Vivifícame Según Tu Palabra, es la petición que encontramos en el Salmo 119, conocido como el «Alfabeto del amor divino»,

O el «Paraíso de todas las doctrinas», el «Almacén del Espíritu Santo», la «Escuela de la verdad»;

También en este Salmo se encuentra el profundo misterio de las Escrituras, en que toda la disciplina moral, de todas las virtudes, brilla resplandeciente. J. P. Palanterius

Y podemos ver cómo cada estrofa comienza con una letra del alfabeto hebreo, 22 letras, 22 estrofas,

De manera que este es considerado el Salmo por excelencia a la Palabra de Dios, y es visto como “La biblia en pequeño”

Y con ese conocimiento de este hermoso Salmo, estudiaremos en esta reflexión, que:

Frente a los desalientos, las tristezas, las depresiones, y todo lo que nos pudiera acontecer en nuestra vida,

Es la Palabra de Dios la que nos mantiene firmes, nos levanta de nuestra situación caída y deprimida para darnos vida y gozo.

Si usted desea profundizar un poco más sobre la el impacto de la Palabra en el corazón del creyente, por favor visite Sostenidos Por La Palabra De Dios

Vivifícame según tu Palabra

El salmista clama al Señor para que Él le “vivifique” conforme  a la Palabra, lo que nos lleva a reflexionar sobre el poder de la Palabra de Dios.

Porque en la vida del creyente, se presentan muchos momentos difíciles que invaden el corazón de temor e inseguridad,

Pero es allí, donde debemos comprender que todas esas cosas: tristeza, depresión, aflicción, desanimo,  son temporales, que habrán de pasar

Mientras que la Palabra de Dios permanece firme y segura, no cambia ni se desvanece, y que es en ella, donde debemos permanecer anclados.

Texto de referencia:

Salmo 119:25 Abatida hasta el polvo está mi alma;

Vivifícame según tu palabra.

Encontramos en este texto, una expresión de angustia y un clamor de ayuda.

  1. Ante el desaliento ¡Vivifícame según tu Palabra¡

Es normal que el desaliento nos tire hacia abajo, nos haga sentir que morimos y tocamos el polvo, pero la Palabra de Dios nos levanta, nos vivifica.

Es por ello que el salmista, al sentir que su vida se encuentra “postrada en el polvo” sintiendo que está a punto de morir,

Este hombre clama al Señor diciendo: “dame vida conforme a tu Palabra” con forme a tu Promesa.

  • Necesidad de reconocer nuestra condición.

Para comprender la profundidad de esta Palabra, necesitamos preguntarnos ¿Qué estaría pasando en la vida del salmista para que se sienta abatido hasta el polvo?

Y si este Salmo fuese escrito por David, podríamos preguntarnos ¿El alma de David está abatida por la persecución de Saúl? ¿La traición de Absalón?

O ¿Esta abatido por la culpa, por las consecuencias del pecado con Betsabe? No podemos olvidar cuán difícil fue la vida del rey David,

Pero la nuestra no es muy distante, nuestra alma puede abatirse por muchas situaciones como ¿Una enfermedad? ¿U sueño no alcanzado? ¿La traición de un conyugue?

Y aunque David escribió el salmo 23, donde expresa una profunda seguridad al reconocer que el Señor es nuestro pastor y que ¡Nada nos faltará¡

Entonces, ¿Por qué ahora ha de hallarse en una condición de tan grande desesperanza?

Es aquí donde se hace necesario recordar que, como humanos somos débiles, y que aun en el estado redimido seguimos teniendo pecado e imperfección

Y temores y muchas luchas internas y externas que en algún momento impactan negativamente nuestra alma.

Vemos entonces que, el primer paso para superar esta situación  es la confesión de nuestra condición de dificultad, desnudando nuestra alma delante del Señor,

Tal como lo hace el salmista al decir “postrado estoy en el polvo”, “estoy a punto de morir”, “estoy muy decaído y el dolor me está matando”, “Me siento totalmente desanimado”

  • La acción de la Palabra de Dios:

La caída del hombre siempre es de arriba hacia abajo, y la acción de Dios siempre es  levantarnos de abajo hacia arriba,

1 Samuel 2:8 El levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso,

Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.

Para poder ver la acción de Dios en nuestra vida, solamente es posible si reconocemos cuál es la condición de dónde el Señor nos sacó,

Es decir ¿Quiénes éramos nosotros antes que el Señor nos alcanzará? Éramos mendigos, menesterosos  que la gracia del Señor sacó del basurero del mundo.

