Principios De Mayordomía Cristiana Del Trabajo. Pensando en un trabajo diligente y con fe, que es bendecido por Dios

Debemos partir de que Dios ha prometido bendecir a su Pueblo, y en Dios está todo el poder y la misericordia para hacerlo,

Vemos que la biblia está llena de promesas para bien del Pueblo de Dios, pero también nos da a conocer los deberes nuestros

Esas responsabilidades que debemos desarrollar para que ciertas bendiciones puedan ser efectivas en nuestra vida,

Y una de esas bendiciones es ser buenos mayordomos de nuestro trabajo, primero sabiendo que Dios lo creo para gloria de Él,

Luego, ese trabajo bien administrado es dado para bienestar nuestro y de nuestra familia, así como, para ayudar al necesitado.

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O cómo debemos dar para la obra del Señor, puede visitar ¿Dar Para La Obra De Dios? !Todo Es Tuyo¡

Principios de mayordomía cristiana del trabajo

Debemos dejar de ver el trabajo como un castigo o como una maldición, pues en el pensamiento de Dios no es así

Dios creó el trabajo como una fuente de bendición para el hombre, y como una forma de glorificarle a Él por su providencia santa

  1. Mayordomía cristiana del Trabajo: Es un mandato divino

El trabajo es un mandato divino para el hombre, completamente contrario al ocio.

Génesis 2:15  Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.

El huerto de Edén era símbolo de la fertilidad creada por Dios y un maravilloso motivo de alegría, gozo, alabaza y cánticos.

Y el hombre fue puesto en ese huerto para que lo trabajara, lo protegiera y lo cuidara. El trabajo de Adán consistía en cultivar ese huerto

Es Dios mismo quien encomienda al hombre la tarea de cultivar y cuidar la tierra, y esta acción se da mucho antes de que este hombre pecara

De manera que la acción de trabajar es una acción santa, fruto de la buena Voluntad de Dios para con su creación

¡El trabajo No es un castigo¡ sino un mandato divino

  • Origen de la cultura:

Originalmente el término “cultura” no tenía la connotación amplia que hoy conocemos, sino que estaba relacionada con la acción de cultivar

De donde, el termino cultura es derivado del latín “colere,” el cual significa simplemente la labranza o cultivo del suelo.

Así que, si queremos hablar de cultura, debemos hablar de trabajo, y de manera especial, del trabajo que se realiza cultivando y labrando la tierra

  1. Mayordomía cristiana del trabajo: ¡Guardar el día de reposo¡

Así como Dios dejo establecido el trabajo como un mandato, también ordeno que guardáramos el día de reposo

Deuteronomio 5:12-14  Guardarás el día de reposo[a] para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.(D)

 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

 mas el séptimo día es reposo[b] a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,(E) ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva,

ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas,

 para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

Seis días a la semana podemos dedicarnos completamente al trabajo, pero el séptimo día es de reposo

¿Y por qué debemos reposar? Dios ordena este reposo por dos razones: porque debe ser un día dedicado completamente a la adoración a Él

Y porque nuestro cuerpo físico necesita descanso y cuidado, de manera que debemos descansar nosotros y todos aquellos que están a nuestro alrededor

El día de reposo, que para nosotros los cristianos es el domingo pues celebramos la resurrección del Señor,

Es un día que debemos santificar, es decir apartarlo para el servicio al Señor, para congregarnos como pueblo santo y adorar a nuestro Creador

Así que debemos evitar dedicarnos al trabajo secular este día especial para el Señor.

En la medida que sea posible, posponer toda actividad laboral para los seis días de la semana y santificar el domingo como día de reposo

  1. ¿Quiénes son los que tienen que trabajar?

2 Tesalonicenses 3:10-12  Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.

Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.

 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.

Todos estamos mandados a trabajar. Trabajar no es una ordenanza para unos cuantos, pues el que no trabaja “que no coma”

Mayordomía cristiana del trabajo

El trabajo se convierte en la forma establecida por Dios, para proveer el pan sobre nuestra mesa y procurar bendición a nuestra familia

  1. Mayordomía cristiana del trabajo: ¡Evitar la idolatría¡

Dios ordena el trabajo, así que debemos trabajar pero sin caer en idolatría, porque Dios condena la idolatría al dinero.

1 Timoteo 6:8-9  Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.

Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas,

 que hunden a los hombres en destrucción y perdición;

Pensar solamente en vivir para trabajar y acumular riqueza, es caer en las trampas de Satanás que quiere destruirnos completamente

El enemigo tiene como propósito alejarnos de la comunión con el Señor, apartarnos del camino de santidad y adoración

Volviéndonos esclavos de muchos deseos pecaminosos, mezquinos y ruines, que no sumergen en afanes insensatos y dañinos

Nos esclavizan a una vida llena de ocupaciones que nos provocan enfermedad física, ruina espiritual y la destrucción de nuestras relaciones primarias

1 Timoteo 6:10  porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe,

y fueron traspasados de muchos dolores.

