Cuando Ya No Hay Salida ¡Hay Un Recurso Llamado Oración¡ justo en esos momentos que pensamos que ya nada tiene sentido

O que quizá es mejor soltar y dejarnos morir, es allí donde aparece la maravillosa opción de la oración, de la búsqueda oportuna de Aquel que todo lo puede.

Texto de referencia

Salmo 55:16-17  En cuanto a mí, a Dios clamaré;

 Y Jehová me salvará.

Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,

 Y él oirá mi voz.

Muchas veces nos pareciera que es mejor huir, escapar, ignorar la situación difícil que estamos viviendo

Pero es seguro que esa acción lo único que hará es empeorar la crisis, crear más peso al problema y socavar nuestro sueño, la paz del corazón

Entonces, es en ese momento que podemos decir, igual que el salmista ¡A Dios clamaré y Él me salvará”

Si usted desea profundizar un poco más sobre el poder de la oración, por favor visite !Vida De Oración Gozosa¡ ¿Cómo Tenerla?

Cuando ya no hay salida, hay un recurso llamado oración

La oración es un medio de gracia que el Señor ha dejado a todos sus hijos, de manera que podamos fortalecernos y crecer espiritualmente

Pero resulta que en situaciones de dificultad, muchas veces el creyente inicia buscando respuesta en otros medios: amigos, recursos, habilidades o inteligencia propia

Sin embargo, las crisis de los creyentes jamás serán resueltas por nuestros propios medios, sino que necesitamos la ayuda de Dios

Para fortalecernos, encontrar sabiduría, dominio propio, paciencia y perseverancia. De allí el gran privilegio que tenemos de poder llegar al corazón de Dios, a través de la oración.

  1. ¡Cuando ya no hay salida¡

El salmista está viviendo una situación de gran angustia, en la que pareciera ¡Que ya no hay salvación¡ y esto no es muy distinto a lo que muchos de nosotros vivimos

Salmo 55:2 Está atento, y respóndeme;

 Clamo en mi oración, y me conmuevo,

Ante la situación angustiosa que vive David, clama a Dios pidiendo que le atienda, que Dios  responda a su clamor

¿Por qué? Porque David está muy angustiado y no encuentra paz, al escuchar los gritos de los malvados enemigos que le oprimen el alma

Pues esos enemigos no sólo están enojados con David, sino que también lo persiguen y amenazan con quitarle la vida.

Y esto lo que nos sucede a nosotros, cuando el peso de nuestro propio pecado nos quita la paz, cuando el engaño de satanás nos tienta al oído

O cuando las dificultades de la vida, muchas veces producto de nuestras malas decisiones, amenazan con quitarnos la vida.

  • Cuando ya no hay salida ¿Qué es lo que pensamos?

Salmo 55:3 A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío;

 Porque sobre mí echaron iniquidad,  Y con furor me persiguen.

El enemigo siempre se encuentra al asecho, la culpa del pecado nos oprime el corazón y nos entenebrece el entendimiento

Y muchas veces, nos sentimos impotentes ante la tentación, ante las soluciones fáciles que ofrece el mundo

Salmo 55:4-5 Mi corazón está dolorido dentro de mí, Y terrores de muerte sobre mí han caído.

Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.

Cuando nos quedamos contemplando toda nuestra crisis, lo único que podemos sentir es ¡Terror de muerte¡ y un profundo dolor en el corazón

Una gran impotencia para hacer frente a tan grande enemigo, y el alma se nos llena de temor y temblor

Entonces ¿Qué podemos hacer?

  1. Cuando ya no hay salida ¿Qué haremos?

Debemos tener claro que ¡Las vanas soluciones no resuelven nuestros problemas¡ por el contrario ¡Las agravan aún más¡

Salmo 55:7-8 Ciertamente huiría lejos;  Moraría en el desierto. Selah

Me apresuraría a escapar Del viento borrascoso, de la tempestad.

¡De los problemas no se puede huir¡ pues los problemas nos persiguen, y tampoco podemos encubrir nuestras dificultades ¡Porque ellas solas salen a la luz¡

Invócame en el día de la angustia

Así que de nada sirve pensar en huir lejos, creer que podemos hacer morada en el desierto o pretender escapar de la tempestad, tal como lo dice nuestro salmista

Sino que la solución es hacerle frente a la dificultad ¡Pero no en nuestra propia capacidad humana¡ jamás bajo los conceptos de sabiduría del mundo.