Y nos sacó para hacernos ocupar un lugar de honor al lado de Cristo ¡Ser hijos de Dios¡ purificados por la sangre del Hijo Amado

Es por ello que no podemos olvidar las bienaventuranzas que el Señor mismo relata en el sermón del monte, sobre todo cuando dice “Bienaventurados los pobres en espíritu”

Y más aún, recordar el ejemplo de Pablo que fue derribado hasta el polvo, para luego ser vivificado por el poder de la Palabra de Dios,

  • La petición. “Vivifícame según tu Palabra”

Después que el salmista reconoce su condición pide a Dios “dame vida”, porque su condición le hace sentir que está al borde de la muerte.

Y vemos aquí que el hombre de Dios No es aquel que no tienen problemas o el que ha vencido todas sus dificultades

Sino que, el hombre de Dios es aquel que reconoce su debilidad, su limitación  y esto le lleva a una dependencia de Dios

De manera que las diversas tribulaciones llevan al creyente, a pedir la ayuda de Dios por medio de su Palabra.

Y esto es muy contrario a lo que hizo Adán y Eva cuando cayeron en Edén, que ante su pecado se escondieron de Dios, al punto que Dios tiene que buscarlos,

Entonces, ante un alma angustiada No debemos tomar caminos equivocados como el enojo con todo el mundo, incluyendo a los que no son parte del problema,

No debemos ponernos de mal humor y buscar estar solos, y menos aún, enojarnos tanto con Dios que nos alejamos de la congregación de los santos y de la comunión personal

Porque actuar así, solo nos lleva a buscar refugios equivocados que agrandan más nuestra angustia y nos dejan sin salida.

Por tanto, tengamos siempre presente que el instrumento que Dios usa para darnos vida es ¡Su Palabra¡ que la hace llegar a nuestra vida, de diferentes formas.

  1. Vivifícame según tu Palabra ¿Por qué?

El concepto de “Palabra de Dios” expresa la comunicación de la mente y de los propósitos de Dios, al hombre.

Por tanto, necesitamos reflexionar un poco sobre lo qué es la Palabra de Dios para cada uno de nosotros:

La Palabra de Dios es los pensamientos y Voluntad de Dios para sus hijos, y es por medio de ella que nos santifica y perfecciona.

¿Por qué? Porque Su Palabra es omnipotente, tan poderosa que es gracias a ella que hemos renacido de nuevo.

Es la Palabra de Dios la que nos ha renovado el entendimiento de suerte tal que nos ha hecho caminar, oír y ver

¿Qué palabras le dijo Jesús al Paralitico? “Toma tu lecho y anda” ¿Qué palabras le dijo el Señor a Lázaro? “Lázaro ven fuera”,

Y ¿Qué Palabras le dijo al ciego? “que quieres que te haga, ¡Que recobre la vista¡ y Jesús le dijo ¡Recíbela¡

Por tanto, la Palabra de Dios es espíritu y vida para todo aquel que la recibe. Solo la Palabra de Dios nos pasa de muerte a vida

Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha;

Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

La vida espiritual solo viene cuando el Espíritu Santo imparte la vida de Cristo en el creyente, Son vida y son verdad,

  • ¡Dura es esta Palabra¡ ¿Quién la puede oír?

Juan 6:60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron:

Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?

El adjetivo “dura” quiere decir literalmente que la Palabra es “áspera”, “marchita” o “fuerte”.

De esa manera, la expresión “dura” describe, en sentido figurado, algo severo, desagradable, o difícil de aceptar

Entonces ¿Quién la puede oír? Esta pregunta no quiere decir que la Palabra de Jesús sea incomprensible, sino !Inaceptable¡

Jesucristo, la Palabra de Dios encarnada

Por tanto, este grupo de personas que se expresaron de esa forma ¡Rechazaron la Palabra del Señor¡ porque era ofensiva y objetable.

Pero eso no es así para aquellos que hemos nacido de nuevo y que podemos reconocer que nuestro pecado debe ser confrontado.

Juan 6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Solo la Palabra de Dios nos da vida nueva, vida transformada y vida eterna ¡No existe otra fuente de vida¡

Y esto es lo que sabemos todos aquellos que hemos creído que Jesús es el Verbo, la Palabra de Dios en acción.

  • Vivifícanos según tu Palabra ¿Cómo?

El método o la forma correcta para ser vivificados conforme a la Palabra de Dios es ¡Oír con atención, oír con fe¡

Hebreos 3:15 entre tanto que se dice:

Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

Para oír la Palabra de Dios necesitamos disponer el corazón, recordando que Dios ya nos dio un corazón nuevo para creer y oídos nuevos para oír,

Porque el que endurece el corazón ¡Muere en el desierto¡ es incapaz de comprender la Voluntad de Dios y someterse a ella.

