Mi Porción Es Jehová y si esto es cierto, la pregunta será ¿Cómo viven aquellos que tienen a Dios como su porción?

Y la respuesta debería ser ¡Viven comprometidos con su Palabra¡ se mantienen constantemente buscando Su favor

Y humildemente están cambiando sus formas de vivir y de pensar para que coincidan con la forma que Dios nos establece.

Esto significa, que los cristianos que tienen a Jehová como su porción, viven ansiosos por obedecer lo que Dios ha enseñado

De modo que como creyentes, somos perseverantes en obedecer la voluntad divina, incluso cuando estemos viviendo situaciones difíciles

Entonces, podemos decir que llegamos a ser cristianos Agradecidos por todo lo que Dios nos ha dado, y deseamos el compañerismo con otros creyentes

¿Por qué? Porque somos cristianos que percibimos a Dios como bueno con nosotros y deseamos crecer aún más en el conocimiento de Él

Si usted desea profundizar un poco más sobre la bendición de una vida de obediencia gozosa, por favor visite Enséñame Oh Jehová El Camino De Tus Estatutos

Mi Porción Es Jehová

 Salmo 119:57 Mi porción es Jehová;

He dicho que guardaré tus palabras.

El salmista exclama  “Tú, Señor, eres todo lo que tengo” de modo que el Señor es su porción, su posesión, es su bendición espiritual

Reconociendo, que tener la presencia del Señor en nuestro corazón, es algo que se recibe por gracia y de manera maravillosa, lo podemos retener de por vida,

Esto quiere decir  que el Señor es nuestro porque nosotros le pertenecemos a Él, y por lo tanto, podemos decir ¡Él es mi porción¡

¿Qué significa entonces la expresión “Él es mi porción”? Quiere decir que el Señor es con nosotros y para con nosotros

Entonces, si el Señor es nuestra porción ¿Qué más necesitamos? ¡Nada¡ porque en Él se encuentra absolutamente todo lo que tú y yo necesitamos.

Por tanto, cuando vengan aquellas preocupaciones que nos lleven a caer en la ansiedad o el temor, recordemos Quién es nuestra porción

Comprendiendo que Cristo es lo mejor que podemos tener en esta tierra y con la mirada puesta en Él, la ansiedad es minimizada y entregada en oración a Dios[1]

Porque, poseer a Dios es verdaderamente tenerlo todo, y entonces, debe haber en nuestro corazón un compromiso con Él y su Palabra.

  1. Mi porción es Jehová por tanto ¡Estamos comprometidos con su palabra¡

Cuando leemos la expresión “Mi porción es Jehová” nos encontramos ante las palabras de un alma satisfecha.

Y si esto es verdad, entonces el creyente no necesita buscar satisfacción fuera del Señor, respondiendo a cada tentación ¡El Señor es mi porción¡

Por tanto, si Satanás se nos acerca con una fruta deliciosa, como hizo a Eva, podremos decir que «el Señor es nuestra porción»;

O si la tentación nos llega con una gran oferta de vestidos lujosos, como fue el caso de Gehazí, podremos decir que «el Señor es nuestra porción»;

Más aún, si la tentación nos llegara en la oferta de poseer mucho oro, como el caso de Acán, también podremos decir que «el Señor es nuestra porción»;

O si tristemente, la acción de Satanás consiste en ofrecernos una bolsa de dinero, como a Judas, diremos entonces que «el Señor es nuestra porción»;

Así que no ha de importarnos si la tentación adquiere cualquier otra forma, una corona, un reino, mucho poder, nuestra respuesta ha de ser «el Señor es nuestra porción»

Porque solamente así, teniendo el valor de dar esa hermosa respuesta a cada tentación que nos aseche, podremos estar dispuestos a guardar la Ley de Jehová;

Y podremos renunciar de manera gozosa y firme, a todos los deseos de la carne, a todas las propuestas materialistas de este mundo y a todo engaño de Satanás.

  • Mi porción es Jehová ¡Así lo enseña el Antiguo Testamento¡

Recordemos que Dios repartió la tierra prometida a cada tribu de Israel, excepto a una ¡Leví¡

Números 18:20 Y Jehová dijo a Aarón:

De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte.

Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

Esta realidad, nos lleva a comprender que, los que tienen a Dios por herencia y porción para siempre, ¡No deben fijar sus ojos en este mundo perecedero¡

Sino que debemos aprender a mirar con santo desdén e indiferencia las pertenencias de este mundo, así nos lo enseña Asaf.

Salmo 73:25.26 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?

 Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

Mi carne y mi corazón desfallecen;

 Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

El salmista nos enseña, que si tenemos al Señor con nosotros, entonces lo tenemos todo, porque Él es nuestra roca, es todo lo que necesitamos en esta vida

Y aunque, nuestra mente nos traicione, o nuestro cuerpo se destruya poco a poco, ya sea por enfermedad o circunstancias de la vida ¡En el Señor estamos completos¡

¿Por  qué? Porque todos aquellos, cuyo corazón se centra en la vanidad de este mundo y se alejan de la Verdad de Dios ¡Perecerán¡

Salmo 73:27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;

 Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

Por tanto, el verdadero creyente ha de permanecer cerca de Dios porque eso es bueno para nuestra alma,

De modo que ejercitemos poner toda nuestra confianza en el Señor y proclamemos sus maravillas a todos aquellos que aún no le conocen.

  • Mi porción es Jehová y “He prometido poner en práctica tus palabras”

El salmista nos dice que no solamente “Lo ha dicho, No solo lo ha propuesto en su propio corazón,

Sino que, de manera valiente y determinada, el salmista lo ha profesado y lo ha aceptado ante otros, y no se arrepiente de hacerlo así

Entonces preguntémonos ¿Estamos comprometidos con la obediencia a la Palabra del Señor?

Porque cuando el Señor es nuestra porción, solamente en Su Palabra encontramos el aliento, la dirección, la luz que necesitamos para continuar en este peregrinaje

En tanto que, es en la Palabra de Dios donde encontramos cuales son los pensamientos del Señor para nosotros, cuál es su Voluntad perfecta

  1. Mi porción es Jehová , por tanto ¡Buscamos Su favor con urgencia¡

Salmo 119:58  Tu presencia supliqué de todo corazón;

Ten misericordia de mí según tu palabra

Cuando decimos que queremos la presencia de Dios, estamos diciendo que queremos Su rostro, Su persona, Su voluntad, Sus deseos, Su guía, Su control, Su aprobación.

Enséñame oh Jehová tus estatutos

¿Para qué? Para dar cada paso que necesitemos dar, y hacerlo con la plena confianza que caminamos dentro de la perfecta voluntad de Dios

Porque solamente así, estaremos seguros de no desviarnos, de contar con la presencia del Señor siempre, tal como lo dijo Moisés

Éxodo 33:13-15 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino,

Para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

Si la presencia del Señor no está con nosotros, no necesitamos dar ningún paso, ir a ningún lado, ni agotarnos pensando cómo hacerlo a nuestra manera

Y sobre todo, cuando entendemos que estar en la presencia del Señor significa conocerle a Él, hallar gracia delante de Él, contar con su favor y su dirección

Porque es allí donde encontramos el descanso que nuestra alma necesita, saber que estamos caminando en la perfecta Voluntad de Dios.

  1. Si Mi porción es Jehová, entonces vivo de acuerdo a Su Voluntad

Humildemente vamos corrigiendo nuestra vana manera de vivir para que ella esté de acuerdo a la voluntad de Dios.

Salmo 119:59 Consideré mis caminos,

 Y volví mis pies a tus testimonios.

La Palabra nos exhorta a pensar, a meditar en nuestra conducta, a reflexionar en los caminos que andamos de manera precisa, juiciosa

¿Para qué? Para volvernos y empezar andar de acuerdo a los mandatos de Dios, en obediencia gozosa

Entonces, entendemos que es vital para todos los creyentes considerar nuestros caminos, comprender que nuestros caminos son destructivos y nos llevarán a la destrucción,

Y que por tanto, es urgente dar un giro y decidir seguir los caminos de Dios, no solo en acciones, sino también en palabras, en actitudes y pensamientos

¿Por qué? Porque vamos hallar que muchas de esas acciones y dichos nuestros, se quedan cortos si los medimos de acuerdo a la regla que nos demanda el Señor,