  • Cuando ya no hay salida ¡Vayamos a Dios en oración¡

Salmo 55:16 En cuanto a mí, a Dios clamaré;

Y Jehová me salvará.

La Escritura dice ¡Jehová me Salvará¡ y esto significa que, Dios quitará o nos librará  de una carga muy pesada, o incluso, que será Dios quien nos librará de la derrota del enemigo

Por tanto, la solución no se encuentra en huir de la situación, sino en buscar la intervención de Dios en esa situación;

Esto significa que no hemos de inclinarnos a la solución natural del escapismo sino la solución espiritual de la oración.

Y aquí, el salmista es enfático, “Pero yo por mi parte…” es decir, aunque el mundo diga y haga cualquier otra cosa

Nosotros por nuestra parte, nos refugiaremos en el Dios que todo lo puede, en ese Dios maravilloso que siempre acude a nuestro auxilio, que siempre está dispuesto a ayudarnos

  • Cuando ya no hay salida !Oraremos en todo tiempo¡

Orar en todo tiempo es una disciplina constante: al anochecer, amanecer y al mediodía, y esto en ningún momento refleja falta de fe o una fe débil

Salmo 55:17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.

Orar en todo momento con el mismo clamor, es una expresión de gran necesidad y mucha dependencia de Dios

Entonces, esa insistencia en la oración nos habla de la constancia en la oración, y tenemos claro que toda la Biblia enseña que debemos ser persistentes en la oración.

Es por ello que el salmista sigue clamando y repite su clamor en la confianza que Dios dará respuesta.

Esa misma confianza la hemos de tener nosotros, cuando oramos sin cesar, y presentamos delante de nuestro Dios Todopoderoso, nuestra urgente necesidad.

  • ¿Qué más haremos? Descansar en lo que el Señor hará

Salmo 55:16  En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará.

No tenemos la menor idea de cómo nos salvará Dios, qué hará para salvarnos, pero lo importante es, que tengamos la convicción plena que ¡Dios lo hará¡

Y ese conocimiento claro, traerá paz a nuestra alma ¡Lo sabemos¡ no hay lugar a dudas ¡Dios me salvará¡

Y Él lo hará de la mejor y más segura manera, y lo hará en el sentido más grande, más verdadero, y más pleno que ni siquiera nos podemos imaginar

¿Por qué? Porque es el grandioso YO SOY el que nos librará de esa tremenda prueba y de todas las futuras pruebas que podamos llegar a vivir,

Y esa es una Verdad tan cierta en nuestro corazón, como cierto es ¡Que Cristo vive¡

De modo que cuando llegue la muerte, y todos los misterios de la eternidad se presenten a continuación, esta afirmación todavía será cierta: “Jehová me salvará.”[1]

  • ¿Y qué más haremos? Poner toda nuestra confianza en el Señor

Nos mantendremos firmes y seguros en que ¡El Señor nos salvará y nadie más¡ de modo que no desearemos ni necesitaremos ningún otro ayudador,

Y eso significa que nuestra confianza jamás estará en un brazo de carne o en una pericia humana, aun si pudiera.

Por tanto, clamaremos a Dios en la noche, y en la mañana, y al mediodía, y no clamaremos a nadie más, pues Él es Todo-suficiente. [2]

Salmo 146:3-4 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.

Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.

El ser humano no posee la capacidad de salvar a nadie, ni aún a sí mismo, por tanto ¿Pondremos en hombre alguno nuestra confianza?

¡De ninguna manera¡ pues sabemos que si llega ayuda humana, esto solo es el recurso que Dios usa para hacernos gozar de su favor y misericordia.

Cuando ya no hay salida

Salmo 146:5-6 Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios,

El cual hizo los cielos y la tierra, El mar, y todo lo que en ellos hay;

Que guarda verdad para siempre,

Nuestra oración, nuestro clamor, nuestra esperanza siempre estará en el Dios Creador, el Dios Omnipotente, el Dios inmutable ¡Que guarda Verdad para siempre¡

Conclusión

Cuando ya no hay salida a las dificultades imperiosas de la vida, recordemos que tenemos una maravillosa opción ¡La oración¡

Y que esta posibilidad de acudir a Dios en oración solo es un precioso privilegio de los hijos de Dios

Por tanto, no la desaprovechemos ni la dejemos como última opción, sino que, de manera oportuna siempre ¡Vayamos primero a Dios en oración¡

 

 

[1] La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

[2] Spurgeon, C. H. (2008). La Chequera del Banco de la Fe. Bellingham, WA: Logos Bible Software.