Por tanto ¡Jamás llega a la tierra prometida¡

  1. ¡Manifestare mi camino¡ Vivifícame según tu Palabra

Para ser vivificados por la Palabra de Dios, es necesaria la confesión de nuestra vida delante de Dios.

Salmo 119:26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;

Enséñame tus estatutos.

Para poder encontrar esa vida que solo Cristo da, necesitamos contar nuestra vida al Señor, sin recelo ni reserva.

  • Exponer todos nuestros caminos a Dios.

Esta es una acción de humildad en el corazón del creyente, porque “caminos” indica exponer delante del Señor nuestra forma de vida,

Lo que significa que no podemos ver en nuestra vida como normal ¡Lo anormal¡ no caer en la trampa del mundo,

Porque para el mundo, lo normal es lo que hace la mayoría: el adulterio es normal, el aborto es normal y lo moral es lo que la mayoría hace.

Pero para el creyente “Lo normal” es lo que Dios establece en Su Palabra, de manera que lo moral e inmoral se juzga a la luz de la Escritura

Y si le contamos nuestra vida a Dios, significa que le contaremos todo aquello con lo que estamos luchando, le expondremos nuestras áreas débiles al Señor.

Para que el Señor le de vida a cada una de esas áreas que están trayendo destrucción a nuestra alma y a nuestra comunión, con Dios y con nuestro prójimo.

  • Hoy enséñame tus estatutos,

¿Para qué le contaremos toda nuestra vida al Señor? Para que Él nos enseñe lo que debemos hacer, esto es, para adquirir  conocimiento.

Porque los “Estatutos de Dios” son una regulación, una ordenanza de Dios, es decir, una prescripción comunicada claramente de lo que uno debe hacer.[1]

Entonces, la Palabra de Dios nos instruye sobre lo qué debemos hacer para salir de un alma angustiada, nos da el conocimiento

Y nos provee la ayuda del Espíritu Santo, tanto para poder entender la instrucción dada como para poderla llevar a cabo, llevándonos a vivir en la Palabra.

  • Hazme entender,

Salmo 119:27 Hazme entender el camino de tus mandamientos,

Para que medite en tus maravillas.

Esta es una oración pidiendo al Señor ¡Hazme sabio¡ dame ese conocimiento que se transforma en principios de vida.

Y los “Mandamientos de Dios” son un principio instruyendo para realizar una cierta acción, la que debe ser obedecida por todos[2]

De manera que, si Dios lo manda, Nosotros lo obedecemos, y el Espíritu Santo nos ayuda en eso.

  • Meditar en sus maravillas,

Hasta que hemos entendido lo que Dios nos instruye, lo que Él nos manda, entonces comenzamos a meditar en su Palabra.

Es decir, que el entendimiento de la Voluntad de Dios para nuestra vida, nos debe llevar al ejercicio de la meditación en la obra de Dios y todas sus maravillas en nuestra vida.

  1. Vivifícame en tu Palabra ¡Y no habrá ansiedad¡

La ansiedad nos deprime, pero la Palabra de Dios nos levanta y sustenta.

Salmo 119:28 Se deshace mi alma de ansiedad;

Susténtame según tu palabra.

La ansiedad produce tristeza, angustia, dolor de manera que destruye el gozo del alma, a punto tal, que sentimos que “se deshace nuestra alma”

Y nuestra alma se deshace en la medida que es “filtrada en sus grietas”  y es filtrada por muchas cosas que nos agobian y que no podemos controlar.

  • ¿Qué causa esta ansiedad?

Los afanes de la vida llenan nuestra alma de ansiedad porque nos alejan de Dios, anclando nuestra alma en lo material y temporal

Como por ejemplo, los placeres del mundo que nos impiden guardar y santificar el día de reposo, aún cuando ese placer nos sea “lícito” pero nos aparta de Dios.

También el pecado, la vida desordenada, las presiones del mundo que nos imponen vivir de manera independiente a Dios.

Todo eso llena nuestra alma de ansiedad y no nos deja tener paz, gozo, quietud y menos aún, gratitud y obediencia a Dios.

  • ¿Qué debemos de hacer con la ansiedad?

1 Pedro 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Dios, por medio de su Palabra, nos invita a ¡Abandonar en Él¡ todas nuestras preocupaciones,  dándonos la garantía que ¡Él cuidará de nosotros¡

Y como dice el salmista “Susténtame según tu palabra” porque es la Palabra donde encontramos la fuerza para seguir y la confianza para “abandonar” nuestras preocupaciones.

Pero también, tal como el Señor le dijo a Moisés

Deuteronomio  8:3…para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre

Esto nos recuerda lo que dijo Christoph Blumhardt: “Nuestra vida no tiene significado por sí misma; sólo tiene significado en relación con Dios”

¡Solo el Señor nos fortalece según su Palabra¡ porque es esta Palabra la que nos sustenta.