Caer en un amor necio al dinero nos hace olvidar a Dios y su Palabra, nos lleva a desobedecer sus mandatos

Y esa desobediencia termina trayendo a nuestra vida muchos problemas y sufrimientos.

  1. Mayordomía cristiana del trabajo: ¡Seamos honestos¡

El trabajo honrado Dios lo bendice.

Génesis 30:33  Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario;

toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.

Luego que Jacob trabajará catorce años para su suegro Laban, compromiso con el cual cumplió su dote para tener por esposa a Raquel y Lea

Jacob decide independizarse de su suegro, y le propone una forma de salario dado que Laban no quería dejarle ir.

Pero ante esa propuesta, Jacob pone por garantía su honradez: “así responderá por mí, mi honradez mañana”

Lo que Jacob decía era que, el día que Laban quisiera controlar el pago que le había dado, lo que vería es el trabajo honesto de Jacob

Laban no encontraría nada que no fuera de Jacob en el rebaño, y haría prosperar el ganado solo por medio de la bendición de Dios.

  • Honestidad en el trabajo

Efesios 4:28  El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno,

 para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Si queremos ser buenos mayordomos de nuestro trabajo y ser prosperados por Dios, esto solamente es posible, si somos honestos

Esa honestidad significa muchas cosas: No robar el tiempo de la empresa, ser puntuales en nuestra hora de entrar y salir de nuestros trabajos,

No tomar para uso personal, los recursos que son de nuestro trabajo: hojas de papel, bolígrafos y lapiceros, o cualquier otro material de oficina

No justificar horas de trabajo extra usando artimañas y mentiras, etc. Significa ¡honestidad¡ en todo lo que hagamos

Y la bendición que Dios dará por medio del trabajo honrado, suplirá todas nuestras necesidades materiales, y

Será suficiente para poder dar para la obra del Señor y aún más, para compartir con el que padece necesidad

  • La riqueza material No es la meta del trabajo honesto

Proverbios 23:4-5 No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste.

 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas

      Como alas de águila, y volarán al cielo.

Nuestra meta en la vida no ha de ser la riqueza material, pues no fuimos diseñados para eso, ni hemos sido enviados a este mundo con ese propósito

Y si las riquezas se convierten en nuestra única inspiración en esta tierra, sepamos que, si acaso llegamos hacer esa riqueza, muy pronto desaparecerá

Pues todo bien terrenal se corroe, se marchita y desaparece ¡Nada es eterno en este mundo caído¡

¿Cuál es el propósito de trabajar?

Fuimos creados para glorificar a Dios con nuestra vida y con todo lo que hagamos, y para gozar de Él para siempre

Y nuestra meta en este peregrinaje terrenal ha de ser, formar un carácter cada vez más parecido a Cristo

  1. Mayordomía cristiana del trabajo: ¡Fidelidad¡

El trabajo debe de hacerse de corazón, como para el Señor, buscando siempre ser aprobados por Él

Génesis 31:38-41  Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.

Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.

 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.

 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.

Entre Labán y Jacob se desarrolló una lucha fascinante. Las injusticias y artimañas de Labán se adelantaron al plan de Jacob,

Y las intenciones de Laban de defraudar y engañar, de hecho fueron superadas por Jacob mismo.

Sin embargo, posteriormente Jacob consideró que su ganancia real se debía a la bendición divina, aunque tuvo que pagar las consecuencias (temor y peligro) de sus tretas.[1]

Entonces, vamos hacer nuestro trabajo con fidelidad, con entrega, comprometido y responsable, independientemente de lo que los hombres hagan y digan

A Jacob no le fue bien con Laban: trabajó veinte años y no vio provecho personal, solamente enriqueció a su suegro,

Pero aún así, Jacob fue fiel en su tarea porque sabía, que todo lo que él hacía prosperaba, no por sus fuerzas e inteligencia, sino porque Dios estaba con él

Jacob no tuvo un jefe justo, ni sensible, sino aprovechado y muy injusto, pero eso no desanimó el trabajo fiel y comprometido de Jacob.

  • Trabajemos como para el Señor

Colosenses 3:22-24  Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres,

sino con corazón sincero, temiendo a Dios.

 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

No podemos hacer las cosas para esperar la recompensa de los hombres, pues el hombre sin Dios, es egocéntrico y vano

Sino que todo lo que hagamos, lo haremos de buena gana, como si estuviéramos sirviendo al Señor y no al hombre  

Si así lo hacemos, entonces estaremos haciendo un trabajo diligente que será bendecido y prosperado siempre por nuestro Dios

  1. Mayordomía cristiana del trabajo: ¡Usando los talentos y domes¡

El oficio de Jacob era pastor de ovejas, y en ese oficio se hizo experto, perfeccionando sus talentos para el cuido y prosperidad de las ovejas

Génesis 30:41-43  Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes,

Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas.

 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob.

 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.