O incluso, muchas de nuestras actitudes y pensamientos se encuentran en contra a la regla divina,

Y por tanto, es preciso reflexionar en nuestro estilo de vida y volver nuestros pasos a los testimonios de Dios;

Y dirigir nuestros pies a los testimonios divinos, involucra ¡Un gran cambio en el corazón¡ porque nuestra obediencia no es de apariencias

Sino que la obediencia del cristiano nace de un corazón nuevo, convencido que solo en la Palabra de Dios se encuentra la Verdad y la santidad

  • Si Mi porción es Jehová  !Me vuelvo ¡Hacedor de la Palabra¡

Santiago 1:23-25 Porque si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella,

Éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.

Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad  y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo,

Sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

La Palabra nos aclara, que cuando No somos oidores olvidadizos, sino que fijamos atentamente nuestros ojos y pensamientos, en la perfecta ley de Dios

Y ¡Perseveramos en esa Ley¡ haciendo todo cuanto se nos dice que hagamos, entonces recibiremos bendición al practicar la Palabra del Señor

Más aún, se nos dice que la Ley de Jehová es perfecta ¿Por qué? Porque es inspirada por Dios, y es perfecta porque ¡No se puede mejorar¡ y siempre cumple su propósito

Pero además, esa ley maravillosa, no solo es perfecta sino que también nos da libertad porque  cuando se obedece la ley de Dios es cuando verdaderamente somos libres

¿Libres de qué? Libres de la esclavitud del pecado, del engaño de Satanás, de los impulsos de nuestra carne, y de la banalidad de un mundo perecedero

Por tanto, si el Señor es nuestra porción, no hay duda que seremos creyentes que vivimos haciendo la Palabra oída, obedeciendo la Ley de Jehová.

  1. Cuando Mi porción es Jehová !Me doy prisa en cumplir los mandamientos¡

Salmo 119:60 Me apresuré y no me retardé

 En guardar tus mandamientos.

Es muy peligroso apresurarse por el camino equivocado pero es glorioso apresurarse por el camino correcto.

Eso significa que debemos tener cuidado con las demoras y aplazamientos en nuestra obediencia a la Palabra escuchada,

Porque el dejar nuestra obediencia para mañana, diciendo que ya habrá tiempo después; que habrá tiempo para cuidar del cielo cuando ya estemos saciado del mundo ¡Es peligroso¡

En tanto que, el postergar nuestro arrepentimiento y mantenernos en una vida de desobediencia, ha sido la ruina de miles de almas;

Por tanto, evitemos este abismo en el que han caído tantos, y hagamos como David: «Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos».

  • El testimonio de Lot

Génesis 19:15 Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.

Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él;

Y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.

Los dos hombres insistieron que Lot se apurase puesto que en la mañana el Señor destruiría la ciudad.

Pero Lot se demoró, incapaz de separarse de la vida en Sodoma y de sus posesiones allí, anclando sus ojos en lo temporal

De modo que los dos hombres asieron de Lot y su familia y tomándolos de la mano y los llevaron fuera de la ciudad.[2]

¡Que no nos acontezca de esa manera a nosotros¡ sino que de manera voluntaria, consciente y gozosa, nos apresuremos a obedecer la Palabra recibida.

  1. Si Mi porción es Jehová !Perseveraré en obediencia incluso cuando es difícil¡

Salmo 119:61 Compañías de impíos me han rodeado,

 Más no me he olvidado de tu ley.

Podremos encontrarnos viviendo una serie de situaciones difíciles, como amenaza, robo, perdida, soborno, privación de libertad, etc.

Incluso, nos podremos enfrentar a la oposición de los impíos que nos pueden llevar a desviarnos del propósito santo de la Palabra.

Pero, al igual que el salmista, la decisión de mantenernos firmes en el testimonio del Señor, no ha de dar la firmeza para no olvidar la ley de Dios.[3]

Sino que nos mantendremos firmes en la enseñanza de la Palabra, en el conocimiento que tenemos del Señor, y Él levantará nuestra cabeza.

  1. Cuando mi porción es Jehová, soy Agradecido por todo lo que me ha dado

Salmo 119:62 A medianoche me levanto para alabarte

 Por tus justos juicios.