  1. Vivifícame en tu Palabra ¡Me comprometo con la Verdad¡

Para ser vivificados debemos comprometernos con el camino de la verdad.

Salmo 119:29-30 Aparta de mí el camino de la mentira,

Y en tu misericordia concédeme tu ley.

Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.

El clamor del salmista es que Dios le mantenga alejado de todo camino torcido, de todo camino de mentira,

Lo que solo es posible si somos favorecidos con la enseñanza del Señor, conociendo la bondad de la Ley de Dios

Porque sabemos que delante de nuestros ojos se presentan dos caminos: el camino de la mentira, ancho, y el camino de la verdad, angosto,

¿Por cuál de esos caminos nos vamos a decidir? El salmista dice que “Escogí el camino de la Verdad

  • Escoger el camino de la Verdad:

La expresión “escoger” hacer referencia a  «examinar, seleccionar y preferir» ese camino de Verdad

Porque necesitamos discernir la mentira de satanás, que al igual que en Edén, siempre pretende hacernos pensar que Dios es malo, que no es veraz sino mentiroso.

Pero para ello, necesitamos clamar a Dios por ayuda, porque si Dios no me aparta yo no puedo hacer nada por apartarme de ese camino de mentira,

Y esa ayuda del Señor, nos habla de dependencia y humildad delante de Dios.

Pero también, la expresión “Escogí” nos habla de decisiones basadas en la Palabra de Dios y no en la mentira del mundo y de satanás.

Y sabemos que el camino de la mentira representa todos los caminos falsos por los cuales los hombres se engañan a sí mismos, y a los demás, o son engañados por Satanás y sus instrumentos.

Mientras que el camino de la verdadera santidad es el camino de la Verdad; el único camino verdadero a la felicidad.[3]

  • Un compromiso de vivir pegado a Dios y su Palabra.

Salmo 119:31 Me he apegado a tus testimonios;

Oh Jehová, no me avergüences.

Debemos comprometernos en vivir aferrados a Dios, adheridos a Él como con pegamento ¿Por qué?

Porque el mundo y sus mentiras harán todo lo posible por separarnos de Dios, por destruir nuestra comunión con Él y alejarnos de la Verdad.

Vivifícame según tu Palabra

Por tanto, nuestra única manera segura de caminar por el camino de Verdad es ¡Mantenernos unidos a Dios¡

¿Cómo? Manteniendo nuestros tiempos de devocionales, de meditación de la Palabra, de oración y congregación ¡Guardando el día de reposo¡

  1. Vivifícame en tu Palabra ¡Y correré en tus mandamientos¡

Cuando somos vivificados por la Palabra de Dios, ya no estamos postrados, sino que corremos por el camino de sus mandamientos.

Salmo 119:32 Por el camino de tus mandamientos correré,

Cuando ensanches mi corazón.

Podemos correr por “el camino de los mandamientos de Dios” porque el Señor ha ampliado, aclarado y renovado nuestra manera de pensar y ver la vida,

Además, corremos por ese camino de santidad, porque la obediencia a Dios, nos llena de alegría el corazón

Por tanto, cuando obedecemos la instrucción divina, ya no hay depresión ni tristeza, desanimo ni ansiedad,

¡Porque la Palabra nos da vida nueva y abundante¡

Conclusión.

La Palabra de Dios nos vivifica, nos levanta de cualquier situación caída o deprimida, nos sustenta en nuestra vida espiritual,

Por tanto, debemos comprometernos con la Palabra que es Verdad,  ya que solo así podemos dar gloria a Dios y tener un gozo verdadero en nuestra vida.

Palabras y frases significativas:

Deshace: filtración, gotera, o sea, agua de lluvia penetrando las grietas de una construcción (Ecl 10:18+); 2. LN 25.138 (qalpf. 3fs.) derramar lágrimas, derramar lágrimas de los ojos (Job 16:20+) (Swanson, J. (2014). Diccionario de idiomas bíblicos: Hebreo. Bellingham, WA: LexhamPress.)

Apegado: dabaq, «agarrar, pegar, unir, aferrar». En hebreo moderno el vocablo tiene el sentido de «pegar, adherirse a».

 

[1] Swanson, J. (2014). Diccionario de idiomas bíblicos: Hebreo. Bellingham, WA: LexhamPress.

[2] Swanson, J. (2014). Diccionario de idiomas bíblicos: Hebreo. Bellingham, WA: Lexham Press.

[3] Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (p. 462. Miami: Editorial Unilit. (Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (p. 462). Miami: Editorial Unilit.)