Dios bendijo a Jacob de una manera poco común. Aquí se encuentra un juego de palabras con el nombre Labán  que significa “blanco”,

porque en la medida en que Jacob descortezó las varas para descubrir lo blanco (lāḇān) de ellas, veía cómo aumentaban sus rebaños.

De manera que le siguió el juego a Labán y ganó—fue más listo que el “Blanco”.[2]

Así, la bendición de Dios con nosotros, más nuestros dones y talentos bien utilizados, han de generar una prosperidad  asombrosa

Principios de mayordomía del trabajo cristiano

No menospreciemos nuestra profesión u oficio, nuestras habilidades natas, las capacidades que se adquieren con la experiencia,

Y apoyémonos en la fidelidad de Dios hacia su pueblo, para hacer todo nuestro trabajo de manera provechosa, para nosotros y nuestros empleadores

Dejando la justicia a Dios¡!

  1. Mayordomía cristiana del trabajo: ¡Confiados en Dios¡

Jacob es un testimonio del trabajo confiado en Dios, siempre diligente

Génesis 31:42  Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo,

 de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

Detrás de este logro está el trabajo sacrificado, diligente y eficiente de Jacob. El describe gráficamente todo el sacrificio y esfuerzo denodado que puso en el trabajo.

Además debemos considerar que Jacob era un pastor con experiencia recogida de por lo menos tres generaciones.

Tanto su padre Isaac como su abuelo Abraham fueron muy prósperos con el ganado.

De modo que Jacob disponía de los mejores conocimientos y las mejores técnicas para el éxito.

Pero el factor más importante en la prosperidad es la confianza de Jacob en Dios quien interviene a su favor y la fidelidad de Jacob en cumplir con el propósito del pacto.

Con la descendencia establecida y los recursos materiales adquiridos, Jacob parece estar listo para iniciar su propia vida independiente y regresar a Canaán.

Y con esa prosperidad, con esa libertad y con toda su descendencia, todo queda listo para dar paso al plan redentor de Dios por medio de su pueblo Israel

No olvidemos ¡Dios está al control¡ y todo ocurre dentro del propósito divino que encaja perfectamente en el plan redentor de Dios para su iglesia

Conclusión:

La buena mayordomía del trabajo cristiano está fundamentada en la fidelidad de Dios a su pacto, y a la bendición que solo de Él proviene

Sabiendo que de Dios es la justicia y que de nosotros, la diligencia, la honradez, el trabajo comprometido y responsable

Si así lo hacemos, entonces seremos prosperados en todo lo que emprendamos, sin olvidar de guardar el día de reposo que es para el Señor

Palabras y frases significativas.

Huerto: gan de H1598; jardín (como cercado):- huerto, jardín, paraíso.

Guardar: shamár raíz primaria; propiamente cercar alrededor (como con espinos), i.e. guardar; generalmente proteger, cuidar, etc

Labrar:abad (עָבַד, H5647), «servir, cultivar, esclavizar, trabajar». raíz primaria; trabajar (en todo sentido); por impl. servir, arar, cultivar, (caus.) esclavizar, etc.:- adorar, arar, culto, desempeñar, ejercer, esclava, honrar, librador, labrar, ministrar, prestar, servidumbre, servir, siervo, sujetar, trabajador, trabajar.

Día reposo: Para Santificarlo (Celebrar, consagrar, santificar), reposo a Jehová (honrar al Señor Dios), para descansar (Tu siervo y tu)

Santificar: cadásh- apartar, celebrar, consagrar, dedicar, preparar, prometer, purificar, santificar, santo, señalar.

Obra: melaká, delegación,  generalmente empleo (nunca servil) o trabajo (abstracto o concreto); también propiedad (como resultado del trabajo):- arte, artesano, asunto, bien, cosa, hacienda, labor, material, negocio, obra, oficio, servicio, tarea, trabajar, trabajo, usar, uso.

Hurto: klépto verbo primario; hurtar, robar:- hurtar.

Servicio: Trabajar, servir, arar.

Salario: sakár; pago de contrato; sueldo, mantenimiento; compensación, beneficio:- costo, estima, galardón, jornal, paga, pagar, pasaje, recompensa, remuneración, salario. Un salario, también conocido comúnmente como sueldo, es la paga regular que alguien recibe por su trabajo. Como tal, el salario supone la cantidad de dinero con que el empleador retribuye al trabajador a cambio de sus servicios.

Trabajar: Cultivar.

Honradez: tsedacá, rectitud (abst.), obj. (justicia), mor. (virtud) o figurativamente (prosperidad):-  derecho, equidad, honradez, justicia, con justicia, justo, rectitud.

Riqueza: Prospero, multiplico, incremento.

 

[1]Walvoord, J. F., &Zuck, R. B. (1996).El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 1: Génesis-Números (p. 89). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.

[2]Walvoord, J. F., &Zuck, R. B. (1996).El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 1: Génesis-Números (p. 88). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.