mío¡ que tome aliento nuestro corazón porque hay Quien pueda sanar nuestras heridas y restaurar nuestra alma.

Porque hay consuelo para los que sufren, para las personas que se han dolido por las heridas que su propia negligencia causo

Y porque a pesar de las consecuencias propias de nuestras acciones insensatas muchas veces, siempre viene la providencia divina a nuestro auxilio

Por lo que tenemos testimonios más que suficientes en las Escrituras, donde contemplamos a Dios interviniendo en nuestra realidad, para llevarnos al camino correcto,

Así encontramos una mujer samaritana, de mal testimonio, que es restaurada; un hijo prodigo que pago duramente el precio de sus acciones insensatas,

Y que la compasión divina le llevo de nuevo al Padre; también encontramos un Pedro que aprendió a no apoyarse en sus propias fuerzas y arrebatos,

Encontrando en cada uno de estos ejemplos, cómo el Señor les llevo al arrepentimiento y al compromiso con el Evangelio

Si usted desea profundizar un poco más sobre el consuelo de Dios, por favor visite ¿Por Qué Te Abates Alma Mía??

¡Consolaos pueblo mío¡

En este mundo abunda el sufrimiento, las personas que caminan sin esperanza ni consuelo, sin propósito ni sentido,

Y podrán buscar ayuda médica, y sanaran su cuerpo físico, incluso ayudara a la depresión y el desanimo

Pero nadie puede curar el alma, porque nadie puede curar el pecado, solo en Cristo es posible encontrar la sanidad y la salvación

Porque solo Cristo puede restaurar nuestra vida, darnos un nuevo corazón y hacer de cada hombre y mujer, un hermoso testimonio

Texto de referencia:

Isaías 40:1-2 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.

Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado;

Que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.

Dios habla al corazón del pueblo llevando consuelo y encaminándolos a hacer conciencia de su propio pecado

De manera que les dice “que su tiempo es ya cumplido”, que el tiempo de sufrimiento ya cubrió el pecado de haberse alejado de Dios

Es decir, que la disciplina de Dios ya se ha cumplido, que el tiempo de cautiverio ya ha pasado

Y que ¡Su pecado ya es perdonado¡ que ahora ya están listos para volver de nuevo a la comunión con Dios

¿Es esta realidad diferente a la nuestra? De ninguna manera. Dios siempre disciplina amorosamente a sus hijos,

Con el único propósito de hacerles volver a su hermosa presencia, de restaurar la comunión con Él y con nuestro prójimo.

Entonces ¿Para quién es el consuelo? Para todo aquel que ha sido perdonado, que se ha arrepentido y que ha cambiado de dirección

Para todo aquel que ha logrado identificar Quien es Dios, y quienes somos nosotros.

  1. ¡Consolaos pueblo mío¡ El sufrimiento pasará

Isaías es mandado, como profeta de Dios, a proclamar consuelo al pueblo que sufre

Pero ese mensaje de consuelo también deja claro que la fuente del sufrimiento del pueblo ha sido su propio pecado.

Entonces, la comodidad, el confort del consuelo No viene a aquellos que se creen merecedores de una recompensa, que se creen indignos del sufrimiento

Sino que ese consuelo llega a aquellos que ya han sentido el dolor y el ardor de las situaciones a las que el pecado puede conducirles en la vida.[1]

  • Consolaos pueblo mío ¡Habrá restauración¡

Dios consuela y promete levantar a aquellos que han sido humillados por sus propios pecados, y que sienten la urgente necesidad de la fuerza de Dios.

Porque no podemos dejar de lado la realidad del pecado, la causa del sufrimiento humano

Históricamente, Dios entrega a su pueblo a cautiverio, dejando que el enemigo prevalezca sobre ello

¿Por qué? Porque el pueblo se olvidó de Dios, hizo a un lado la ley de Dios y se entrego a caminos de perversidad

Como consecuencia, viene un sufrimiento con propósito, una disciplina amorosa de Dios que les hará volver a la Verdad

Es así, como Dios tiene una palabra de consuelo para su remanente, para aquellos que han creído en Él y que han de arrepentirse de su pecado.