Aquí podemos notar la gran reverencia usada por el salmista en la adoración secreta, en ese momento íntimo de comunión con el Señor.

De modo que David no sólo elevaba su ánimo para alabar a Dios, no solo levanta su clamor según sus peticiones

Sino que David se levantaba de la cama para doblar la rodilla ante el Dios todopoderoso, y no para pedir, sino para ¡Adorar¡

Esto nos hace pensar que la vida devocional del creyente ha de ser seria y apasionada, buscando al Señor en todo momento

Porque, cuando amamos a Dios, las horas del día no bastan, no nos dan el tiempo suficiente para agradecer a Dios, sino que es necesario echar mano de las horas de la noche.

Además, nuestra devoción a Dios ha de ser sincera, sin ninguna demostración publica

Sino que debemos disponernos a agradecer a Dios cuando nadie más nos puede ver o  sentirse impresionado por nuestra devoción.

Y si nuestra porción es Jehová, vamos a considerar el tiempo como un recurso preciado, e incluso, usaremos las horas de la noche, para dedicarnos a la devoción a Dios

Porque esa devoción a Dios es lo más importante que podemos hacer, y por tanto, nos lleva a estar dispuestos a sacrificar algo legítimo, como el sueño, por la búsqueda de Dios.

De esa manera debemos aprender a mostrar gran reverencia a Dios incluso en nuestra devoción secreta, levantándonos para alabarlo.

En tanto que, nuestra alabanza requiere entrega, tanto de nuestra alma como de nuestro cuerpo.

  1. Cuando mi porción es Jehová, deseamos compañerismo con nuestros hermanos

Salmo 119:63 Compañero soy yo de todos los que te temen

 Y guardan tus mandamientos.

Nuestros hermanos en la fe, son nuestros compañeros de milicia, estamos unidos, somos  asociados en la causa del Señor.

Porque juntos nos fortalecemos, nos apoyamos, nos consolamos y nos llevamos unos a otros a la obediencia a Dios,

Mi porción es Jehová

Por tanto, debemos evitar la compañía de aquellos que evitan a Dios, a manera de evitar ser influenciados por el mundo

Aunque, debemos tener amor por las almas e ir tras ellos para traerlos a Cristo, pero no compartir con ellos, si el Evangelio no media en nuestra comunión con el incrédulo

Por tanto, cuando nuestra porción es Jehová, vamos a frecuentar la compañía de los que le buscan y guardan la compañía de Dios.

Y es por eso venimos a la iglesia y amamos el congregarnos!!!

  1. Cuando mi porción es Jehová, veré que Dios es bueno

Si nuestro refugio es el Señor, no podemos menos que ver cuán bueno es Dios con nosotros,

Y ver tan grande bondad de Dios a nuestra vida, nos debe llevar a desear crecer aún más en el conocimiento de Él

Salmo 119:64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;

 Enséñame tus estatutos.

Podemos contemplar, experimentar, dar testimonio del constante amor de Dios por sus hijos,

Y este es un amor que nos preserva del mal, que nos lleva a caminar en rectitud, a librarnos de la tentación

Es por ello, que clamamos para que el Señor nos enseñe Sus estatutos, Su hermosa Ley, porque ella nos muestra el camino de la santidad

Conclusión

Cuando Mi porción es Jehová, entonces me deleito en Su Palabra, me comprometo en obedecerla, no siendo oidores olvidadizos, sino hacedores de la Palabra

Aun en situaciones difíciles, mantenemos firme nuestro testimonio de fe, descansando en la presencia del Señor que nos fortalece

Y por ello, debemos mantener un corazón agradecido, por todo lo que Dios hace en nuestra vida, por Su gracia inmerecida

Por tanto, no podremos dejar de ver cuán bueno es Dios con los que le amamos, contemplaremos sus maravillas y sus inmensos favores

Pero también, amaremos el congregarnos, amaremos la iglesia del Señor, porque es allí donde vivimos el verdadero compañerismo cristiano.

 

[1]https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/3-razones-para-esperar-en-el-senor/

[2] S. G. de Graaf, El Pueblo de la Promesa, Vol.1, 121.

[3]Comentario Mundo Hispano.