  1. Consolaos pueblo mío y conoced a Dios

Isaías nos enseña a ver a Dios, llevando nuestro enfoque a lo alto, a ver la “Santidad y grandeza de Dios” y apartar nuestros ojos de lo terrenal

Isaías 6:1-3 En el año que murió el rey Uzías(A) vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas;

Con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.

Y el uno al otro daba voces, diciendo:

Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;(B) toda la tierra está llena de su gloria.

Necesitamos tener conciencia clara que Dios es santo, santo, santo, que hasta los seres angelicales cubren su rostro ante la presencia de Él

Entender que toda la creación, incluyendo los ángeles, sirven a Dios y nos dan testimonio de reverencia y adoración ante la absoluta santidad de Dios.

  • Cuando veo Quien es Dios, me doy cuenta quien soy yo.

Isaías 6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto;

Porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos,

Han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

Encontramos consuelo cuando nos damos cuenta de la grandeza de Dios, de su infinito poder, de su soberanía y santidad

Porque podemos ver entonces, cuán pequeños somos, cuán frágiles delante del Dios Omnipotente y cuán necesitados de su misericordia

Cristo nuestro único consuelo en la vida y en la muerte

Y ante esa indescriptible santidad de Dios, también podemos entender la demanda  para su pueblo: “Sed santos porque Yo soy santo”

Pero esa santidad no solo es de acciones, sino que involucra la actitud, el pensamiento, las intenciones del corazón

Sin embargo, hoy en día no tenemos conciencia de la Santidad de Dios, porque hemos sido mal enseñados

Porque hemos estado entregados a falsas doctrinas que nos ponen de “tu a tu” con Dios, olvidando quienes somos nosotros.

Por tanto, entender Quién es Dios me ayuda a entender quién son yo: un pecador, un necesitado de la gracia divina

Y lo más importante, necesitados del perdón de Dios, que Él intervenga en nuestra vida, nos libre de juicio y nos consuele con su perdón.

  • El consuelo del perdón.

Isaías 6:6-7 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;

Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.

Ese “carbón tomado del Altar” es una figura del altar del holocausto que ejemplifica el sacrificio perfecto de Cristo

Y nos conduce al reconocimiento de la obra redentora de Hijo, que murió en una cruz para traer reconciliación, para restaurar nuestra comunión con el Padre

Por lo que ese carbón es una figura del perdón de Cristo, por las transgresiones cometidas que han ofendido la santidad de Dios

  • Consolaos pueblo mío ¡Hay mucho por hacer¡

Isaías 6:8-9 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.

Y dijo: Anda, y dí a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, más no comprendáis.

El Señor restaura nuestra vida con un propósito, nos saca del hoyo cenagoso y nos trae a su presencia, limpiando nuestro pecado y restaurando nuestra alma

para ir y proclamar sus maravillas a todos aquellos que al igual que nosotros, también necesitan ser restaurados, renovados en su propósito de vida.

y en esto encontramos consuelo, porque el Señor nos transforma en instrumentos útiles en su Reino, en su obra.

  1. Consolaos pueblo mío porque en Dios hay exaltación

Hay consuelo cuando contemplamos la misericordia de Dios que exalta a los humildes  y les llama al arrepentimiento.

Isaías 40:3-5 Voz que clama en el desierto:

Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. (A)

Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.

Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado. (B)

¿Cuándo se manifestó la gloria de Dios? ¡Cuando el camino es allanado, y lo torcido es enderezado¡

Esto significa que el consuelo viene cuando la obra de Dios es realizada en nuestra vida

Por tanto, que sea el Señor preparando nuestros corazones por medio de la enseñanza de Su Palabra y la convicción que da el Espíritu Santo,

¿Para qué? Para que sean derribados los pensamientos altos y orgullosos, suavizados los temperamentos torcidos y abruptos,

Y todo impedimento que frena nuestra comunión con Dios, sea removido y sean plantados buenos deseos, buenas obras y un pensamiento cautivo a la obediencia

De modo que se enderecen nuestras sendas torcidas y podamos estar preparados para hacer la Voluntad de Dios aquí en la tierra, y preparados para su reino celestial.

  • Consolaos pueblo mío ¡Hay fidelidad en Dios¡

Hay consuelo porque cuando vemos que todo lo demás falla pero que la Palabra de Dios ¡No fallará¡

Para gozarnos en esa maravillosa Verdad, es necesario admitir que como humanos,  somos extremadamente débiles, frágiles, impotentes

Y que nuestra salvación, eterna y temporal, no puede venir por carne ni por sangre, por fuerza humana, sino por la fuerza de Dios declarada en su Palabra.

Isaías 40:6-8 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces?

Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.

La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; Ciertamente como hierba es el pueblo.

 Sécase la hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. (C)

En el Nuevo Testamento, esa “voz que clama en el desierto” es Juan el Bautista, haciendo un llamado al arrepentimiento

Para preparar el camino “desde el desierto árido de nuestro pecado, hasta la presencia de Dios”

Y en esto hay un profundo consuelo, una inmensa gratitud que debe llevarnos a cuidar nuestra comunión con el Señor.

Porque la vida del hombre y de los pueblos, es como la hierba que pronto pasa, se seca, muere

Y la gloria del hombre, de los imperios, es como la flor que se marchita y pierde su esplendor

¡Pero la Palabra de Dios permanece para siempre¡ es eterna, inmutable e influye en la vida de los hombres en todos los tiempos y en todas las circunstancias.

  • Consolaos pueblo mío ¡La Palabra de Dios es fiel¡

Necesitamos comprender que la palabra del Señor puede hacer por nosotros lo que toda  carne ¡No puede¡

Que todo lo que Dios ha dicho ¡Se ha de cumplir¡ y esto debe traer consuelo al corazón del creyente

Porque estamos en manos de un Dios ¡Que no cambia¡ que es Verdad, que es fiel a su promesa y a su advertencia,

Consolaos pueblo mío¡¡

Entonces ¡Demos Voces predicando la Palabra de Dios¡ para glorificarle a Él, llamando la atención de los pueblos a la ¡Grandeza de Dios y su sabio consejo¡

Y alcanzando a todos aquellos que aún no han conocido a un Dios que da vida nueva, que trae salvación en este mundo y en el venidero

Por tanto, pongamos nuestros ojos, corazón, pensamiento y todo nuestro ser en las manos de Dios

Y contemplemos sus maravillas, sus atributos, su obra indescriptible en nuestra vida

De manera que se anime la fe del creyente, que decae como consecuencia del pecado pero que es movido al arrepentimiento y a la restauración.

Conclusión

Consolaos pueblo mío, son las palabras de Dios para una iglesia que vive en tribulación de alma

Pero que es animada a glorificar a Dios predicando todo el consejo de la Palabra, llamando la atención del pueblo hacia Dios y sus atributos.

De modo que se pueda animar la fe en los creyentes y predicar de tal manera que aumenten el deseo por la Palabra de Dios en la vida de los que nos escuchan.

Pero de manera especial, motivando a los perdidos al arrepentimiento, a reconocer que hay un Dios, que puede dar vida.

Palabras y frases significativas:

Consolaos: Nakjám raíz primaria; propiamente suspirar, i.e. respirar fuertemente; por impl. lamentar, i.e. (en un sentido favorable) compadecer, consolar o (refl.) lamentarse; o (desfavorablemente) vengar (-se):- aliento, aliviar, -se, aplacar, arrepentimiento, arrepentirse, atenuar, castigar, compadecer, compasión, consolador, consolar, -se, consuelo, misericordia, mover, pesar.

 

[1]https://calvin.edu/dotAsset/9ce51374-8e20-4689-9f38-adb7a10de813.pdf